La clase de mamá que siempre he querido ser

Fecha de publicación: May 25, 2014 8:30:40 AM

Cuando alguien me pregunta qué es Lactalmería para mí, me cuesta mucho dar una respuesta concreta, ese grupo de mujeres fuertes y generosas que forman parte de ello han sido sostén, guía, apoyo, ayuda, etc. en multitud de momentos a lo largo de mi maternidad.

Durante mi embarazo, y por una vuelta del destino, llegó a mis manos el libro "Un regalo para toda la vida", cambiando por completo mi forma de entender la lactancia materna y la crianza. A partir de ahí comencé a buscar en mi entorno donde poder resolver las mil dudas que tenía, donde compartir una forma de vivir y de hacer, donde la teta se entendiese como algo más que alimento, donde abrazar, besar y acunar mucho no fuese sinónimo de malcriar...y así fue como di con Lactalmería.

Como madre primeriza y "acojonada..", (todo hay que decirlo) fui a alguna reunión en la recta final de mi embarazo. Allí encontré mujeres que me dejaron hablar y expresar todas mis inquietudes sin juzgarme, yo había leído tanto y sabía tan poco de nada (ahora me doy cuenta). Ellas me dieron la calma y seguridad que yo necesitaba en ese momento.

¡¡¡Y por fin ocurrió!!, después de tres días de parto y una cesárea de emergencia, el día 1 de Enero, Julia llegó a nuestras vidas. Nuestro primer milagro del día, fue mágico ver su carita después de la larga espera, con sus ojitos abiertos al mundo para no perderse ningún detalle, sentí un torbellino de emociones al conocerla por fin.

Después me sobrevino la angustia cuando me llevaron a reanimación y nos separaron sin apenas darnos tiempo de re-conocernos, de olernos, de compartir nuestro calor...Lo único que me consolaba, entonces, era saber que mi bichito iba al encuentro de su papi-canguro para hacer con él piel con piel.

En ese momento ocurrió el segundo milagro del día, la enfermera que recibió al recién estrenado papa y al [mi] pequeño bichito, resulto ser miembro de Lactalmeria, además de una excelente profesional. Ella se convirtió en nuestra hada buena, animó al papi con el piel con piel disipando las dudas de los que no entendían aquello, ella fue quien me recibió cuando por fin me llevaron a la habitación, ella coloco por primera vez al bichito en mi pecho, guiando su boquita y mi abrazo aun inexperto, ella nos dio animo e hizo de sostén y guía en nuestros primeros pasos en la lactancia...y el resto, como suele decirse, es historia.

Desde entonces ha habido más, mucho más; problemas de frenillo, pezoneras, grietas, mastitis de repetición, accesos en el pecho...Sin embargo todo eso no es lo importante, lo importante es que en todo momento este grupo de mujeres que forman Lactalmería, han estado ahí animándome, ofreciendo su tiempo desinteresadamente cada vez que las he necesitado, han resuelto mis dudas y me han ayudado con todos los problemas que he ido teniendo.

Gracias a ellas he podido superar todas las dificultades y dar a mi hija una lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, ahora el bichito tiene doce meses y seguimos con la teta, tan felices.

Por eso cuando me preguntan qué es Lactalmería para mi, me cuesta dar mucho dar una respuesta concreta y solo puedo decir que me han ayudado a convertirme en la clase de mamá que siempre he querido ser. Gracias a todas las que formáis parte de ello