Servicio de atención: Lun-Vie: 9:00 - 18:00
Una crisis de ansiedad se define como la aparición brusca de un miedo o malestar intenso, aparece además acompañado de alguno de los siguientes síntomas:
• Palpitaciones o elevación de la frecuencia cardíaca (taquicardia).
• Sensación de ahogo, con respiración rápida.
• Opresión en el pecho.
• Miedo o pánico. Literalmente, sentirse a morir.
• Sudoración o escalofríos.
• Temblores.
• Náuseas o molestias abdominales.
• Mareo.
• Sensación de irrealidad.
• Sensación de entumecimiento u hormigueo.
Las personas con Trastorno de Ansiedad Generalizada mantienen una ansiedad constante a lo largo del día, aunque no pueden determinar con exactitud la causa real de su ansiedad. Quienes sufren de este trastorno suelen mantener una preocupación excesiva (un estado persistente, difícil de controlar, que interfiere significativamente con su vida y las personas que la rodean), y además manifiestan algunos de los siguientes síntomas:
Dificultades de concentración e irritabilidad. Se marean o tienen dificultades para respirar.
Dificultades para iniciar y/o mantener el sueño.
Se sienten cansados todo el tiempo.
Padecen dolores de cabeza, dolores estomacales o dolores inexplicables.
Dificultades para tragar, aparición de tics nerviosos.
Las personas con Trastorno de Ansiedad Generalizada viven en un estado de tensión y alerta permanentes. Este estado de amenaza constante aparece porque perciben el mundo como un lugar amenazante y difícil de controlar. Procesan la realidad de forma distorsionada, sobre estimando la posibilidad de que sucedan hechos negativos, aplicando un filtro catastrófico al entorno que les rodea.