19. Las actividades secundarias y terciarias

Tradicionalmente venimos dividiendo la actividad económica en tres sectores de actividad denominados en forma de números cuantitativos: sector primario , sector secundario y sector terciario. Pero el desarrollo económico de las últimas décadas han propiciado una ampliación a dos nuevos sectores productivos: el cuaternario y el quinario. En este tema vamos a realizar un recorrido de todos a excepción lógicamente del sector primario o agropecuario cuyo contenido ya tuvimos ocasión de ver en el primer tema del presente bloque.

  • Del sector secundario o industrial en lo referente a las actividades relacionadas de una parte con la extracción de materias primas y de otro con la transformación industrial, o sea, la fabricación de nuevos productos con objeto de abastecer al mercado.

  • El sector terciario o de servicios es una amalgama de actividades que a diferencia de los dos primeros son no productivas pero fundamentales para el funcionamiento de la economía como son el comercio, el transporte y las comunicaciones, los servicios públicos, el turismo... En la actualidad en los países desarrollados son los que ocupan a la mayor parte de la población activa.

Como complemento a los tres sectores tradicionales en las últimas décadas han aparecido actividades relacionadas con valores intangibles que podríamos agrupar en un nuevo sector cuaternario. Incluso hay autores que hablan de un quinto sector (o quinario);

  • el cuaternario que complementa las actividades de los tres sectores anteriores pero en el campo de la investigación, desarrollo tecnológico e innovación productiva

  • y el quinto sector. Se trata de actividades aunque procedentes del sector servicios dado su crecimiento e importancia reciente se les ha permitido integrarse en un nuevo sector. Nos referimos a las actividades culturales y del entretenimiento, la educación y la sanidad.

La preponderancia de uno u otro difiere enormemente de un país a otro y por supuesto en un mismo país.

19. 1. El sector secundario

Se denomina sector secundario a todas las actividades económicas que comprenden la transformación de materias primas a través de variados procesos productivos. En esta transformación se utilizan mano de obra, herramientas o máquinas y fuentes de energía.

El sector secundario acoge fundamentalmente tres ramas productivas: la industria, el sector energético y la construcción.

La industria es la actividad de transformación principal. Incluye todas las actividades que a partir de una materia prima elaboran un producto destinado al mercado. Podemos distinguir en:

  • El producto que va destinado directamente al consumidor para su uso y consumo

  • El producto que lo adquiere otra industria para completar su transformación

  • El producto destinado a otra actividad económica (del sector primario, secundario o terciario) como medio de producción.

El sector energético incluye actividades que van desde la extracción de las fuentes de energía a la transformación de éstas en energía utilizable, así como su transporte.

La construcción que incluye actividades que van desde la edificación de viviendas hasta la creación de infraestructuras, como carreteras, aeropuertos, pantanos, etc. En general, utiliza productos semielaborados (ladrillos, cemento, aluminio, etc.) para acabar bienes que los consumidores utilizamos como vivienda, medios de comunicación o infraestructuras en general.

Para que se pueda realizar un proceso productivo hay dos elementos fundamentales, sin los cuáles es imposible llevarla a cabo

  1. Las materias primas que van a ser aquellas que se tranformen en productos , por ejemplo, la madera que hace falta para fabricar un mueble, el petróleo para hacer productos de plástico o gasolina, cereales para producir espaguetis, etc...

  2. Las fuentes de energía (electricidad, carbón, gas, nuclear, petróleo, eólica, solar, etc...) son necesarias para hacer funcionar la maquinaria que protagoniza el proceso de producción.

Ambas se encuentran desigualmente repartidas por todo el planeta y su localización y control son vitales para el desarrollo industrial en los países consumidores de materias primas y fuentes de energía (países desarrollados e industrializados) frente a los países productores (subdesarrollados) con lo que se ha creado una situación de dependencia mutua.

Las materias primas son los recursos que proceden de la naturaleza, a partir de los cuales se obtienen productos elaborados o semielaborados. Son fundamentales para el desarrollo industrial. Pueden clasificarse en dos tipos, las de origen mineral y las de origen orgánico.

