La historia de mis vacaciones en España y por qué ya no concibo un viaje sin mi propio rincón

Mira, te voy a ser sincero. Durante años, mi idea de vacaciones perfectas era un hotel. Un check-in rápido, una cama hecha cada día y el desayuno buffet listo sin tener que mover un dedo. No lo veía mal. 

Pero hubo un viaje a España que me abrió los ojos, uno en el que por primera vez decidí arriesgarme y alquilar una villa. Y, desde entonces, es que ya no hay vuelta atrás. 

Me di cuenta de que un hotel te da una estancia, pero un alquiler vacacional te da una experiencia. Es la diferencia entre ser un turista y, aunque sea por unos días, sentir que vives en el lugar.

Imagínate el plan: te levantas cuando te apetece, sin alarmas ni horarios. Te bajas a la cocina con el pijama puesto, te preparas un café con el mismo método que usarías en casa y te sientas en una terraza, con vistas al mar o a un pueblito que parece sacado de una postal. No hay prisa, no hay ruido de pasillos de hotel. Solo eres tú, tu gente y el momento. 

Es esa libertad, esa sensación de tener tu propio espacio, la que cambia por completo el chip de las vacaciones. 

Yo, la verdad, me he aficionado a ir a los mercados locales, a comprar productos frescos y a cocinarlos en mi propia cocina. Parece una tontería, pero es una manera de conectar con el lugar que visitas que un restaurante no te da.

España es un paraíso para esto. Hay tanto donde elegir que te puedes volver loco, en el buen sentido. Si lo que buscas es sol y playas de esas que quitan el aliento, el Mediterráneo te llama. 

Y ahí, la Costa Blanca es un clásico que nunca falla, con villas y apartamentos que te hacen sentir como un rey. Pero si te va el rollo de perderte en un paisaje de otro planeta, las Islas Canarias te esperan con sus volcanes y su clima eterno. He estado en Lanzarote y te prometo que es una experiencia única, como estar en otro planeta, y con una casa a tu medida, te sientes parte de ese paisaje. 

O si prefieres la fiesta y las calas de aguas cristalinas, las Baleares son la respuesta. Cada isla, con su propia personalidad, te ofrece una experiencia distinta, desde la energía de Ibiza hasta la paz de Menorca.

Pero, a ver, no todo es playa. A mí, me encanta escaparme al interior, a la España más auténtica, a esos pueblos donde el tiempo parece haberse parado. Y para eso, las casas rurales son la bomba. 

He pasado fines de semana en casitas de piedra en Andalucía, con vistas a un olivar infinito, y te prometo que la paz que encuentras allí no la cambio por nada. 

O, si te va el tema del vino, un fin de semana en La Rioja, con una villa en medio de los viñedos, es un planazo que tienes que probar al menos una vez en la vida. 

Es que la oferta es tan inmensa, con más de diez mil propiedades por todo el país, que te garantiza que, no importa qué tipo de viajero seas, hay un lugar esperando tu llegada. Es la gran ventaja de estas plataformas: la variedad te da el poder de elegir, de verdad, lo que mejor se adapta a ti. Puedes buscar por piscina, por vistas al mar, por si admiten mascotas o por si tienen un jardín enorme para los peques.

Y mira, si te soy sincero, al principio me daba un poco de cosa. ¿Y si las fotos no son reales? ¿Y si no es como me lo imagino? Pero aprendí que lo importante es ir a lo seguro. 

Un buen servicio de alquiler vacacional te da una garantía, un respaldo, te aseguran que las propiedades están verificadas, que no va a haber sorpresas desagradables. 

Es la tranquilidad de saber que, si te surge un problema, tienes a alguien detrás que te va a ayudar. Y eso, en un viaje, es la paz más grande que puedes tener. 

Saber que el proceso de reserva es sencillo, que los pagos son seguros y que la casa que vas a encontrar es exactamente la que viste en las fotos. Te evitas esos malos ratos y te centras en lo que de verdad importa: disfrutar.

Así que, si me preguntas, mi consejo es que lo intentes. Abandona la idea del hotel por un momento y prueba lo que se siente al tener las llaves de tu propio rincón en España. No es solo un lugar donde dormir. 

Es el escenario para tus desayunos tranquilos, tus cenas improvisadas, tus conversaciones hasta la madrugada y esas siestas de después de comer que solo saben bien con el calorcito de la tarde. 

