Historia en Japón

Se cree que las peonzas fueron introducidas en Japón desde China vía Koma (o Goma), uno de los nombres japoneses para el reino coreano de Koguryo.

Se cree que las peonzas fueron introducidas en Japón desde China vía Koma (o Goma), uno de los nombres japoneses para el reino coreano de Koguryo.

En el sitio arqueológico de Minami-Shiga se encontró la que probablemente sea la peonza más antigua de Japón. Este sitio arqueológico se corresponde a las ruinas del templo de Minamishigachō (南滋賀町廃寺跡 , Minamishigachō Haiji ato ), un templo budista del período Asuka (periodo que transcurre entre los años 552 a 710) ubicado en el barrio de Minamishiga de la ciudad de Ōtsu , prefectura de Shiga , en la región de Kansai de Japón.

Este templo fue descubierto cerca de un sitio donde alguna vez vivieron inmigrantes de la península de Corea, lo que sugiere que las peonzas fueron introducidos en Japón desde el continente. La peonza fue encontrada junto con puntas sagradas "igushi" y junto a semillas de durazno utilizadas para rituales. Esto sugiere que esta peonza no tenía un fin lúdico sino una finalidad ritual. La peonza aparentemente era golpeada con un látigo para comenzar a girar,

La peonza de madera en forma de concha, aparentemente fue tallada con un cuchillo, mide 4,4 centímetros de diámetro y 6 cm de altura, con un eje de 5 milímetros de diámetro y 3 mm de largo en la punta. Fue desenterrado durante una excavación de un área de 450 metros cuadrados de febrero a abril de 2020.

También se ha encontrado una peonza en un yacimiento arqueológico de finales del siglo VII en el distrito de Asuka-Fujiwara, que se extiende a ambos lados de Asuka y Kashihara en la prefectura de Nara.

Durante el periodo Nara (710-794) las peonzas fueron un entretenimiento de la corte gobernada por la familia Fujiwara que estaba asentada en la ciudad de Nara, de ahí el nombre del periodo.

Más tarde y durante el periodo Heian (794-1185) eran un símbolo de distinción de la nobleza, asentada ahora en Kyoto que la utilizaba en las ocasiones especiales.

La primera mención escrita de una peonza en Japón fue en un documento del siglo X. La primera vez que se dibujó claramente la forma de una peonza fue en el siglo XII.

En el siglo XIV hay constancia de que los niños de las clases acomodadas ya jugaban a las peonzas delante del templo como se describe en la epopeya épica histórica Taiheiki (太平記?) (Crónica de la Gran Paz) .

Sin embargo no fue hasta el siglo XVII las peonzas llegaron a ser una forma de diversión del pueblo llano y más tarde llegaron a ser juguetes de niños.

El periodo Edo (1603-1867), llamado así por ser ésta la capital, fue una época de esplendor de las peonzas. Se realizaron en varios materiales (bambú, madera o metal) y aquí encontramos las primeras Bei-goma (derivado de Bai, concha y Koma, peonza). La parte inferior de la concha era rellenada con arena o barro y recubierta por cera o pintura.


El periodo Edo se caracterizó por ser una época en la que las artes florecieron con gran intensidad, así fue testigo del renacimiento de una cultura urbana de extraordinaria riqueza, diversidad y originalidad. Esta prosperidad fue el resultado tanto de la transformación creativa como de la comercialización de formas culturales que en el pasado estaban reservadas a la nobleza y actualmente se extendieron a otros estratos sociales como símbolo de distinción. En el siglo XVIII con la llegada de la estampa xilográfica policroma y debido a que podían ser producidas de una forma barata y en grandes cantidades, hicieron posible la producción y el consumo de arte a una escala previamente desconocida en Japón. Conocidas popularmente como ukiyoe, «imágenes del mundo flotante», las xilografías conmemorando la belleza y fama efímera de las cortesanas y actores de Edo así como las atracciones estacionales de los lugares pintorescos de la ciudad se convirtieron en el distintivo del arte de Edo. Aunque en este periodo las élites del país se preocuparon del mecenazgo a artistas, la aparición de la estampa xilográfica permitió popularizar el arte a mayor número de persona Estas producciones artísticas también realizaron obras de famosos lanzadores de peonzas y estampas de diversas habilidades realizadas con peonzasi Este periodo también se caracterizó por la gran imaginación en la fabricación de las peonzas.

