16. Los desafíos del tercer milenio

¿Quién no ha oído hablar de la globalización? Es un concepto de actualidad y que sirve para definir muy bien el mundo del siglo XXI, aunque por supuesto no podría entenderse cómo se ha llegado a este punto sin tener en cuenta la historia de los últimos siglos.

Sin las ideas que desarrolló la Revolución Francesa (libertad, igualdad y fraternidad), tendríamos pocos argumentos para criticar las injusticias de nuestros días, que siguen siendo muchas y no sólo en los países en desarrollo.

Sin la revolución industrial, que desde el siglo XIX lanzó al mundo a un desarrollo vertiginoso de la tecnología, tampoco podríamos comprender el estado de nuestro tiempo.

En definitiva, el mundo del siglo XXI, que hay quien define metafóricamente como una aldea global, es una consecuencia lógica de todo lo que llevamos visto: del liberalismo a gran escala y de su lucha por imponerse a otras alternativas económicas y políticas como el socialismo, de la revolución industrial y tecnológica, del colonialismo europeo sobre el resto del mundo, de los enfrentamientos bélicos mundiales, ...

La globalización nos presenta múltiples contradicciones. Por ejemplo mientrs en las islas Fiyi del Pacífico la mitad de la población no tiene acceso al agua potable cada día se envían desde ese país más de medio millón de botellas de agua a los Estados Unidos.

16.1. La globalización de la economía y sus consecuencias

La globalización es una consecuencia lógica del desarrollo tecnológico, que permite que la economía mundial funcione como un sistema unitario. Desgraciadamente, este hecho tiene consecuencias negativas para una gran parte de la humanidad, por lo que han surgido movimientos alternativos que se definen como antiglobalización y critican el actual sistema económico mundial, al que culpan de la miseria y falta de derechos humanos en que vive gran parte de la población.

Pero la globalización no es negativa en sí misma, sino que depende del uso que se haga de ella. Por ejemplo, es también la globalización la que permite que podamos prestar ayuda inmediata cuando en cualquier lugar del mundo surge un problema humanitario, o la que posibilita que organizaciones internacionales estén presentes de modo permanente en los rincones más recónditos del mundo para ayudar a sus gentes a mejorar sus condiciones de vida.

Decir que hoy en día vivimos en un mundo globalizado, es describir nuestra realidad. Sin duda uno de los aspectos que de forma más clara refleja la globalización es la economía, creando un "sistema mundo" que hace de nuestro planeta una "aldea global". Estos términos son solo algunos ejemplos que designan la realidad que vivimos. Pero ¿Cuáles son las consecuencias de este fenómeno?. La respuesta a esta pregunta la desvelaremos a lo largo de este apartado. Pero antes os proponemos un pequeño vídeo para aclarar conceptos.

En la actualidad el mundo funciona como un todo, y lo que pasa en cualquier rincón de él puede tener consecuencias para el conjunto de la humanidad. A eso nos referimos a grandes rasgos cuando hablamos de globalización, aunque todavía no somos conscientes de su importancia.

16.1.1. Un par de ejemplos de la globalización económica

Vamos a tratar de definir la globalización de la economía mundial con un par de ejemplos sencillos y cotidianos.

Fíjate en las imágenes. Una estrella argentina del futbol mundial, que juega en Milán (de momento), luce prendas deportivas de una marca estadounidense que elabora sus productos en fábricas localizadas sobre todo en países asiáticos: Vietnam, Camboya, China,... Eso es globalización.

Haz un recorrido por tu casa y trata de comprobar el lugar de fabricación de todos los aparatos eléctricos que encuentres, ya sabes, eso del made in.... Trata de averiguar también por la etiqueta el lugar de fabricación del calzado y las prendas de vestir que tengas a mano. Sin ser adivino me apuesto algo a que, aunque muchas de las marcas de los productos que has revisado son europeas o norteamericanas, habrás encontrado muchos made in China, Taiwán, Indonesia, Vietnam, Camboya, ...

Los ejemplos que hemos visto son un testimonio de la globalización económica en el mundo actual. La economía no conoce fronteras y se organiza a escala mundial, gracias a las posibilidades que ofrecen los modernos medios de transporte y comunicación.

Las grandes compañías internacionales, esas que conocemos como multinacionales, suelen tener su origen y sus centrales en los países desarrollados: Estados Unidos, Japón y la Unión Europea. Desde estos países se dirigen las empresas y se toman las grandes decisiones. En ellos están además los centros de diseño, marketing, publicidad, investigación; en fin, todo lo que requiere personal con una alta cualificación profesional.

Sin embargo, estas empresas sitúan sus centros de producción (fábricas) en países en desarrollo, sobre todo en los países del sudeste asiático. Puedes pensar que esto debe encarecer el precio final de los productos que se venden en los países desarrollados, porque hay que transportarlos desde Asia hasta el punto de venta en Estados Unidos o Europa. Sin embargo, el ahorro que supone para estas empresas el coste de los salarios de la mano de obra asiática, frente a lo que podría costar el salario de la mano de obra europea o norteamericana, compensa con creces los gastos de transporte. Por lo tanto, situar las fábricas en Asia es la opción más rentable desde el punto de vista económico.

Aunque los ejemplos que hemos visto pueden ser claros, vamos a definir de un modo breve el concepto de globalización. Bueno, te dejamos la definición que ofrece el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española en su edición de 2006.

Podemos llegar a la conclusión de que la globalización de la economía se ha producido porque es técnicamente posible (por los actuales medios de transporte y comunicación), porque es económicamente rentable para las grandes empresas y porque existe un sistema económico mundial, el liberalismo, que lo permite y fomenta.

