Alejandra Pizarnik
Yo no canto, no celebro,...
I
Yo no canto, no celebro,
no bailo desnuda y ebria
sobre mi ataúd.
Pero yo le ruego al poema,
yo le pido la luna al poema.
II
He desatado el corazón de la lluvia
Antiguas baladas
alimentaron mi silencio.
III
El amor es este viaje inútil, pero muy suave,
al otro lado del espejo.
Tantas criaturas en mi sed y en mi vaso vacío.
IV
La niña que fui
ahora en mi memoria
entre mis muertos.
De lágrimas se nutrirá mil años.
De destierro el sonido de su voz
*
yo vi ese rostro partir la mañana
en dos noches iguales.
Mi cuerpo se pobló de muertos
y mi lengua de palabras crispadas,
ruinas de un canto olvidado.
*
COMO YO LA QUERÍA
Morir como muere un animal pequeño
en los cuentos para niños.
Eso tan terrible.
Lleno de hermosura.
*
Las cosas amarilleaban frente a mis ojos
recién venidos de un sueño de otoño.
*
Si la noche no es azul,
si el verano es una lenta plaga.
*
habla al gran espacio vacío
en donde corre una niña
que ya no reconoces
sólo deseo no tener nada con nada
*
Has dicho tantas palabras
que ya no te atreves a oírte llamar.
*
En mis huesos la noche tatuada.
La noche y la nada.
*
Escribes poemas
porque necesitas
un lugar
en donde sea lo que no es
*
El aire se eternizaba
en caras plateadas o coléricas
Se puede morir de presencias
*
Hay un rostro salvajemente asomado al día
que se abre en dos noches iguales.
¿Quién cantará al amor?
No yo.
Yo amo.
*
y finalmente
un himno sin desdicha
un sueño como una estrella
*
ebria del silencio
de los jardines abandonados
mi memoria se abre y se cierra
como una puerta al viento
*
Perdida en el silencio
de las palabras fantasmas.
Si vivir es memoria cerrada
quién me pierde
en el silencio fantasma
de las palabras
*
Zona de la visión perpetua.
Yo la atravesé en un misterioso gemido.
*
Yo he dado el reino de mi edad a la noche de los cuerpos
para saber si hay una luz detrás de la puerta cerrada.
*
En un lugar de temblores
manos oscilan enamoradas
en la dulzura de mi rostro
sobre tu oscuridad ardiente.