Esta no es una historia con final ideal

Fecha de publicación: May 25, 2014 8:32:3 AM

Esta no es una historia de esas que tanto nos gustan con final feliz, de esas que vemos en el cine y que luego ansiamos en la vida real. Esta, es sólo eso… una historia real

Hace justo un año por estas fechas me encontraba hecha un mar de dudas, dolores y hormonas, mi bebe tenía casi un mes, por supuesto yo quería darle el pecho, él lloraba antes y después de las tomas, y yo durante ellas, debido a las grietas, mala succión, etc, etc.

Es curioso, lo fácil que parece que es ser mamá, y como no sabes lo que es, hasta que lo eres, yo no era una de esas madres que durante su embarazo tenía miedo por el después, yo lo veía todo ¡¡¡facilísimo!!!: “Una personita a la que vas a querer un montón” “con lo que me gustan los bebés” “¡¡¡y yo que trabajo con niños!!!”

¡¡Que inocente era!! De repente tenía una personita nueva que no entendía, que no sabía que necesitaba, que quería, que le pasaba, ni por que lloraba y su llanto te estremecía el alma. Así que ahí me encontraba yo, echa un mar de dudas, yo, que creía que había nacido para ser mamá, que estaba totalmente preparada, y… ¡no sabía que hacer! y encima, parecía que aquella personita venía ¡¡SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES!! Igual sobre la lactancia, ves algunas cositas en las clases preparto, lees algunos libros y folletos, pero… realmente… no sabes nada.

Ahora con el tiempo sabes que si quieres tanto a una persona que las palabras se quedan cortas para expresar un amor tan grande, seguro que lo vas a hacer bien. Pero eso díselo tú a una mama primeriza…

Pero volvamos hacía atrás, volvamos al punto en el que él lloraba y yo también. Pues eso… los dos sin saber que pasaba en nuestro nuevo mundo y probando haber que ocurría… lo bueno, es que siempre he sido muy cabezona e intento solucionar obstáculos. Así que visite páginas, hable con enfermeras, leí y releí artículos, y aunque siempre he sido un poco tímida para según que cosas…, mande un e-mail SOS a lactalmeria, que podía perder por contarle mi caso… Y así encontré a nuestro “ángel de la guarda”: a los pocos días de enviar mi email, me contestó Carmen, una chica que resolvió tooooodas mis dudas y que hasta me dio su teléfono, por si al encontrarnos en fechas navideñas no podía contestarme todo lo rápido que quisiera… y así fuimos… yo mandando email cargados de dudas… y ella respondiendo emails cargados de energía. Recuerdo enviar el correo cargado de ansiedades y dudas y esperar impaciente su respuesta, pero sabéis lo mejor… que esa respuesta no se hacía esperar… Aquella desconocida nos había hecho un hueco en su vida, nos había metido en medio de todas sus obligaciones diarias y se ocupaba y nos cuidaba también a nosotros. Aquella desconocida se había convertido en un apoyo incondicional, que respondía con la mayor brevedad posible nuestras ansiedades y las devolvía llenas de respuestas, de cariño, y de palabras de ánimo. Aquella desconocida se había convertido en nuestro ángel de la guarda.¡Gracias Carmen!

Carmen nos animo y acudimos al grupo de apoyo y vimos que nos estábamos solos, que habías más mamas como yo, y que la lactancia no son solo esas imágenes tan preciosas que vemos, si no que hay muchas historias detrás. Quizás deberían escribirlo como en los medicamentos: precaución para llegar hasta esta imagen puede usted pasar por ciertas dificultades que nadie les ha descrito. Conocimos a María (también una persona encantadora) y nos presentaron las benditas pezoneras!!! Con las que nuestra lactancia dio un cambio radical, no cesaron las complicaciones, pero si disminuyo el dolor.

Bueno, y es que como comentaba al principio, esta no es una historia con final ideal, por ciertas dificultades que encontramos en nuestro camino, nuestra lactancia sobrevivió hasta casi los cuatro meses de mi pequeño. Pero, si Lactalmeria y las personas que las compone, y que dedican su tiempo y esfuerzo en ayudar altruistamente a otras mamas, no se hubieran cruzado en nuestro camino, quizás esto hubiera terminado antes del primer mes. Como ya le dije una vez a Carmen: “tú nos regalaste unos cuantos meses más”. ¡Gracias!

Así que lejos de concursos yo únicamente quería aportar mi granito de arena para agradecer la importante labor que hacéis. E intentando poner un poquito de humor, animar a madres primerizas a preguntar, buscar apoyos, y escuchar… y las supermamas que componen Lactalmeria os ayudaran en lo demás.

Mirando hacia atrás, sonríes al ver todo lo que has pasado, has sentido, y has vivido, que esos miedos e inseguridades que ahora ves reflejado en otras mamas primerizas y que en esos instantes no sabes si pasaran… quedaron difuminados. Ahora acunas a tu bebé (que ya no es tan bebé) y sabes que no puedes querer más a nadie que lo que tienes entre tus brazos y que tu vida cobra sentido por cada sonrisa, caricia e incluso llanto o rabieta que sale de él. Desde que lo pusieron entre tu pecho al nacer cobro sentido cada letra de la palabra MAMÁ