4. ASPECTOS DEL CAMINO Y MI VIDA MISIONERA
La universalidad caracteriza el camino y nuestra vida misionera. La mayoría de los peregrinos procedían de Europa, pero encontramos también: americanos, australianos , húngaros etc.
El ambiente fraterno y acogedor de gente y culturas diferentes es también algo común tanto en el camino como en nuestra vida misionera. El peregrino experimenta siempre la acogida de la gente por los pueblos que pasa. Es una experiencia maravillosa de acogida ¡y muchos restaurantes nos hacían descuentos!
Respeto al camino personal que conduce a cada uno-a a Dios y a los demás. Me encontré con gente que se decía agnóstica, pero amables y serviciales con todos. Donde existe bondad ahí está Dios.! Me emocione al ver personas que no se arriman a las iglesias, pero que asistieron a la misa de peregrinos en Santiago con lágrimas en los ojos!
El sacrificio y la fidelidad a convicciones personales se nota en el esfuerzo diario de los peregrinos, que duermen donde sea, aguantan sol, viento y lluvia con teson y con humor.
¡Los momentos de humor alegran cada día y cada noche! El acentico catalán de Rosend y sus expresiones como: "Gaudi se empreñó (enfadó) con el obispo de Astorga" y no pudo terminar la obra ¡La presencia de Rock a quien le gustaba la juerga y no pisaba una iglesia, y encontró en un albergue a una religiosa que lo “embrujo” y no le dejó probar el vino y además lo llevo a misa! ¡La apertura de los peregrinos en las conversaciones, el respeto a cada persona y la amabilidad me han impresionado profundamente. Uno constata en el camino la diversidad de caminos del Espíritu y la presencia del Espíritu en cada peregrino!