14. El mundo actual: Transición y democracia en España
Estamos en el último capítulo de nuestra historia y vemos que entramos en el difícil terreno de la historia recienteo del presente de nuestra historia, donde la línea entre pasado y presente pueden confundirse y en la que nosotros pasamos a ser espectadores y protagonistas de nuestra propia historia. En el tema anterior hemos hecho un recorrido por los últimos acontecimientos a nivel internacional donde la situación geopolítica de nuestro país se enmarca en el espacio denominado comúnmente como "occidente". Tras el final de la dictadura franquista asistimos en España a un prolongado período de estabilidad política como nunca habíamos conocido en toda nuestra reciente historia. La implantación de un sistema político democrático no sólo nos ha permitido integrarnos en la Unión Europea sino también nos ha llevado a "alinearnos" con el conjunto de países que representan estos valores occidentales.
Vamos pues a hablar de democracia y vamos a centrarnos en el caso español, que es uno de los mejores ejemplos de construcción de una sociedad democrática después de un largo período de régimen totalitario. Tal vez las personas que han vivido en sus propias carnes ambos sistemas son las que más valoran la importancia de vivir en un régimen de libertades y derechos, en el que aunque no todas las cosas funcionen siempre como desearíamos, al menos podemos participar en su funcionamiento y expresar nuestra opinión crítica.
Lo bueno de un sistema democrático, como podrás comprobar, es que es la ciudadanía la que tiene en sus manos la posibilidad de transformarlo y hacerlo evolucionar al hilo de sus necesidades y aspiraciones.
La construcción de la España democrática no fue una tarea fácil. Como veremos, la muerte de Franco dejó una situación de incertidumbre. Su sucesor, Juan Carlos I, asumía la Jefatura de un estado totalitario y concentraba en su persona todos los poderes que había ostentado el dictador. Los defensores a ultranza del régimen confiaban en que mantuviera su esencia totalitaria, y algunos estaban dispuestos a usar la fuerza en caso de que intentara cambiarla. Por otra parte, los partidos y sindicatos democráticos, todavía en el exilio o en la clandestinidad, tenían poca confianza en que el nuevo Jefe del Estado pudiera transformar el régimen franquista en un sistema democrático.
Pese a las dudas y desconfianzas, por una vez en la historia de España los dirigentes políticos de distintas ideologías supieron estar a la altura de las circunstancias, abandonaron sus posiciones de enfrentamiento y tendieron la mano. Muchos tuvieron que perdonar heridas del pasado y mirar hacia el futuro entendiendo que no se podía volver a la España de 1936, y que la nueva democracia tendría que aceptar un formato nuevo. La monarquía era una herencia del franquismo, pero era una monarquía que ofrecía el compromiso de devolver las libertades y la soberanía al pueblo español.
De este modo, entre 1975 y 1978, de una forma bastante civilizada pese al terrorismo, la crisis económica y el temor a una involución protagonizada por el ejército, la mayoría de los grupos políticos llegaron a un acuerdo, un consenso, para elaborar una Constitución que regulara este nuevo sistema político democrático. Por su puesto, la Constitución aprobada en 1978 no satisfacía plenamente a casi ningún grupo político, pero por eso mismo era aceptable casi por todos.
Desde 1979 a nuestros días han gobernado España tres partidos políticos que representan ideologías diferentes: la Unión de Centro Democrático, el Partido Socialista Obrero Español y el Partido Popular. Sin duda en el debate político de estos años ha habido enfrentamientos y diferencias de opiniones, pero lo más destacable es que el régimen de libertades y derechos que se estableció en la Constitución de 1978 ha permanecido estable y ha supuesto una garantía de paz y progreso para la sociedad española como no se ha conocido en ninguna otra época de su historia.
14.1. Una complicada transición a la democracia (1975-1982)
Los inicios de la nueva democracia española, en funcionamiento desde 1979, fueron tiempos difíciles. Algunos grupos extremistas que no aceptaron la voluntad mayoritaria del pueblo español sembraron esos años de muertes y atentados terroristas. Otros extremistas, partidarios de volver al régimen franquista, conspiraron para imponer su voluntad al pueblo español por la fuerza de las armas. Que la democracia pudiera seguir adelante se lo debemos al inmenso deseo de paz y libertad expresado por el pueblo español en cada nueva convocatoria electoral, votando mayoritariamente a los partidos políticos más moderados y conciliadores, y aceptando en su caso las derrotas y el gobierno de quienes contaron con el apoyo mayoritario de la ciudadanía.
