Cuando compartía mis experiencias de Misión, sobre todo en África, muchos amigos me animaban a escribirlas. Mi respuesta era siempre: ¡Ahora no tengo tiempo! Al superar los 80, creo que puedo permitirme algunos “hobbies”, como contar “historias”, gozar con la música, pasear por las montañas, visitar a mi familia y amistades, en los raticos que me deja la labor de editorialista de CIDAF-UCM (Centro de Información y Documentación sobre África en España).
Durante 53 años, he vivido innumerables experiencias. Aquí, deseo compartir con vosotr@s algunas de las vivencias que más me han impactado en mi vida misionera. Confío que estas experiencias de Misión os animen y os hagan pasar un buen rato.
Cada ser humano tiene una historia personal, única y valiosa, para compartir. Soy consciente de que la mayoría, como nuestros padres, hermanas/os y amistades no tendrán la oportunidad de contar su irrepetible historia. Y sin embargo lo que soy ahora, se lo debo en gran parte a ellos.
Dedico pues, esta historia personal de mi vida misionera a mis padres, hermanas/os y sobrinas/os, compañeros Misioneros de África, amigos/as y a los cientos de personas que en muchos países, como España, Inglaterra, Irlanda, Polonia y claro, Uganda, me han hecho sentirme siempre como “en casa”.