La filosofía educativa en Puerto Rico es un tema que no ha conseguido una solución final. Según el Dr. Suárez en su libro Filosofía de la Educación, en Puerto Rico no existe un dogma filosófico en el sistema de educación que sirva de guía para los maestros para poder planificar sus clases. La razón que el Dr.Suárez ofrece es que, debido a nuestro estatus político, no logramos definirnos en un dogma filosófico. Más aún, estos temas y más, serán clave para establecer el proceso de enseñanza que los maestros deben seguir para una enseñanza más uniforme: ¿qué sociedad como maestros queremos construir?, ¿cuál es el rol que tiene la educación en los estudiantes?, ¿qué hábitos debemos destacar?, ¿cómo debemos enseñar? y ¿qué rol tiene el maestro en el proceso de enseñanza?
Estos puntos son algunos de los tantos en los cuales un maestro debe tratar de identificar para poder conocer cuál es su filosofía educativa. La razón de qué un maestro deba tener un dogma filosófico es para poder saber cómo impartirá la enseñanza, ya que, debido al problema de Puerto Rico en establecer una filosofía, un maestro debe saber por donde se orienta. A continuación, abundaré sobre unos puntos clave para delinear mi dogma filosófico.
Primero, debo expresar que mis pensamientos se alinean entre algunos puntos del pensamiento de Aristóteles y Dewey. El primero, tomo como punto principal el método de demostración. El segundo, sobre que se aprende haciendo. Éstos dos puntos van alineados con lo que yo considero es mi pensar sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje. A los estudiantes les demuestro un material (enseño) y mediante el proceso de preguntas logro aprender sobre su pensar respecto al tema que se esté tocando. No es sólo demostrar a los estudiantes un conocimiento que ya está dado, si no, lograr que los estudiantes mediante proyectos logren aprender haciendo o descubriendo un material histórico que sea producto de su búsqueda. En el ámbito de la Historia o Estudios Sociales, considero que el método de demostración es más efectivo para cubrir el material de forma más efectiva y asegurándose de dar espacio para formular preguntas que despierte su curiosidad histórica. El método de Aristóteles más el de Dewey, aplica en el ambiente escolar, pero más fuerte en el nivel secundario, en donde yo me enfoco.
Entonces, partiendo desde mi pensar sobre el dogma filosófico, ¿Qué rol tengo como maestro en el salón de clases y en la escuela? Teniendo en mente que el proceso de enseñanza, o como maestro enseño y aprendo, es que adjudico que la relación que debe tener un maestro con sus estudiantes es una de amistad. La razón es que el lazo entre nosotros debe ser fuerte para que el conocimiento que trato de compartir, los estudiantes puedan asimilar que es un amigo el que se está comunicando con ellos porque quieren lo mejor para ellos. Por tanto, si el maestro es un amigo de cada uno de ellos, eso facilita el aprendizaje de los estudiantes y más aún, cuando yo esté discutiendo un material y los estudiantes no entiendan, espero que la relación de amistad que seguimos formando ayude a que ellos se atrevan a preguntar para que aclaren sus dudas. Entonces, con la amistad entre maestro y estudiante, para que mis estudiantes comprendan el material de una manera más eficaz, considero que el conocimiento debe transmitirse, pero tienen que haber aspectos en donde el conocimiento se construya. Éstos dos aspectos los selecciona porque en el área de la Historia es más fácil impartir el conocimiento para despertar curiosidad en los estudiantes para luego empezar a construir el conocimiento, realizando trabajos que lleven al estudiante a descubrir para construir. Para que el conocimiento se de, y yo este seguro de que algo aprendieron, los motivaré mediante el uso de análisis y reflexiones, en donde los estudiantes deberán tener claro los puntos discutidos para analizarlos o reflexionar sobre ellos. La motivación es pieza clave, más la amistad que se crea entre maestro y estudiante.
Por tanto, pasamos al punto en donde delimito el alcance que tiene la escuela con la sociedad. La escuela debe y tiene que tener como propósito el educar a los estudiantes a que fortalezcan su pensamiento crítico, para que al graduarse analicen el conocimiento que les llega y lo pueda juzgar bajo su propio pensar. Lo que planteo es una educación que promueva la democracia y el libre pensar. Este último punto sobre libre pensar es clave, porque es el que permite que los estudiantes puedan buscar cualquier material sin restricción alguna.
En cambio, se debe tener claro que el pensamiento crítico se desarrolla con más fuerza en la etapa universitaria. El desarrollo tardío del pensamiento crítico dificulta que todos los estudiantes vayan al mismo ritmo. Me explico, algunos estudiantes logran desarrollar indicios de pensamiento crítico en la secundaria, lo cual les brinda a ellos una ventaja en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Entonces, se entiende que hay una desventaja de razonamiento. Aunque esto no debe limitar el proceso de enseñanza y aprendizaje, porque espero en el transcurso del curso poder ayudarlos a desarrollar destrezas de pensamiento y razonamiento para ir adquiriendo las bases del pensamiento crítico. Para lograr el desarrollo de estas destrezas, como maestro debe demostrar lo que es el pensamiento crítico mediante el uso de ejemplos. Al igual, la escuela debe promover actividades en donde integren al estudiante a participar en temas relacionados al contenido del grado, para analizar temas y guiar a los estudiantes a un pensamiento crítico.
El último tema y es el que me parece muy controversial es el de la educación moral o ética. Desde mi punto de vista relativista, entiendo que hay unos valores básicos para nuestra sociedad. Por tanto, postulo que la escuela debe promover valores éticos y morales que promuevan un sano convivir social. Por ejemplo, en la escuela y en el salón de clase, se debe hacer hincapié en el trabajo colaborativo y no en el trabajo individual. Por tanto, considero que el valor fundamental que se debe promover en la escuela es el trabajo colaborativo para que los estudiantes en un futuro puedan forjar una sociedad unida, sin individualismos que dividen la sociedad. Además, se le debe sumar el respeto. El mismo se puede practicar mediante el uso de debates, porque los estudiantes tendrán distintos puntos de vistas y tendrán que respetar y comprender lo que los otros compañeros postulen.
En conclusión, lo que un maestro piense sobre su dogma filosófico es clave. Aunque, considero que para el maestro sería más fácil que se establezca una filosofía educativa definida, en donde nuestro estatus político final decida el rumbo sobre hacia donde nos encaminaremos como sociedad sobre los puntos clave discutidos.