Lo que sucedió en España es que basándose en la legalidad del régimen franquista el nuevo Jefe del Estado, el rey Juan Carlos I, inició una reforma política que acabó transformando el régimen en un sistema democrático. Por supuesto que el proceso no fue fácil pues de una parte significaba convencer a los franquistas de la necesidad de un cambio y por otra integrar a una oposición política y nacionalista que desconfiaba de una monarquía impuesta por Franco.
Aunque desde 1978 España contó con una Constitución y un sistema político democrático, podemos considerar que la transición acaba cuando en 1982 el Partido Socialista Obrero Español accede pacíficamente al gobierno tras ganar unas elecciones, y se confirma que la democracia se ha conseguido afianzar y no cabe la marcha atrás.
Vamos a ver en más detalle las sucesivas etapas que permitieron llevar a buen fin la aventura de la transición democrática en España.
14.1.1. El inicio de la reforma política (1975-1977)
El 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos I, a título de rey, asumía la jefatura del Estado español sustituyendo a Franco en sus funciones. Su mandato se iniciaba, por tanto, conforme a las leyes establecidas por el régimen franquista y no suponía ningún cambio en el sistema político. Sin embargo, en su primer discurso en las Cortes durante su toma de posesión se observaba una voluntad de introducir cambios en el régimen. Fíjate en los fragmentos de dicho discurso que hemos seleccionado y saca tus propias conclusiones.
El último presidente del gobierno que había designado Franco, Carlos Arias Navarro, siguió siéndolo durante los primeros meses del mandato de Juan Carlos I. El pueblo español esperaba reformas y se incrementaron las protestas y manifestaciones en las calles, pero la respuesta del gobierno siguió siendo la de reprimir con mano dura las manifestaciones. La mayoría de los partidos políticos democráticos, todavía ilegales, por primera vez unieron sus fuerzas en un órgano conjunto, denominado Coordinación Democrática, que defendía la ruptura total con el régimen franquista.
En 1976 Juan Carlos I cesó a Arias Navarro y designó al primer Presidente del Gobierno elegido por él mismo. El encargo recayó en Adolfo Suárez, un político del régimen franquista que había sido anteriormente ministro, pero que tenía ideas aperturistas. Adolfo Suárez recibió el encargo del rey de proyectar una reforma política del régimen, lo que hizo mediante la elaboración de una Ley para la Reforma Política, que fue aceptada por las Cortes franquistas y aprobada por el pueblo español consultado en referéndum en 15 de diciembre de 1976. La Transición había empezado.
A partir de esta ley, se liberó de la cárcel a las personas condenadas por defender ideas políticas contrarias al franquismo (amnistía de presos políticos), se procedió a legalizar a los partidos políticos y sindicatos y se prometió convocar unas elecciones libres para elegir un parlamento que elaborara una Constitución.
Ante el claro inicio de una verdadera reforma política, la mayoría de la oposición moderada al franquismo aceptó apoyar el proceso, gracias a lo cual se pudo superar la tensa situación que estaba generando el terrorismo de ETA y GRAPO, que habían incrementado sus atentados, y el descontento de muchos militares que veían con malos ojos los cambios que se estaban produciendo.
Además, ahora empezaron a cometer atentados terroristas grupos franquistas de ultraderecha que se negaban al cambio político. Uno de los más impactantes fue el asesinato de cinco abogados comunistas en su despacho de Madrid, sucedido en enero de 1977.
Gracias a la aceptación por la mayoría de los partidos democráticos de este proceso de reforma, se pudo frenar en parte el descontento popular originado por otra parte por la fuerte crisis económica que atravesaba el país, que venía provocando un aumento espectacular del paro y una fuerte subida de los precios debido al encarecimiento del petróleo.
En este ambiente de dudas y esperanzas, el 15 de junio de 1977 el pueblo español volvía a participar en unas elecciones después de más de 40 años sin este derecho. Los cambios que tuvieran que hacerse dependerían del resultado de dichas elecciones.
Importante -La España de los últimos años del franquismo se dividía en los inmovilistas que eran partidarios de la continuidad del régimen (el "búnker"), los aperturistas o reformistas que pedían una mayor libertad y modernización dentro de la legalidad franquista ("dentro de un orden" ) y los rupturistas que estaban representados por la oposición al régimen tanto interior como exterior y que proponían previamente el desmantelamiento de todas las estructuras del régimen franquista como requisito para la apertura de un proceso constituyente.