Las materias primas pueden clasificarse en función de su procedencia en:

  1. De origen orgánico, proceden de la actividad agrícola, ganadera, o explotación forestal (algodón, lino, madera, caucho, carne, pieles, grasa…)

  2. De origen mineral, se extraen de los yacimientos. A su vez se dividen en:

  • Minerales metálicos (hierro, pirita, zinc, plomo, cobre y mercurio) se encuentran en ciertas zonas del zócalo herciniano o rebordes. Su destino es la industria básica o de transformación.

  • Minerales no metálicos (cuarzo, fedespalto, magnesita, sales, sepiolita…) se encuentran en formaciones paleozoicas y en formaciones terciarias. Se utilizan en la construcción y en la industria química.

  • Las rocas industriales (arcillas, areniscas, caliza, granito, mármol, pizarra, sílice y yeso), se emplean de forma heterogénea y se emplean principalmente en la construcción.

El carbón, el petróleo y el gas natural son materias primas de carácter mineral cuya composición es una mezcla de hidrocarburos.

  • El carbón cuenta a su favor con la enorme abundancia de sus reservas. Sin embargo en los países desarrollados ha perdido cierto peso relativo en relación a sus inicios. No olvidemos que fue la principal fuente energética en la primera revolución industrial.

  • El petróleo y el gas natural son combustibles fósiles que hicieron su aparición durante la segunda revolución industrial. Su gran gran ventaja deriva del alto poder calorífero y de su facilidad de transporte a través de gasoductos y oleoductos. El inconveniente es la dependencia de las importaciones y su influencia en los vaivenes del precio del producto y su incidencia en las economías de los países importadores.

Más sobre este tema en EL PROFE DE SOCIALES VICENTE

Un primer análisis de las fuentes de energía nos lleva a distinguir dos tipos de energías:

  • las primarias entre las que se incluyen aquellas que se obtienen directamente de la naturaleza: solar, geotérmica, biomasa, eólica, hidráulica... o bien a través de un proceso de extracción indirecto como ocurre con el petróleo, gas natural y carbón

  • Las secundarias provienen de la transformación de la anterior energía primaria con destino al consumo directo o a otros usos: gasolinas, electricidad, gasoil, fuel oil...

Junto con las materias primas las fuentes de energía son la base del desarrollo industrial y su uso es clave para conocer el nivel de desarrollo de un país. La mayor parte de la energía es utilizada para la producción de electricidad que posteriormente puede ser utilizada no sólo en la industria sino también en otros sectores como el transporte, servicios, agricultura...

La electricidad como fuente de energía se inició con la segunda revolución industrial. Sus mayores ventajas residen en la velocidad de su transporte, su nula contaminación y sobre todo en la gran cantidad de aplicaciones no sólo industriales que tiene. Sin embargo como inconvenientes podemos citar su imposibilidad de almacenamiento y el elevado coste de su transporte. La energía eléctrica no existe como tal en la naturaleza sino que se presenta de forma diversa y a partir de ahí producirse en una central eléctrica que dependerá de la fuente de procedencia: hidráulica, nuclear, electrosolar, geotérmica, eólica...

1.2. La actividad industrial

La actividad industrial tuvo sus inicios en la Inglaterra de finales del siglo XVIII cuando empezaron a utilizarse máquinas y nuevas fuentes de energía, cuando los trabajadores se empezaron a concentrar en fábricas y cuando se inició la producción de objetos elaborados en serie. Para ello se hizo necesario la existencia de un capital y dinero que permitiera la inversión necesaria para la fabricación masiva de bienes. Un cambio fue de tal magnitud que tuvo su reflejo inmediato a nivel social con una nueva división de la sociedad entre burgueses propietarios y obreros proletarios.

Existen múltiples industrias y otras tantas formas de clasificarlas. Las más comunes son las que se refieren a su posición en el sistema productivo en

  • industrias básicas o pesadas cuyo fin es la elaboración de productos semielaborados para para su uso en otras industrias como por ejemplo la industria siderúrgica y la química básica. Son también las que mayor volumen de materias primas utilizan.

  • industrias de equipamiento o semiligeras que producen bienes dirigidos a la fabricación de nuevos bienes como puede ser la fabricación de máquinaria y herramientas

  • industria de uso y consumo o ligeras, cuya finalidad es el consumo directo por parte de la población, como puede ser la alimentaria o la de confección.

