10. La II República española y la Guerra Civil

Ya has visto que el período de entreguerras fue un tiempo en el que se pasó del optimismo de los felices años 20 a las crecientes tensiones de los años 30, aunque estas tenían sus semillas plantadas desde el mismo final de la I Guerra Mundial. También España pasó durante el período de entreguerras tiempos complicados, a mitad de camino entre la esperanza y la tragedia.

España se había escapado de la I Guerra Mundial, pero lo había hecho hundida en una grave crisis política y social que en realidad era fruto de las tensiones provocadas por su propia modernización. Estas tensiones facilitaron la llegada de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). La dictadura se benefició de la prosperidad de los años 20, pero cayó víctima de la crisis de 1929. Y con ella cayó la monarquía.

Y entonces vino la II República (1931-1939), un proyecto de democracia y modernización que llegaba en el peor de los momentos posibles, cuando en toda Europa la democracia retrocedía y la depresión económica avanzaba. No resistió a los tiempos. La sublevación militar de 1936 hundió el país en la peor tragedia de su Historia reciente: la Guerra Civil (1936-1939). Con ella España se convirtió en el primer escenario de la Guerra Total que asolaría Europa poco después.

10.1. La Segunda República

La II República, una democracia que nacía en un país que no estaba acostumbrado a la democracia, en un momento en el que Europa dejaba de creer en la democracia. La joven república tuvo que hacer frente a una herencia difícil. Y tuvo que hacerlo en medio de graves dificultades económicas y ante el permanente asalto de fuerzas políticas que, desde la izquierda y desde la derecha, defendían modelos alternativos a la democracia liberal.

Lamentablemente hoy la Historia de la II República no se puede separar de la Historia de su fracaso, la Guerra Civil, de la que surgió la dictadura de Franco (1939-1975). El camino de la modernización económica tendría que esperar hasta los años 60 del siglo XX; la democracia hasta 1975. Aún hoy muchas de las heridas de este conflicto siguen abiertas. Así que entramos en un período en el que la Historia debe ser especialmente cuidadosa, porque duele a testigos que siguen vivos.

10.1.1. La caída de la monarquía

Desde el inicio del siglo XX España se había convertido en un país en crisis. Su sistema político, una monarquía liberal moderada, se había quedado demasiado viejo para los tiempos que corrían. Había mucha corrupción, grandes problemas financieros y no se sabía dar una solución a las grandes tensiones políticas y sociales que dividían a los españoles.

En 1923 el sistema liberal cayó víctima de un golpe de Estado. Entre 1923 y 1930 España quedó sometida a la dictadura del general Primo de Rivera.

Primo de Rivera gobernó durante una década sin encontrar demasiada oposición. Eran los felices años 20 y el país progresaba económicamente, por lo que a mucha gente no le importó demasiado la pérdida de libertades. Pero la crisis de 1929 golpeó muy duramente a España. La oposición a la dictadura se hizo muy fuerte y Primo de Rivera dimitió en 1930.

El rey, Alfonso XIII, trató de restaurar poco a poco el viejo régimen liberal, pero a la oposición no le bastaba con eso. Alfonso XIII había apoyado a Primo de Rivera, por lo que ahora los enemigos de la dictadura eran también enemigos de la monarquía: querían democracia y República.

En abril de 1931 se convocaron elecciones municipales. En las grandes ciudades, donde se sabía que había más cultura política y menos fraude electoral, ganaron las candidaturas republicanas. Fue un triunfo moral para los republicanos. Mucha gente se echó a la calle, mientras numerosos ayuntamientos proclamaban la República sin que las fuerzas de orden público lo impidieran. Para evitar una guerra civil Alfonso XIII abdicó y se exilió fuera de España. El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República (recuerda que ya había habido una Primera República entre 1873-1874).

