¿Qué vamos a aprender en este tema?
- Qué pasó en la Península Ibérica después de la caída del Imperio Romano.
- Las conquistas musulmanas
- La vida en Al - Andalus bajo los musulmanes.
- Los primeros Reinos Cristianos en el norte de la Península Ibérica, y cómo se unieron.
- La expansión de los Reinos Cristianos hacia el sur.
- La vida en los Reinos Cristianos.
- Arte y cultura medieval en la Península
APUNTES PARA REPASAR
LOS VISIGODOS
¿QUIÉNES FUERON LOS VISIGODOS?
Para entender el inicio de la Edad Media en la península ibérica hay que situarse en el mismo comienzo de esta, que tiene su origen, como sabemos en el final del Imperio romano. En el siglo IV la debilidad del Imperio hizo posible que distintas tribus o naciones bárbaras fueran penetrando las fronteras de la parte occidental del Imperio. Ya en el siglo V esta presencia se fortaleció dando paso a establecimientos formales .
En este contexto, en la península ibérica penetraron a partir de 409 los suevos, vándalos y alanos. Las autoridades romanas intentaron mantener el control de la Tarraconense, asegurándose el acceso al Mediterráneo. En el 418, el Estado romano firma un pacto (foedus) con los visigodos, entregándole tierras a cambio de su ayuda para someter a los otros grupos germánicos que había invadido Hispania (suevos, vándalos y alanos).
Así pues, los visigodos se asentaron en el sur de Galia y el norte de la Península Ibérica. Ubicaron su capital el Tolosa y expulsaron a vándalos y alanos. Tras la desaparición del Imperio romano occidental otro pueblo germano, los francos, se enfrentaron a los visigodos en la batalla de Vouillé (507). Como la victoria fue para los francos, los visigodos abandonaron el sur de Galia y se quedaron en Hispania, formando un reino con capital en Toledo. El rey Leovigildo expulsó a los suevos del noreste de la Península (575) y reprimió una revuelta de campesinos en Sierra Morena. A principio del siglo VI los reyes visigodos fueron expulsando a los bizantinos de la costa del sur de la Península.
Se produjo un proceso de germanización de la Península, es decir, la adopción de elementos culturales germanos por parte de los habitantes hispano-romanos. Con el tiempo, la nobleza de los dos grupos se acabó mezclando, mientras que la mayor parte de la población eran campesinos libres o campesinos que trabajaban para la nobleza como siervos, es decir, no podían abandonar sus tierras.Los germanos y los hispano-romanos tenían leyes y religiones diferentes. Los visigodos eran cristianos arrianos, a diferencia de los hispano-romanos, que consideraban al arrianismo una herejía (falso cristianismo).
La división religiosa acabó cuando Recaredo decidió la conversión de los visigodos y el abandono del arrianismo en el III Concilio de Toledo (589). Desde ese momento la Iglesia tuvo mucha importancia. No solo se dedicaban a la religión, tenía protagonismo político y se encargaba de la cultura. El obispo san Isidoro de Sevilla reunió todo el saber de su época en una obra llamada Etimologías.
Su sistema político era una monarquía electiva en la que los nobles elegían al nuevo rey. Como no se ponían de acuerdo a menudo, hubo numerosas guerras civiles. Finalmente también hubo enfrentamientos por el sistema de sucesión de los reyes, prefiriendo algunos sectores de la nobleza la monarquía hereditaria frente a la electiva.
Aprovechando una de estas guerras civiles y la debilidad provocada por tantos años de lucha interna, los musulmanes llegaron a la Península y acabaron con el reino visigodo.
Siglos VIII a XI
En este apartado veremos cómo se produjo la invasión y posterior expansión de los musulmanes por la Península Ibérica, así como el origen y primera evolución de los reinos cristianos en el norte.
La invasión musulmana y el origen de los reinos cristianos.
