Críticas alumnado. MAPU y Bachillerato.


ESTHER OTERO. 2º MAPU A.

LOS SANTOS INOCENTES


Mario Camus nos regaló en los años 80 un largometraje que no tenía más remedio que convertirse en un clásico. Los Santos Inocentes está basada en la obra homónima de Miguel Delibes, que fue publicada solo unos años antes del estreno de la película y está inspirada en “la matanza de los inocentes” (del Nuevo Testamento) donde un grupo de hombres fue castigado a la pobreza y a la desdicha sin un porqué.

El libro trata sobre una familia de la España más profunda, que desarrolla su vida en las cercanías de un cortijo donde trabajan. Nos cuenta sus vivencias y sus desgracias de una manera tan dura y fría como la tierra a la que están tan fuertemente ligados. La película hace una adaptación, eliminando dos personajes y presentando la misma historia dividida en cuatro escaletas, cada una centrada en un personaje. El objetivo es mostrarnos, desde varios puntos de vista, la miseria humana: la física de los trabajadores y la moral de los señoritos. Durante la película nos desarrollan las relaciones entre estos, que a riesgo de parecer una exageración, se podría comparar con una relación de esclavitud. Desde lejos podríamos ver como los pudientes ceden parte de su terreno para que los trabajadores vivan cerca de la casa, que les procuran alimento, cuidados, la posibilidad de que sus hijos tengan una educación… Pero la casa no deja de ser una choza para animales, la comida algunas sobras, el médico solo viene cuando es causa mayor (e interesa), y la educación se acaba en cuanto tus manos son lo suficientemente grandes como para poder coger una fregona o una azada.

Además, podemos ver claramente la diferencia entre hombres y mujeres (estas ocupando el escalón más bajo dentro del estatus que tengan), y el desprecio y ostracismo con el que malvivían los minusválidos. Por otra parte (y como si se tratase de una pincelada), vemos los nuevos brotes de liberación social con la imagen de Quirce y Nieves, los hijos de la familia de criados, que no aceptan del todo esa servidumbre y son mal vistos por todo el cortijo por no “apreciar la jerarquía”.

Es un largometraje fuertemente unido a la naturaleza. La obra de Delibes quería mostrar la importancia de esta y el desapego de la sociedad actual. En la película se refleja la casi mimetización de los criados con la tierra y la inutilidad de los señoritos en los breves momentos de contacto con ella. Como dato de interés: Delibes le dedicó el libro a Félix Rodríguez de la Fuente, que había fallecido unos meses antes de la publicación. El director es Mario Camus, conocido también por dirigir La Colmena y la serie Curro Jiménez, que además, fue guionista junto con Antonio Larreta y Manuel Matji, (guion que contó con la aprobación del propio Delibes). La banda sonora fue encargada a Antón García Abril y su creación cuenta con una historia tan rocambolesca que empieza con una partitura a piano y termina con un rabel al que le quitaron dos cuerdas para que pareciera un violín, y todo por 5.000 pesetas (unos 30€).

El elenco de personajes que le da vida a la obra está encabezado por Alfredo Landa, Francisco Rabal, Terele Pávez y Juan Diego, estando sus actuaciones a la altura de la gran calidad de la obra. Se inmolaron en el proyecto de una manera tan formidable que, en entrevistas posteriores, Camus recuerda anécdotas tan interesantes como que Juan Diego fue elegido por intuición y dio en el clavo, que Francisco Rabal se transformaba completamente en una persona distinta al llegar a plató, que Terele Pávez construyó ella misma la estética de su personaje (pese a que contaba con maquilladoras y peluqueras) y que Alfredo Landa olvidó completamente su estilo de actuación cómica para conseguir meterse en un papel totalmente opuesto.

La película rápidamente se empezó a considerar como una de las obras cumbres del cine español y consiguió galardones tan importantes como: la mención especial del jurado y premios de interpretación masculina (para Alfredo Landa y Paco Rabal) del Festival de Cannes, “la mejor película” de las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos y premio ACE de Nueva York como mejor actor para Alfredo Landa, entre otros. Estuvo en cartelera casi un año y medio y recaudó más de 500.000.000 de pesetas. Cosa que ni el propio director esperaba para su “película de catetos”. Personalmente, esta película le ha puesto imágenes a aquellas historias que me cuentan mis abuelos sobre ellos mismos y mis antepasados. Historias y vivencias muy duras que nunca viviré gracias a sus esfuerzos por salir adelante, aunque aún sigan existiendo señoritos.