14.1.2. El proceso constituyente (1977-1979)
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se convirtió en el principal partido de la oposición, al ser la segunda fuerza política más votada, con bastante diferencia sobre la tercera, que fue el Partido Comunista de España (PCE).
En el siguiente mapa puedes observar los resultados de las fuerzas políticas que se presentaron a las elecciones de 1977:
La principal misión que tuvo el Parlamento elegido en 1977 fue elaborar una Constitución que estableciera las bases del nuevo sistema democrático del país, tarea en la que participaron representantes de todas las fuerzas políticas que habían obtenido diputados. En julio de 1978 el Parlamento aprobó el texto de la Constitución, que contó con el apoyo de la UCD, el PSOE, el PCE y Alianza Popular (AP, hoy PP).
La Constitución aprobada por el parlamento fue sometida a referéndum popular en diciembre de 1978. El pueblo español votó a favor de dicha constitución, que obtuvo el 87% de votos favorables. A partir de ese momento, el nuevo régimen democrático español quedaba plenamente estructurado. De momento no vamos a entrar en detalles sobre la Constitución de 1978, ya que le dedicaremos un apartado específico.
Durante estos dos años de período constituyente, el gobierno de la UCD, con al apoyo del Parlamento, inició también el proceso de concesión de autonomía a los diversos territorios del estado español Cataluña, País Vasco y Galicia por sus antecedentes históricos durante la 2ª República fueron las primeras Comunidades Autónomas que comenzaron a elaborar sus Estatutos de Autonomía. Andalucía, el clamor popular, expresado en manifestaciones masivas también reclamaba la concesión de autonomía.
Como antes señalamos, el gobierno de Adolfo Suárez tuvo que hacer frente en estos años a la fuerte crisis económica que afectaba al país, para lo cual llegó a un acuerdo con las principales fuerzas políticas, sindicatos y empresarios, que se plasmó en la firma de los denominados Pactos de la Moncloa. En el terreno económico estos acuerdos supusieron importantes reformas, entre otras muchas:
Una reforma del sistema de impuestos, creando el IRPF.
Elaboración de una política de ahorro energético.
Reforma de la Seguridad Social para asegurar el pago de las pensiones.
Reforma del seguro de desempleo, que sería asumido por el Estado.
El conjunto de medidas económicas adoptadas en los Pactos de la Moncloa consiguió frenar un poco la crisis económica. Para que te sirva de comparación, la inflación, es decir, el aumento de los precios de los productos básicos, había sido de un 26 % en 1977. En 1978 se consiguió frenar la escalada de los precios y pasó a ser de un 16%. Aun así, piensa que en la actualidad hablamos de crisis y problemas económicos cuando la inflación supera el 4%, así que todavía quedaba mucho terreno por recorrer, sobre todo porque además de la subida del coste de la vida el paro seguía creciendo, y con él el descontento popular.
Con el texto constitucional aprobado, sólo faltaba volver a dar la palabra al pueblo español para elegir un nuevo Parlamento que comenzara a legislar de acuerdo con la Constitución. Las nuevas elecciones se convocaron para el 1 de marzo de 1979.
14.1.3. La democracia en peligro (1979-1982)
Las primeras elecciones generales se celebraron el 1 de marzo de 1979 y volvieron a dar el triunfo a la UCD encabezada por Adolfo Suárez, pero de nuevo su partido quedó lejos de obtener una mayoría absoluta, por lo que para gobernar el país seguía necesitando el consenso con otras fuerzas políticas. Durante la legislatura le resultó muy difícil alcanzar acuerdos con el PSOE, que practicó una oposición más dura. Además el nuevo gobierno de Suárez seguía enfrentado a problemas graves:
Una crisis económica que no conseguía superarse, aunque mejoraba algo la situación.
Continuos atentados y secuestros de ETA y GRAPO.
Riesgos de conspiración por parte de algunos sectores del ejército para dar un golpe de Estado y acabar con la democracia.
¿Por qué dimitió Adolfo Suárez? Fueron múltiples los acosos a que se vio sometido en los últimos años.
acoso del sector crítico de su partido
acoso de la opinión pública
acoso de los poderes económicos por la inflación y las elevadas tasas de paro
acoso por parte de la Iglesia por leyes como la del divorcio
y acoso del Ejército por el deterioro del orden público, el autonomismo y soberanismo, y sobre todo por la pérdida de protagonismo en la vida política.