Las peonzas fueron especialmente populares durante el periodo Genroku (1688-1704) que transcurre dentro del llamado Periodo Edo y fue tal su éxito que se intentó regular el juego y, sobre todo, las apuestas que éste generaba. Al final, esto hizo que los adultos perdieran el interés y así, a finales del periodo Edo se había convertido ya en un juego casi únicamente para niños.

En el periodo Meji (1868-1912) la popularidad de las peonzas Bei-goma hizo que la industria de juguetes fabricara este tipo de peonzas a gran escala.

Durante el periodo Taisho (1912-1926) una enorme cantidad de Bei-goma fueron fabricadas en Japón. La existencia de nuevos materiales permitió realizar dibujos de personajes famosos en las peonzas. Así en esta época en las peonzas Bei-goma se grababan con los nombres de los jugadores profesionales de béisbol y los luchadores de sumo que eran muy populares entre los niños del área de shitamachi ("ciudad baja") de Tokio desde los años 20 hasta principios de 1930.

En el periodo Showa (1926-1989) debido a la escasez de materiales debido a la II Guerra Mundial se volvieron a utilizar peonzas realizadas con conchas y recubiertas de barro. En torno a 1950 se realizaron peonzas en hierro de forma plana para poner los nombres de personajes de baloncesto y otro tipo de héroes de la época.

A finales del siglo XIX Japón empezó a enviar a jóvenes a Alemania para aprender sobre los procesos de la industria alemana. A su vuelta a Japón y con ese aprendizaje estos jóvenes convirtieron a Japón en la segunda nación más exportadora del mundo, lo que también se tradujo en la exportación de juguetes. A finalizar la II Guerra mundial Japón se hizo con el mercado mundial de fabricación de juguetes de bajo coste.

En Japón son especialmente populares las peonzas de Hakata en la región de Kyushu. Se las conoce como Hakata koma y pronto se hicieron populares en todo el país debido a su excelente estabilidad, y siguen teniendo un impacto en las peonzas tradicionales de otras regiones de Japón. El aspecto más singular de las peonzas Hakata koma es el núcleo de hierro que forma el eje de la peonza y que está insertado dentro de la madera y así puede garantizar una gran fuerza de rotación y un tiempo de giro más prolongado, lo que lo convierte en una opción popular entre los niños para las batallas en las que se mide la duración de giro de la peonza. También estos núcleos proporcionaron una mayor estabilidad, hasta el punto de poder mover las peonzas de una mano a otra, y esto dio lugar a actuaciones acrobáticas de peonzas.

Documentos antiguos revelan que las peonzas de madera comenzaron a aparecer en Hakata a fines del período Muromachi (finales del siglo XIV). El Hakata koma, tal como lo conocemos actualmente, nació a fines del siglo XVII, en el período Edo, después de que se insertaran ejes de hierro en las peonzas de madera.

La calidad de las peonzas Hakata koma hizo que se originaran actuaciones con peonzas acrobáticas para delicias de los habitantes de la región de Kyushu, pero pronto estos espectáculos de peonzas llegaron a Kioto y Osaka. Uno de los mejores jugadores que mostró su habilidad desde muy joven fue Ichitaro, y los registros indican que incluso actuó para el emperador en el año 1701. Ichitaro pasó varios años caminando por el país ofreciendo diversas actuaciones, y él es una gran razón de porqué las peonzas Hakata koma se extendieron por todo Japón.

Actualmente el arte de la fabricación de peonzas es una artesanía tradicional e incluso ha sido designado como un activo cultural intangible por la Prefectura de Fukuoka.