La industria ha estado tradicionalmente ligada al desarrollo del capitalismo, que busca el máximo beneficio reduciendo costes o que éstos sean mínimos, por lo que tiende a localizarse en los espacios que presentan mayores ventajas en este sentido. Estos factores han cambiado a lo largo del tiempo y especialmente lo han hecho tras la crisis industrial del último cuarto del siglo XX. Hasta entonces los factores llamados "clásicos" de localización fueron:

  • la proximidad a las materias primas y fuentes de energía

  • la presencia de mano de obra teniendo en cuenta su grado de cualificación y los costes salariales

  • la existencia de un mercado de consumo con un poder adquisitivo relacionado con la demanda

  • la disponibilidad de capital y financiación, mayor cuanto más elevado es el grado tecnológico. Este aspecto resulta de vital importancia hasta el punto de que la vinculación de empresas y capital hace que las sedes sociales se sitúen cerca de los centros financieros

  • la existencia de buenos sistemas de transporte para los productos

  • la política industrial del estado como pudo ocurrir en la Unión Soviética en los años 30 del siglo XX con los planes quinquenales.

Sin que estos hayan desaparecido del todo, a partir del último cuarto del siglo XX destaca la tendencia a la concentración industrial en las denominadas economías de aglomeración por la cual las empresas industriales buscan, a través de la relación con otras industrias, beneficiarse de las posibles ventajas que les da su proximidad como por ejemplo las facilidades para el abastecimiento y el transporte.

Por otro lado como resultado de la globalización económica se ha producido otro efecto: el abaratamiento del transportes ha hecho que la proximidad a los recursos naturales no sea clave en la ubicación de las empresas. Hay otros factores como el coste de la mano de obra que permite trasladar la producción o parte de esta a otros lugares especialmente países en vías de desarrollo. Es la denominada deslocalización industrial, por la cual las industrias se difunden a los espacios periféricos.

El análisis de la distribución industrial a nivel mundial nos muestra dos zonas espaciales opuestas que coinciden con el fenómeno del desarrollo y el subdesarrollo. Además las industrias del mundo desarrollado son las mas modernas, diversas y menos contaminantes. Las industrias presentes en el mundo subdesarrollado generan grandes desequilibrios y suelen estar más relacionadas con los recursos naturales, con la mano de obra barata y poco cualificada y en países con legislación laboral y medioambiental laxa.

Los factores de localización industrial han cambiado a lo largo del tiempo. Los primeros centros industriales buscaban la proximidad a las materias primas y fuentes de energía junto con la presencia de una mano de obra abundante y la posibilidad de un crear un buen sistema de transporte para los productos. Sin embargo la evolución de la industria en un mundo global ha derivado en dos movimientos opuestos. De una parte la tendencia a la aglomeración industrial donde distintas industrias se benefician de ventajas comunes a todas y por otro la deslocalización industrial por la cual determinadas industrias o fases de la producción se trasladan a terceros países favorecidos por el desarrollo del transporte con un menor coste de la mano de obra entre otros aspectos favorables.

1.3. La industria en España

En España la industrialización tuvo lugar más tarde que en el resto de los países europeos más punteros, avanzó a golpes, y finalmente ha estado muy localizada en sólo algunos puntos del país, dejando otros sin presencia industrial.

Actualmente en España poco más del 30% de los trabajadores se dedican a este sector y representa el 16% del PIB español.

Vamos a hacer un rápido recorrido por los 150 años que el proceso industrializador ha vivido en suelo español. Distinguimos varias fases y exponemos lo fundamental de cada una de ellas.

Los inicios del despegue industrial: el siglo XIX

Desde los inicios, España tuvo una fuerte dependencia industrial respecto a los países europeos, ¿Por qué España dependía de otros países? Por dos razones, no disponía de capital suficiente acumulado para realizar grandes inversiones y por otra parte, no contaba con maquinaria y otros adelantos tecnológicos que le permitieran producir de forma moderna y avanzada. Así que dependía de que empresarios de otros países invirtieran en la creación de industrias y que las compras de maquinaria se hicieran fueran del país.

