(Barrio de la Magdalena): El Aaiún o El Aiún es la ciudad más importante del Sáhara Occidental, antigua colonia española actualmente ocupada y administrada casi en su totalidad por Marruecos. Está situada en el interior, a 28 km de la costa norte del país.
Los españoles no empezaron la ocupación efectiva del interior del territorio hasta 1934, pues no estaba lejos del mar y sí bien comunicado con Tarfaya y Cabo Juby, y contaba con un suministro garantizado de agua dulce gracias a los pozos de la orilla izquierda del Saguia el Hamra, así como al embalsamiento de agua en su cauce durante la época de lluvias. Cuatro años después, en 1938, ambos oficiales decidieron el establecimiento de un puesto militar fijo, y se erigieron los primeros edificios permanentes del asentamiento. En 1940 fue designada oficialmente cabecera del Sahara Español, recibiendo una dotación de Partidas Específicas (para la construcción de edificios e infraestructuras) en los Presupuestos Anuales independientes para la región Ifni-Sahara.
Fue la capital del antiguo Sáhara Español hasta diciembre de 1975, cuando tras la firma de los Acuerdos de Madrid, las tropas españolas se retiraron de la colonia. Los marroquíes ocuparon la ciudad a principios de 1976, causando un éxodo de saharauis hacia Argelia para escapar de las represalias marroquíes por su apoyo al Frente Polisario. En su persecución a la población que huía hacia el sudoeste de Argelia, las fuerzas aéreas marroquíes utilizaron napalm, fósforo blanco y bombas de fragmentación contra los refugiados. El Aaiún da nombre a una de las cuatro wilayas en las que se estructuran los campos de refugiados saharauis de la RASD en los alrededores de la ciudad argelina de Tinduf.
Edificio Hábitat 2.000.
Jardines "El Corral de la Leña". Ver más Molina, calle del Doctor Joaquín.
Esquina entre calle Asalto y la calle Dr. Joaquín Aznar Molina.
Foto 1) Grupo Hábitat 2.000. Postal KOLOR ZERKOWITZ del año 1975.
Foto 2) hacia 1980. Autor: Fernández, Alberto. La calle Asalto adoquinada y sin líneas de demarcación de carriles.
Foto 3) en 2022.
Puente de San José. La actuales calles El Aaiún y Aznar Molina mantienen el trazado de los caminos que llevaban al convento y puente de San José desde el convento de San Agustín (el primero) y la puerta Quemada (el segundo).
Más información en Aznar, calle del Doctor Joaquín.
En el plano, de Gironza y Yarza 1853, se observa sombreado en rojo a la izquierda el emplazamiento del puente original, antes de que fuera destruido por una riada en 1838, y el provisional, remarcado a la derecha, que se levantó unos metros aguas arriba. Se observa el convento de San José (círculo rojo), la iglesia de San Miguel de los Navarros (círculo verde) y los caminos precursores de las actuales calles El Aaiún (línea azul) y Aznar Molina (línea amarilla). Fuente de la imagen: Fran Ríos
Fábrica de regaliz TUR o "Flor, Carenou y Tur”, en el número 24 de la calle Asalto. La firma Tur fabricaba el regaliz Zara en su fábrica de la capital aragonesa desde mediados de los años 20 del pasado siglo. Estuvo ubicada muy cerca de la calle de Asalto, entre las actuales calle Aaiún, Joaquín Aznar y Alvira Lasierra.
Tenemos constancia de que el regaliz era ya utilizada por los griegos como medicina. Esta raíz crece junto a orillas de ríos, arroyos y márgenes de acequias, especialmente en terrenos con mucha cal como Zaragoza. La raiz de regaliz recogía cuando la mata era verde (invierno) para dejarlo secar en el verano. Ya seca se trituraba y maceraba para obtener una especie de zumo de regaliz concentrado.
El origen de la fábrica se remontaba a la segunda mitad del XIX, con una pequeña fábrica propiedad del señor Flor que utilizaba el agua de la acequia de las Adulas. El aumento de la demanda posibilitó en 1872 una ampliación de capital y con ella la entrada en el negocio de dos socios franceses, los señores Carenou y Tur (originario de Nimes). Con los años se convirtió en la fábrica de regaliz más grande del mundo, llegando a contar con 300 empleados.
A estas instalaciones llegaba del regaliz recogido en los barrios de Montemolín y Miraflores, y en municipios cercanos como La Cartuja, El Burgo, Alfajarín, Osera, Villafranca, Pina, Fuentes de Ebro, Quinto, Remolino o incluso Tudela y Corella. El regaliz maño pronto cobró fama por ser el más aromático del mundo.
Comparación con sección de plano de Casañal de 1908 y en la actualidad remarcando la ubicación de la fábrica de regaliz TUR en el callejero actual. Véase como la alineación actual de calles se corresponde con el solar de la desaparecida instalación fabril. Arriba a la derecha está la Torre de Monserrat que actualmente se corresponde con el parque Bruil.
Producía 800 toneladas anuales de pasta de regaliz, unos 3.000 kilos al día. Más de un 70% de la producción se destinaba a las fábricas de tabaco rubio masticable americanas. Otra parte se destinaba a las conocidas pastillas de regaliz que se comercializaban con el nombre de “Zara” (no tiene que ver nada con la marca de ropa de Amancio Ortega) y se las llamaba “Perlas de Aragón”.
La empresa quebró en los años sesenta del siglo pasado, pero un antiguo empleado, Manuel Esteban González, recuperó la marca Regaliz Zara bajo el nombre de Fire S.L (Fábrica Industrial de Regaliz Español) trasladándola a la cercana localidad de de Cabañas de Ebro. Y ahí sigue desde 1964...
En 1965 los terrenos de la conocida como parcelación Tur los adquiere la promotora inmobiliaria Pórtico, para levantar el Hábitat 2000. En los bajos del Hábitat 2000 estaba el Mercadillo Tur y el Colegio Infantil Tur.
Roger Tur tuvo una vida de película. Ver más en Tur, calle de Roger.
Vista de la entrada de la fábrica de regaliz TUR en 1900. Tras el señor de sombrero puede verse la vivienda del dueño y a la vez consulado francés. Delante la acequia de las Adulas. Fuente: María Consuelo Ruete Serrano
Vista de la parte trasera de la factoría TUR, junto a la ribera del Huerva.
Fuente. Mª Pilar Biel Ibáñez, Zaragoza y la industrialización la arquitectura industrial 1875-1936, IFC, 2004. Proyecto GAZA.
(Barrio de San José): Martín de Abanto era veterinario y tomó parte en el alzamiento de Zaragoza del 24 de mayo de 1808, demostrando su valor y arrojo en las dos defensas, pero sobre todo en la defensa de la ciudad durante la jornada del 4 de agosto, en la que junto al artesano Matías Carrica y al frente del pelotón de paisanos encabezados por el padre José Casanova, defendieron los alrededores de la plaza de las Estrévedes (antigua calle de las Escuelas Pías, hoy desaparecida) arrojando a los franceses de la calle de Azoque y del Coso, hasta superar la casa convento de las religiosas de Santa Fe, consiguiendo así evitar los actos de libertinaje y destrucción de la iglesia de San Pablo.
Recibió un balazo en la cabeza durante esta acción y después de la primera cura volvió a la pelea. Fue uno de los comandantes que capitanearon a los paisanos de las diferentes parroquias de la ciudad. Fue nombrado por Palafox para este puesto el 28 de enero de 1809, encargándose, junto a su hijo, de los defensores de la parroquia del Pilar. Es citado en los Episodios Nacionales de Pérez Galdós.
Terminó con vida la defensa de los Sitios, y una vez que en el año 1813 fueron expulsadas las tropas francesas, continuó Martín Abanto ejerciendo su profesión, como inspector de mercados.
No fue hasta 1940 que se denominó con su nombre actual (El Noticiero del 2 de junio de 1946). Antes se llamaba calle Villanueva, según el diario El Noticiero de 16 de noviembre de ese año.
(Barrio del Arrabal): Ana Francisca Abarca de Bolea (Zaragoza, 1602 - Casbas, Huesca, hacia 1685). Monja cisterciense, poeta y escritora.
