piñata

De acuerdo con Marco Polo, el origen de las piñatas se encuentra en las celebraciones de año nuevo en China y en su forma original representaban animales. De ahí, la tradición viajó a Italia y, por último, llegó a América Latina y México, en donde los frailes la utilizaron como herramienta de evangelización.


Existen indicios de que en Mesoamérica había tradiciones similares. Los mayas acostumbraban romper recipientes de barro rellenos de cacao y los mexicas llenaban cazuelas de barro con tesoros y alhajas, las decoraban con plumas y listones y las rompían durante las festividades en honor al dios Huitzilopochtli.


La forma actual de las piñatas surgió en el siglo XVI, cuando los frailes comenzaron a celebrar las “misas de aguinaldo” o “posadas” durante los días previos a la Navidad. Actualmente, las piñatas se elaboran a partir de una olla de barro o cartón moldeado cubierto de papel colorido y se rellenan con dulces, fruta y juguetes. Después se rompen con un palo o tirando de una cuerda.


Distribuidora El Fiestón

Natalia Valero trabaja en este negocio que, en los últimos años se ha popularizado en las calles del Centro Histórico de Quito. Decidió ser parte de esta exposición para que más personas conozcan su trabajo.


La piñata prestada al museo es parte de su negocio y fue hecha de forma especial para sus clientes. Natalia nos dice que la piñata no tiene una historia específica, pero es un recuerdo de todas las personas que han animado sus fiestas con los productos de su local.