Esther Otero.


MARTA APARICIO. 2º MAPU A.

Y TÚ, ¿ERES CULPABLE?


Reseña: Los santos inocentes, Mario Camus.

Nos encontramos ante una de las películas más recordadas del cine español: la adaptación cinematográfica de la novela Los santos inocentes de Miguel Delibes. Fiel y descarnada, fue dirigida por Mario Camus, quien se atrevió a reflejar en este drama la vida rural durante la dictadura franquista. Estrenada en 1984 y ambientada un par de décadas atrás, nos transporta a una época anterior donde reinaba el sistema feudal y esclavista. Hay algunas pistas, como el coche de los años 60, que nos indican que sí estamos en tal década y no en la Edad Media. Esta producción española fue coescrita por el propio director junto a Antonio Larreta y Manuel Matji. Escribieron de manera individual los cuatro capítulos en los que se divide la película, llevándose Matji los dos últimos.

Antón García Abril se hizo cargo de la banda sonora a piano. Guion y música, dos elementos clave que encajan a la perfección para hacernos llegar ese tono gris, sumiso. Además, el director decidió rodar en un tono apagado, por lo que todo seguía una misma línea cada vez más oscura… Podemos decir que es una obra coral, donde casi todos los personajes son importantes. No nos muestran a un protagonista, de hecho, cada capítulo va desde cada uno de ellos.

Paco Rabal y Alfredo Landa (Azarías y Paco) se ganaron a la crítica. Terele Pávez, como Régula, nos mostraba a la mujer rural de entonces mientras que Doña Pura, interpretada por Ágata Lys, es la señora que solo se preocupa de estar guapa para ella y su amante. Destaca también Juan Diego, quien hace de señorito Iván, personaje que provoca emociones nada positivas en el espectador. Esta cinta fue nombrada Mejor Película por el Círculo de Guionistas y se posicionó como la octava Mejor Película Española en 1996. También recibió una Mención Especial en el Festival de Cannes, donde Landa y Rabal ganaron el premio al Mejor Actor. Rabal además recibió el Fotograma de Plata al Mejor Actor en 1984.

Una familia de campesinos extremeños dedican su vida a su señorito y sus tierras. Sin saber ni poder quejarse, acatan todas sus órdenes y humillaciones a diario. Azarías, hermano de la madre de familia, decide incorporarse a trabajar con la familia tras ser despedido. Es entonces cuando nos narran historias desde la visión de diferentes personajes. Cuatro capítulos, una vida de humillación donde tienen que aceptar el puesto que les ha tocado en la jerarquía social. Personas marcadas desde el día en que nacen, destinadas a lo que la sociedad les dicta y sin oportunidad de ser otra cosa. Marionetas andantes que solo sirven y sirven y con suerte, entre humillaciones, ven algo de luz. Un atisbo de rebeldía aparece en los más jóvenes de la familia, quienes están decididos a acabar con los sacrificios y obediencias. La importancia de marcar límites por y para uno mismo. Por desgracia, en mayor o menor medida, encontramos paralelismos con el mundo de hoy. Siguen las desigualdades entre clases sociales, la explotación laboral y la superioridad de unos “seres humanos” sobre otros. ¿Hablamos de suerte al nacer o todos tenemos las mismas posibilidades en la vida? Suerte con dónde y cuándo naces, pero procura no ser el señorito.

Marta Aparicio.


ALBA GALEA. 2º MAPU A.

La triste y aleatoria condena.


Nos encontramos ante un intenso y desgarrador drama social, ambientado en los años 60, que muestra las inhumanas condiciones en las que vive una familia de clase baja marcada por la posición social y destinada a atender con gran disciplina a la alta sociedad, siendo el concepto de obediencia confundido con el de servidumbre. Mario Camus, ganador de un premio Goya de Honor y director de la película, solía producir filmes basados en obras literarias como La colmena de 1982 y Los santos inocentes de 1984.

