La escena

“Es la parte de un texto, especialmente teatral, cerrada en sí misma y delimitada de forma que constituya una secuencia bien caracterizada de la trama; algunos autores la convierten en la unidad principal de organización, sustituyendo al acto.” (Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria, Angelo Marchese y Joaquín Forradellas). Los límites de una escena a los que alude la definición suelen estar marcados por la entrada y salida de personajes o el cambio de espacio.

Es también muy importante como elemento caracterizador de la escena el aspecto que comenta Genette (Figures III): “la escena es un «movimiento narrativo» en el que el tiempo de la historia iguala convencionalmente al tiempo de la narración”. El fragmento de La vida ante sí en el que el padre de Momo va a buscarlo a la casa de señora Rosa es un perfecto ejemplo de escena.

Todos los relatos se componen de varias escenas, aunque alguno puede tener una sola. Digamos que una escena es a un relato como las palabras a una frase. Es decir, aunque una frase tiene un sentido completo, a su vez, cada palabra, también lo tiene. Por lo tanto, una escena tiene que tener también un significado, un objetivo. Se caracteriza por lo siguiente:

- Gira alrededor de un objeto, sentimiento o impresión del protagonista y estos tienen un significado importante para el desarrollo de la historia.

- En ella nuestros personajes dialogarán, reflexionarán, actuarán, etc.

- Sirve para desvelarnos un aspecto importante del protagonista o del conflicto en torno al cual gira nuestra obra.

- Tiene que estar bien relacionada con la escena anterior y dejar un enganche para que lo retome la escena posterior.