Adolfo Suárez iba a ser sustituido por su vicepresidente Leopoldo Calvo Sotelo en la presidencia del gobierno, y justo cuando el Parlamento estaba aprobando su nombramiento, el 23 de febrero de 1981, se produjo lo que desde hacía un tiempo se venía temiendo, un intento de golpe de estado por parte de un grupo de Guardias Civiles y militares, que irrumpieron en el Congreso de los Diputados y mantuvieron secuestrados a los parlamentarios durante unas horas críticas. Los golpistas esperaban que los Capitanes Generales de las regiones militares apoyaran su acto, sacaran las tropas a la calle y se constituyera un gobierno militar que pusiera fin a la democracia.
Con el gobierno y el Parlamento secuestrados, Juan Carlos I asumió el papel que como Jefe del Estado y del Ejército le había otorgado la Constitución y horas después mediante un mensaje televisado al pueblo español manifestó su apoyo a la democracia y desacreditó a los golpistas. La casi totalidad de los Capitanes Generales y altos mandos del ejército acataron las órdenes del rey y se mantuvieron fieles al gobierno, por lo que en pocas horas los militares que ocuparon el Congreso de los Diputados aceptaron su derrota y se entregaron.
Mensaje a la nación del Rey tras el fracasado golpe de Estado del 23 F. Fuente RTVE
El intento de golpe de estado de 1981 sirvió para demostrar que la vuelta al franquismo no era ya posible, y la democracia salió fortalecida de este contratiempo. El nuevo presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, convocó elecciones, que se celebraron en octubre de 1982. Esta vez el resultado fue una victoria aplastante del Partido Socialista Obrero Español. Con una amplia mayoría parlamentaria, y un indiscutible apoyo popular, el nuevo presidente del gobierno, Felipe González, podía acometer las reformas que el país necesitaba para salir de la crisis económica.
14. 2. La España democrática
El camino recorrido por España entre 1982 y 2015, analizado en su conjunto y con la distancia del tiempo, seguro que se recordará como una de las etapas más positivas de nuestra historia. Nunca debemos olvidar de dónde procedíamos, de haber sido un país aislado internacionalmente, con un gobierno autoritario, un pueblo falto de libertades y una economía de las más atrasadas de Europa Occidental.
Lo que somos hoy, y la sociedad de derechos en la que vivimos, se lo debemos en gran parte al sacrificio, al esfuerzo y a la paciencia de tantos españoles y españolas que, incluso ante situaciones complicadas y momentos duros, supieron mantener la fe en el progreso de nuestro país.
En el terreno político, el régimen democrático español se ha consolidado plenamente durante los sucesivos gobiernos del
PSOE entre 1982 y 1996
Partido Popular (PP) de 1996 a 2004
PSOE de 2004 a 2011
PP de 2011...
14.2.1. La España de las libertades
La primera etapa de gobierno del PSOE, presidida por Felipe González, sirvieron para completar el modelo de Estado de las Autonomías e incorporar a España en las instituciones europeas, tras nuestra entrada en la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea) en 1986.
Entre las principales reformas llevadas a cabo en la etapa de gobiernos socialistas se pueden destacar:
La ampliación del Estado del bienestar, extendiendo los servicios públicos como la sanidad, la educación, el seguro de desempleo y las pensiones a toda la población
La ampliación de los derechos y libertades, con medidas como la legalización parcial del aborto o el establecimiento de televisiones privadas.
Una importante mejora de las infraestructuras de comunicaciones en nuestro país (AVE, autovías).
Una reforma del ejército, que ha dejado de ser una institución de reminiscencias autoritarias y se ha convertido en una garantía de defensa de nuestra democracia y de la seguridad internacional.
Una profunda reforma de la economía, reconvirtiendo las antiguas empresas estatales de la época de Franco en empresas privadas, para adecuarnos al funcionamiento de la economía en la Unión Europea. Este sacrificio necesario tuvo, sin embargo, una consecuencia negativa por el aumento del desempleo que produjo, que fue acompañado de movilizaciones de los sindicatos obreros contra el gobierno.
Por su parte, los gobiernos del partido Popular presididos por José María Aznar entre 1996 y 2004 cuentan entre sus principales logros:
La incorporación de España a la moneda única de la UE (el euro), consiguiendo cumplir las condiciones económicas impuestas por la Unión Europea.