Este director contó con la ayuda de Miguel Delibes, autor del libro Los santos inocentes en el que se basa esta historia, para la producción y rodaje del filme, el cual aceptó con una condición, en los descansos no comería con los actores sino con los personajes. Paco Rabal (Azarías) y Alfredo Landa (Paco, El bajo), dúo que se llevó el premio a mejor actor en el Festival de Cannes de 1984, por sus notables adaptaciones de los personajes que consiguieron sin duda engrandecer su profesión. Por otra parte, cabe destacar el admirable papel de Susana Sánchez-Rebato (La niña chica) que deja sin palabras, tanto es así que todo el mundo pensó que en la realidad Susana tenía una discapacidad hasta que ella misma intervino en un foro declarando que estaba llena de satisfacción si los espectadores pensaban así de su interpretación.

Además, subrayar que Sánchez-Rebato solo tenía 9 años cuando el filme se rodó. Los Santos Inocentes fue grabada en un tono gris y apagado, lo que le da a la película un tono melancólico perfecto para el tema que trata, la división de clases, una parte de la población castigada a la pobreza y desdicha de por vida sin haber hecho nada, causa por la que los hijos de la familia luchan por un cambio, ellos desean estudiar y alejarse del común analfabetismo aún así viniendo de la clase baja. Además, es reseñable la profunda exclusión social que sufrían las personas con diversidad funcional en la época, tanto es así que se las consideraban como una carga para la familia.

En el treinta aniversario del estreno, Camus declaró que el señorito de hoy no está en el cortijo, sino en el banco y en el gobierno. Esa misma humillación y sometimiento, aunque en menor medida, la vivimos nosotros hoy. Por ello la trama de la película no se aleja tanto de la realidad actual. Por último, cabe añadir que el director no confiaba en esta "película de catetos", como él mismo la llamaba, aunque para su sorpresa se ha convertido en unas de las mejores películas españolas hasta la fecha, debido a que Los santos inocentes consigue que los espectadores se identifiquen y emocionen con un pasado al que no quieren volver.

Alba Galea.


MARTA APARICIO. 2º MAPU A.

La película que no tomarás en broma.

Reseña: CALLE MAYOR de Juan Antonio Bardem.

La producción hispanofrancesa Calle Mayor (1956) escrita y dirigida por Juan Antonio Bardem se presenta como una de sus obras maestras. Con este drama de 95 minutos cargado de egoísmo y mentira, y basado en la obra teatral "La señorita de Trevélez", de Arniches, se nos muestra una turbia España de posguerra de los años 50. Con un reparto de primera, destacan Betsy Blair como Isabel y José Suárez como Juan. No podemos olvidar al actor francés Yves Massard como Federico, a Dora Doll interpretando a Tonia o a Lila Kédrova en el rol de Pepita.

Michel Kelber se hizo cargo de la fotografía teniendo siempre presente la profundidad de campo, pudiendo apreciarse tanto los objetivos del fondo como los más cercanos. Josehp Kosma e Isidro B. Maiztegui, supieron emplear la banda sonora y los silencios para generar entre otras emociones, angustia e intriga. Esta cinta está dentro de las 50 mejores películas europeas de la historia del cine. Obtuvo El Gran Premio de la Crítica Internacional del Festival de Venecia en el año 1956. Esto no hubiera sido posible de no ser porque los productores ignoraron la censura y enviaron de manera clandestina un negativo. Además, fue nominada al León de Oro y fue elegida por la Academia española para representar a nuestro país en los Óscar. Eran tiempos difíciles en España, pero sobre todo para la libertad de expresión. Bardem fue acusado de un delito de opinión y tras dos semanas en la cárcel, fue puesto en libertad gracias a la ayuda del sindicato francés de trabajadores cinematográficos, quienes además consiguieron que no fuera sustituido por otro director. Cabe mencionar que la actriz Betsy Blair se negaba a continuar rodando sin Bardem.

En este filme, un grupo de “señoritos” se dedican a hacer bromas pesadas a los vecinos de su pueblo, hasta que un día de copas planean su “broma maestra”. Isabel, una mujer de 35 años, soltera y fracasada en su vida amorosa según su sociedad, conoce a Juan, quien es cómplice de la broma, y trata de enamorarla hasta llegar a pedirle matrimonio. Todo comienza con una voz en off, propia de la obra de Bardem, la cual nos sitúa e introduce en “una pequeña ciudad de provincias”. Con un ambiente inquietante, nos presentan a unos personajes reprimidos, mediocres y siempre angustiados. Repleta de simbología, como los trenes que se van y parecen no volver nunca, precipicios, jaulas... o como la propia Isabel, que representa toda la inocencia e ingenuidad; Juan, hasta las cejas de insensibilidad; y Federico como la conciencia con un toque rebelde.

