Como parte del Seminario Reflexivo Profesional I, realizamos deliberaciones grupal para llegar a conclusiones sobre el significado e importancia que brindamos a cada Competencia Profesional de la Facultad de Educación. El proceso fue:
Discutir el concepto y relevancia de la competencia con una colega (cada subgrupo de dos personas tuvo como tarea una competencia).
Compartir nuestras conclusiones con el grupo.
Deliberar de manera grupal (con ambas secciones del seminario) las conclusiones de cada subgrupo.
Editar el contenido de los conceptos y relevancias expresadas (tarea del prof. Seguí González).
Por consiguiente, las reflexiones que observará en las páginas de este segmento del portafolio, se basaron sobre esa discusión colegial de las destrezas necesarias para educar de forma efectiva. A continuación podrá leer el resultado de la discusión editado por F. J. Seguí González el segundo semestre del año académico 2020-2021.
Para dominar la competencia debemos desarrollar un conocimiento y dominio vasto de las materias. Debemos estar conscientes de las conexiones que podemos establecer entre las materias, y otros temas relevantes a la vida y educación de nuestro alumnado. También, necesitamos entender cómo trabajar con nuestros materiales y poder adaptarlos para promover el aprendizaje. De esta manera podremos lograr una educación holística donde todas las experiencias pueden servir para aprender.
El dominar la competencia nos hará capaces de explicar de una manera simple y efectiva los temas, tópicos y asuntos abordados. El integrar experiencias o actividades variadas, donde se conecten otros temas, ayuda a que nuestro estudiantado pueda entender e identificarse con el material. Incluso, al realizar estas conexiones, lograremos que sean capaces de ver que todo conocimiento está interconectado.
Para dominar la competencia debemos ser capaces de reconocer las habilidades, debilidades y necesidades de nuestros estudiantes y utilizar esta información para construir lecciones enriquecedoras. Debemos tomar en cuenta no solo sus aptitudes académicas, sino también sus intereses particulares y su contexto político-social. Es importante recordar que no aprendemos de igual manera, ni al mismo ritmo.
Esta competencia es sumamente importante, ya que debemos ser capaces de maximizar el potencial del estudiante a través del proceso educativo. Además, tener conocimiento de los periodos sensibles del desarrollo y de las situaciones o necesidades de los estudiantes nos convierte en profesionales empáticos, y ayuda a que nuestro estudiantado se sienta más confiado y motivado.
Para dominar esta competencia debemos ser capaces de planificar los cursos que ofreceremos. Debemos también tener objetivos claros y conocer las capacidades que tienen nuestros estudiantes para utilizar esta información en su beneficio. Es importante que también consideremos el contexto social y económico de nuestra matrícula al preparar los planes.
La planificación entrelaza nuestros conocimientos y permite que, al ponerlos en uso mientras construimos los planes, desarrollemos guías para nuestras acciones en el aula. Estos son un sostén para los procesos educativos y le brindan coherencia, consistencia y claridad. De esta forma, nuestra matrícula contará con una buena orientación sobre lo discutido. De igual modo, podemos utilizar dichos documentos para analizar el progreso de cada estudiante, el tiempo invertido en cada tema y reflexionar sobre lo que hemos realizado.
Para dominar esta competencia debemos ser capaces de investigar sobre métodos de enseñanza que incluya teorías educativas, análisis e investigación. Debemos brindar al estudiante herramientas que lo ayuden en su aprendizaje. De esta manera poder lograr desarrollar su razonamiento, destrezas, pensamiento crítico, destrezas de solución de problemas y capacidades. Estas metodologías nos serán útiles para enfrentar los retos que plantea la pedagogía.
Como mencionamos en el párrafo anterior, esta competencia nos brinda conocimientos inalienables de la profesión. Facilita que resolvamos conflictos, identifiquemos técnicas, metodologías y prácticas efectivas de enseñanza. Además nos ayuda a promover la curiosidad en nuestra matrícula.
Para dominar la competencia debemos ser capaces de crear ambientes de aprendizaje saludables y de beneficio para nuestra matrícula. Esto es nuestra interacción con cada estudiante y entre estudiante-estudiante . Esto quiere decir, que no necesariamente estos ambientes estarán relacionados y los profesores desarrollarán nuevas actividades para crear un nuevo entorno social entre sus estudiantes.
Al dominar esta competencia podemos crear una interacción social positiva y fomentar la participación activa.Un ambiente diverso e interactivo en el salón de clases, fomenta el interés, la motivación y, por consiguiente, el aprendizaje. Es observar a los estudiantes para poder crear un ambiente cómodo y de confianza. Cuando los estudiantes comienzan a interactuar ,que tomamos en resultado, lo que es la socialización podemos observar el cómo introducir más estrategias para llevar un entorno positivo y con la participación de todos los estudiantes.