16.1.2. Las consecuencias de la globalización

La explotación de la mano de obra de los países en desarrollo por parte de las grandes multinacionales es un hecho incuestionable, pero ¿es una consecuencia de la globalización? ¿Viviría la población de estos países mejor si no existiera el fenómeno de la globalización?

La economía global convierte al mundo entero en campo de actuación de las empresas que disponen de capital para invertir en tecnología y expandirse a escala mundial. Su único objetivo al adoptar esta estrategia, no nos engañemos, es obtener el máximo beneficio posible y multiplicar por la cifra más alta cada dólar que han invertido. Su objetivo no es ayudar al desarrollo de los países más atrasados, aunque, indirectamente, también este hecho puede producirse, ya que la instalación de fábricas termina creando puestos de trabajo y dejando algunas migajas de los beneficios empresariales en los países en desarrollo.

Por supuesto, las consecuencias de la globalización, negativas y positivas, afectan tanto a la población de los países desarrollados como a la de los países en desarrollo. Podríamos extendernos en este tema, pero vamos a conformarnos con destacar a modo de esquema algunas de las consecuencias más claras de la globalización.

Ente otros aspectos negativos que suelen destacarse de la globalización, podemos considerar los siguientes:

  • El aumento desenfrenado del consumismo en los países desarrollados. Esto se debe a que se pueden producir bienes a gran escala y el beneficio de las empresas requiere que esos bienes sean adquiridos (consumidos) por la población de los países desarrollados. Por ello se invierte tanto en publicidad y se genera en la población la necesidad de consumir. El consumo termina imponiéndose a valores humanos y sociales seguramente más nobles.

  • El deterioro del medioambiente a escala planetaria. Los recursos naturales del planeta están siendo esquilmados ante la búsqueda de un beneficio inmediato por parte de las grandes compañías, que pueden actuar en cualquier país del mundo. Mientras no exista una legislación internacional sobre el medio ambiente, estas compañías se aprovechan de la ausencia de leyes en los países en los que actúan para ahorrarse costes de producción.No se preocupan por depurar los residuos, contaminan las aguas y la atmósfera, destruyen bosques, etc... A medio plazo, toda la humanidad pagará las consecuencias de estas actuaciones.

  • El aumento de la desigualdad económica a escala planetaria. La globalización ha incrementado mucho los beneficios de las grandes empresas. Aunque éstas actúan por todo el mundo, sólo una pequeña parte de esos beneficios se queda en los países en desarrollo. Por lo tanto, la globalización ha provocado que las diferencias entre el nivel de vida de los países desarrollados y en desarrollo se hagan más grandes.

  • El aumento de los conflictos bélicos. Una gran parte de los conflictos bélicos que afectan a millones de personas en el mundo actual tienen su origen en la globalización. A veces son incluso promovidos por el interés de grandes compañías multinacionales por controlar los recursos de los países en desarrollo. ¿Alguien se cree que el enorme coste económico y de vidas humanas que supone para los Estados Unidos la ocupación de Irak se debe al interés por llevar la democracia a este país? ¿Se habría producido esta guerra si Irak no contara con las mayores reservas de petróleo del mundo, hoy controladas de nuevo por las grandes multinacionales norteamericanas del sector?

16.3. El siglo de las mujeres

Si el siglo XX fue el de la revolución de las mujeres y el nacimiento de una nueva filosofía llamada feminismo, el siglo XXI, aunque para la igualdad real queda todavía un largo y duro camino por recorrer, será el siglo de las mujeres. En el mundo desarrollado se ha conseguido la igualdad política, se han registrado algunos avances hacia la igualdad económica pero queda muchísimo por lograr en el terreno de las mentalidades frente a una de las lacras actuales: el machismo.

Sin embargo en el mundo en vías de desarrollo la cuestión está todavía por empezar. Es la asignatura pendiente de nuestro siglo.

En la Declaración de Derechos Humanos de 1948 se definieron los derechos humanos de la persona, concepto que, por supuesto, incluye a las mujeres.

Las Naciones Unidas han venido celebrado una serie de conferencias mundiales sobre la igualdad jurídica y social de la mujer. De esta forma, la comunidad internacional va tomando conciencia de la necesidad de proteger a las mujeres y a las niñas y de poner en marcha un plan de acción para garantizar su desarrollo.

Hay problemas comunes a hombres y mujeres, como la represión, la tortura, el hambre, desapariciones, etc. Pero las mujeres pueden, además, ser víctimas de métodos represivos particulares, como la discriminación cotidiana, la violación sexual, el matrimonio impuesto o el embarazo forzado.

¿Quieres conocer algunos datos espeluznantes sobre la realidad de ser mujer en el mundo actual? Espero que sepas comprender la crudeza de las cifras.

  • Una muestra al azar de 150 mujeres en Trondheim, Noruega, uno de los países más ricos del mundo, descubrió que el 25% había sufrido abusos físicos o sexuales por parte de su pareja masculina.

  • Entre el 16 y el 52% de las mujeres en el mundo entero son agredidas físicamente por una pareja íntima por lo menos una vez en la vida.

  • Al menos 60 millones de niñas "han desaparecido" de diversas poblaciones, mayoritariamente de Asia, como resultado de los abortos selectivos o la desatención por motivos de sexo.

  • En la maternidad de un hospital en Lima, Perú, el 90% de las madres entre 12 y 16 años de edad habían sido violadas por sus padres, padrastros o familiares masculinos cercanos.