Un aumento del crecimiento económico de nuestro país, que comenzó a permitir un descenso importante de la tasa de paro.
El control de los precios, que comenzaron a subir a un ritmo mucho más moderado que anteriormente.
La sociedad española ha cambiado espectacularmente en estos últimos veinte años, siendo tal vez uno de los cambios sociales más espectaculares y necesarios la plena igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Esta igualdad, establecida y promovida por las leyes, tiene aún que convertirse en una realidad plena que pueda ser disfrutada por todos los ciudadanos y ciudadanas en su vida cotidiana, en el trabajo, en la familia...
Tal vez otro de los cambios más espectaculares de nuestra sociedad se ha producido en el terreno de la inmigración. Recuerda que en la época de Franco fuimos un país de emigrantes y miles de españoles y españolas tuvieron que marchar al extranjero ante la falta de futuro. La España de hoy, sin embargo, vive el fenómeno contrario, y son ya más de cuatro millones las personas extranjeras que residen en nuestro país y colaboran en el desarrollo de nuestra sociedad.
Si miramos los logros de los últimos veinte años podemos sentirnos satisfechos y orgullosos de ser españoles, pero no debemos olvidar que las leyes no cambian a la sociedad de un día para otro, y que todavía son muchos los aspectos que debemos mejorar: reclamando a los partidos políticos que nos representan y gobiernan que adopten las medidas necesarias y, también, actuando en la medida de nuestras posibilidades para participar en la tarea colectiva que es avanzar hacia una sociedad más justa, igualitaria y solidaria.
Entre los aspectos que aún deben mejorarse bastante en nuestra sociedad podríamos considerar:
La excesiva desigualdad económica entre las distintas comunidades autónomas de nuestro país, ya que hay demasiadas diferencias entre las más desarrolladas (Madrid y Cataluña) y las más atrasadas (Andalucía y Extremadura, por ejemplo).
La enorme desigualdad entre los ingresos y la calidad de vida de los grupos sociales más ricos y los más pobres.El elevado desempleo que existe en nuestro país, ya que pese a lo mucho que se ha avanzado seguimos siendo uno de los países con mayor tasa de paro de la UE y con más precariedad laboral (excesivos contratos temporales).
14.2.2. Los gobiernos del siglo XXI
Hasta el presente se ha mantenido la alternancia política en el gobierno entre los dos principales partidos: el PSOE y el PP. Las elecciones de 2004 estuvieron marcadas por el mayor atentado terrorista de la historia de España. El 11 de marzo explosionaron varios trenes de cercanías en Madrid causando 192 víctimas. La atribución inicial por parte del Partido Popular a ETA pese a que las pruebas indicaban un autoría islámista provocaron gran indignación en el electorado que interpretó como falta de transparencia por parte del gobierno.
El triunfo electoral fue para el PSOE de Jose Luis Rodríguez Zapatero que aunque sin mayoría absoluta logró los apoyos parlamentarios necesarios para formar gobierno. Durante esta primera legislatura (la 8ª de la democracia española) destacan como acontecimientos principales .
la retirada de las tropas españolas de Irak
el desarrollo de un programa progresista: la legalización del matrimonio homosexual, la atención a las personas en situación de dependencia...
la regularización de inmigrantes
Su segundo mandato coincidió con un período de recesión mundial que se tradujo en una crisis económica que provocó un colapso en el sector financiero y una debacle del sector inmobiliario (estallido de la "burbuja inmobiliaria"). El empleo alcanzó la histórica cifra de 5 millones de parados (un 20% de la población activa) que afectó principalmente a los menores de 25 años. La respuesta de la población ante las medidas del gobierno se pusieron de manifiesto durante la celebración de una manifestación el 15 de mayo de 2011 originándose el denominado movimiento 15-M o de los "indignados" que tuvo como epicentro la Puerta del Sol de Madrid. Hay que señalar que ese mismo año ETA anuncia tras 43 años y más de ochocientas víctimas el cese definitivo de su actividad armada.
Las elecciones de noviembre de 2011 convirtieron a Mariano Rajoy del Partido Popular en el sexto presidente de la democracia. Su primera legislatura estuvo marcada por la crisis económica lo que le obligó a llevar a cabo severas políticas de ajuste con objeto de reducir el déficit. Un año después el desempleo llegaba a cifras record de más de 6 millones de parados (el 27,1% de la población activa). En plena crisis la debilidad del sistema bancario llevó al gobierno a sanear Bankia con dinero público y a pedir un crédito (rescate) a la UE ante el riesgo a una recesión económica. El gobierno aplicó nuevos ajustes sobre el consumo (subida del IVA) y sobre el gasto público (reducción subsidio del desempleo).