Para dominar esta competencia debemos poseer un buen conocimiento del material y de las capacidades de nuestros estudiantes al enseñar, esto permitirá una comunicación y enseñanza propia y efectiva.Gracias a la comunicación transmitimos y compartimos conocimientos. de esta forma estimulamos, a través de la comunicación verbal y no verbal. el pensamiento crítico, la creación de ideas y la toma de decisiones. El lenguaje y la comunicación logra unir diferentes poblaciones; dentro o fuera del salón de clases.
La comunicación es lo más importante puesto que, sin ella no nos entenderíamos de la manera correcta. A través de la comunicación se lleva a cabo una transmisión de señales mediante un código común entre el emisor y el receptor. Siempre que haya un buen lenguaje la comunicación será efectiva y positiva . El lenguaje corporal es el más efectivo para que el maestro(a) pueda saber si el estudiante se encuentra cómodo y si comprende correctamente lo que se está hablando.Una comunicación efectiva:
no se trata solo de hablar sin sentido alguno sino que se trata de expresar sentimientos y pensamientos.
no es sólo verbal o escrita porque también nuestras acciones, miradas o expresiones corporales son una forma de comunicar.
Para dominar la competencia debemos ser capaces de integrar las nuevas tecnologías para incrementar y facilitar el proceso de enseñanza- aprendizaje en el aula. Al lograrlo ayudaremos a que nuestros estudiantes obtengan una enseñanza “integral” o completa. Eso promueve nuestro trabajo colaborativo e interdisciplinario. Por otra parte, seremos capaces de desarrollar el pensamiento crítico y un aprendizaje auténtico en nuestros estudiantes.
Si un maestro no domina las tecnologías, estaría de cierta forma atrasando el proceso de enseñanza. De la misma forma, incumpliría con las necesidades de los estudiantes. Debido a que no podría proveerles una educación satisfactoria que complemente el aprendizaje y la comprensión. Por ejemplo, un profesor que solo proyecta una presentación a sus estudiantes y estos no pueden leer, retrasa el proceso de aprendizaje ya que no les estaría brindando fotocopias como ayuda. De esta forma, es evidente que la tecnología instruccional ayuda a comprender las necesidades del estudiante en el aula. Con la introducción de nuevos conceptos y cambios que faciliten su comprensión en la sala de clases garantizando un buen entendimiento.
Para dominar esta competencia debemos ser capaces de integrar trabajos, proyectos y otras actividades diversas para evaluar el aprendizaje estudiantil. Esto no se debe limitar solo a pruebas cortas y exámenes. Debido a esto, también debemos incluir trabajos cooperativos/colaborativos. De igual forma, diseñar presentaciones e implementar actividades lúdicas. Esto nos permite, como maestros, observar la forma en la que el estudiante se expresa y manifiesta. Lo que a la vez estaría fomentando la destreza de comunicación y confianza tanto entre sus pares como con el maestro. Logrando que haya un ambiente más democratico y agradable.
El incluir diversas estrategias para evaluar el aprendizaje, nos ayuda a atender las necesidades de los estudiantes. Es decir, en el aula tendremos distintos tipos de alumnos con ritmos de aprendizaje diferentes. Existen diversas formas de evaluación para lograr un buen aprendizaje y entre estas se encuentran; las pruebas de escoge, preguntas y respuestas, cierto o falso, las actividades lúdicas, trabajos en grupos, presentaciones, entre otras. Esto nos permitirá tener más opciones al momento de evaluar. Lo que también le brinda al estudiante una mayor cantidad de alternativas al momento de realizar los trabajos de evaluación. Es posible que podamos ofrecer a la vez la libertad de que estos decidan de qué manera se sienten más cómodos y motivados.
Para dominar esta competencia debemos conocer los diversos contextos sociales que condicionan la enseñanza y la gestión escolar. Además establecer relaciones con nuestros colegas, los padres, las familias y otros miembros e instituciones de la comunidad, para apoyar el aprendizaje y el bienestar de todos sus estudiantes.Finalmente, debemos involucrarnos en las actividades que se realicen en nuestras escuelas.
Es tener una buena relación con la comunidad para mejorar la enseñanza de los estudiantes. Si tienes una buena relación con la comunidad y entiendes como funciona, será más fácil pedir ayuda/asistencia para educar a los estudiantes y tener una buena área de aprendizaje para ellos. Con una buena relación se fomenta la confianza y fortalecen los lazos en el salón de clases.
Para dominar esta competencia debemos ser capaces de reflexionar sobre nuestras responsabilidades profesionales, evaluar el efecto de nuestras decisiones y acciones sobre los otros miembros de la comunidad escolar y buscar activamente nuestro crecimiento profesional. Por otro lado, debemos mostrar responsabilidad con los requisitos académicos de ejercer en el campo magisterial. Con ello también, autogestionar nuestro aprendizaje.
Significa estar activamente buscando como mejorar profesionalmente. Nos habilita a poder reflexionar de cómo nuestras acciones afectan a la comunidad escolar y estar preparados a cambiar para mejorar profesionalmente. Ayuda a que no repitamos errores que afectan de modo detrimental nuestra matrícula. Debemos aprender junto a nuestros estudiantes.