La invasión musulmana
La conquista de Al-Andalus fue muy rápida debido a:
El reino Visigodo no estaba unido y su rey tenía poco poder
Los musulmanes fueron muy rápidos
Los pactos de los musulmanes con la gente de la localidad, que les dejaba conservar su religión
En solo 5 años los musulmanes ocuparon casi toda la Península Ibérica
Los musulmanes fueron frenados en dos batallas:
Covadonga (722, Asturias), su héroe fue Don Pelayo
Poitiers (732, Francia)
En la Península Ibérica, a finales del siglo VII, el reino visigodo de Toledo atravesaba una importante crisis política. Los monarcas elegidos no eran capaces de ejercer el gobierno real sobre su territorio, y las estructuras políticas del reino eran cada vez más débiles. Por el contrario, en el norte de África el avance del islam era imparable. Las tribus bereberes (grupos nómadas del norte de África) se habían integrado en la estructura política y militar del califato Omeya.
En la primavera del 711 el gobernador bereber de Tánger Tariq cruzó el estrecho y reunió 12.000 soldados. Los nobles visigodos estaban enfrentados entre sí por la elección del rey Rodrigo en el 710. Dicha elección no fue reconocida por los hijos del monarca anterior (Witiza). Por lo que pactaron con los musulmanes una ayuda militar para derrocar a Rodrigo.
El origen de los reinos cristianos
Tras la invasión del año 711, los musulmanes conquistaron casi toda la Península Ibérica. Sin embargo, algunos nobles visigodos resistieron en la sierra cantábrica. Con el tiempo formaron los reinos de Asturias, León y Castilla.
En 795, Carlomagno invadió y creó la Marca Hispánica a lo largo del sur de los Pirineos para proteger su imperio contra Al-andalus. A medida que el Imperio carolingio se debilitó, esta zona se fue independizando gradualmente. Había tres centros principales: Navarra, Aragón y los condados catalanes.
ASTURIAS Y LEÓN:
En la Cordillera Cantábrica, un noble visigodo llamado Pelayo resistió a los musulmanes. Según la leyenda, ganó la batalla de Covadonga en el año 722 y creó el reino de Asturias. Este está considerado el primer reino cristiano del norte de España tras la invasión musulmana. Poco a poco el reino fue creciendo hasta llegar al río Duero (fronteras naturales). Pasó a llamarse reino de León.
CASTILLA:
Originalmente Castilla era un condado de León, pero en el siglo X, Fernán González independizó a Castilla. En el siglo XI se convirtió en reino bajo Fernando I. Fernando lo unió con León en 1038. No fue hasta 1065 que se separó del reino de León y se convirtió en un reino por derecho propio.
PORTUGAL:
Portugal fue inicialmente un condado de el reino de castilla y leon.
En el siglo XII declaró su independencia y Alfonso Henriques se convirtió en el primer rey de Portugal.
NAVARRA:
En el siglo IX, la familia Arista fundó un reino con su capital en Pamplona. Al principio se llamó reino de Pamplona, pero posteriormente pasó a llamarse Navarra. El rey más importante de Navarra fue Sancho IV (1004-1035), que controlaba gran parte del norte de España.
Posteriormente, los monarcas de Navarra se relacionaron con la realeza francesa a través del matrimonio.
LOS CONDADOS CATALANES:
Recuerde que en el año 795 Carlomagno creó la Marca Hispánica. Posteriormente esa zona será conocida como los condados catalanes, formada por una serie de pequeños condados. En el siglo IX Wilfredo el Velloso tomó el control de todas las comarcas catalanas. Los condes catalanes continuaron rindiendo homenaje a los reyes franceses durante bastante tiempo, pero en la práctica fueron independientes.
(hasta aquí la primera prueba escrita)
Del Emirato dependiente al Califato de Córdoba.
EMIRATO DEPENDIENTE DE DAMASCO (711-756)
711. Tras el desembarco y victoria sobre los visigodos en la batalla de Guadalete, los musulmanes no se van: invaden toda la Península Ibérica y usurpan el trono a los visigodos.
Al-Andalus se convierte en una nueva provincia del Califato de Damasco. Fijó su capital en Córdoba, y estaba gobernada por emires (gobernador) (dependientes del gobierno en oriente) bajo la supervisión del califa.
Los dirigentes árabes se quedaron con las tierras y ciudades más fértiles del sur y del levante, mientras que las del valle del Duero y del Ebro, con un clima más duro y menos productivas, quedaron en manos de bereberes. Este reparto provocó enfrentamientos entre ambos grupos musulmanes.