Nacida en una familia de noble linaje, los Bolea (uno de cuyos descendientes sería el Conde de Aranda), hija del humanista Martín Abarca de Bolea y Castro y de doña Ana de Mur, tras ser bautizada en la zaragozana Parroquia de San Felipe, vivió desde los tres años en el Monasterio de Nuestra Señora de la Gloria de la villa de Casbas, del que ya no habría de salir y en el que adquirió una profunda formación religiosa y humanística. En su clausura se enriqueció con lecturas muy diversas, hasta el punto de aprender latín clásico. Profesa como religiosa el 4 de junio de 1624 y llegó a desempeñar el cargo de abadesa en 1672. Se carteó con importantes eruditos y escritores de los círculos literarios aragoneses. Gracián, quien la elogia y recoge poemas suyos en su Agudeza y arte de ingenio.
La poesía de Ana Francisca Abarca de Bolea se encuentra inserta en el libro misceláneo titulado Vigilia y octavario de San Juan Bautista (Zaragoza, 1679), que reúne además una novela corta o apólogo (La ventura en la desdicha) y una novela (El fin bueno en mal principio). En alguno de ellos emplea la lengua aragonesa, uno de los escasos testimonios de literatura con rasgos lingüísticos de aragonés del siglo XVII. Ejemplo de ello es la "Albada al nacimiento.
(Barrio de San Pablo): Capitán musulmán del siglo X, nombrado por Abderramán III el Grande gobernador de la Medina Albaida. Al posesionarse de Zaragoza Abderramán, Califa de Córdoba, en el año 917, nombró Gobernador de la ciudad a uno de sus más valientes capitanes, llamado Aben – Aire. A él se atribuye la edificación del Real Palacio de la Zuda (hoy de la Orden de San Juan de Jerusalén) cuya puerta principal estaba frente a la calle vulgarmente conocida con el nombre de Bonaire.
Ha tenido otros nombres, entre ellos el de calle del Burdel Viejo (lo veremos más adelante) y después tuvo el nombre de la contracción de Buen Aire que resultaba calle Bonaire,(ver callejero curioso elaborado en 1817). El siguiente dato nos lleva a una guía de la ciudad del año 1860 en que continúa llamándose Bonaire. Esta erudita nota que insertaba el callejero de aquel año, es la referencia del personaje al que atribuyeron la calle que, desde entonces fue la primera (en lo que orden alfabético del callejero se refiere), luego en 1969 pasó al segundo puesto ya que los africanistas de aquel entonces rotularon una calle con el nombre de la capital de la provincia del Sahara Occidental (El Aaiún). En ese lugar permaneció hasta que una reforma de la edición de los callejeros la puso en cuarto lugar al cambiar las entradas por un raro sistema que anteponía apellidos a nombre, cargos los colocaba en última posición.
En la calle Predicadores hubo un molino de aceite porque consta que l6 de febrero de 1601 el Concejo nombró Mayordomo de dicho molino a Jerónimo de Falces, y que el 2 de julio de ese año autorizó a Rodrigo Palafox a rectificar una pared de su casa detrás de dicho molino. Según Ximénez de Embún la parte de atrás de dicho molino daba a un callejón existente en la calle Buenaire (Aben Aire hoy) y llamado, por ello, calle del Molino. Cuadernos de Zaragoza 19, página 18.
Ximénez de Embún dice que esta calle Bonaire escondía dos callizos, el del Molino (tras el molino de aceite en la esquina con Predicadores) y el de los Tejares (uno de los dos también se denominó callizo de Cardona). Cuadernos de Zaragoza 19, página 45.
Plano de Lorda, de 1944.
Esos callizos se convirtieron con los años en dos callejones (ver planos de la calle) hoy desaparecidos llamados:
Callejón de Constantino. Antiguamente conducía al "pasico del Ebro", un trenque abierto en el recinto del muro de ladrillo de la ciudad, también desaparecido.
Callejón de los Infantes (por los Infantes de la Cerda o los de San pablo, que vivieron en esa calle). Esta manzana desaparecida de casas ocupaba el solar contiguo al palacio de Villahermosa, con fachada principal al paseo del Ebro. Su tipología correspondía a viviendas unifamiliares seriadas de alquiles típicas del siglo XVIII. Fue derribada en 1975.
Era una calle sin salida que tenía su entrada por la calle Abén-Aire y era paralela a las calles de Predicadores, al sur, y a la más pequeña de Constantino, al norte. Ver más en el libro: "El barrio de San Pablo en la época de los Sitios de Zaragoza", de M.J. Castán (2015).
Al lado se situaba la fábrica de gaseosas llamaba Diarte.
Calle Aben Aire (AMZ)
Calle Aben Aire. Del libro "Zaragoza sus calles y su historia", de Castillo Genzor (1984) .
Calle Aben Aire (2021). De Callejas, J. Foto tomada desde el mismo punto de la foto anterior.
Casanova, Carlos. 1734.
Desconocido. 1781.
Valcani, Camilo. 1809.
Lorda, Alejandro (Colección). 1850.
Casañal, D. 1880.
Casañal, D. 1899.
Desconocido. 1909.
Santpere, J. 1910 a 1929.
Lorda. 1944.
Margalé, A. y R.. 1965.
Desconocido. 1970.
Actual.
Aparcamiento en superficie temporal abierto tras los derribos en esta zona. La foto de 1992 fue capturada en el tramo final de la calle de los Predicadores (a la derecha). En el centro de la imagen y la valla publicitaria de primer plano, perduraba ya abandonado el edificio de la antigua posada de San Jerónimo, en el callejón del Arpa.
Fuente: Proyecto GAZA.
Tras la apertura de la calle del Arpa, Aben Aire es la segunda bocacalle de Predicadores entrando por César Augusto. Toda esta manzana ha sido construida en los años 90, pero se ha respetado el trazado en ángulo recto de Aben Aire, que vuelve a salir a la avenida, frente a la estatua del emperador romano que dio su nombre a la ciudad.
Una foto del fotógrafo Mora en 1951 donde se lee entre otras cosas que el pavimento es de adoquines y que hay una cestería en la que se venden cañizos.
Parece ser que antes de 1659 se dividió en dos partes conocidas como calle Bonaire y calle Cardona.
Aquí se ubicaba un despacho de plátanos en la primera mitad del siglo XX.
Aquí debió estar el Mesón de la Cruz en el siglo XVII. Cuadernos de Zaragoza 19, página 20.
Se llamó calle Bonaire y calle del Burdel Viejo. Cerca del Mercado. La calificación de 'viejo' obedece, efectivamente, a que a mediados del siglo XV el burdel fue trasladado a otro lugar, al Campo del Toro.
En la Edad Media los regidores de la ciudad clasifican a las mujeres en tres bloques, atendiendo a su comportamiento moral, "las buenas, las putas públicas y las otras mulleres".
Este tercer apartado resulta ser un cajón de sastre harto variopinto en el que caben mujeres en muy diversas situaciones y en el que un grupo concreto de ellas, como las mancebas, concubinas o mantenidas, entre otras, cuyos pactos con los “amigos” (normalmente perteneciente a la alta burguesía urbana que pudiera pagarlo, ya que su sueldo era notablemente superior que el de otras sirvientas, mientras ellas pertenecían a un escalafón social inferior) se llegaban a sellar con contratos firmados. Además de las obligaciones propias de las mozas del servicio doméstico (fidelidad a la casa y sus bienes), la manceba debía "seyer leal de su cuerpo". Así consta la condición de un barbero "que ella me haya de guardar, mientras esté en mi companya, aquella castedat que muxer deve guardar a su marido".
No es lo mismo entregarse a muchos que pertenecer a un solo amigo personal. El casamiento se solía reservar para unirse a personas de igual clase social, por lo que las mancebas difícilmente podían aspirar a ser mucho más. Las parejas procurasen evitar la procreación, pero, algunas veces se produjeron fallos que acarrearon el nacimiento de criaturas no deseadas. La maternidad podía ocasionar un problema serio a la manceba, pues el amante podía desentenderse de las consecuencias o argüir que el hijo no era suyo. Exceptuando la nobleza y la clase alta urbana, no parece que. en principio, la virginidad sea una obsesión generalizada en la Zaragoza medieval, sin embargo un hijo ilegítimo sí es una vergüenza pública ya que el acto sexual puede olvidarse o silenciarse con el tiempo pero la presencia de un bastardo no, y además costaba dinero. En cualquier caso el pecado dc la manceba no es insalvable, una mujer que hubiera estado amigada podía rehabilitarse transformándose en una buena casada, pues la propia Iglesia se mostraba más tolerante y comprensiva con cl juego sexual dc los solteros que con el de los casados.