Otro de los problemas que tuvo que afrontar el primer gobierno de Mariano Rajoy fue el denominado "desafío soberanista de Cataluña". El crecimiento del independentismo Catalán a raíz de la sentencia de inconstitucionalidad del Estatuto de Cataluña se traduce en un pulso entre los grupos políticos independentistas y los españolistas que mantiene hasta la actualidad.
Durante esta legislatura se asiste a un deterioro de la percepción de la clase política por parte de la opinión pública agravado por los continuos casos de corrupción dentro de su partido (caso Bárcenas, Gurtel, Rato...) o fuera del mismo (Urdangarín, Pujol, "Eres" de Andalucía...). Sin embargo a finales de su mandado empiezan a aparecer los primeros síntomas macroeconómicos de salida de la crisis.
A finales de 2015 el Partido Popular vuelve a ganar las elecciones generales. Sin embargo sin mayoría suficiente como para formar gobierno lo que conduce a una nueva convocatoria electoral en junio de 2016 con resultados similares. Tras diez meses de gobierno en funciones la investidura llegará hasta el mes de octubre tras una polémica abstención de los diputados del PSOE y el apoyo del partido Ciudadanos.
Importante. Las elecciones celebradas en diciembre 2015 y repetidas en junio de 2016 tras no alcanzarse un acuerdo para formar una mayoría de gobierno, significaron el fin del bipartidismo en España tras casi cuarenta años de democracia. Mientras ocho millones de ciudadanos votaron a dos nuevas formaciones politicas: Podemos y Ciudadanos, los partidos tradicionales (PSOE y PP) perdían cerca de seis millones de votantes.
14.3. La Constitución de 1978, garantía de libertad
La historia de España durante el siglo XX ha sido en gran parte la lucha por conseguir un sistema de gobierno que garantizase los derechos y libertades de la ciudadanía y nos equiparase a las democracias liberales de nuestro entorno. Ha costado mucho, como hemos visto, pero podemos considerar que finalmente se ha conseguido y que ése es el principal logro de nuestra transición democrática.
Como dijimos anteriormente, la Constitución aprobada en 1978 ha sido la garantía de nuestra convivencia, por lo que vamos a dedicarle este apartado final. Primero veremos el sistema político que establece nuestra Constitución y luego hablaremos sobre los derechos y libertades que garantiza.
14.3.1. El sistema político español
El sistema político de la democracia española queda establecido en el Título Preliminar de la Constitución, y se define en sus primeros tres artículos.
Artículo 1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Artículo 2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
Artículo 3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
El sufragio universal (masculino y femenino) es el sistema de elección de los cargos públicos, y es mediante este sufragio como se expresa la soberanía nacional: el pueblo es el que elige a sus representantes.
Las Cortes Generales, compuestas por el Congreso de los Diputados y el Senado, cuyos miembros son elegidos por el pueblo, ejercen el poder legislativo. Su misión es discutir y aprobar las leyes que rigen nuestra sociedad.
El Gobierno de la nación ejerce el poder ejecutivo. Su cabeza es el Presidente del Gobierno, elegido por las Cortes Generales y nombrado por el rey. El presidente de gobierno dirige un Consejo de Ministroscuyos miembros se encargan de gestionar asuntos de diversos temas: economía, asuntos exteriores (relaciones con otros países), Interior (seguridad ciudadana), educación, sanidad o cultura son ministerios clásicos que nunca faltan en la composición del Consejo de Ministros.
La misión del Gobierno es tomar las medidas oportunas para que se cumplan las leyes elaboradas por las Cortes. Pero normalmente son también los distintos ministerios los que proponen y elaboran los borradores de las leyes que se debaten y aprueban en las Cortes.
Los tribunales de justicia ejercen el poder judicial en nuestro Estado. Son independientes y tienen sus propios órganos de dirección (El Consejo General del Poder Judicial). El Tribunal Constitucional es su principal institución. Otros órganos judiciales son el Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional, los Tribunales Superiores de Justicia...