Las primeras industrias que se establecieron pertenecieron a los sectores textil, metalúrgico y siderúrgico, éstos últimos permitieron la construcción de miles de kilómetros de líneas de ferrocarril. La construcción del tren fue de gran importancia para España, por varias razones:

  • Creó un sistema de transporte moderno que conectaba a muchos puntos que anteriormente estaban aislados.

  • Pero el tendido ferroviario se hizo para cubrir las necesidades de las minas y de las compañías extranjeras que las explotaban, es decir, se trazaban líneas que llevaran desde los yacimientos mineros hasta los puertos. Desde ellos se llevaba el mineral hasta los países (Inglaterra, Bélgica...) que esperaban la llegada de esas materias primas para transformarlas en sus industrias. A la vuelta los barcos volvían cargados de carbón, que escaseaba en España, y esta fuente de energía permitió el desarrollo de la industria siderúrgica en el norte del país (País Vasco, Asturias...).

Ya en estas fechas se trazaba el mapa de España en el que se localizaría la industria: Madrid, Cataluña y el País Vasco

El crecimiento industrial hasta la Guerra Civil

Durante las primeras décadas del siglo XX la industria experimentó un notable crecimiento gracias a varios factores:

  • Al fomento de las obras públicas durante la Dictadura de Primo de Rivera.

  • A la repatriación de capitales de las colonias americanas (se independizan de España), que se invierten en industria en muchos casos.

  • Al estallido de la Primera Guerra Mundial, España como no participa abastece a los países participantes, fabrica productos necesarios para ellos.

  • Una política de protección arancelaria, es decir, los productos que viene del exterior de España tienen que pagar muchos impuestos lo que los encarece y hace a los productos españoles más competitivos.

La industria durante el franquismo.

La guerra rompió la tendencia anterior, el Estado dedicó importantes esfuerzos sólo a reconstruir un país devastado. Se creó el INE (Instituto Nacional de Industria) en una situación de autarquía (autosuficiencia y aprovechamiento de recursos propios) y aislamiento internacional.

En los años cincuenta la situación cambió porque España ingresó en la ONU y llegaron capitales extranjeros que querían invertir en el país. Se crearon grandes empresas estatales y otras menores con capital privado destinadas a la fabricación de bienes de consumo.

Se acentuó el desequilibrio territorial que ya se apuntaba desde los inicios de la industrialización,una industria concentrada en Cataluña, Madrid y la Cornisa cantábrica.

El impulso industrializador a partir de los años 60

Durante los años sesenta España vivió una época de desarrollo económico sin precedentes, basado en la llegada de créditos americanos, desarrollo del turismo y apertura de las relaciones internacionales, la implantación de multinacionales, que permitió la importación de energía con cierta facilidad. El Estado franquista incentivó el desarrollo industrial, y creó los llamados polos de desarrollo y promoción en ciudades como Huelva, Córdoba, Granada, Burgos, etc... eran zonas geográficas relativamente reducidas en las que se estimula la localización de actividades industriales para que impulsaran la actividad económica en un área geográfica de mayor amplitud.

Durante estos años se agravaron las diferencias regionales y el desarrollo de la industria se concentró en las regiones que ya tenían tradición industrial: Madrid, Cataluña y el País Vasco, que concentraban las tres cuartas partes de la producción industrial española que contrastaba con la casi ausencia de tejido industrial de la Meseta, Andalucía, Extremadura y Galicia quedaron ésto provocó una importante emigración del campo a las ciudades industrializadas (éxodo rural).

Pero a pesar de este impulso, la industria española siguió manteniendo los dos grandes problemas: dependencia exterior tanto energética como tecnológica.

Crisis y reestructuración de la industrial: la reconversión

La crisis del petróleo de 1973 afectó profundamente a España. La subida del precio del petróleo tuvo importantes consecuencias para la industria española teniendo en cuenta su dependencia energética y tecnológica. Además le afectó intensa y negativamente el proceso de mundialización ya que no era competitiva frente a la industria de otros países.

En España además coincide con una complicada coyuntura económica: la muerte de Franco y la transición, momento de inestabilidad política.