10.1.2. El desarrollo de la II República

La II República trató de convertir a España en una sociedad democrática y moderna. Su norma esencial fue la Constitución de 1931, una de las más avanzadas de su tiempo. Entre sus figuras políticas destacan nombres como los de Manuel Azaña o Niceto Alcalá-Zamora.

Entre los logros de la II República están los siguientes:

1) Se reconoció por primera vez el derecho al voto de la mujer, en cuya defensa se destacó la diputada del Partido Radical Clara Campoamor. Poco más tarde, ya en la Guerra Civil, se nombraría a la primera ministra de la Historia española, Federica Montseny, curiosamente una anarquista.

2) Se reconoció el derecho a la autonomía de las regiones. Cataluña y País Vasco llegaron a tener estatutos de autonomía. En otras regiones como Andalucía hubo movimientos para conseguir lo mismo.

3) Se estableció la separación entre Iglesia y Estado, lo que, entre otras cosas, posibilitó avances como la legalización del divorcio.

4) Se mejoraron las condiciones laborales: salario mínimo, jornada de 8 horas, permisos, negociación colectiva...

5) Se mejoró la enseñanza pública, creando numerosos centros educativos y mejorando la formación y el sueldo de los maestros.

6) Se intentó hacer una reforma agraria para repartir mejor las tierras y resolver el problema de los jornaleros, trabajadores agrarios sin tierras, con trabajos precarios, salarios muy bajos y mucho paro.

La Constitución de 1931

La Constitución de 1931 fue proclamada el 9 de diciembre de ese año. Es, con la actual Constitución de 1978, el texto constitucional más avanzado de la Historia de España. Sus principales características son las siguientes:

  • Era una constitución democrática progresista, basada en el principio de soberanía popular y con un fuerte carácter social.

  • Proclamó por primera vez en España el sufragio universal masculino y femenino, tanto pasivo (o sea, derecho a ser votado) como activo (o sea, derecho a votar). La decisión fue el resultado de un intenso debate parlamentario, protagonizado por dos diputadas que habían logrado su escaño gracias a la concesión del sufragio pasivo en las elecciones. Victoria Kent, diputada radical-socialista, defendió que no era oportuno por el momento dar el voto a la mujer, ya que la mayoría de las mujeres carecían aún de cultura política y estaban muy influidas por la Iglesia. En otras palabras, dar el voto a la mujer era dar el voto a la derecha clerical. Frente a ella, Clara Campoamor, diputada radical, defendió que era necesario dar de inmediato el voto a la mujer, que estaba plenamente preparada para decidir. Venció finalmente esta postura.

  • Impuso un parlamentarismo puro, otorgando a una cámara única, el Congreso de los Diputados, un amplio poder para controlar la gestión del gobierno y del Presidente de la República.

  • Estableció como principio esencial la separación entre Iglesia y Estado.

  • Amplió mucho los derechos, sumando a los derechos individuales y políticos clásicos del liberalismo una larga lista de derechos sociales, económicos y familiares.

  • Creó la figura del Estado integral, que reconocía el derecho de varias provincias a solicitar a las Cortes un estatuto de autonomía. De esa forma, el Estado integral fue el precedente directo de nuestro actual Estado de las autonomías.

Pero la II República había nacido precisamente como respuesta a una serie de problemas, que no fue capaz de resolver y que acabaron provocando su caída en medio de una terrible guerra civil. Estos problemas son los siguientes:

1) La depresión de los años 30 provocó grandes dificultades económicas en un país atrasado como España, extendiendo el descontento.

2) Las grandes diferencias sociales hicieron que el movimiento obrero se hiciera muy revolucionario y que la extrema derecha reaccionara a él con violencia.

3) Había grandes tensiones entre los que defendían que la Iglesia católica influyera mucho en la sociedad y la política y los que defendían lo contrario.

4) Había también tensiones entre los nacionalismos periféricos, especialmente el catalán y el vasco, y los defensores de una España más unida.

