Taller de emociones

Al ser nuestro primer año cursando el Bachillerato Internacional, nos encontramos un poco desubicados y a la vez frustrados, ya que solíamos sacar muy buenas notas. También nos está costando adaptarnos debido a que este bachillerato es tan exigente y muy diferente a la forma en la que estamos acostumbrados a aprender. El IB está siendo todo un reto para nosotros. Los profesores se dieron cuenta de que estábamos bastante bajos de ánimo y nos quisieron ayudar proponiéndonos hacer un taller de gestión emocional.

Nos pusimos de acuerdo los profesores y los alumnos para concretar un día que nos viniera bien a todos. Al final, fijamos un espacio de tres horas el domingo 14 de noviembre por la mañana (de 10:00 a 13:00).

El objetivo de este taller era que consiguiéramos una mejor gestión de nuestras emociones.

Empezamos reflexionando y apuntando en un papel diez características personales. Después teníamos que pasearnos por la clase, hablando con nuestros compañeros y profesores diciendo tres cosas que nos gustaran de ellos y apuntando en un papel las tres cosas que nos decían de nosotros (independientemente de que estuviéramos de acuerdo o no). Una vez habíamos hablado con todos, cada uno creamos nuestra Ventana de Johari (muestro la mía en las imágenes adjuntas). Fue muy interesante porque nos permitió saber cómo nos ven los demás. Al mismo tiempo, me ayudó a hacerme consciente de lo que sé de mí pero no muestro (en consecuencia, los demás no lo conocen de mí), así como de lo que sí hago público (lo que sé de mí y los demás también). Posteriormente, dedicamos otro tiempo de reflexión personal a detectar nuestras fortalezas y debilidades tanto en el terreno académico como en el emocional. Compartimos una fortaleza que cada uno podíamos aportar al grupo y pedimos al grupo una cosa que necesitábamos que nos aportaran.

Por último, nuestra profesora de Biología nos dio algún truco para "controlar" la ansiedad. Nos dijo que la mente era muy fácil de engañar y que, cuando estuviéramos tristes, estresados, ansiosos, desesperados... nos tomáramos cinco minutos para pensar en un momento en el que estuvimos felices o nos sintiéramos capaces, eso nos ayudará a relajarnos y alegrarnos.

Con respecto a la ventana de Johari, me di cuenta de que yo, en general, escribí cosas negativas sobre mí. Sin embargo, mis compañeros apenas me dijeron nada en negativo y sí que señalaron muchas características positivas de mi persona. Algo que me llamó la atención es que varias personas me consideran una persona cariñosa y yo me considero más bien lo contrario. También, me frustré mucho cuando tuvimos que hacer el DAFO ya que se me ocurrían muchísimas debilidades tanto académicas como emocionales sobre mí, pero muy pocas fortalezas. Ya sabía que tenía la autoestima baja pero no era consciente de que llegaba hasta ese punto. Tendré que trabajar en valorarme y quererme más.

Por otro lado, considero que esta actividad contribuyó a fortalecer nuestro sentido de grupo y a empezar a desarrollar dinámicas de apoyo mutuo entre nosotros, enriqueciéndonos unos a otros con las fortalezas de cada uno.

Objetivos de aprendizaje alcanzados: 1, 2 y 5.