Se agota el ciclo tecnológico, las industrias se quedan antiguas y se abre una nueva etapa llamada tercera revolución industrial. España no tiene más remedio que reestructurar su industria. Se hace en dos sentidos. El primero en reconvertir la existente, adaptarla a las nuevas exigencias del mercado, modernizarla, hacerla más competitiva, provocó la pérdida de numerosos puestos de trabajo. Y en segundo lugar se apostó por sectores más dinámicos (agroalimentario, químico, y automóvil...) y se reindustrializaron algunas zonas con esta actividades de futuro.

El estado actual de la industria española: la Tercera Revolución industrial

Llamamos tercera revolución industrial a la fase de la industrialización posterior a la reconversión industrial basada en la innovación (aplicación de nuevas tecnologías de la información y la microelectrónica, así cómo los nuevos conocimientos) para la mejora de la producción y gestión industrial.

¿Qué novedades trae la tercera revolución industrial?

  1. Desarrolla nuevos sectores industriales como son la automatización de la información (robótica, ofimática, diseño asistido..), la telemática (desarrollo de las telecomunicaciones y la informática), el diseño de instrumentos de precisión, el desarrollo de nuevas energías, etc...

  2. Es característico de esta nueva fase la descentralización de la producción, es decir, el largo proceso de producción no está concentrado físicamente en un lugar, esto lo permite la agilidad en las comunicaciones y en el desarrollo de los transportes.

  3. Además se ha incorporado la flexibilización productiva, las modas cambian, la demanda de productos también, una empresa tiene que tener preparada su maquinaria para poder reprogramarla y poder comenzar a fabricar otro producto.

  4. El tamaño de las empresas es menor, se produce un desarrollo de las medianas y pequeñas empresas (PYMES)

  5. Se requiere personal para trabajar en la industria más cualificado, con más formación, que en etapas anteriores.

  6. La industria necesita de muchos servicios propios de actividades del sector terciario (diseño, estudios de mercado, comercialización, publicidad, contabilidad...), estas actividades son tan importantes como la propia fabricación del producto.

  7. Caracteriza a esta fase la deslocalización de las industrias, las fábricas se marchan alló donde producir es más barato.

  8. Búsqueda de parques tecnológicos en los que se ofrecen todo tipo de servicios para las industrias de alta tecnología e innovación.

  9. Se tienen muy presente para diseñar el proceso de producción las cuestiones relativas al respeto medioambiental en relación a las leyes que el estado exige.

  10. Muchas empresas públicas dependientes del estado se privatizan (Telefónica, Campsa, Iberia, Argentaria, etc...), es decir, se les venden a empresas privadas. La presencia estatal es menor en este sector.

La reconversión industrial fue un proceso que comienza con la crisis económica originada por la subida del precio del petróleo en 1973 y que deja surtir sus efectos negativos hasta los años noventa. Afecta a gran parte de los sectores industriales españoles (siderurgia, astilleros, minería...), sobre todo los tradicionales, que dejan de ser competitivos, ya que tienen una gran dependencia energética y su tecnología está anticuada. Algunas de estas empresas son públicas, otras no. Se deciden cerrar algunas porque son deficitarias y con esta medida se pierden muchos puestos de trabajo, generando importantes conflictos sociales.

19. 2. Las actividades terciarias

Siempre ha resultado complejo definir el llamado sector terciario o sector servicios. En muchos casos, se opta por la salida más fácil: pertenece al sector terciario todo lo que no es del sector primario ni del sector secundario. Una respuesta poco concreta pero que ilustra muy bien las dificultades existentes para definir un sector que agrupa tantas y tan diferentes actividades productivas: comercio, turismo, transportes, administración pública, finanzas, medios de comunicación...

Sin embargo todas ellas presentan una serie de características comunes como:

  • son inmateriales y se valoran por el esfuerzo personal en la prestación de un servicio. Por ejemplo el trabajo de un médico.

  • no pueden almacenarse y tanto la producción y consumo son instantáneos

  • a nivel empresarial la dispersión con respecto a otros sectores es mayor, así como una mayor implantación de mano de obra femenina

  • suele predominar más el empleo a tiempo parcial y sumergido

La diversidad es generalizada aunque pueden establecerse dos grupos: uno más arcaico de baja cualificación propio de los países subdesarrollados y otro más moderno en los desarrollados.

