Del litoral al laboratorio: manglar, ciencia y comunidad

Los manglares y la comunidad

Muchas de las comunidades que habitan en los litorales viven del manglar, han hecho de él su estilo de vida, tienen en la sangre una cultura ancestral llena de tradiciones que dependen en gran medida de su relación con el mangle, es su historia, su sustento y para muchos, su futuro.

Sacar la Piangua del manglar, o pianguar como le llaman las comunidades del pacífico colombiano, es una actividad grupal exclusiva de las mujeres del litoral y es parte fundamental del sustento de sus familias; pero de los manglares no solo se extrae Piangua, también se obtienen cangrejos, peces, camarones, leña para fogones y en algunos casos hasta para construir los ranchos. Algunas comunidades del pacífico, como por ejemplo en Nuquí, han reducido su uso para cocinar gracias al uso de “fogones ahorradores” y han incorporado recorridos ecoturísticos y de aventura en los manglares para tener otra fuente de ingresos.

“En Colombia la Ley 70 le dio titularidad de territorios a colectivos de afrodescendientes e indígenas, dio un grado de libertad de aprovechamiento de los recursos de manglar mientras sea sostenible y mientras se conserve en extensión las áreas de manglar”, explica el docente de la Universidad de Antioquia, Juan Felipe Blanco.

Pero en la región caribe la relación de las comunidades con el manglar es muy diferente, los Wayúu que viven más cerca de las costas no derivan su sustento ni su vivienda del manglar, casos similares ocurren en las zonas de Santa Marta, Cartagena y Barranquilla.

Edward Sevilla, biólogo marino y funcionario de la CVC, dice que la relación de las comunidades del pacífico con el manglar es bastante sana, sin embargo “… en algunos momentos esa relación cambia pero es por falta de estrategias o estímulos para ese cuidado, las personas han cortado mangle toda la vida para su uso personal y cuando no lo pueden cortar hay que generarles alternativas desde la visión de las mismas comunidades”.