Es la clave para vivir el viaje a tu manera, sin horarios ni reglas. Porque al final, lo que nos llevamos de los viajes no son los souvenirs, son las historias y los recuerdos. Y, ¿qué mejor forma de crearlos que en tu propio hogar lejos de casa?

La guía de un viajero astuto: Cómo ahorrar y pagar sin líos tus vacaciones con PlusHolidays

Mira, soy de los que piensa que el viaje empieza desde el momento en que te pones a buscar y a soñar. Pero, seamos sinceros, esa ilusión va de la mano con la parte práctica: el presupuesto. 

Y si eres como yo, te encanta el viaje, pero te fascina todavía más encontrar una buena ganga, ese "ahorro" que luego se convierte en una cena extra en un sitio guay o en una actividad que no tenías planeada. Por eso, cuando me enteré de los rollos de descuentos de Plus Holidays, sentí que había descubierto un pequeño tesoro. 

Es que no es solo que tengan un montón de casas alucinantes, sino que además te lo ponen fácil para que pagues lo justo y no más.

La pregunta del millón siempre es la misma: "¿Hay algún código que funcione?". Y la respuesta, en su caso, es un rotundo sí. Yo me he acostumbrado a buscar su código descuento, ese que te da un diez por ciento. 

Y la verdad es que es una maravilla. El diez por ciento puede parecer poco, pero cuando lo aplicas a un alquiler de una villa para toda la familia, la cosa cambia y se nota en el bolsillo. Lo que me alucina es que, a veces, este código funciona incluso en productos que ya están rebajados. 

Es decir, encuentras una casa con una reducción de precio, y encima le metes ese diez por ciento extra. Es ahí cuando te sientes un auténtico genio de los viajes. 

Eso sí, como todo en esta vida, mi consejo de amigo es que siempre, siempre, compruebes las condiciones. Los códigos pueden tener fechas de caducidad, pueden aplicarse a un tipo de vivienda concreto o a una estancia mínima. Pero dedicarle un minuto a leer la letra pequeña merece la pena, te lo aseguro. 

Al final, no se trata solo de encontrar el código, sino de saber usarlo en el momento perfecto para maximizar el ahorro.

Pero no todo son los códigos. He aprendido que la clave para conseguir el mejor precio con ellos es combinar un poco de astucia con la variedad de opciones que te ofrecen. 

Si quieres el mayor descuento, lo suyo es que intentes usar ese código del diez por ciento en las ofertas que ya tienen en su web. Ellos a menudo tienen promociones en propiedades específicas o descuentos por temporada, y si puedes superponer tu cupón, el ahorro es bestial. Es como el combo definitivo para el viajero ahorrador. 

Por ejemplo, te pones a mirar y ves que una villa en la Costa Blanca tiene un precio especial porque es temporada baja o porque es una reserva de última hora. Ahí es donde metes tu código y te llevas un extra de felicidad. 

Se trata de estar atento a las oportunidades y de saber que, con ellos, el precio que pagas es el justo, sin intermediarios ni sorpresas raras que te metan un susto en la cartera.

Y una vez que ya has hecho tus números y has encontrado esa joya a un precio inmejorable, llega el momento de la verdad, el de pagar. Y aquí, te confieso, es donde Plus Holidays me terminó de ganar. Su lista de métodos de pago es una pasada. No es la típica web que solo te da una o dos opciones. Piensan en todo. 

Si eres de los que usa PayPal para todo, te salvan la vida porque es un clic y listo. Si eres más de usar el móvil, tienen Bizum, que es comodísimo, como enviarle dinero a un colega. 

Por supuesto, aceptan las tarjetas de toda la vida, como Visa, Mastercard y American Express, que son un clásico y siempre funcionan. Para los más tecnológicos, también puedes pagar con Google Pay, algo que se agradece un montón.

Pero hay dos opciones que para mí marcan la diferencia. Por un lado, está Alma. Te lo juro, esto es un antes y un después para la planificación de un viaje. Con Alma, puedes pagar a plazos. Esto es una locura porque te permite asegurar la reserva de esa villa de ensueño sin tener que soltar todo el dinero de golpe. Te da un respiro en el presupuesto y te quita una presión tremenda. 

Y la otra es la propia variedad. Que te ofrezcan tantas opciones demuestra que se preocupan por que el proceso de reserva sea fácil para cada cliente, sin importar cómo prefiera pagar. Te dan la libertad de elegir, y eso, en mi opinión, es un detalle que habla muy bien de una empresa. Al final, todo lo hacen para que el proceso sea sencillo, para que el viaje comience sin estrés desde el minuto uno. 

