En 2004, seis Congregaciones misioneras y educativas en Uganda decidimos hacer algo para superar la corrupción rampante en gran parte de los lideres políticos y económicos del país.

Después de un análisis exhaustivo por todo el país, con encuestas, entrevistas y visitas a todas las regiones del país, nos dimos cuenta de lo siguiente:

    • Para sanar la raíz de la corrupción y abusos de poder, era necesario un programa de educación ética y de valores humanos a nivel nacional.

    • Un plan de empoderamiento de los educadores, y lideres sociales del país.

    • Un trabajo conjunto que incluyera a todas las etnias, religiones y género.

Así que en 2006 lanzamos un Instituto nacional de educación ética, con programas de justicia social para el Currículo nacional, que se aceptó por el Parlamente de Uganda en 2009, y con un plan de cursos de educación en justicia social para los educadores, partidos políticos, y lideres sociales, en todas las 52 provincias de Uganda.

Aunque yo proponía una persona ugandesa, las seis congregaciones fundacionales del Instituto “John Paul II Justice and Peace Centre”, me pidieron que yo aceptara ser su primer director para cinco años.

Está fue una experiencia conmovedora al ver el interés y compromiso de los lideres, hombres y mujeres, pues todo el mundo veía su impacto en la sociedad.

Mi convicción profunda es que la corrupción y el abuso de poder tienen solución si la sociedad y lideres están convencidos y se comprometen a trabajar juntos por una gestión justa y responsable.

Una convivencia en paz y bienestar para todas las personas es pues cuestión de empoderamiento y de compromiso democrático.

Os invito a leer los enlaces:

    • Anécdotas de una vida por África

    • Artículos sobre este tema en la Web personal y de CIDAF-UCM

    • Editoriales sobre el tema

    • La historia del Instituto John Paul II Justice and Peace Centre.

    • El lanzamiento nacional de la Comisión de Justicia y Paz, en Anécdotas.