Por otra parte, las parejas integradas por dos solteros corresidentes de mutuo acuerdo, en principio no originaban problemas. No ocurría lo mismo cuando uno de ellos o los dos estaban casados ya que los maridos trataban de recuperar a sus esposas, pero los amantes se negaban a devolverlas por lo que se producían grandes heridas, muertes y escándalos y males en la ciudad, que podía tolerar, por lo que se dictaban bando advirtiendo de castigos ejemplares, en especial para las mujeres.
El siglo XV es una época de permisividad e institucionalización de los prostíbulos. La justificación teórica coetánea que explica la sanción que el poder otorga al pecado, radica en el razonamiento de que la prostitución, con ser un mal, puede evitar males mayores. Por lo cual aunque teóricamente debería vetarse, en la práctica resulta útil, pues canaliza las pulsiones sexuales masculinas evitando derroteros más violentos y difíciles de controlar, tales como la violación o el rapto. La diferencia de edad entre los esposos es uno de los factores que alientan el desarrollo de los lupanares.
En las ciudades bajomedievales abundan los hombres solteros sin compañera, y la prostitución ayuda a impedir que éstos protagonicen desórdenes y escándalos. Incluso fueron un arma para luchar contra la homosexualidad (muy extendida), ya que las visitas a los prostíbulos reconducían a los varones a las prácticas heterosexuales (eso pensaban entonces). Otro aspecto nada desdeñable que mueve a la institucionalización es el económico, ya quela prostitución resulta lucrativa, y un solo burdel controlado por la autoridad es un negocio interesante en las ciudades.
En lo tocante al primer punto. Zaragoza tuvo durante todo el siglo XV su zona de mala nota en la parroquia de San Pablo, primero en la barriada de Tejares, en donde dejó huella toponímica en la calle del Burdel Viejo, y posteriormente, a mediados del siglo, se trasladó al término del Campo del Hospital (por el Hospital de Convalecientes). Esta área, a la que el Fogaje de 1495 llama La Patena, se encuentra delimitada por un muro que enmarca los diferentes hostales en los que las mondarias atienden a su clientela, constituyendo una zona urbana de alta peligrosidad, en la que con asiduidad se originan peleas. Con las prostitutas viaja el peligro y el mal ejemplo, las autoridades periódicamente tratan de evitar que aquéllas salgan del espacio que les ha sido destinado, bajo castigo para las rebeldes o de los que les cedían habitaciones en posadas.
Con periodicidad las bagasas y los hosteleros del burdel son convocados por los jurados de Zaragoza para que comparezcan en las Casas del Puente (sede del poder municipal), a prestar información (gustosamente ya que a ellos tampoco les beneficiaba la existencia de meretrices fuera de su control) sobre las hembras clandestinas y sobre quienes viven parasitariamente de las prostitutas legales o ilegales.
Además de este interés por evitar la prostitución clandestina, los munícipes se esfuerzan por lograr que las prostitutas sean reconocidas con una simple ojeada, siendo su atuendo diferente (evitando determinadas telas, colores, adornos, objetos de lujo y uso de papafigos de lino que cubrieran sus caras) del de las restantes mujeres. Dos puntos de interés subyacen tras esta medida: evitar confusiones entre las buenas y malas mujeres, y avergonzar a las prostitutas, haciendo así que las muchachas no se sientan tentadas por el oficio.
Según documento de 1484, las rameras se situaban en las puertas de los hostales y a viva voz interpelaban a los transeúntes invitándoles a que pasaran la noche en su compañía. En aquellas fechas lo habitual era pagar en torno a los dieciocho dineros por los servicios de una hembra pública. El burdel ofrecía sus mujeres a los clientes cristianos, ya que judíos y musulmanes no podían mantener contacto carnal con cristianas, fuera cual fuese su estado y condición: de hecho los judíos zaragozanos contaban con su propio burdel cuya ubicación exacta aún nos resulta desconocida.
El diálogo entre prostitución y autoridad pública experimenta una evolución a través de los siglos, que atraviesa diferentes fases: durante la Plena Edad Media se acepta como algo inevitable, en la Baja Edad Media se institucionaliza, y en el siglo XVI se trata de acabar con ella prohibiéndola.
En el siglo XIX Zaragoza fue una de las primeras ciudades del país en regular y controlar la prostitución. En 1845 se dictaron disposiciones para la vigilancia de "prostitutas y encubridoras". Se les exigía el empadronamiento y un control médico semanal reflejado en una cartilla sanitaria personal. A diferencia a momentos históricos anteriores, ahora se las tolera. No se expulsa o encarcela a las mujeres que la ejercían, sino que había un control con motivos higiénicos y protectores de este colectivo porque los burdeles se veían como un elemento importante en la vida social de las ciudades.
Casi todo este texto ha sido tomado, con modificaciones, de los textos de María del Carmen García Herrero “Prostitución y amancebamiento en Zaragoza a fines de la Edad Media”, del año 1989; y "Las Mujeres en Zaragoza en el siglo XV. (Vol.2)", del año 1990.
Callejón de los Infantes en 1978. Interesantísimo ejemplo de casa barata del siglo XVIII. Fuente: Archivo Municipal de Zaragoza
Final del callejón de los Infantes en 1978. Fuente: José Luis Ona González
Monumento a Antonio Vicente Mosquete. Antonio Vicente Mosquete (La Horcajada, Ávila, 1952): Presidente del Consejo General de la O.N.C.E desde 1981 a 1987.
Ciego de nacimiento, se licenció en Filosofía Pura. Solicitó la excedencia para centrarse en exclusiva en su actividad en la O.N.C.E. Activo militante de la reforma democrática de esta organización, fue nombrado, tras las elecciones internas de 1981 y 1985, Presidente del Consejo General. Su mandato se tradujo en una mayor calidad en los servicios a los afiliados y el éxito de su estrategia comercial de la venta del cupón como medio de financiación. En 1987, a los 35 años de edad, murió como consecuencia de las heridas que le causó la caída por el hueco del ascensor de su casa.
El monumento, ligeramente elevado sobre el nivel del pavimento, está formado por tres elementos: un banco de piedra, un arco y el bloque escultórico, que en origen funcionaba como fuente. A través del tacto los invidentes pueden ir descubriendo el monumento gracias al altorrelieve, el huecorrelieve, las inscripciones en braille o la gran variedad de texturas que los escultores dieron al bloque de piedra.
Casa palacio de "Las Salinas". Desaparecida, la entrada principal daba al paseo del Ebro (actual Echegaray Caballero, ver más en esa calle) y se situaba en el lugar donde hoy se sitúa el edificio de la ONCE, frente a Helios. Tenía salida por la calle Abén Aire, aunque su fachada principal daba al paseo Echegaray.
(Barrio de Torrero): Militar muerto en misión humanitaria en Afganistán. Entre las calles Casamayor y San Antonio de Padua.
(Barrio de Miralbueno): Arbusto ornamental de flores blancas o rosas.
(Barrio del Picarral): La Academia General Militar es el centro de formación superior del Ejército de Tierra español. Se encuentra en la ciudad de Zaragoza. Se encarga
de la formación inicial de los futuros oficiales de las Armas y Cuerpos del Ejército de Tierra, así como de los oficiales de la Guardia Civil.
La Academia General Militar fue creada durante el reinado de Alfonso XII en 1882 (en Toledo).
Gonzalo González-Salazar, de familia de militares, era el alcalde de Zaragoza entre enero y septiembre de 1925 (lo dejó por problemas de corazón), durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930), en sustitución de Juan Fabiani y Díaz de Cabri, compañero del partido. Por lo que cuenta su nieto en heraldo.es fue quien convenció a Primo de Rivera para instalar una escuela militar al estilo a la de West Point, de Estados Unidos.
