Píramo y Tisbe

Estos dos jóvenes vivían en Babilonia en casas contiguas y se amaban a pesar de la enemistad de sus familias y la prohibición de sus padres.Se comunicaban mediante signos hasta que descubrieron una grieta en la pared que unía las dos viviendas. A través de ella pudieron escucharse y enamorarse más desesperadamente.

Un día decidieron escaparse juntos por la noche. Quedaron junto a una morera que había a las afueras del pueblo, junto a una fuente. Llegó primero Tisbe pero una leona que estaba por allí le atemorizó y salió corriendo asustada. Al escapar se le cayó el velo y la leona estuvo jugueteando con él, manchándolo de sangre y rasgándolo con sus garras. Al llegar Píramo descubrió el velo manchado de sangre y rasgado por la leona e imaginándose lo peor, sacó su puñal y se lo clavó. Su sangre tiñó de púrpura los frutos del árbol dando su color a las moras.

Cuando Tisbe regresó y encontró a su amado en un charco de sangre, tomó el mismo puñal y se lo clavó, muriendo junto a él.

Ovidio: Las metamorfosis, IV, 56 - 166.