El papel de la Corona en el sistema político de nuestra Constitución es el de ostentar la Jefatura del Estado, que al contrario que en la época del franquismo es simbólica y no ejerce poder, sino que refrenda las decisiones de las instituciones democráticas que representan al pueblo español. El papel más destacado que la Constitución otorga a la monarquía es el de representar al Estado español en las relaciones internacionales y el de ejercer el mando supremo de las Fuerzas Armadas.
Como ya habrás notado, el sistema político español establecido por la Constitución de 1978 respeta las ideas básicas de la ideología liberal que vimos nacer en el siglo XIX en cuanto a la división de poderes y al establecimiento de la soberanía nacional. Sin duda, aquellos filósofos ilustrados que vimos en su momento, Montesquieu o Rousseau por ejemplo, se sentirían identificados con este sistema político
Importante Los poderes del estado son el poder legislativo que reside en las Cortes Generales, el ejecutivo en el gobierno de la nación y el judicial en los tribunales de justicia.
14.4. El autonomismo andaluz
37 años han transcurrido ya de autonomía y democracia en Andalucía lo que nos permite hablar de medio siglo de andadura en libertad con unas cptas de libertades políticas verdaderamente históricas. De aquel 4 de diciembre de 1977 en que 2 millones de andaluces (de los 6,5 que había en la comunidad) salieron a la calle a reclamar la autonomía para Andalucía hasta el momento presente han transcurrido cerca de cuatro décadas en las que entre otros avances socioeconómicos se ha conseguido un desarrollo político de la comunidad con la Junta de Andalucía como institución titular.
Sin embargo con anterioridad al paréntesis político que supusieron los 40 años de dictadura franquista existen antecedentes históricos de la actual autonomía que han sido la base para que la Comunidad Andaluza sea considerada como "comunidad autònoma histórica" dentro de la actual Constitución Española de 1977 con un volumen de competencias equiparable a aquellas que ya ya habian iniciado su proceso durante la II República.
A lo largo de este epígrafe haremos un recorrido por la reciente historia de la comunidad andaluza a partir de tres momentos diferenciados: la etapa histórica hasta el fusilamiento de Blas Infante en 1936, la etapa preautonómica y la andadura política por las diez legislaturas de estos últimos 37 años.
El andalucismo surge como muchas otras propuestas regionales de finales del siglo XIX en un contexto donde la oposición al centralismo de los regímenes liberales encuentra apoyo ideológico tanto en el federalismo político como en el sentimiento romanticismo nacionalista propio de la época. Aquel andalucismo nació sin apoyo popular (hay que tener en cuenta que tres cuartas partes de la población eran analfabetas) por lo que tuvieron que ser grupos progresistas de clase media los que protagonizarán la idea para construir la autonomía andaluza.
A finales de siglo sólo ambientes intelectuales en torno al Ateneo sevillano se planteaban estas ideas regionalistas. Pero fue la llegada del abogado y luego notario malagueño Blas Infante a la capital sevillana la que dió impulso a la conciencia de comunidad sobre la base de las ideas republicanas y federalistas del siglo anterior. Su conocimiento de la realidad andaluza le sirvió para ver en el regionalismo una vía regeneracionista a través de la existencia de una Andalucía diferenciada del resto de regiones españolas. En 1918 convoca la Asamblea de Ronda donde entre otros acuerdos se establecen las actuales insignias de Andalucía: la bandera blanca y verde y el escudo de Andalucía.
Un año despues, en 1919 Blas infante firma el "Manifiesto andalucista" en Córdoba donde propone definir a Andalucía como comunidad histórica. La década de 1920 supuso un parón en sus conquistas ideológicas por la dictadura de Primo de Rivera. Hubo que esperar a la II República cuando organiza la "Junta Liberalista de Andalucía" con el objetivo de redactar un proyecto de estatuto. Sin embargo éste no prosperó por la suspicacia del resto de provincias al centralismo sevillano y por el poco respaldo popular. Durante estos años Blas Infante propone como letra y música del actual himno de Andalucía la melodía del canto religioso "Santo Dios" que utilizaban los jornaleros de algunos pueblos andaluces.
En 1933 una nueva Asamblea de Córdoba trata de sentar unas "Bases para el Estatuto" que volvieron a ser rechazadas parcialmente por varias diputaciones. Fue en 1936 con el triunfo del Frente Popular cuando los estatutos regionales pendientes como el andaluz retomaron fuerza en España. Sin embargo la sublevación militar el 18 de julio de 1936 y el posterior fusilamiento de Blas Infante detuvieron el proceso.