Todo se materializó en 1927, recuperándose la figura de este centro superior que se establece en la ciudad de Zaragoza y el General Franco, fue nombrado primer Director en esta segunda época. El encargo de su diseño y construcción corre a cargo del comandante de ingenieros don Antonio Parellada García, nacido en Leganés pero con familia afincada en Zaragoza. También diseñó el Hospital Militar de Zaragoza. Se propuso que el tranvía llegara hasta allí y en 1929 se inauguró esa vía hasta la Academia, lo que exigió unas obras en la plaza de la Seo (La Voz de Aragón del 18 de enero, página 1), y contribuyó al desarrollo económico en la Margen Izquierda de Zaragoza.
A la llegada de la Segunda República, en el marco de las reformas militares impulsadas por el Ministro de la Guerra del gobierno provisional, Manuel Azaña, cierra el centro el 31 de julio de 1931. Franco quedó desolado y, aunque obedeció las órdenes de Azaña cerrando la Academia, reunió a todos los cadetes y los arengó en un discurso de despedida que ha pasado a la historia y en el que les advertía que, aunque no gustara la orden de cierre, su deber era obedecerla. En un artículo firmado por Mario Alegría en La Voz de Aragón del 30 de septiembre de 1933 se describía el desmantelamiento de este equipamiento educativo-militar y el destino de sus instalaciones y equipamientos.
AGM desde carretera Huesca. Archivo Arribas. DARA
AGM. Foto de Juan Mora (DARA).
AGM. Archivo Arribas. DARA
AGM. Archivo Arribas. DARA
Durante la Guerra Civil tenía capacidad para albergar 2.000 presos y actuaba como centro de identificación y clasificación. En enero de 1938 se trasladó el control al nuevo campo de concentración de San Juan de Mozarrifar.
Al concluir la Guerra Civil y reorganizarse los estudios militares en España, volvió a inaugurarse la Academia General Militar.
En 1942 ingresan los primeros 170 alumnos de la que será I Promoción de esta Tercera Época, que llega hasta nuestros días. Allí han estudiado tanto Juan Carlos de Borbón como su hijo Felipe.
La estatua ecuestre que se aprecia en el centro representa a Francisco Franco. Fue donada por el Ayuntamiento de Zaragoza en 1948 y retirada en 2006.
El nuevo plan de estudios de 1973 establecía que la AGM pasaba a ser el primer centro de enseñanza del Ejército de Tierra. La necesidad de alojar a más tropa hizo insuficiente las capacidades del complejo original. Un nuevo proyecto dispuso, por ello, la construcción de nuevos inmuebles, en varias fases, que aparecen al fondo de la imagen.
En diciembre de 1980 quedó inaugurado el nuevo Servicio de Alimentación para tropa, cadetes y mandos, en un gran edificio con la cocina en el centro, rodeada por los comedores, característico por sus porches, a la derecha de la imagen. Fuente: Proyecto GAZA ("Gran Archivo Zaragoza Antigua").
Des Estudio Coyne en 1927 DARA.
Foto tomada en 1981. Proyecto GAZA ("Gran Archivo Zaragoza Antigua")
Mutua de Accidentes de Zaragoza. En el número 74. La MAZ fue creada en 1905 y sus primeras instalaciones estuvieron en unos locales en el paseo de la Independencia. Una década después se trasladaron a la calle de San Miguel, y después, en los años 20, construyeron una clínica en el número 4 de la calle Sancho y Gil, un edificio historicista, siguiendo el proyecto trazado por Marcelino Securun.
El hospital de la avenida de la Academia General Militar vino a ampliar y modernizar sus instalaciones, marcando un significativo contrapunto arquitectónico con su predecesor. El proyecto corrió a cargo de José de Yarza García y José Miguel de Yarza Nordmark en 1971 y las obras se realizaron entre 1972 y 1975.
Más información en: maz.es, maz.es, zaragozaarquitecturasigloxx.com
Foto de Antonio Calvo Pedrós (DARA).
Nuevo edificio de la MAZ en la antigua carretera de Huesca. Foto Gerardo Sancho Ramo (DARA, 1975).
La rotonda de la MAZ, llamada así por su cercanía a la Mutua de Accidentes de Zaragoza. Dispone de un paso subterráneo y se comenzó a construir para acabar con las retenciones que se producían en horas punta en este punto de la autovía. La obras se iniciaron en en agosto de 2007 y tuvieron un coste de un coste de 12,6 millones de euros. Sustituye a otra de 2004, esta no tenía paso subterráneo, que estuvo rodeada de polémica debido a los continuos atascos que generaba y a la consiguiente la excesiva contaminación acústica y medioambiental en la zona.
Escultura "Puente de culturas", en la rotonda de la MAZ. Está formada por dos arcos de tubo de acero inoxidable, obra de Abelardo Espejo. Las medias lunas y formas parabólicas son habituales en las obras de arte público de Abelardo Espejo, a menudo con un significado que evoca el anhelo de unión como en esta obra artística, que se hace eco de los nuevos puentes construidos con motivo de la Expo 2008. Más información: https://www.zaragoza.es/sede/servicio/arte-publico/261
CALSA-CASE. Estaba en el cruce entre Salvador Allende, San Juan de la Peña y Alcalde Caballero, en el espacio entre la avenida de la Academia General Militar y el Camino de los Molinos. En las tarjetas de la época ponía que estaba en el número 230 de San Juan de la Peña.
Construcciones Agrometálicas Levante S.L. (ver más en calle Pellicer, calle de José), fundada en 1960 en Zaragoza, fue el origen de CALSA (al pasar a S.A.). Ya en los años 80 pasó a formar parte del grupo internacional J.I. CASE, cerrando estas instalaciones en 1990.
Era una de las ingenierías pesadas españolas menos conocidas especialistas en la producción de máquinas de movimiento de tierras, aunque también fabricaba tractores y cargadoras. La empresa CALSA también suministró y fabricó piezas terminadas para los fabricantes de grúas locales IASA e IBESA .
Ubicación de CALSA-CASE en plano de1971 (el solar 007 era donde mostraban la maquinaria para su venta), foto de 2003 (Callejero aéreo de Zaragoza - El Periódico de Aragón, Miguel Pascual) y plano de 2022.
Señala con una flecha roja, CALSA-CASE en foto del Picarral del año 1982 de origen desconocido.
En 1980 Tenneco (propietaria a su vez de Case) compró un 75% de la empresa. Y se hizo con el 100% a primeros de los 80 del siglo pasado. Después de que la compañía Tenneco comprara Calsa, su fábrica fue equipada y reorganizada por CASE estadounidense más grande, por lo que en 1990 el nombre CALSA ya no se usó y la producción terminó, pero se reinició rápidamente ahora bajo el nombre de Case, que pronto relanzó su propio modelo nuevo de los años 90.
En su última década se centraron en maquinaria para la Industria Agrícola, de la Construcción y a la Minería Española, y muchos de sus modelos se exportaban también a Francia.
Se derribó hacia el año 2000 y ahora hay hay un bloque de edificios. Los viejos del lugar recuerdan aquella salida hacia Huesca con las máquinas alineadas mirando de frente hacia la avenida San Juan de la Peña.
Foto de todocoleccion.net
Foto de todocoleccion.net
Publicidad en el diario El Noticiero en 1966.
Antigua farola sin uso, último vestigio de la fábrica CALSA-CASE.
(Barrio de Miralbueno): Situado en el valle de Hecho, sobre la Selva de Oza.
(Barrio del Picarral): Juan Esteban Acha Aguirre (1926, Arechavaleta, Guipúzcoa - 2001, Zaragoza). Sacerdote jesuita que desarrolló su labor social primero en el barrio de las Delicias y más tarde en el Picarral, en la Parroquia de Nuestra Sra. de Belén. Muy activo en las actividades vecinales y en la integración del colectivo gitano.
El ACTUR o Rey Fernando es un barrio que se encuentra en el distrito Margen Izquierda de la ciudad de Zaragoza. Está delimitado por el río Ebro -el cual atraviesa la ciudad- al sur y al este, situado en la margen izquierda del mismo. Fue edificado como parte del Plan ACTUR (ACTuaciones URbanísticas URgentes) para resolver el problema de falta de vivienda que tenía la ciudad en los años 70 del siglo XX.
