Giuseppe Ungaretti

22 Sin aliento la tarde se hace irrespirable...

Sin aliento la tarde se hace irrespirable

Si ustedes, mis muertos y los pocos vivos que amo,

No acudís a mi memoria

Para aliviarme cuando,

Desde la soledad, comprendo, solo en la tarde.

Giuseppe Ungaretti de Últimos coros para la tierra prometida en El cuaderno del viejo (Il taccuino del vecchio) [1960]

Traducción por Juan José Podestá