Son los países de mayor desarrollo los que concentran un mayor porcentaje de empleos en este sector llegando a sobrepasar los dos tercios del empleo total. Se trata de un sector terciario moderno y con cierta cualificación frente a los países subdesarrollados donde el sector terciario se presenta generalmente en empleos de tipo elemental (servicio doméstico, pequeños comerciantes...) en actividades de un valor añadido bajo.

Nuestro país, como ha ocurrido en todos los países desarrollados, ha sufrido en las últimas décadas un proceso de terciarización: es decir, el sector servicios se ha convertido en el más importante de su economía, tanto por su aportación al conjunto del PIB como por el número de trabajadores que emplea este sector.

2.1. El comercio.

Entendemos el comercio como la actividad socioeconómica que permite la compra y venta de bienes y servicios.

Los productos y servicios que ofrece el comercio, su origen, su destino y los establecimientos y formas de realización han variado de forma sustancial en las últimas décadas debido a las transformaciones experimentadas por la sociedad española. En los próximos apartados veremos cuáles son, a día de hoy, los rasgos más destacados del comercio en la economía española.

Tradicionalmente se ha establecido una división fundamental de comercio, basada en su ubicación geográfica:

  • Comercio interior: el que se realiza dentro de las fronteras de un país.

  • Comercio exterior: el que se realiza con otros países, a los cuales se exporta o de los cuales se importa.

Como veremos a lo largo de estos apartados, esta división es cada vez más difusa y menos definitoria de las características del comercio actual, pero la seguiremos utilizando en este apartado para explicar algunos de los elementos fundamentales que han estructurado el comercio hasta ahora.

Comercio exterior:

Como señalamos anteriormente, el comercio exterior es aquel que se realiza con otros países. Este comercio se produce en un doble sentido:

  • Exportaciones: sería la venta de producto españoles al extranjero.

  • Importaciones: sería la compra de productos en el extranjero para su consumo o empleo en España.

España exporta sobre todo productos industriales y maquinaria, vehículos, productos de moda y calzado y productos agrarios (especialmente frutas y hortalizas), mientras que importa mayoritariamente productos energéticos (petróleo), productos industriales y productos agrarios. La mayoría de exportaciones e importaciones se realizan con los grandes países de la Unión Europea (Francia, Alemania, Italia...)

Este flujo comercial de exportaciones e importaciones ofrece una radiografía bastante ajustada de la marcha económica de un país. Así, por ejemplo, en la llamada balanza comercial se contabiliza el total de dinero obtenido con las exportaciones y el total gastado en importaciones. En España, el saldo de esta balanza comercial suele ser negativo, es decir gastamos más de lo que ingresamos. Esto sería insostenible si no fuera porque ese déficit queda compensado por otros ingresos como el turismo o las inversiones de capital extranjero que se recogen en otro documento, la llamada balanza de pagos.

El comercio interior es, detrás del turismo, el sector más importante de la economía española, pues genera aproximadamente el 10% de la riqueza total del país y emplea a unos tres millones de personas. Dentro del comercio interior, podemos diferenciar dos grandes segmentos:

  • Comercio mayorista: Aquel que compra directamente a los productores y revende los productos a los minoristas en grandes cantidades.

  • Comercio minorista: Compra los productos a los mayoristas y los vende directamente al consumidor.

La denominación de comercio minorista no nos debe engañar: no es una referencia a la cantidad de productos que vende sino a quién es el comprador final; independientemente del tamaño del establecimiento y de la cantidad de productos que venda, consideramos comercio minorista a aquel que vende directamente al consumidor.

Hasta hace apenas dos o tres décadas, el comercio minorista en España se basaba en pequeños establecimientos diseminados por toda la ciudad y dedicados a un segmento concreto (ropa, calzado, alimentación, perfumería...). Aunque este tipo de establecimientos siguen existiendo hoy en día, han aparecido otro tipo de establecimientos que acaparan en la actualidad gran parte del mercado como supermercados e hipermercados, grandes almacenes y centros comerciales. Además, el tipo de establecimiento que presenta un mayor crecimiento en los últimos años es el de las franquicias.

