Narciso

Era un joven de una gran belleza, pero que insensible al amor que su belleza despertaba. La ninfa Eco lo amaba profundamente, pero fue rechazada. Desesperada se ocultó en lo más profundo del bosque donde se consumió hasta que de ella sólo quedó su voz. Entonces Némesis castigó a Narciso y, cuando se acercó a una fuente para beber agua, se enamoró del bello rostro que se reflejaba, sin caer en la cuenta de que era el suyo. Narciso fue incapaz de dejar de contemplar su rostro en el agua hasta que murió de inanición. En el lugar de su muerte nació una flor que lleva su nombre