El parque sin arbustos

    Como argumento para su eliminación, dice el servicio técnico del parque, que la poda y mantenimiento dan "mucho trabajo y cuesta dinero"!!!. Sin embargo la capa arbustiva es necesaria, es imprescindible para que un espacio verde sea diverso, ameno y esté bien estructurado.

    Indispensables a la hora de diseñar un jardín, son un elemento fundamental para construir la estructura del parque, separan o unen unos espacios con otros y conducen la vista o los pasos del visitante a un punto determinado.

    Los arbustos, con sus múltiples texturas, portes y floraciones sirven de puntos focales, proporcionan diversidad al paisaje, rompen las perspectivas visuales creando espacios que explorar, motivan al visitante al paseo para ver algún ejemplar llamativo o un lugar escondido detrás de un matorral o, bordeando un camino, le acompañan durante su caminata.

    Están situados a la altura de los ojos, esto permite que la vista se recree, pasando de un ejemplar o de un seto a otro, su presencia en el parque crea un ambiente ameno, a veces misterioso (aquí radica parte del arte en el diseño de jardines), que contrasta con la monótona tristeza de un parque en el que dominan las praderas y los árboles y donde la vista siempre se pierde al fondo, sin nada que le llame la atención. Los parques sin arbustos son parques aburridos, desestructurados, sin gracia ni carácter. ¿Será este el destino de nuestro parque?

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