La actividad comercial puede clasificarse en función del espacio donde se lleva a cabo. Si es dentro de las fronteras del propio país hablamos de comercio interior que a su vez puede dividirse en comercio mayorista y minorista. El comercio exterior sin embargo hace referencia al intercambio de productos con terceros países. Aquí hay que distinguir entre las exportaciones (venta de productos) e importaciones (compra de productos al extranjero). Este flujo comercial queda registrado en la balanza comercial de un país.

En la actualidad, están apareciendo otros elementos que están contribuyendo a redefinir las características del comercio. La globalización económica, que ha provocado que el mundo entero se convierta en un único gran mercado, ha cambiado por completo la forma en que se establecen en la actualidad las relaciones comerciales.

Entre las características fundamentales de este comercio globalizado destaca la presencia de multinacionales en numerosos países.Cada vez es más común ver las mismas tiendas en las calles comerciales de las grandes ciudades: Zara, Mango, Apple, H&M, McDonalds, Nike... Todas ellas son grandes multinacionales con presencia en decenas de países: ofreccen lo mismo (con pequeños cambios en algunos casos) a consumidores de sociedades muy distintas que, sin embargo, demandan cada vez más el mismo tipo de productos.

Aunque pertenezcan a sectores diferentes (ropa, tecnología, restauración...) la expansión de estos gigantes comerciales se ha cimentado sobre unos pilares muy similares: producción barata, rápida y a gran escala, gran capacidad de innovación para ofrecer en muy poco tiempo lo que el consumidor requiere, y poderosa imagen de marca.

En este sentido, la mayoría de estas grandes multinacionales comerciales no solo se han desplegado por todo el mundo para vender sus productos, sino que han deslocalizado sus plantas de producción, trasladándolas a lugares del Tercer Mundo donde los costes de producción son mucho más baratos. Fíjate por ejemplo en prendas de vestir, calzado o productos tecnológicos hayas comprado últimamente. En muchos de los casos, verás que están producidos en lugares como Indonesa, China, Marruecos.... En este sentido, los debates y las polémicas sobre las pésimas condiciones laborales que sufren los trabajadores de algunas de estas multinacionales aparecen continuamente.

2.2. El transporte

La necesidad de desplazamiento aparece como algo estrechamente ligado al proceso de civilización humana y en la actualidad no se entiende nuestra sociedad sin transporte. Su importancia es tal que condiciona no sólo la ocupación del espacio sino también las actividades económicas, la organización político social y las pautas culturales. El transporte evoluciona con el desarrollo económico y qué mejor para entender acerca de su evolución histórica que echarle un vistazo al siguiente video.

El sistema de transportes es fundamental en las sociedades contemporáneas, ya que permite el desplazamiento de mercancías y personas de un lugar a otro. Actualmente sería muy difícil imaginar un día en la vida de un ciudadano español que prescindiera del uso del transporte, no sólo para su propio desplazamiento si no para el de cualquier producto que consuma.

Los transportes han experimentado una transformación sorprendente en las últimas décadas, haciéndolos más cómodos, rápidos y eficaces. Su evolución ha supuesto una revolución en las sociedades actuales. Sería impensable que hace cuarenta años que personas que viven en Toledo se desplacen a Madrid a diario para trabajar, por ejemplo. O que la gran mayoría de los productos que compramos procedan del Lejano Oriente Las características principales que definen el sistema de transporte en España son:

1. El medio físico supone un importante condicionante para su desarrollo. España cuenta con importantes unidades de relieve, y las pendientes son un problema importante a salvar para el desarrollo del transporte terrestre, aunque hay soluciones técnicas, éstas encarecen el coste de su construcción.

2. La redes de transportes terrestres y aéreas tienen una estructura radial, con centro en Madrid, desde el que salen radios hacia la periferia. Este modelo se inició en el siglo XVIII con Los Borbones y ha permanecido en el tiempo.

3. Se detecta un fuerte desequilibrio territorial de los transportes. Las regiones más desarrolladas tienen más y mejores medios de transportes que las menos desarrolladas, lo que genera a su vez mayor desequilibrio, porque si las comunicaciones son deficientes el desarrollo está muy limitado.