Porque la idea es que te relajes, que te olvides de los líos de dinero y que te centres solo en las ganas de irte de vacaciones.

La clave de un buen viaje no es el destino, es la sensación de estar en casa y PlusHolidays te ayuda

Mira, si eres como yo, sabes que la parte más emocionante de un viaje no es solo llegar, sino toda esa fase de búsqueda, de soñar con el lugar perfecto. Y es que, seamos sinceros, el mercado de alojamientos es un mar inmenso, y a veces, te sientes un poco perdido. 

Por eso, cuando alguien me habla de PlusHolidays, siento que me están chivando un secreto de esos que solo se cuentan entre viajeros. 

Es una especie de aliado en tu búsqueda, ese amigo que te dice: "Tranquilo, no te estreses, ya te he encontrado el sitio ideal para que te sientas como en casa". Y es que su rollo va mucho más allá de una simple reserva. Te dan la confianza y la seguridad que necesitas para que tu aventura empiece sin presiones.

Imagínate el plan: te pones a buscar y de repente tienes ante ti más de diez mil alojamientos distintos en más de dos mil destinos por toda España. A mí, ese número me da vértigo, pero en el buen sentido. 

Significa que, sin importar lo que tengas en mente, lo vas a encontrar. Y no hablamos solo de la típica casa; tienen de todo: desde apartamentos para una escapada rápida hasta bungalows con ese toque rústico que tanto me gusta, y mi debilidad personal, las villas con piscina privada. 

Es que la idea de tener tu propio paraíso, sin tener que compartir la piscina con nadie y con total privacidad, es la fantasía de cualquier vacacionista. 

Te permite organizar tus días a tu ritmo, sin horarios, sin prisas. Simplemente, te relajas y desconectas de verdad.

Además, su servicio va de la mano con la transparencia. 

Y esto, te lo aseguro, es un alivio inmenso. No hay nada que me frustre más que encontrar una oferta irresistible y, al momento de pagar, darme cuenta de que hay una lista interminable de "cargos ocultos". Con ellos, esa preocupación desaparece. Se esfuerzan por que todo sea claro desde el principio, para que no haya sorpresas desagradables. 

Y eso, para mí, es la clave para confiar en una empresa. Sabes que el precio que ves es el que es, y eso te permite planificar tu viaje con la mente tranquila, sabiendo que estás pagando lo justo por unas vacaciones inolvidables. Su misión es que disfrutes, no que te rompas la cabeza con los números.

En PlusHolidays entienden que no todos los viajes son iguales. 

No es lo mismo una escapada romántica que unas vacaciones en familia. Por eso, su oferta se adapta a cada tipo de aventura. Si te vas con tu familia, tienen casas con amplias comodidades, con jardín y piscina para que los niños puedan correr y jugar sin preocupaciones. 

Si tienes un plan más romántico, te ofrecen alojamientos acogedores y con encanto para crear un ambiente íntimo. E incluso si tu viaje es por trabajo, te dan la oportunidad de sentirte como en casa, con todas las comodidades que necesitas, para que tu estancia sea mucho más que una habitación de hotel

Pero la cosa no termina con la reserva. Para mí, lo que me ha enamorado de su servicio es el Blog que tienen. Es como un mapa del tesoro. No se limitan a venderte un lugar, sino que te inspiran y te aconsejan. 

Puedes leer sobre rincones idílicos que no conocías, descubrir fiestas locales que te harán sentir como uno más, y hasta te dan consejos prácticos para que elijas el tipo de alojamiento que mejor encaje contigo. 

Es la oportunidad de empezar a disfrutar del viaje mucho antes de subirte al coche o al avión. Ya te ves en la plaza de ese pueblo, probando la gastronomía local, o en esa cala secreta que solo conocen unos pocos. Te dan herramientas para que tu experiencia sea mucho más rica y completa.

De lo que se trata es de vivir experiencias únicas y crear recuerdos que duren para siempre. Porque ya no solo se trata de ir de un punto A a un punto B, sino de vivir el camino. 

Tú pones las ganas y la aventura, y ellos te dan la oportunidad de vivirla a tu manera. Solo tienes que elegir cómo quieres empezar a explorar esta nueva historia.