Asimismo, comenzó un intenso proceso de islamización, se organizó la recaudación de impuestos entre la población local.
El resto de la sociedad andalusí estaba formado por los muladíes (antiguos cristianos conversos al Islam), mozárabes (cristianos residentes en territorio musulmán) y un importante número de judíos.
El EMIRATO INDEPENDIENTE (756-929). La independencia política
756. Los Omeyas son asesinados: el final de la dinastía Omeya y el comienzo de la dinastía Abasí.
Cuando cayeron los Omeyas, vencidos por los Abasíes, el omeya Abd al-Rahman I se estableció en Al-Andalus y se declaró emir independiente. Representará la máxima autoridad política, aunque siguió aceptando la autoridad religiosa del califa.
En los casi dos siglos de gobierno al-Andalus atravesó momentos turbulentos: enfrentamientos con los francos, con los cristianos y entre ellos mismos por las luchas internas y el cuestionamiento de la autoridad de los emires. Los dirigentes árabes se quedaron con las tierras y ciudades más fértiles del sur y del levante, mientras que las del valle del Duero y del Ebro, con un clima más duro y menos productivas, quedaron en manos bereberes. Este reparto comportó enfrentamientos entre ambos grupos musulmanes.
CALIFATO DE CÓRDOBA (929-1031).
Tras la fase de conquista (711-714), Emirato dependiente (711-756) y Emirato Independiente (756-926), asistmos a la fase de mayor esplendor de Al-Andalus: El Califato de Córdoba (929-1031).
En el 929, Abd-al-Rahmán III se autoproclama califa, independizándose en el plano religioso de Bagdad. Este hecho marca el inicio del CALIFATO DE CÓRDOBA.
Durante su gobierno y décadas después se vivió una época de esplendor convirtiendo a Córdoba en una de las principales ciudades de Europa. En el 976 llegó al califato el joven Hisham II. Y el gobierno quedó en manos del general, al-Mansur (Almanzor) que dirigió personalmente la política del Califato.
Este período se caracteriza por:
Independencia absoluta: política y religiosa.
Es la época del máximo esplendor de Al-Andalus.
Córdoba será una de las más grandes e importantes ciudades del mundo.
Mientras en el Califato de Córdoba se vivía el periodo de mayor esplendor de
Al-Andalus, los Reinos Cristianos del norte continuaban su expansión...
LOS REINOS CRISTIANOS Y EL INICIO DE LA REPOBLANCIÓN
Poco a poco y aprovechando los momentos de debilidad de Al-Andalus, los Reinos Cristianos avanzan hacia el sur conquistando tierras a los musulmanes.
Este proceso no habría sido posible sin el fenómeno de la REPOBALCIÓN. La repoblación es la ocupación por nuevos habitantes de las tierras que o bien estaban deshabitadas en el valle del Duero o las que iban conquistando a Al-Andalus.
Hubo dos tipos de repoblación:
Repoblaciones libres (siglos IX-X): mediante la concesión de presura o aprisio, por las cuales el rey concedía tierras para repoblar a campesinos y campesinas libres. Los colonos que se establecían en estos terrenos poseían pequeñas parcelas de tierra (alodios) y formaban aldeas. Los pastos, bosques y ela gua eran colectivos.
Repoblaciones concejiles (siglos XI-XII): Organizadas de forma colectiva por los reyes en zonas de frontera que sufrían continuos ataques. Para estimular la repoblación los reyes ofrecían privilegios a los habitantes.
Estos privilegios podía ser: Fueros: derechos, libertades o exenciones de impustos que se otorgaban a los habitantes de una aldea. Cartas pueblas: contratos que fijaban las condiciones de cultivo de las tierras.
Siglos XI a XIII
En este apartado veremos cómo El Califato de Córdoba se desintegra en multitud de pequeños reinos llamados de Taifas y como esta situación es aprovechada por los reyes cristianos para avanzar en su conquista. Posteriormente y como consecuencia de la debilidad de los reinos de Taifas y la presión de los reinos cristianos veremos como Al-Andalus cae bajo el poder de los imperios norteafricanos: Almorávides y Almohades. De igual modo veremos como los reinos cristianos siguen expandiéndose y afianzado su poder en la Península.