Con fecha 17 de marzo de 1971 se constituyó la Junta de Compensación de los polígonos 46 y 47. Una vez constituida se solicitó la liberación de sus terrenos (ya que la misma agrupa a todos los propietarios de terrenos de esta zona) al Ministerio de la Vivienda. Estos terrenos tenían una superficie aproximada a los 1.663.000 m2 y estaban incluidos dentro de la actuación proyectada por la Gerencia de Urbanismo del citado Ministerio, denominada Puente de Santiago. Por resolución ministerial de 6 de abril de 1972, el Ministerio de la Vivienda liberó los terrenos incluidos dentro del ámbito de actuación de la Junta (que se correspondían a los de uso residencial de los polígonos 46 y 47 del Plan General de Ordenación Urbana).
Con fecha 20 de marzo de 1975 y tras Asamblea General de la Junta de Compensación, se aprobó el cambio de la denominación a Zona Residencial “Rey Femando de Aragón”. El día 15 de mayo de 1975 se aprobó el proyecto de urbanización interior, por el Ministerio de la Vivienda, cuyas obras dieron comienzo en el mes de septiembre de 1976.
Lo que hace décadas era un espacio con huertas, a primeros del siglo XXI era uno de los barrios más jóvenes y modernos de la ciudad, y el quinto más poblado (57199 habitantes en 2006). El ACTUR está construido perpendicularmente sobre dos calles: Gertrudis Gómez de Avellaneda y María Zambrano, siendo prácticamente simétrico a los lados de estas dos vías. La mayor parte de los nombres de sus calles están dedicados a literatos, cineastas u otros artistas iberoamericanos. El espacio destinado no había sido utilizado antes en la construcción por su alto nivel freático. Fundamental resultó la construcción del puente de la Almozara.
Casañal, D. 1899.
ACTUR hacia 1932 del Cuerpo Mayor del Ejército.
Autor desconocido. 1935.
Autor y fecha desconocidos.
Autor y fecha desconocidos.
Autor desconocido. 1975.
Foto de diciembre de1981.Aragón Exprés del 28 de febrero de 1982.
Autor desconocido. Años 90 del siglo XX.
(Barrio de Valdefierro): Acuario (el portador del agua o ánfora), es una de las 88 constelaciones reconocidas por la astronomía moderna, descrita por Claudio Ptolomeo. Su símbolo representa el flujo del agua.
Cerca de ella, a la altura del actual Camping Ciudad de Zaragoza (hubo otro más antiguo, ver calle Hydra) debió estar la ya desaparecida almenara de San José (kilómetro 79,2 del Canal). Como no había piscinas en el barrio, los más osados disfrutan de la llamada “Poceta del Guardia”, en realidad la salida de la almenara de San José para las acequias de Enmedio y Val del Fierro, siempre y cuando no apareciese el almenarero.
Plano de 1892 donde se aprecia en la parte inferior izquierda, sobre le Canal Imperial, la desaparecida almenara de San José
(Barrio de San José): Mariano Adam Guallar (solo conozco que murió en 1953). Aragonés, promocionó su vida en Zaragoza. En un terreno suyo edificó Valentín Pastor y por su cuenta rotuló la calle.
(Barrio de San José): El Hermano Adolfo (Cella, Teruel, 1894 – Zaragoza, ¿?). En el bautismo recibió el nombre de Leonardo. Obtenido en Teruel el título de Maestro Nacional en la Escuela Normal de Magisterio, ejerció su labor docente en Zaragoza a donde se había trasladado en setiembre de 1920. Se estrenó como educador en el colegio San Felipe que ocupaba el palacio de los Condes de Argillo (hoy museo de Pablo Gargallo) adosado a la parroquia de los Santos Felipe y Santiago, el Menor, apóstoles. Sintió la llamada de Dios a la vida religiosa y siguiendo el consejo de las personas a quienes consultó ingresó en el Noviciado que los Hermanos de la Salle tenían en Irún. Al tomar el Hábito religioso de Hermano, cambió su nombre de pila, Leonardo, por el de religioso Hno. Julián Adolfo, siendo Adolfo el nombre con el que se le conoció durante su vida. Tras el año de Noviciado y otro más de estudios religiosos en Talance, Francia, cerca de Burdeos, volvió a Zaragoza, donde permaneció, salvo un año en Beasain (Guipúzcoa), hasta su muerte, entregado a la educación humana y cristiana de los niños y jóvenes durante más de medio siglo, por lo que mereció el título de el apóstol de Montemolín.
Autor: Ángel Gracia Gracia. Principios de los ochenta. Plaza Utrillas principio de los 80 antes de reformarla, los bloques del frente son de calle Hermano Adolfo y en el medio solar de lo que hoy son los números 1 al 7 de Camino Cabaldós.
(Barrio de Torrero): Adriano VI (Utrecht, 1459 – Roma, 1523), regente de Castilla y papa número 218 de la Iglesia católica de 1522 a 1523. Fue el último papa no italiano hasta la elección de Juan Pablo II en 1978, casi cinco siglos después, además de ser uno de los dos únicos papas modernos, junto con Marcelo II, en mantener su nombre de pila tras su elección.
Su carrera eclesiástica va ligada a la historia de Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, del que fue su maestro en su juventud cuando era príncipe. A su servicio fue deán de Lovaina, embajador de España, obispo de Tortosa, cardenal, inquisidor general y gobernador de Castilla. Su ascenso al solio pontificio lo conoció en Vitoria, donde estaba preparando la defensa del reino de Navarra ante una hipotética invasión francesa. Fue elegido Papa en un cónclave muy difícil y al final se optó por un candidato de consenso. Era un hombre devoto, culto y que fue considerado siempre extranjero.
Desde el 5 de febrero de 1522, en el que tuvo noticia de su elección, Adriano VI emprendería un periplo de seis meses, hasta llegar a Roma en un viaje por mar accidentado, jalonado de paradas: Logroño, Tudela, Mallén, Pedrola, Zaragoza, Caspe, Fabara, Tortosa... Su breve pontificado (murió al año) le impidió poner en marcha una serie de medidas.
Calle Adriano VI en 2023. Google Maps.
Como decíamos, en una de sus paradas recaló en Zaragoza, donde vivió más de dos meses (fue la parada más larga), tiempo en el que convirtió la capital aragonesa en el centro de la Cristiandad. Se reunió mucha gente para esperarle. En aquel momento nadie conocía ni había visto a un Papa y atrajo verdaderas multitudes en todos los sitios del camino.
A la capital aragonesa llegó el 29 de marzo al mediodía, pero no hizo su entrada oficial en la ciudad hasta el 4 de abril, una jornada intensa e irrepetible. Todos los notables, cofradías, conventos y parroquias, precedidos en procesión de las reliquias más importantes de los templos de la ciudad, acudieron a recibirle en la puerta del Portillo y acompañarlo en su camino, jalonado de todos los bustos relicarios que había en la ciudad. Entró el Papa en Zaragoza en una silla que llevaban a hombros varios caballeros, llegando hasta la catedral de San Salvado donde oyó misa y concedió indulgencia plenaria a todos los que estaban dentro de los muros de la ciudad. Luego comió junto al arzobispo en su palacio y, al regresar a caballo a la Aljafería, quiso encaminarse hasta la iglesia de Santa Engracia para venerar las reliquias de los mártires. Antes de retirarse a sus aposentos prometió volver.
Se instaló en el palacio de la Aljafería, sede de la Inquisición que, ricamente adornada, había sido preparada para su alojamiento. Desde la torre del Trovador dio la bendición a toda la ciudad. También estuvo alojado en Santa Engracia unos días (entre el 16 y el 21 de abril).
