Alejandra Pizarnik

Origen

La luz es demasiado grande

para mi infancia.

Pero ¿quién me dará la respuesta jamás usada?

Alguna palabra que me ampare del viento,

alguna verdad pequeña en que sentarme

y desde la cual vivirme,

alguna frase solamente mía

que yo abrace cada noche,

en la que me reconozca,

en la que me exista.


Pero no. Mi infancia

sólo comprende al viento feroz

que me aventó al frío

cuando campanas muertas

me anunciaron.


Sólo una melodía vieja,

algo con niños de oro, con alas de piel verde,

caliente, sabio como el mar,

que tirita desde mi sangre,

que renueva mi cansancio de otras edades.


Sólo la decisión de ser dios hasta en el llanto.