Reinos de Taifas e imperios norteafricanos
Cuando el poder el poder de los califas enpieza a caer, la unidad del Califato de rompe. Los nobles, altos funcionarios y el ejército intentan escapar del poder del Califa y convertirse en la máxima autoridad en su provincia (cora). En 1031 se contaban 25 reinos independientes, llamados taifas.
Esta fragmentación los debilitó militarmente, lo que fue aprovechado por los reinos cristianos. Finalmente esta situación facilitó la invasión de almorávides y almohades.
LOS ALMORÁVIDES (1086-1147)
Los cristianos conquistaron Toledo en el 1085, llevando la frontera musulmana al Tajo. Los musulmanes, concretamente las taifas de Sevilla y Badajoz, pidieron ayuda a los almorávides, guerreros bereberes que habían formado un gran imperio en el norte de África, con capital en Marrakech.
Los almorávides, fundamentalistas del islam asentados en el Sahara, cruzaron el Estrecho, derrotaron a los ejércitos cristianos y reunificaron al-Andalus. Pero en pocos años, sus generales cayeron en el lujo y corrupción de sus antecesores. Esto facilitó una nueva ofensiva cristiana.
LOS ALMOHADES (1147-1248)
En 1147, los almorávides, fueron sustituidos por los almohades, que provenientes también del norte de África, lanzaron una importante ofensiva general contra los reinos cristianos.
Lograron mantener unos años más el Estado andalusí. Pero una coalición de reyes cristianos dirigidos por Alfonso VIII de Castilla y de cruzados europeos apoyados por el papa, derrotaron a los musulmanes en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212. Tras esta derrota los cristianos conquistaron casi toda al-Andalus y el imperio almohade se desintegró en 1248.
Consolidación y expansión de los Reinos Cristianos
Los Reinos Cristianos, que se consideraban a sí mismos herederos de los reyes Visigodos, intentaron siempre expandir sus reinos hacia el sur de la Península, quitándole poco a poco territorio a Al-Andalus.
Las causas de la expansión de los Reinos Cristianos fueron varias, entre las que destacan:
Fue creciendo la debilidad de Al-Andalus (fragmentación en taifas en el año 1031, cada taifa era muy débil).
Necesidad de nuevas tierras de cultivo con la llegada de la crisis y la peste negra.
Ideal de “Reconquista” o de Cruzada para recuperar la Península ante la invasión de los musulmanes. Muchos pensaban que luchar contra los musulmanes tendría bendiciones religiosas.
Cada vez los Reinos Cristianos fueron más fuertes, y los musulmanes tuvieron que pedir ayuda a Almorávides y Almohades. Finalmente los Almohades fueron derrotados en la Batalla de Navas de Tolosa en 1212 frente a los Cristianos.
Posteriormente Fernando III y Alfonso X el Sabio conquistaron gran parte de lo que es actualmente Andalucía. Pronto Granada sería el único reino musulmán que quedaría.
Siglos XIV y XV
El Reino Nazarí de Granda y el final de Al-Ándalus
El reino de Granda fue fundado a mediados del siglo XIII por el noble nazarí Mohamed-Ben-Nazar, aunque originalmente tenía su centro de poder situado en Jaén. Unos años después el monarca nazarí trasladó su corte a Granada, alrededor de la cual organizó su nuevo estado. El reino sobrevivió gracias a su favorable ubicación geográfica, tanto para la defensa del territorio como para el mantenimiento del comercio con los reinos cristianos peninsulares.
Sin embargo, fue perdiendo territorios paulatinamente frente a la Corona de Castilla, hasta su definitiva desaparición tras la Guerra de Granada, siendo tomada en 1492, por los Reyes Católicos.
El reino nazarí de Granada sería el último Estado musulmán de la península ibérica, la antigua al-Ándalus. Su último rey fue Muhámmad XII (conocido como Boabdil el Chico), derrocado por los Reyes Católicos, que se vio obligado a rendir Granada el 2 de enero de 1492. Tras esto fue definitivamente incorporado a la Corona de Castilla como Reino de Granada.