Ya antes de venir había mostrado su interés por San Lamberto de Zaragoza por otro Lamberto, que es patrono de Utrecht, su ciudad natal, y pide visitar la tumba. Visitó tres veces la ermita de Miralbueno donde, según la tradición, fue martirizado. La comunidad lo bajó a la cripta a venerar las reliquias y la ciudad, que era la propietaria de las reliquias, cedió una reliquia del cráneo al Papa en un artístico estuche de plata. Se dice que de las reliquias manó sangre que se recogió en un relicario, hecho que se consideró milagroso porque el santo había fallecido hacía 1.219 años. Agradecido, el nuevo pontífice da su venia a la fundación de un convento dedicado al mártir labrador, en cuyo lugar está ahora el cuartel militar de este nombre. Y don Hernando de Aragón, el arzobispo mecenas, dará diez mil ducados de oro para que, en efecto, se construya.
Aún volvería a la cripta de Santa Engracia el 16 de abril, y se hospedó en su claustro, con todos sus oficiales en el resto de las celdas. Y allí pasó la Semana Santa. Las crónicas le describen en Jueves Santo en un estrado con cinco gradas de alto, sentado en su trono papal con capa y mirra de brocado blanco y dando de comulgar a todos los monjes. Allí lavó los pies a trece pobres. Concluida la Semana Santa regresó a la Aljafería, donde aprovechó para resolver algunos problemas enquistados de la curia zaragozana.
Abandonó la ciudad el 11 de junio por el camino de Tortosa camino a Roma por el curso del Ebro para tomar posesión de la silla apostólica. Antes de morir suscribió la bula Omnímoda, clave para la evangelización de América. La bula establecía en una forma muy amplia las facultades de los religiosos en aquellos sitios fuera del alcance de la diócesis episcopal.
Fuente: Heraldo de Aragón - Heraldo de Aragón
La carretera del aeropuerto desde El Caidero, por la calle San Bartolomé (actual área F-56/10 del PGOUZ)
Foto: Javier Peña, verano de 1962
Hasta los años 40 en la zona solo había unas graveras junto al Canal Imperial. Hasta 1950 no he encontrado referencia alguna de la calle áfrica, únicamente urbanizada en el lado de los impares, ni en mapas ni en la hemeroteca digital.
Planos/fotos de la calle. M.A. Navarro (1925), 1935, 1945, 1956, 1980 y 2000.
Parcela del número 27, superviviente de la primitiva parcelación. Foto de 2008. Google Maps.
Fraternidad de Trabajo en Zaragoza, de los Capuchinos. Tras el Concilio Vaticano II se comenzaron a crear pequeñas comunidades o "fraternidades" de religiosos que tuvieran mayor sensibilidad hacia los problemas de las personas, dando testimonio de trabajo y pobreza. Su lema se resumía en ser "una casa abierta a todos: hermanos de religión, sacerdotes y seglares".
Su objetivo era evangelizar en los barrios del extrarradio, a las clases menos pudientes, especialmente a los jóvenes. Sus actividades estaban abiertas a personas no católicas.
A diferencia de los tradicionales conventos capuchinos, vivían en una casa pobre y alquilada, y no tenían una iglesia de culto. No tenían un horario fijo, pero compartían algunas actividades comunes habituales: eucaristía, mesa común, comunidad de apostolado, etc.
En 1971 los responsables Capuchinos aceptaron esta nueva fundación. Tras algunas gestiones se instalaron en el número 9 de esta calle, bajo la demarcación de la parroquia de San Francisco de Asís.
Con un alto compromiso político y social, su acción se canalizaba fundamentalmente a través de la Asociación de Cabezas de Familia del barrio de Venecia-Torrero y mediante la presencia en otras asociaciones de barrios de Zaragoza.
Este proyecto de vida religiosa secularizada sólo tuvo algo más de dos años de existencia. Los mismos religiosos que la iniciaron con mucha ilusión, tras una sincera reflexión, tomaron la decisión personal y comunitaria de poner fin a la misma. Fue suprimida el 14 de octubre de 1974.
Fuente: "Los conventos capuchinos de Aragón (1598-2004)”, de Luis Longás Otín. Pag 221 a 226.
La Asociación Española Misión de la Luz di Divina, tenía su "Asrham", o lugar de reunión en el número 5 de esta calle en 1973. A lo largo de 1973 hay varios reportajes sobre este centro y sus actividades en la prensa de la época. El Noticiero,1 de diciembre de 1973, página 16.
Según sus partidarios sus fines no eran religiosos, si no propagar el conocimiento del Guru Marahj Ji, líder espiritual indio, de 15 años en esos momentos, que supuestamente promovía un mensaje de paz y que contaba con muchos seguidores en todo el mundo.
Tuvieron que cesar sus actividades en enero de 1974 porque la asociación fue suspendida y cancelada por inscripción en el Registro de Asociaciones del Ministerio de la Gobernación como asociación cultural. La razón de esta suspensión era se dedicaba al proselitismo y a otras prácticas religiosas. Es decir, fue considerada una secta.
Imagen de 1974. Puede ver la calle y la del Tiro, que se abre a la izquierda. En el chaflán se ve el bar El Pinar junto a las viviendas mancomunadas. A la derecha se ven los pinos en la margen derecha del Canal Imperial de Aragón. Se compara con la imagen que puede verse en 2022. Fuente Proyecto GAZA.
(Barrio de Torrero): El ágata no es un mineral específico, sino un conjunto de variedades microcristalinas del cuarzo (sílice). En realidad, son variedades de calcedonia que presentan bandas de varios colores poco contrastados. Se encuentra en rocas volcánicas cuyo tamaño puede variar desde milímetros a varios metros.
(Barrio de San José): María de Jesús de Ágreda O.I.C. (Ágreda, 1602 - Ágreda, 1665), abadesa del convento de las Madres Concepcionistas de Ágreda, Soria, también conocida como La Venerable, Sor María, o Madre Ágreda, fue una escritora y monja concepcionista española. Tuvo fama de santa por sus penitencias y mortificaciones corporales, llegando a ser procesada y absuelta por la Inquisición. Mantuvo una larga y nutrida correspondencia (1643, 1665) con Felipe IV, de quien fue consejera en asuntos de Estado.
(Barrio de San José): En el municipio de Castellote hay una ermita cuyo edificio es del siglo XVII. Esta advocación era conocida antes de la llegada de los árabes. La tradición, que data de 1.405, cuenta que once mozos de la localidad, ante una pertinaz sequía que estaba destruyendo cosechas, se desplazaron a la ermita de la Balma para implorar agua. La gracia les fue concedida y, desde entonces, decenas de castellotanos de todas las edades participan cada 1º de mayo una la romería a la ermita del Llovedor para conmemorarlo.
Colegio María Auxiliadora (Salesianas). Ver más en Mornés, calle.
(Parque Goya): Cuadro de Goya del año: 1808-12, realizado con técnica óleo sobre lienzo que se expone actualmente en Budapest.
(Barrio de San Pablo): Como muchas calles del Gancho, recoge la tradición de un oficio. La situación de esta calle no es la misma exactamente que la de la antigua denominación, que correspondía a la que hoy es calle de Cerezo.
Pese a contar con una calle, los aguadores estaban distribuidos por toda la ciudad (sus viviendas), en sus respectivas zonas de reparto.
Era un gremio que residía en el barrio de San Pablo y era pionero de la venta de agua por las casas. Antes del alcantarillado y la conducción de agua hasta las viviendas, los aguadores del Gancho recorrían la ciudad con carros (tirados por dos o tres borriquillos) y cubas (normalmente seis cántaros de barro cocido) con suministro procedente del Ebro y que tras pactar precio subían a las viviendas para rellenar cuencos y tinajas (el precio en 1860 era de tres reales por cubo).
Autor y fecha desconocidos. No se corresponde con la calle Aguadores pero representa bien el oficio.
Júdez, M. 1862. Aguadores cargando agua en la entonces conocida como Plaza de la Constitución, hoy plaza de España).
El comercio del agua nació en San Pablo. Su tarea fundamental era el reparto de agua por la casas de la ciudad. Esta actividad se concebía como un servicio público y como tal se encontraba reglamentada.
No debía ser un oficio para cualquiera porque para dichos menesteres eran imprescindibles dos condiciones: "habelidá" y "Juerza" sobre todo "habelidá". Había que saber llenar a un mismo tiempo, dos cántaros en tres gorgoritos, taparlos sin que se metieran pajas, llevarlos de tres en tres a las aguaderas, colocarlos sin descansar y, de Igual modo, subirlos a las habitaciones.