La cinta nos muestra a una sociedad machista donde la mujer es un objeto. Una sociedad donde las mujeres no solían trabajar porque eran criticadas por sus familiares. Mujeres que solo saben esperar y soñar con que aparezca un hombre que las colme de amor y de hijos. Porque eso era lo que se esperaba, y el ser soltera o madre a los 36 años era un fracaso como mujer. “Las mujeres no podemos hacer otra cosa, solo esperar, en las esquinas, paseando por la Calle Mayor, detrás de las ventanas…” decía Tonia, reafirmando que las mujeres están ahí sin más, sin aspiraciones, sin objetivos en la vida, sin pasiones, reprimidas y forzadas a ser “señoritas” y a dar exclusivamente lo que se esperaba de ellas. Calle Mayor, “una broma de señoritos para reírse de una solterona” que hizo reflexionar a la sociedad de los años 50 y que, por desgracia, sigue reflejando parte de nuestro presente. Cargada de contenido político y golpes de crudeza y realidad, es una de las películas que más criticó a la sociedad de la época y que provocó pánico entre los censores. Tanto, que incluso obligaron a que se especificara que los hechos no pertenecían a ningún lugar concreto. Todo ello nos despierta para seguir luchando como sociedad por nuestros derechos, nuestra libertad de expresión y por la libertad del arte en sus diversas formas.

Marta Aparicio. 2º MAPU A.


ALBERTO NIETO. 2º MAPU A.


CALLE MAYOR, 1956. Juan Antonio Bardem.

Estamos ante una película considerada como una de las grandes obras del cine español de la época, un filme dramático del año 1956, dirigida y guionizada por Juan Antonio Bardem y cuyo reparto está formado por Betsy Blair, José Suárez, Yves Massard, Luis Peña, Dora Doll, Alfonso Godá y Manuel Alexandre. Además, fue galardonada con el Premio Fipresci en el festival de Venecia de 1956, y nominada al León de Oro.

Todos los acontecimientos se desarrollan en una pequeña ciudad española donde sus habitantes viven sus vidas arraigados a la tradición y costumbres, y en la que un grupo de amigos de clase alta viven acomodados dedicando la mayor parte de su tiempo a pasar las horas en los bares, hablando de cualquier tema relevante para ellos, gastando bromas que en ocasiones carecen de sentido alguno, y bebiendo, esto último, sobre todo.

Es en este ámbito donde tendrá lugar la trama principal de la película, una apuesta entre amigos donde uno de ellos tendrá que conquistar a una mujer soltera con el único fin de engañarla para más tarde proponerle matrimonio. Para ello se aprovecharán de una persona que está en una búsqueda constante del amor, donde la figura de un marido como cabeza de familia ocupa una parte fundamental en su vida.

Poco a poco, con el transcurso de la historia, uno de los personajes protagonistas, el integrante del grupo de amigos que llevará a cabo la apuesta, empieza a darse cuenta de que el camino que había iniciado estaría lleno de remordimientos y empatía, pero no hacia la mujer con la que establece una falsa relación, sino hacia él mismo, preocupándose por cómo podría afectar esto a su vida y por cómo salir de lo que él mismo había propiciado.

Lo que hoy en día nos parece mezquino e incluso denigrante, es el fiel retrato de una sociedad machista, carente de sensibilidad en muchos aspectos de la vida, lleno de prejuicios e hipocresía y con una sobrecogedora mirada al papel de la mujer de la época.

Esta visión que nos aporta el director, sumado a las buenas interpretaciones de los protagonistas, hacen de esta película una de las obras más importantes del cine español.

En mi opinión, se trata de una película bien estructurada, cuyo guion está constantemente hilando los pequeños detalles de una historia que, a pesar de pertenecer a una época en la que las producciones españolas ganaban protagonismo de manera paulatina, mantiene enganchado a los espectadores transmitiéndoles la incertidumbre de la trama y transportándoles a un momento determinado de nuestra historia reciente, a través de un claro ejemplo de cómo transcurría la sociedad reflejada en el filme.

Alberto Nieto Pérez

2º MAPU A



CRÍTICAS DE BACHILLERATO.

PABLO RIVERO GALVÍN

Crítica de Cine - Hasta El Último Hombre - Pablo Rivero Galvín.pdf

OLGA SÁNCHEZ DIZ

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MARINA ROMERO OLMO

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JESÚS Mª ROMERO RUIZ

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