4. Las competencias sobre transportes se descentralizaron. Dependen de cada comunidad autónoma. El Estado controla el transporte internacional y el aéreo, la marina mercante y puertos. También en aquellos que impliquen a más de una CC.AA.

5. La preponderancia del transporte por carretera, tanto para pasajeros como para mercancías.

6. Supone un importante impacto medioambiental (acústico, visual-paisajístico, emisiones...).

2.3. La actividad turística

Gráfica evolución mundial del turismo

Evolución mundial del turismo.

Fuente: OMT

El turismo es un conjunto de actividades que dan lugar a desplazamientos al menos de una noche fuera del domicilio habitual. El fin puede ser diverso: ocio, negocios, salud, profesional, deportivo o religioso. El aumento del nivel de vida y la capacidad de gasto, la reducción del horario laboral y la generalización de las vacaciones pagadas y los medios de transporte han originado en las sociedades de los países desarrollados un gran crecimiento de la movilidad con fines turísticos.


El sector se ha convertido en un potente eje económico mundial pasándose de 277 millones de turistas internacionales en 1980 a superar los 1.200 millones en el año 2016. Las previsiones de futuro son igualmente espectaculares calculándose cifras cercanas a los 2.000 millones hacia el año 2030.


El impacto socioeconómico aunque ha permitido estimular sectores industriales en crisis y un aumento del empleo por lo general lo ha hecho a costa de alterar el medio físico, los espacios naturales y paisajes agrarios.


La gráfica de la derecha nos indica claramente que la gran mayoría de los turistas proceden del mundo desarrollado. Son varios los motivos que explican este crecimiento:


el aumento del tiempo libre

las jubilaciones y las vacaciones pagadas

el crecimiento de las rentas y el nivel de vida

la mejora de los transportes, especialmente el uso del automóvil y la mejora de la red viaria, la generalización del transporte aéreo y los desplazamientos low cost.

la supresión de muchas fronteras internacionales

el creciente interés por conocer nuevas culturas

Como hemos señalado anteriormente los motivos que llevan a realizar turismo son muy variados así como los lugares de destino, el medio de desplazamiento, etc. Aunque el más importante es el denominado de "sol y playa" su temporalidad en las zonas templadas obliga a una diversificación del sector a otras modalidades turísticas:

VER PRESENTACIÓN EN AGREGAagrega.juntadeandalucia.es/visualizador-1/VisualizadorCS/VisualizarDatosNavSecuenciaNodo.do?identificador=es-an_2018062512_9123740&idSeleccionado=ITEM-eXes_1819_v025720b2a2239d82b01513

2.4. El sector cuaternario

Tras la crisis industrial de 1973 y la intensificación del consumo en las sociedades desarrolladas han dado lugar a una gran transformación de la producción en las últimas décadas. La necesidad de mayores cotas de competitividad en las empresas requieren de una serie de servicios complementarios que se desarrollan en el marco de la investigación (I + D) y la innovación o con algunas áreas de la informática con el objetivo de aumentar la productividad en cualquiera de los otros tres sectores de la economía a partir de actividades dirigidas a la reducción de costes, expansión de mercados, producción de ideas innovadoras, nuevos métodos de producción y manufactura....

Por tanto entre otras actividades incluye.

  • la industria de alta tecnología

  • tecnologías de la información

  • las telecomunicaciones

  • algunas formas de investigación científica

  • la consultoría

la industria de la información

Se trata por tanto de un sector de reciente concepción. A menudo se ha relacionado con este cuaternario la expresión “terciario superior" pero al tratarse de actividades de gran importancia y que complementan a los tres sectores de la actividad económica de forma independiente se considera en la actualidad como sector cuaternario.

Tradicionalmente se les ha considerado como parte del sector terciario. Pero su creciente importancia les ha otorgado categoría propia y actualmente se les incluye en el sector cuaternario. El desarrollo de este sector es clave para el triunfo económico de cualquier país.

El sector cuaternario es un conjunto de actividades de reciente concepción que complementa a los tres sectores tradicionales. Se trata de "servicios muy especializados" o como algunos autores denominan "servicios a los servicios" agrupando a un grupo de actividades que incluye a investigadores, técnicos de alta cualificación, información...