La toma de agua del Ebro se realizaba aguas arriba de la zona del Mercado y de lavanderías, accediendo al río a través del Postigo de Aguadores (en la desembocadura de la actual calle Postigo del Ebro), aunque en otro documento constan los postigos de Sorreal, Tripería y puerta del Ángel (Diario de Avisos de Zaragoza del 3 de enero de 1850). Una vez en el río, largas bancadas permitían a los aguadores recoger agua de la parte central del río y no de las orillas (aunque a veces, lo que estaba sancionado, lo tomaban de las orillas (era más fácil) con la consiguiente falta de salubridad (agua estancada, cenagosa).
También se llenaban los cántaros en el Gállego (de aguas cristalinas y delgadas), más allá del puente de Santa Isabel, aunque en este segundo caso el precio era mayor, lo que también ocurría cuando se trataba de pisos altos o de barrios alejados del centro. Las aguas del Huerva no se utilizaban por ser “blandas” y no reunir condiciones de salubridad.
El tiempo mejor para recoger el agua era en enero, porque el caudal era más abundante y las aguas más claras, menos turbias y menos saladas.
Se almacenarla en aljibes o toneles (para que las impurezas cayeran por decantación al fondo). Cobraban a domicilio. 50 o 25 céntimos, según cantidad de la carga.
En 1723 el oficio de aguador lo desempeñaban en la ciudad cien personas, ocupando el octavo puesto en cuanto a número de profesionales frente a otras (jornaleros del campo, sastres, pelaires, zapateros, labradores, tafataneros, tenderos y aguadores, por este orden). En 1797 el número de aguadores en Zaragoza era de 150 hombres continuamente, lo que suponía el 5% de los aguadores de toda España.
Los aguadores también podían vender aguas compuestas como agua de nieve, de horchata de chufas, sorbetes, cortadillos que se vendían en las plazas a la grita. La única restricción es que debían parar de 12 a 2 h para dejar descanso a los enfermos. El primer trabajo del día era llevar agua a los clientes fijos y el resto del día se dedicaban a captar clientes dando vueltas por su distrito.
Estos aguadores tenían de reunión en una taberna de la Amargura (ver más en San Jorge, calle). Los más famosos fueron el tío Granizo, los Quirri, Juanico, tío Fleta, Calvo "el de la parroquia del Gancho" y el tío Campanero. Fuente: El Noticiero del 19 de mayo de 1946, página 11.
Otro servicio que realizaban los aguadores para la ciudad es el de bomberos. Según las ordenanzas eran ellos con los albañiles y sus oficiales los que debían acudir a sofocar incendios. Estaban obligados a guardar la última carga del día en sus casas y estar preparados para si eran avisados por algún fuego. El ayuntamiento concedía un premio al aguador que llegaba primero al incendio. Hasta 1863 la ciudad no contó con una Compañía Municipal de Bomberos.
Ya en 1856 únicamente 56 personas se dedicaban a este oficio pero la instalación de las fuentes públicas en el interior de la ciudad en 1962, fue su fin casi definitivo. La construcción de las nuevas instalaciones de Torrero y Casablanca y las redes de abastecimiento y alcantarillado de la ciudad acabaron con esta profesión. Más datos sobre los aguadores en el libro de Carlos Blázquez, Zaragoza, dos milenios de agua. Los dos últimos aguadores fueron Gregorio y Ricardo, el último (ver reportaje en Heraldo de Aragón del 13 de octubre de 1933). Los últimos dineros que ganaron los aguadores fueron durante la construcción del paso a nivel de la avenida de Madrid, ya que hasta allí no llegaba el agua.
Entre las familias nobles o de la burguesía urbana se recurría al consumo de la nieve, como dulce gastronómico y, según consideraban, con cierto valor médico, gracias a la labor de vecinos de Añón y Tarazona, que en 1573 o 1589 o 1591 traían en la noche sus carros y caballerías cargadas de bloques de hielo y nieve, existiendo, según el censo de profesiones, 4 “neveros” en 1723 en Zaragoza.
Hacia 1885 (no se ven los raíles del tranvía). Aguadores en el Coso Bajo, frente a la plaza de la Magdalena. En esa fecha ya existían las fuentes de vecindad, como la de la de la plaza de la Magdalena y recogían el agua allí. Estudio Coyne (AMZ).
Calle Aguadores 1951. Archivo MORA.
Autor Esteban Monge Ormaz..
Calle Aguadores. Inicio de los años ochenta.
Misma toma en la actualidad.
En la calle existió una de las fuentes de vecindad que existieron en Zaragoza en 1862 y que recogía las aguas de una conducción procedente de la llamada acequia del Castillo. Trasladaba las aguas hasta la fuente de la Casa de las Monas (Avenida César Augusto).
Bombardeo republicano en el Gancho. A las siete de la mañana del 13 de mayo, de nuevo un trimotor republicano, protegido por dos cazas, sobrevolaría los tejados de Zaragoza dejando caer cuatro bombas. Fue el popular barrio de San Pablo (El Gancho) el que esta vez resultó afectado y sufriría las terribles consecuencias de muertes y destrozos. Una de las bombas fue a caer sobre la casa número 14 de la calle Aguadores, que quedó derruida, al igual que la 16, colindante con ésta. También impactaron en edificios de la calle Armas y Casta Álvarez. Ver más en calle Armas y calle Casta Álvarez.
Hallado depósito de armas y municiones en cuadra de la calle Aguadores número 16, que continuó con otro registro en el paseo de la Mina y con seis detenidos, según reza la noticia del Heraldo de Aragón del 11 de diciembre de 1924 de la derecha. Eran días convulsos en una España bajo la dictadura de primo de Rivera.
Antes era más larga, la más larga de la ciudad en su momento. La situación de esta calle no es la misma exactamente que la de la antigua denominación, que correspondía a la que hoy es calle Cerezo. Antes de 1659 se la debió conocer en tres tramos, con los nombres de Aguadores, Pública y Rodrigo Palafox.
Empezaba en la rambla de los Predicadores, atravesaba de norte a sur todo el barrio de San Pablo, cruzando lo que hoy es Conde de Aranda y terminaba en la calle Cantarería (hoy Madre Rafols), junto al corral de la Paja y a la Salitrería, cerca del cuartel de caballería, en terrenos donde se construyó la Casa de la Misericordia de Pignatelli y el coso taurino.
Los labradores en el siglo XVII vivían sobre todo en calles que permitían un acceso directo al campo (sobre todo situado entre la puerta Sancho y la de Baltax, actual puerta del Carmen) y que no fueran comerciales. Así abundaron los labradores en las calles aguadores, Gascones (desembocaba directamente en el Portillo), Predicadores, Castellana, San Pablo, Armas, etc.
En algunos de estas calles aún perviven casas con puertas de carros que por su vejez pudieran ser casas de labradores de los siglos XVII y XVIII.
Durante la Guerra Civil, una madrugada, a las siete de la mañana, fue cuando el día 13 de mayo otro trimotor sobrevoló los tejados de Zaragoza y de sus bodegas dejó caer cuatro bombas sobre el popular barrio del Gancho. Los números 14 y 16 de la calle Aguadores fueron arrasados, y la bomba que fue a caer en la calle Casta Álvarez igualmente destrozaría las viviendas del número 74, quedando reducida a escombros, así como la parte posterior de estas casas correspondientes al número 61 de la llamada calle de la Democracia. La tercera de las bombas arrojadas fue a parar entre los números 123 y 125 de la calle de las Armas, provocando serios destrozos. La última de las bombas se estrellaría sobre la calle Libertad, junto al número 20, originando graves daños en la misma.
El Noticiero del 2 de noviembre de 1927.
El número oficial de muertos fue de 14 y más de 80 heridos, falleciendo posteriormente algunos más a consecuencia de las heridas sufridas. En su retirada y salida de la ciudad, este avión seguiría causando el pánico entre la zona de la Puerta del Carmen y Paseo María Agustín, lanzando sus bombas junto al Hospital Provincial y sobre la terraza del edificio de la Santa Hermandad del Refugio. Más adelante, en la calle Anselmo Clavé y en la estación del Sepulcro, la muerte y el dolor también les sobrevoló, provocando varios muertos y graves desperfectos que se irían extendiendo hacia la calle Roche, hoy Escosura, y sobre el barrio de Terminillo.
