Veamos las tres principales teorías del aprendizaje: conductismo, cognitivismo y constructivismo. Conociéndolas, podrás saber qué pueden aportar a tu proyecto de aprendizaje.
Con actividades conductistas podrás reforzar conocimientos que precisas que los participantes en una actividad formativa conozcan y recuerden.
Con foros, chats, videoconferencias y preguntas de debate estarás trabajando la teoría cognitivista.
Y con tareas de investigación y trabajos en equipo potenciarás el constructivismo.
Combínalas para poder trabajar con los participantes la taxonomía de objetivos de Bloom y sus seis niveles: recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear.
Conductismo: el conductismo (behaviorism) es una corriente de la psicología inaugurada por John B. Watson (1878-1958). Es un modelo enfocado al conocimiento, a destrezas académicas y a objetos de aprendizaje observables y medibles. Descomponer información en unidades, el diseño de actividades que requieren una respuesta y la planificación del refuerzo son formas de utilizar esta teoría del aprendizaje.
El conductismo ve al participante en una actividad formativa como una “tábula rasa” que precisa información del docente, que requiere aprobación constante y dependencia del mismo. El conductismo no tiene en cuenta la interacción entre participantes, el docente es el proveedor de conocimientos y es el que toma las decisiones.
Cognitivismo: el cognitivismo tiene muchos precursores, siendo uno de los más conocidos Jean Piaget (1896-1980). Es un modelo que se preocupa por la comprensión de los procesos de aprendizaje, centrándose en los cognitivos: el pensamiento, la solución de problemas, el lenguaje, la formación de conceptos y el procesamiento de la información.
El cognitivismo ve la necesidad de que el participante en una actividad formativa se relacione (para la modificación cognitiva e intelectual) y trabaje con sus iguales, que participe activamente en el proceso de aprendizaje. El docente es el facilitador del aprendizaje que busca organizar dinámicas que posibiliten la interacción de ideas y modificar estructuras mentales.
Constructivismo: el constructivismo tiene como precursor a Lev Vygotsky (1896-1934). Es un modelo que subraya el papel activo de quien aprende por lo que las acciones formativas deben estar centradas en el proceso de aprendizaje, en la creatividad del participante y no en los contenidos específicos.
En el constructivismo, el aprendizaje se construye a partir de la experiencia y es una interpretación personal del mundo. El aprendizaje debe ser significativo y holístico, basado en la realidad, de forma que las diferentes tareas que se puedan proponer en una actividad formativa estén integradas. El conocimiento conceptual se adquiere por la integración de múltiples perspectivas en colaboración con los demás.
Las metodologías constructivistas deben tener en cuenta, por tanto, la importancia de los conocimientos previos, de las creencias y de las motivaciones de los participantes. La importancia de la búsqueda y selección de la información relevante y el desarrollo de procesos de análisis y síntesis de la misma que permita a los participantes la construcción de redes de significado.
Para ampliar tus conocimientos sobre las teorías del aprendizaje puedes explorar estas lecturas:
Psicología del aprendizaje. Un acercamiento a la psicología aplicada al aprendizaje en la que Antonio Velasco Castro hace un repaso a los distintos enfoques educativos.
Rol del docente frente a los enfoques educativos. Paula Judith Prado.
Aportes de las teorías del aprendizaje al diseño instruccional. Maritza Torres de Izquierdo y Alicia Inciarte realizan un repaso a las tres principales teorías del aprendizaje.