5) Muchos militares se pusieron en contra de la República y decidieron que España necesitaba una nueva dictadura militar.

6) España era un país con poca tradición democrática, lo que hizo que a menudo los ciudadanos y políticos no supieran resolver pacíficamente los conflictos.

10.2. La Guerra Civil (1936-1939).

El 13 de julio de 1936 el asesinato del político de derechas José Calvo Sotelo a manos de socialistas, en represalia por un asesinato anterior, causó una gran indignación entre la derecha española. Los conspiradores de extrema derecha que desde meses antes venían preparando un golpe de Estado aprovecharon ese momento para poner en marcha su plan.

El 17 de julio se sublevó la guarnición militar de Melilla. El 18 de julio numerosas guarniciones siguieron su ejemplo. En unos días el levantamiento había triunfado en buena parte del norte de España, así como en las principales ciudades de la Andalucía occidental y los territorios españoles en África. Pero en el resto del territorio, que incluía las zonas más industrializadas, la sublevación había fracasado. Ni los sublevados, ni el gobierno legítimo republicano estaban dispuestos a ceder. Por eso lo que se había planeado como un rápido golpe de Estado se convirtió en una larga y sangrienta guerra civil.

La chispa que hizo estallar la Guerra Civil fue el asesinato de José Calvo Sotelo. La sublevación empezó en Melilla el 17 de julio de 1936. El fracaso de la sublevación en la mitad del territorio español convirtió lo que pretendía ser un rápido golpe de Estado en una larga guerra civil.

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10.2.1. El desarrollo de la guerra

La Guerra Civil enfrentó entre 1936 y 1939 a dos bandos:

  • El bando republicano.

  • El bando de los sublevados, que se llamó a sí mismo bando "nacional".

La Guerra Civil sucedió en el peor escenario internacional posible. La URSS trataba de extender su modelo por Europa a través de los partidos comunistas, mientras los fascismos avanzaban imponiendo sus políticas agresivas. Fascismo y comunismo luchaban entre sí. En medio, las democracias europeas cometieron el error de permitir el ascenso de los fascismos por miedo al comunismo.

Eso explica que la Alemania Nazi y la Italia fascista apoyaran militar y económicamente a los sublevados como forma de extender su modelo político, mientras la URSS y miles de voluntarios de otros países, en su mayoría comunistas (las brigadas internacionales) apoyaban a la República como forma de frenar los fascismos. Las democracias, asustadas, decidieron no apoyar a la democracia española.

De esa forma la Guerra Civil se convirtió en el escenario de las luchas políticas entre las potencias totalitarias de Europa. Se convirtió además en el "laboratorio de ensayo" del tipo de armamento y estrategias que poco después se usarían en la Segunda Guerra Mundial. Sin esta ayuda exterior la Guerra Civil no habría podido ser ni tan larga, ni tan destructiva.

La Guerra Civil fue también un conflicto internacional:

  • La Italia fascista y la Alemania Nazi apoyaron a los sublevados.

  • La URSS y las brigadas internacionales apoyaron a la República.

  • Las potencias democráticas prefirieron no intervenir.

La presencia de soldados y armamento extranjeros convirtió la Guerra Civil en el ensayo de la II Guerra Mundial.



Podemos distinguir varias fases en el desarrollo de la guerra:

1) La guerra de movimientos (julio-noviembre de 1936)

Los "nacionales" avanzan en pinza sobre Madrid desde el norte y desde África. Las tropas africanas de Franco desembarcan en la Península, gracias a la ayuda italiana y alemana, y marchan rápidamente por el oeste de Andalucía y Extremadura. Pero son detenidas en los alrededores de Madrid (Batalla de la Ciudad Universitaria).


