Materiales Literarios

  • «SOLDADOS», UNA POÉTICA CONTRA EL OLVIDO

«Soldados» es un libro de poemas escrito por Gustavo Caso Rosendi, ex combatiente de Malvinas. En un nuevo aniversario de la guerra compartimos algo del trabajo de este autor, que pudo canalizar en su escritura el dolor que dejaron en su vida aquellos días de combate.


"Comenzamos cavando como si

fuera nuestra propia tumba

Pero cuando el cielo escupía fuego

nos dábamos cuenta

que era un buen hogar

después de todo".


"A veces mirábamos nuestra sombra

sobre el camino escarchado

para cerciorarnos de que aún estábamos

Entonces sí

bebíamos de la cantimplora

el agrio sabor de la existencia."


"Cuando cayó el soldado Vojkovic

dejó de vivir el papá de Vojkovic

y la mamá de Vojkovic y la hermana

También la novia que tejía

y destejía desolaciones de lana

y los hijos que nunca

llegaron a tener

Los tíos los abuelos los primos

los primos segundos

y el cuñado y los sobrinos

a los que Vojkovic regalaba chocolates

y algunos vecinos y unos pocos

amigos de Vojkovic y Colita el perro

y un compañero de la primaria

que Vojkovic tenía medio olvidado

y hasta el almacenero

a quien Vojkovic

le compraba la yerba

cuando estaba de guardia

Cuando cayó el soldado Vojkovic

cayeron todas las hojas de la cuadra

todos los gorriones todas las persianas."


"Se cava un pozo para seguir con vida

Se cava otro pozo

para el que no le sirvió de nada cavar."


Fuente: Enredando, comunicación popular. Ver artículo completo en https://www.enredando.org.ar/2016/04/03/soldados-una-poetica-contra-el-olvido/

  • "LA VERDAD ES LA ÚNICA REALIDAD", Paco Urondo

Del otro lado de la reja está la realidad,

de este lado de la reja también está la realidad;

la única irreal es la reja;

la libertad es real aunque no se sabe bien

si pertenece al mundo de los vivos,

al mundo de los muertos,

al mundo de las fantasías o al mundo de la vigilia,

al de la explotación o de la producción.

Los sueños, sueños son;

los recuerdos, aquel cuerpo, ese vaso de vino,

el amor y las flaquezas del amor,

por supuesto, forman parte de la realidad;

un disparo en la noche, en la frente de estos hermanos,

de estos hijos, aquellos gritos irreales de dolor real de los torturados

en el angelus eterno y siniestro en una brigada de policía

cualquiera son parte de la memoria,

no suponen necesariamente el presente,

pero pertenecen a la realidad.

La única aparente es la reja cuadriculando el cielo,

el canto perdido de un preso, ladrón o combatiente,

la voz fusilada, resucitada al tercer día en un vuelo inmenso

cubriendo la Patagonia porque las masacres, las redenciones,

pertenecen a la realidad, como la esperanza rescatada de la pólvora,

de la inocencia estival: son la realidad,

como el coraje y la convalecencia del miedo,

ese aire que se resiste a volver después del peligro

como los designios de todo un pueblo que marcha hacia la victoria

o hacia la muerte,

que tropieza, que aprende a defenderse, a rescatar lo suyo, su realidad.

Aunque parezca a veces una mentira,

la única mentira no es siquiera la traición,

es simplemente una reja que no pertenece a la realidad.


Cárcel de Villa Devoto, abril de 1973 . Francisco Paco Urondo nació en Santa Fe en 1930. Poeta, periodista, académico y militante político. En 1968 fue nombrado Director de Cultura de la provincia de Santa Fe, y en 1973, del Departamento de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Como periodista colaboró en diversos medios del país y del extranjero, entre ellos, La Opinión y Noticias. Algunas de sus obras: Larga distancia (poesía), Todo eso (cuentos), Los pasos previos (novela). También escribió teatro, ensayos y guiones cinematográficos. Murió en Buenos Aires enfrentando a la genocida dictadura militar, en junio de 1976. Este texto fue publicado en la antología Leer x Leer editado por este Ministerio de Educación e impreso por Eudeba. Extraído de Poemas de Batalla, Buenos Aires, Seix Barral,

  • "LOS ENEMIGOS", Mario Benedetti

Ellos aquí trajeron los fusiles repletos de pólvora,

ellos mandaron el acerbo exterminio,

ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba,

un pueblo por deber y por amor reunido,

y la delgada niña cayó con su bandera,

y el joven sonriente rodó a su lado herido,

y el estupor del pueblo vio caer a los muertos

con furia y con dolor.

Entonces, en el sitio donde cayeron los asesinados,

bajaron las banderas a empaparse de sangre

para alzarse de nuevo frente a los asesinos.

Por estos muertos, nuestros muertos, pido castigo.

Para los que de sangre salpicaron la patria, pido castigo.

Para el verdugo que mandó esta muerte pido castigo.

Para el traidor que ascendió sobre el crimen, pido castigo.

Para el que dio la orden de agonía, pido castigo.

Para los que defendieron ese crimen, pido castigo.

No quiero que me den la mano empapada con nuestra sangre.

Pido castigo. No los quiero Embajadores,

tampoco en su casa tranquilos,

los quiero ver aquí juzgados, en esta plaza, en este sitio.

Quiero castigo.


Mario Benedetti Nació el 14 de septiembre de 1920 en Uruguay, y es uno de los poetas más leídos de la lengua española. Sus poemas han circulado por todo el mundo en forma de canciones, afiches, tarjetas y hasta él mismo los ha recitado junto a grandes músicos, como Joan Manuel Serrat y Daniel Viglietti. Murió el 17 de mayo de 2009. Entre sus muchas obras se encuentran: Andamios, La Borra del café e Inventario Tres.

  • "MASA", César Vallejo

Al fin de la batalla,

y muerto el combatiente,

vino hacia él un hombre

y le dijo: "¡No mueras, te amo tanto!"

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos repitiéronle:

"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil,

quinientos mil, clamando

"¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,

con un ruego común: "¡Quédate hermano!"

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos lo hombres de la tierra le rodearon;

les vio el cadáver triste, emocionado;

incorporóse lentamente, abrazo al primer hombre; echóse a andar...


César Vallejo fue un poeta y escritor peruano. Es considerado uno de los mayores innovadores de la poesía del siglo XX y el máximo exponente de las letras en su país.