El papel del hombre en los procesos evolutivos de otras especies

Homo sapiens, así es como se denomina la especie a la que pertenecemos desde hace 250.000 años, aproximadamente. Nuestro actual “diseño” tardó miles de años en desarrollarse para permitir al Homo sapiens adaptarse a nuevas y diversas condiciones ambientales sin extinguirse en el intento.

Cuando nuestra especie se originó existían otras de aspecto humano, como los neandertales; sin embargo, nuestros parientes más cercanos se extinguieron bajo distintas circunstancias. La explicación a esto radica en que los “humanos modernos” parecían tener una mayor habilidad para innovar y adaptarse, además de disponer de un número mayor de alternativas de solución a los problemas. El paleontólogo y profesor Jean-Jacques Hublin de la Sociedad Max Planck dijo a la BBC que incluso nuestro comportamiento, o las circunstancias en que vivimos, pueden cambiar nuestra constitución genética.

La extinción hace parte de la evolución, es algo que ha sucedido de manera natural por millones de años, una especie se extingue mientras otras surgen, evolucionan, se adaptan al medio y sus cambios; sin embargo, diferentes estudios científicos demuestran que los fenómenos antropogénicos interfieren en las dinámicas evolutivas de otras especies, en muchas ocasiones de manera perjudicial. Hemos puesto a prueba la capacidad de supervivencia de varias especies, pero muchas de ellas no alcanzaron a adaptarse y ahora están extintas.

Los cambios ambientales que surten del crecimiento vertiginoso de la actividad humana (Ej. deforestación y contaminación, ingredientes clave en el cambio climático) alteran el ritmo evolutivo de las especies. El cambio climático se considera una de las cinco presiones principales que impulsan la pérdida de la biodiversidad en el mundo, junto con la pérdida de hábitats, la sobreexplotación, la contaminación y las especies invasoras.