2) La guerra de desgaste y el frente del norte (noviembre de 1936-octubre de 1937)

Violentas ofensivas tratan de romper sin éxito el frente de Madrid (batallas de Jarama, Guadalajara, Brunete), mientras el gobierno republicano se traslada a Valencia. La conquista de Málaga da al bando "nacional" el control de la costa mediterránea andaluza. Desde marzo de 1937 Franco concentra sus esfuerzos en la conquista del cinturón industrial y minero del Cantábrico.


3) El frente mediterráneo (octubre de 1937-noviembre de 1938)

Las operaciones se centran ahora en la zona mediterránea, mientras el gobierno republicano se traslada a Barcelona. Los republicanos reconquistan Teruel (batalla de Teruel), pero Franco la recupera y logra avanzar hasta la costa levantina, cortando en dos el territorio republicano. Los republicanos reaccionan con su última gran ofensiva, la Batalla del Ebro, una sangrienta guerra de desgaste que concluye con el derrumbe del ejército republicano en el sector oriental.

4) La caída de la República (noviembre de 1938-abril de 1939)

El derrumbe del ejército republicano oriental permite a los "nacionales" conquistar Cataluña. El gobierno republicano y los combatientes marchan al exilio. Poco después Madrid se rinde. Los restantes núcleos de resistencia caen rápidamente. Conseguida la rendición incondicional de las autoridades republicanas, el 1 de abril de 1939 Franco da oficialmente término a la guerra.


10.2.2. La evolución interna de los bandos

A lo largo de la Guerra Civil, uno de los jefes militares sublevados, el general Francisco Franco, logró convertirse en el líder indiscutible del bando de los sublevados. En los territorios que controlaba impuso una dictadura militar, eliminó brutalmente toda posible oposición y, uniendo a carlistas y falangistas, creó un partido único a imitación de los regímenes fascistas. Le llamó Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. Contaba con el apoyo de la Iglesia Católica, que celebró su sublevación como una "cruzada nacional".

A lo largo de la guerra, el general Francisco Franco se convirtió en el líder del bando "nacional" e implantó una dictadura militar , apoyada por la Iglesia y con influencias fascistas.

El régimen republicano, en cambio, tenía grandes divisiones internas. El movimiento obrero (socialistas, comunistas, anarquistas...) tenía sus propias milicias y defendía la República sólo como un medio para lograr su soñada revolución. Una parte de él consideraba, de hecho, que la guerra civil era un momento apropiado para iniciar la revolución. También existían milicias nacionalistas, y los gobiernos catalán y vasco tenían sus propias prioridades estratégicas. Así que el gobierno republicano no sólo tenía que preocuparse de ganar la guerra contra Franco, sino también de controlar la revolución en su interior y entenderse con las milicias obreras y nacionalistas.

Durante la guerra el régimen republicano tuvo que luchar contra los sublevados a la vez que evitaba el estallido de una revolución y se tenía que coordinar con las milicias obreras y nacionalistas.

Finalmente, la República fue derrotada. El 1 de abril de 1939 Franco anunciaba el fin de la guerra. La victoria de Franco dejaba en sus manos un país destrozado:

  • Se calcula que cerca de medio millón de personas pudieron morir en la guerra. La cifra puede ascender a cerca de 650.000 si sumamos los que murieron en la inmediata posguerra, sea por las penalidades, sea por la represión política.

  • Cerca de medio millón de españoles tuvieron que tomar el camino al exilio para evitar la muerte.

  • Las infraestructuras españolas fueron arrasadas, hundiendo al país en la miseria.

  • La victoria franquista consagraba la división entre dos Españas, una España de vencedores y una España de vencidos.

Comenzaban así 36 años de dictadura militar, durante los cuales España quedaría ajena a las principales corrientes de desarrollo que caracterizarían al resto de Europa desde 1945.

La derrota de la República en 1939 dejó un país destrozado por la guerra. Sus consecuencias principales fueron la pérdida de numerosas vidas, el exilio de muchos españoles, la ruina de la economía española, la división entre dos Españas y, finalmente, la imposición de la dictadura de Franco, que duraría hasta 1975.