Los grandes peonceros japoneses

Los inicios

Los inicios de esta tradición como artistas de la peonza se remontan al año 1700, cuando en la primavera Hatsutaro (de Hakata) hizo un espectáculo en Shijgawara en Kioto que fue un éxito total. Así, artistas y comerciantes empezaron a ganar gran cantidad de dinero con los espectáculos y con la fabricación de peonzas. El propietario de un burdel gay de Kioto ordenó a varios de sus “empleados” que aprendieran todo lo que pudieran sobre el arte de la peonza. En 1701 pusieron rumbo hacia Edo (actual Tokio), donde ya había noticias de la nueva moda de las peonzas de Kioto. Allí actuaron en un teatro en Sakai-cho para un público completamente absorto que nunca había sido testigo de las hazañas asombrosas de Hatsutaró.

El éxito fue tal que los samuráis de alto prestigio invitaron a las estrellas a sus residencias. Las peleas celosas sobre las inclinaciones amatorias llevaron a la discordia y las riñas fueron habituales. De este modo el magistrado de la ciudad intervino, ordenando a la compañía que dejara de aceptar invitaciones en residencias particulares. Los espectáculos de peonzas fueron criminalizados en todas partes excepto en los teatros. Las peonzas también dieron lugar a apuestas lo que hizo que aparecieran más leyes anti-peonzas en 1706, 1710 y 1729 y esta criminalización duró durante varias décadas.