¿Cómo afectan al entorno familiar? Estas pueden ser algunas de las consecuencias cuando alguien o varios miembros de tu familia hacen un uso problemático de las pantallas. Si en una familia pasamos más tiempo mirando pantallas que mirándonos entre nosotros/as, muchas de las dinámicas familiares se verán afectadas. • Será más difícil comunicarse, demostrarse afecto, poner normas, atender a los menores y a la pareja (si existe). • Pueden surgir conflictos o discusiones familiares derivados directamente del abuso: horarios, uso de dinero, uso de espacios compartidos, dejación de obligaciones domésticas, laborales o escolares, etc. • Serán habituales los cambios de humor en todos los miembros de la familia: ansiedad, tristeza, irritabilidad, sentimientos de culpa, vergüenza, insomnio…
• PREGÚNTATE. Si eres padre o madre pregúntate primero sobre tu relación con las pantallas. ¿Puedo mejorar el uso que hago de ellas?
• DA EJEMPLO. Ofrece un ejemplo de uso responsable de las tecnologías, incluida la televisión.
• EL MUNDO OFF-LINE TAMBIÉN EXISTE. Habla sobre relaciones off-line (o que no se dan en redes), juega a juegos sin que medie una pantalla, haz deporte, cocina en familia. Realiza actividades familiares no tecnológicas.
• RELACIÓNATE SIN PANTALLAS. Establece horarios y lugares libres de pantallas: la hora de comer y mesa del comedor, el tiempo y la mesa de estudio, la hora de ir a la cama –sin móvil–…
• RELACIÓNATE CON PANTALLAS. Usa las pantallas en compañía de tus hide pantallas. Acuérdate que la tele, también es una pantalla.
• DESCONÉCTATE. Enseña el valor de estar solo/a y desconectar del trabajo, del estudio, de los amigos/as e incluso de la familia. • PON NORMAS. Expresa con claridad las normas de uso de pantallas: tiempos, espacios, actividades permitidas…
• EDUCA. Evita usar la tecnología como guardería. Un ejemplo es dejar un móvil a un hijo en un restaurante para que no moleste, o poner la tele para que coman sin protestar. ¡Si no te lo comes, apago la tele!
• DIALOGA. Conversa en familia sobre el abuso de la tecnología. A través de preguntas y reflexiones ayuda a construir un discurso crítico y veraz sobre el uso de la tecnología.
• SE CREÍBLE. Acepta la idea de que existen personas que usan la tecnología sin llegar a tener un problema. Evita opiniones extremas sobre los perjuicios del uso de pantallas o perderás credibilidad.
• A CORTO PLAZO. Es más efectivo para hacer prevención que hables de las consecuencias a corto plazo del abuso de las pantallas.
• SUPERVISA. Siempre desde el respeto a la intimidad y adaptándote a la edad de los menores revisa el uso
• SE ORIGINAL. Regala objetos no tecnológicos, no premies siempre dando vía libre al uso de pantallas. ¿Una excursión? ¿Un cómic? ¿Material artístico?
• ASOCIA TIEMPO LIBRE A PREMIO. Si escribes una serie de normas cuyo cumplimento conlleva un premio diario o semanal, no asocies el premio al uso de una pantalla. Es mejor, emplear la expresión, “tiempo libre” donde el menor decide si usa pantallas o no. • LOS Y LAS EXPERTAS EN SALUD INFANTIL RECOMIENDAN:
• De cero a 2 años: Ninguna pantalla. • De 2 a 5 años: Entre media y una hora al día.
• De 7 a 12 años: Una hora con un adulto delante. Nunca mientras comen.
• De 12 a 15 años: Una hora y media. Supervisando actividad.
• Con más de 16 años: Dos horas como máximo. Dormitorios sin pantallas.
• PIDE AYUDA. Si crees que algún miembro de tu familia tiene un problema en relación con el uso de pantallas pide ayuda lo antes posible.