De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidad para la Agricultura y la Alimentación (FAO), existen tres tipos de pesca ilícita, la pesca ilegal, la no declarada y la no reglamentada, mejor conocidas como pesca INDNR. Estas se llevan a cabo en alta mar, como en zonas bajo jurisdicción nacional y que afecta todos los aspectos y etapas de la captura, así como la utilización de los peces, llegando a estar asociadas con la delincuencia organizada, representando uno de los porcentajes más grande de las capturas totales (LPIM, 2013; Daen, 2019; FAO, 2019).
México tiene la mayor superficie litoral en América Latina, pero a pesar de ello la producción pesquera del país es cuatro veces menor a la de Chile y diez veces menor a la de Perú. Una de las principales causas de ello es la pesca ilegal que se realiza en el país, teniendo un porcentaje de pesca total entre el 30% y el 60%, pero varía de acuerdo al tipo de pesca que se realiza (LPIM, 2013).
La pesca ilegal en el país se debe a diversas causas, entre ellas se encuentra la gran extensión litoral ya que dificulta la limitar el acceso a los recursos pesqueros, el aislamiento de las muchas comunidades pesqueras, lo cual crea un acceso al mar ilimitados para los pesqueros, aunado a ello, se encuentra la dificultad de supervisar más 100 mil embarcaciones menores, no solo por la cantidad, sino por su capacidad de dispersión geográfica y de adaptación, agrando que el número de encargados para vigilar e inspeccionar es menor. Otras causas, es que es demasiado barato extraer los recursos de manera ilegal. Asimismo, la actividad pesquera va de generación en generación, lo cual ha contribuido a la sobre capitalización, dificultando más el esfuerzo de combatir el problema. Por otro lado, el gasto público causa ilegalidad, a causa de la falta de claridad y transparencia en la toma de decisiones, ya que las normas, en su mayoría, benefician a unos más que otros (LPIM, 2013).
Esta actividad tiene importantes impactos, como es el incremento de la tasa de mortalidad de las especies; impactos ecológicos, ya que la pesca la realizan en zonas restringidas con artes de pesca prohibidas, capturando especies vulnerables; conflicto ente pescadores regulares e irregulares, causando pérdida de ingresos por la reducción de capturas a los pescadores regulares; en los precios de los recursos, debido a que disminuye el precio del producto legal (LPIM, 2013).
Asimismo, la situación de la pesca ilegal se agrava al concentrarse los esfuerzos de regulación y supervisión a ciertas regiones y especies, dejando en un estado de vulnerabilidad tanto al resto de las regiones del país, como a otras especies (LPIM. 2013).
Algunas de las leyes, que el país ha creado, para disminuir la pesca ilegal son Ley General Pesca y Acuacultura Sustentables (LGPAS), el Reglamento de la Ley de Pesca de 1992 y las Normas Oficiales, Mexicanas Pesqueras y Acuícolas, demás se crear el Sistema de Inspección y Monitoreo Satelital de Embarcaciones Mayores Pesqueras de CONAPESCA (LPIM, 2013).
La sobrepesca es la pesca excesiva sobre peces y mariscos, realizada por el humano, la cual puede llegar a tener efectos devastadores sobre los ecosistemas y sobre los mismos sistemas productivos. Debido a eventualidades climáticas y a la sobrepesca, la producción de muchas pesquerías ha sufrido grandes colapsos. Por ejemplo, la pesquería de Anchoveta peruana (Engraulis rigens), alcanzaba capturas anuales mayores a los 13 millones (13x106) de toneladas métricas a principios de 1970, desplomándose a menos de 3 millones (3x106) de toneladas métricas a mediados de la misma década, crisis que trajo como consecuencia la desaparición de gran parte de la flota de este país. Este colapso fue evidentemente precipitado por cambios meteorológicos y oceanográficos (evento El Niño), y posteriormente agudizado por sobrepesca (Barnes & Mann, 1980).
Para entender y predecir las consecuencias de la sobrepesca, los científicos han desarrollado una serie de modelos. Una idea central de muchos de estos modelos el concepto de Rendimiento Máximo Sostenido (RMS o MSY por sus siglas en inglés), el cual se entiende como el mayor rendimiento que se puede obtener de un recurso de manera sustentable (Begon et al., 2006).
Este modelo se base en la conocida ecuación de crecimiento logístico o denso-dependiente (Figura 1).
Figura 1
A partir de esta ecuación se puede determinar el crecimiento poblacional en relación con el tamaño poblacional (Fig. 2).
Figura 2.
Donde:
Nt = Tamaño de la población en el tiempo “t”.
N0 = Tamaño de la población inicial.
k = Capacidad de carga (El máximo número de individuos que puede sostener un ecosistema determinado.
r = Tasa de crecimiento poblacional por individuo.
t = Tiempo transcurrido.
e = base de los logaritmos naturales.
Ejemplo:
A partir de la ecuación anterior, asumiendo los valores de r = 0.5 y k = 100, calcule el crecimiento poblacional, de acuerdo a los siguientes datos:
La gráfica de N (eje horizontal) contra CP (eje vertical) dará un resultado como la Figura 2.
Ejercicio:
A partir de la ecuación anterior, asumiendo los valores de r = 0.2 y k = 100, calcule el crecimiento poblacional, de acuerdo a los siguientes datos:
Material requerido:
1. lápiz.
2. calculadora de bolsillo.
3. papel cuadriculado.