Mitos sobre el Jamón

10 Falsos mitos sobre el jamón ibérico

El jamón ibérico es uno de los alimentos más apreciados en España y uno de los más exportados en todo el mundo, pero también se encuentra en lo alto del ranking de los alimentos que mayor número de falsos mitos lleva aparejado.

Es por ello, tus expertos en productos ibéricos, queremos desmentir algunas falsas leyendas que se han asentado en nuestra sociedad. Atentos:

  • Es mejor el jamón de hembra es mejor que el de macho.

    • Esto es absolutamente falso, pues la carne de macho es igual a la de hembra; la única diferencia se encuentra en que es recomendable capar a los cerdos después de nacer para que crezcan tan parejos como las hembras.

    • El cerdo macho sin capar se usa para la reproducción, por lo que su carne cambia de color y sabor en la época de celo, debido a una sustancia que segrega el animal.

  • El jamón de bellota procede de cerdos que sólo comen bellota.

    • Incorrecto. Si el cerdo sólo se alimentase de bellota, moriría. Los jamones de bellota proceden de cerdos que pasan la última fase de su vida en libertad en la dehesa, alimentándose así de hierbas, frutos, etc.

  • El jamón de pata negra es mejor que el resto.

    • No tiene por qué ser así necesariamente. Aunque en general este rasgo se cumple, existen especies con la pezuña negra (no la pata, que nunca es negra) debido a su propia naturaleza, no porque solo únicamente por esta seña sea el mejor jamón del mundo.

  • El jamón engorda.

    • ¡Si estás a dieta no tienes excusa para disfrutar del aroma y sensaciones únicos de tu pieza de Jamones!

    • Expertos en nutrición, afirman que el jamón en sí no engorda, pues la grasa interna del mismo es buena. Otra cuestión es la grasa blanca que lo rodea, que sí que puede considerarse grasa en sí misma y por lo tanto, ayuda al aumento de peso.

  • Ponerle la grasa encima es bueno para su conservación.

    • Esto es falso. Aunque, por una parte, es cierto que la corteza garantiza su conservación, priva al jamón de oxígeno, cambiando su sabor. Por lo tanto, lo más recomendable es usar un paño que no suelte pelusa sobre la parte ya cortada.

  • El jamón izquierdo es mejor que el derecho.

    • Esta leyenda se ha extendido y asentado entre los consumidores, debido al rumor que afirma que el cerdo duerme sobre su lado izquierdo, lo que es falso igualmente.

  • Es preferible cortar el jamón con cuchillo que a máquina.

    • El utensilio con el que se haya realizado el corte no tiene ningún tipo de incidencia sobre el sabor. Depende del gusto de cada persona el hacer un corte u otro, obviamente esta actividad manual requiere de altos conocimientos y el resultado final es mucho mejor.

  • Es preferible comer el jamón frío que caliente.

    • No es así. No es bueno que el jamón se conserve a temperaturas altas (las que suele haber en la cocina) porque el sabor se queda en el plato, pero tampoco es beneficioso mantener el producto en la nevera porque no se percibe el sabor como debería y pierde su textura inicial.

Diferencias entre jamón serrano, ibérico y bellota

Hemos utilizado el título de “diferencias entre jamón serrano, ibérico y bellota“, no porque pensemos que sea el título mas adecuado, sino para hablar sobre el cuidado que hay que tener cuando hacemos comparaciones entre diferentes productos y el cuidado que tenemos que tener cuando elegimos las palabras que vamos a utilizar.

Entendemos que todo el mundo no puede saber de todo, es muy difícil, pero para esto están los expertos en determinados temas o incluso tenemos leyes, decretos y reglamentos sobre los que apoyarnos para redactar las noticias y artículos que queremos hacer.

Todo esto lo decimos porque cuando queremos hablar sobre las diferencias entre distintos tipos de jamones, el título que hemos utilizado y que utiliza mucha gente, no es el mas adecuado. En este título, se da a entender que el jamón de bellota no es ibérico, o por lo menos es lo que entendemos nosotros. No entraremos en si se utiliza correctamente o no la palabra serrano, para hacer referencia al jamón de cerdo blanco, nosotros tenemos nuestra propia opinión y que podéis leer aquí.

Los títulos que podíamos utilizar serían los siguientes:

– Diferencias entre el jamón serrano y el jamón ibérico

– Diferencias entre el jamón serrano, jamón de cebo ibérico y jamón de bellota ibérico

– Diferencias entre el jamón serrano y el jamón de bellota ibérico

– Diferencias entre el jamón serrano y el jamón de cebo ibérico

Cuando hablamos de algo tenemos que estar seguros de los que hablamos y tenemos que tener muy claro el titular que queremos utilizar, ya que el lector es lo primero que ve y de donde saca muchas conclusiones.

No tenemos que confundir al lector con titulares confusos y que no son fieles a la realidad.

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