Desde principios del pasado mes de diciembre de 2009 puede verse por distintas zonas de Almería la pegatina que aquí puedes encontrar y copiar en formato jpg.
Aunque sabemos que poner en práctica la “deserción laboral” es un imposible para la mayoría (no para todos) de los trabajadores en la actual situación socioeconómica, hemos juzgado conveniente la difusión de esta aparentemente descabellada idea porque:
1) Nunca está de más sabotear de las distintas maneras posibles el sistema de trabajo y producción capitalista. Y el abandono del trabajo para quien pueda permitírselo, el aprovechamiento de las excedencias para otros o simplemente trabajar/producir/consumir lo menos posible para los demás, son acciones perjudiciales para el sistema y muy beneficiosas al mismo tiempo para los que de forma individual decidan llevarlas a cabo y para el medio ambiente. (Kogan, vicepresidente del órgano central del movimiento [makhnovista], el Consejo Regional Militar Revolucionario de Guliay Polié. Kogan era un obrero que había abandonado su fábrica mucho antes de la revolución de 1917 por razones de orden moral y se había entregado al trabajo en los campos en una pobre colonia agrícola judía. Historia del Movimiento Makhnovista. Piotr Archinov. Ed. Tupac/La Malatesta. http://www.lamalatesta.net/historia-movimiento-makhnovista-p-2799.html)
2) Porque, en cualquier caso, pocos actos tendrían el alcance revolucionario de una “deserción laboral” en masa a un nivel local e internacional. Dando por supuesto, lógicamente, que el trabajo asalariado sería naturalmente sustituido por la creación de una sociedad libre, igualitaria, sin jefes, donde las comunidades se autogestionen de forma asamblearia, etc., etc.; y una sociedad que mediante el respeto al medio recupere la armonía con la naturaleza, no una “autogestión del desastre” sino el gobierno del sentido común, que pasa indudablemente por una reducción ad infinitum de la producción y del despilfarro energético. Ésta última idea intenta estar, aunque quizá subrepticiamente, en la argumentación del texto.
3) Porque sólo mediante la enunciación de la “utopía”, y no a través de luchas parciales y reformismos varios que no hacen más que justificar al Estado, la “utopía” podrá dejar de ser un elemento más de la mentira organizada para volver a ser una realidad al alcance de nuestra mano, para tomar la realidad por nuestros deseos.
4) Porque, frente a la continua propaganda positiva que del trabajo según el actual sistema de mercado hacen partidos, sindicatos, religiosos y, conscientemente o no, la desubicada izquierda extraparlamentaria, no sobra ningún argumento ni ninguna acción, ni los tradicionales del marxismo y el anarquismo revolucionario ni los sesentayochistas ni, sobre todo, los de los actuales movimientos anti-industriales y anti-progreso, así como otros de carácter psicológico.
5) Porque mientras continúe la actitud paternalista y proteccionista –mediante el uso de un lenguaje que más que sencillo resulta pueril y la dulcificación de las ideas revolucionarias hasta convertirlas en los reformismos del “pleno empleo”, la “anti-precariedad” o el “ecologismo” bienpensante de Estado, con la excusa barata de que la clase trabajadora pueda entender unas ideas que, conviene recordarlo, emanan directamente de ella- de la mencionada izquierda extraparlamentaria, movimiento libertario, sindicalismo revolucionario, el pueblo, entendido de la manera más amplia posible, continuará con su actitud delegativa y pasiva; seguirá votando y esperando que sus “líderes” hagan algo por ellos, y sólo cuando las cosas estén muy mal, a modo de rabieta infantil, se rebelará simplemente para cambiar de poder o ni eso. Porque mientras sigamos hablando a la sociedad como a un niño, la sociedad se seguirá comportando como un niño. (A este respecto hay que decir que esto no significa que no haya que adaptarse al medio de comunicación que se utiliza, claro que no puede usarse el mismo lenguaje para un ensayo de 300 páginas que para un graffiti, y no sólo entendido desde el punto de vista lingüístico sino también del visual, etc. Y en este sentido tengo que admitir que más que probablemente me he equivocado a la hora de concebir el texto de la pegatina, sobre todo en lo que al tamaño se refiere.)
6) Y porque el movimiento contestatario-antiautoritario de Almería y alrededores está más que nunca necesitado de un debate cualitativo a través de la acción y que debería concretarse en acciones de cara al resto de la población. Ésta es una opinión en la que después de repartir un poco la pegatina no he podio más que reafirmarme. La pegatina no pretende ser otra cosa que mi pequeño granito de arena.
Éstas son a grandes rasgos las principales razones que me impulsaron a escribir este texto y a difundirlo. Con ello he intentado además contestar a algunas críticas u objeciones (siempre constructivas y bienintencionadas) que se me han formulado desde dentro el movimiento. Otras esenciales, como la falta de propuestas de alternativas, quizá requerirían de una segunda parte, pero personalmente creo que éstas deben ser presentadas colectivamente y mediante hechos. No con la simple presentación de las ideas de forma abstracta e individual sino a través de la teoría y la práctica de una colectividad.
Como contribución a este debate que debe ser teórico y práctico sugiero la lectura del Manifiesto contra el trabajo escrito por el grupo Krisis en 1999:
http://www.krisis.org/1999/manifiesto-contra-el-trabajo
Así como la crítica que del mismo ha realizado Jaime Semprun publicada en Resquicios #5 en 2007, más la crítica de otros libros aparecidos recientemente en Francia y publicados en España, de los autores Billeter, Jappe y Michéa:
http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/8441
Después de todas estas explicaciones estoy aún más convencido de que:
Sobran todas las explicaciones.