Tras el paréntesis franquista en 1975 se abre el proceso de Transición a la Democracia en España y de descentralización territorial. Un año antes el abogado Alejandro Rojas Marcos había fundado la Alianza Socialista de Andalucía (ASA) que había tomado parte de la Junta Democrática de España en el exilio germen del futuro consenso por la democracia en nuestro país.
Pero fue el 4 de diciembre de 1977 cuando dos millones de andaluces salieron a al calle en demanda de una autonomía para nuestra comunidad. El éxito de la convocatoria fue tal que seis meses después se constituye la Junta de Andalucía con Plácido Fernández Viagas como primer presidente. Tras su dimisión un año después le sucede en la presidencia de Rafael Escuredo y fue cuando desde la Junta de Andalucía se luchó por una mayor cesión de competencias equiparándose a las denominadas "históricas" a través de la adecuada vía constitucional. Pese a la oposición del gobierno central de UCD el 28 de febrero de 1980 se convoca un referéndum que aprobó de forma masiva el acceso a la autonomia por el artículo 151 y por tanto mayores cotas de autonomía. Al año siguiente se aprueba el primer Estatuto de Andalucía que reformado en el 2007 está en vigor en la actualidad.
Importante. La institución que organiza el autogobierno de la Comunidad Autònoma andaluza es la Junta de Andalucía. Está integrada por
el Parlamento Andaluz, que es la asamblea legislativa cuyos miembros son elegido por sufragio universal directo.
la Presidencia de la Junta de Andalucía
el Consejo de Gobierno formado por el/la Presidente/a y las Consejerías
Existen otras instituciones de la Junta de Andalucía como el Defensor del Pueblo Andaluz, el Consejo Consultivo de Andalucía, la Cámara de Cuentas de Andalucía, el Consejo Audiovisual de Andalucía, el Consejo Económico y Social de Andalucía y el Consejo de Transparencia y Protección de Datos.
En 1982 tendrán lugar las primers elecciones al Parlamento Andaluz que le dieron la mayoría absoluta al PSOE que supuso la continuidad de Rafael Escuredo como presidente que dimitió en el ecuador de esta primera legislatura siendo sustituido por José Rodríguez de la Borbolla. Las tres primeras legislaturas en 1982, 1986 y 1992 fueron de una hegemonía del PSOE y fueron también de estabilidad política. En 1990 tuvo lugar el relevo en la presidencia con la dimisión de Borbolla y la llegada de Manuel Chaves.
La IV legislatura durante el período 1994-1996 fue complicada. La crispación política existente en el país, la pérdida de mayoría clara del PSOE y el ascenso del PP que gobierna a nivel nacional supuso un bloque institucional a la investidura de Chaves que además tuvo la oposición de IU. Dos años de inestabilidad terminaron con la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones en 1996 que ganó nuevamente un PSOE que castigó la posición de Izquierda Unida en su frente común con el Partido Popular. Chaves empezaba el gobierno de esta V legislatura en coalición con el Partido Andalucista.
Las elecciones de 2000, 2004 y 2008 fueron un reflejo de la política nacional con un aumento del bipartidismo a costa de los partidos minoritario. Se mantiene la situación anterior y Chaves forma su cuarto, quinto y sexto gobierno durante el cual llevará a cabo la reforma del Estatuto de Autonomía.
Pero Chaves abandona la presidencia en 2009 tras 19 años en el cargo y en plena crisis económica. Asume la presidencia Jose Antonio Griñan hasta entonces Consejero de Economía. Confirma su presidencia tras unas ajustadas elecciones en el 2012 y pese a no ganar las elecciones logra mantener la presidencia gracias a un pacto con Izquierda Unida. Sin embargo Griñan dimitirá en 2013 en un período en que se descubre el mayor caso de corrupción de nuestra historia autonómica: los ERE falsos en el que quedan imputados los dos últimos presidentes autonómicos. Le sucede Susana Díaz que al poco tiempo rompe el pacto con IU y convoca nuevas elecciones para marzo de 2015.
En esta ocasión la candidata socialista obtiene un rotundo triunfo tras varias derrotas consecutivas de su partido a nivel local, autonómico y estatal. Aparecen dos nuevas fuerzas políticas en el Parlamento: Podemos y Ciudadanos. Con estos últimos logra un acuerdo para la X legislatura que se mantiene hasta el momento presente.