Según Ladino, en ninguno de los modelos climáticos globales que realizan predicciones del clima se tienen en cuenta las mediciones que su grupo de investigación encontró, lo que se convierte en una omisión y desconocimiento de la capacidad que tienen “los océanos como fuente de partículas que pueden formar nubes”. Es por ello que los modelos climáticos globales deben tratar de incorporar los datos recogidos por este grupo de científicos y ver cuál es su efecto sobre las condiciones del clima a futuro.

Si bien es conocido que los gases de invernadero son responsables de generar un aumento de la temperatura a nivel superficial, las nubes actuarían como contrapeso, pues, en teoría, están ayudando a enfriar el planeta gracias a su capacidad de reflejar parte de la radiación solar. Sin embargo, Ladino advierte que “no sabemos aún cuál es la dimensión o la proporción de enfriamiento que estas nubes generan, debido a que hay muchos procesos que aún desconocemos; entonces, es allí donde se debe hacer más investigación”.

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