Más información en Bombardeos sobre la ciudad de Zaragoza durante la guerra civil. Rolde: Revista de cultura aragonesa, ISSN 1133-6676, Nº. 114, 2005, págs. 18-25.
En esta calle vivió Valero Julián Ripoll Urbano (ver calle), héroe de los Sitios, entre 1808 y 1814 y una placa lo recuerda. Tiene una calle dedicada en Zaragoza.
(Barrio del Arrabal): Población de la comarca de Cariñena.
Jardines de Anento. Municipio de la Comarca de Daroca. Ocupan una superficie de 9.000 m2.
Monumento al Olmo. Autor Rafael Bernaola en 1992. En el rótulo de piedra del interior un poema del propio R. Barnola Usano: AL OLMO. La idea de que fuera un monumento al olmo deriva de la epidemia que había asolado poco antes los olmos de toda Europa, incluso los centenarios que presidían algunas de las plazas mayores de nuestros pueblos. Se compone de troncos de olmos cabeza abajo, doble anillo octaédrico de vigas de hierro, rótulo de piedra y empalizada realizadas con antiguas traviesas de madera del ferrocarril. Monumento muy en la línea de la conjunción arte-naturaleza, que tanto se ha desarrollado a finales del siglo XX y principios del XXI.
Goliat de hongo enano que hoy te abate
columna y viga del hogar humano
derrochaste poder como magnate
que llega a su crepúsculo temprano
enhiesto y orgulloso, punta al cielo
fuiste del bosque, príncipe y abuelo
más aquí terminó tu vida altiva
y al ver tu ruina de hoy, pensar me espanta,
que has de vivir, aunque de pies arriba,
mucho más tiempo que quien hoy te planta.
Imagen tomada de zaragoza.es
(Barrio de Torrero): Juan de Aguas (Daroca, 1606 - Zaragoza 1685). Era canónigo de la catedral de Zaragoza, examinador sinodal del arzobispado y DoctorTeólogo por la Universidad Literaria de Zaragoza y Rector de la misma. Murió siendo canónigo de la Seo, siendo enterrado en su capilla dedicada a San Valero.
En esta calle, hacia 1860, existió una noria que elevaba el agua del Canal hasta los terrenos de cultivo del Sr. Brandán, dueño y autor de la obra. La noria era octogonal y funcionaba con tracción animal, aunque después se le instaló un motor. Los terrenos contaban con frutales y huertos de verduras, estando rodeados por tapias. Funcionó hasta que se construyó el colegio Luis Vives, lugar donde estaba el depósito donde se recogía el agua de la noria. Otro depósito estaba ubicado en la calle Depósito Alto.
La calle se llamaba inicialmente calle Aguas hasta octubre de 1943, según el diario El Noticiero de 16 de noviembre de se año.
(Barrio del Arrabal): Rio del Bajo Aragón afluente del Ebro y de escaso caudal.
Frente a esta calle, cercana al Gállego, estuvo la Azucarera del Gállego. Actualmente sobre esos terrenos se encuentra la Urbanización Ríos de Aragón. Ver más en Piedra, calle del río.
(Barrio de San José): Fermín Aguayo Benedicte (Sotillo de la Ribera, Burgos, 1926 - París, 1977), pintor, fue un adelantado de la abstracción formando parte del Grupo Pórtico de Zaragoza, ciudad a la que llegó con algo más de diez años. Su obra se inicia dentro del postcubismo para evolucionar muy pronto hacia la abstracción y posteriormente, tras su marcha a París en septiembre de 1952, hacia la pintura figurativa. Según el retrato de Santiago Lagunas, Fermín Aguayo era “inteligente, dotado para el color y la forma”.
(Barrio del Arrabal): Mosén Agudo Domingo (Paniza, 1894 - Zaragoza, 1949). Doctor en Teología y Filosofía y Letras. Profesor del Seminario y periodista de Heraldo de Aragón, firmaba con el pseudónimo de “Augustus”.
Esta calle coincide aproximadamente con el recorrido que hacía el desaparecido camino de la Ortilla (u Hortilla, según los mapas). Dicho camino más que un camino era un barrio, conocido como el barrio de la Ortilla, que abarcaba (ver plano de Casañal de 1880) los dos lados de la actual salida en la margen izquierda del puente de Santiago.
Sedería Charo, en los bajos del número 15, era uno de sus comercios tadicionales.
Sedería Charo en 2008. Cerró antes de 2014.
Planos del barrio de la Ortilla de los años 1899 (D. Casañal) y 1951 (tomado de Proyecto GAZA).
Aragón Express del 18 de mayo de 1979.
Calle Mosén Domingo Agudo en los años 90, con el Ebro al fondo. Tomado del libro "Las Calles de Zaragoza". Cambio 16. Aragón. Fotos Dani Pérez y Jesús Ibáñez.
Detalle de plano de A y R. Margalé de 1964. Abajo Helios, a la derecha espacio para el puente de Santiago (en construcción) y en amarillo, en medio, el barrio de la Ortilla.
La orilla izquierda del Ebro zaragozano: (proceso de urbanización). María Carmen Faus Pujol Zaragoza : Ayuntamiento, D.L. 1988.
María Carmen Faus Pujol Zaragoza : Ayuntamiento, D.L. 1988.
Barrio de la Ortilla 1977. Autor desconocido.
(Barrio del Arrabal): Teresa Agüesca Rossis (Huesca, 1654 - Desconocidos). Grabadora. Entre sus obras destacan las estampas religiosas, los restos arqueológicos para ilustraciones eruditas, los grabados para portadas de libros y también los escudos de armas.
Son muy pocos los datos que se conocen acerca de esta artista oscense. Su padre, importante grabador durante los siglos XVI y XVII, fue quien le enseñó el arte del grabado, una técnica de impresión muy usada en los siglos anteriores.
Quizá lo más reconocido de Teresa fue que con nueve años grabó un aguafuerte con la imagen de San Antonio y el niño Jesús. Fue muy grande el asombro que causó su obra entre los críticos de aquella época, a los que la técnica del grabado que usó Teresita, como la conocían entonces, levantó una oleada de admiración. Sin duda aprendió pronto la técnica del grabado y de ella decían que "grababa con suma limpieza y corrección".
Pero no solo se dedicó a realizar estampas con la imagen de santos, como muestra su primera y precoz obra, sino que también es reconocida por haber grabado escudos de armas, restos arqueológicos para ilustraciones de obras eruditas de aquel momento y también grabados para portadas de libros. Trabajó en la elaboración de escudos para las familias más importantes de ese tiempo. Entre los que destacan el realizado para el obispo de Huesca Fernando de Sada y Azcona o para el Marqués de Mortara.
En su ciudad natal están conservadas las obras de la familia Agüesca, concretamente en el museo Provincial. Todas las estampas fueron legadas por el pintor y crítico de arte español Valentín Carderera. Según un libro sobre la historia del grabado, su autor López Serrano define a los Agüesca, tanto al padre como a su hija, como "artistas limitados y provincianos". Dos calificativos que perjudican la carrera desarrollada por ambos. Pero Teresa fue más allá del grabado, la pintura también le atrajo y la desarrolló bajo la dirección de su tío, el doctor Lorenzo Agüesca que, sobre todo, destacó como el autor del fresco de la bóveda parroquial de San Lorenzo en Huesca.
Escuso de armas de Fernando de Sada y Azcona, obispo de Huesca, en el Museo de Huesca.
Hasta el 29-5-09 se llamó calle Posición de San Simón, pero se cambió por la Ley de Memoria Histórica. Enclave en la sierra de Alcubierre en honor a un cabo de la legión. Hace referencia al sargento legionario que tomó la posición para las tropas sublevadas tras un enfrentamiento a sangre y fuego con los defensores republicanos. Pero no es la única leyenda que aureola el monolito, ya que en otro momento de la contienda, abril de 1937, un buen número de falangistas murieron en este monte que, por poco tiempo, fue recuperado por los soldados leales. Una lápida al pie de Puig Mazorra y al lado de los refugios rehabilitados en el proyecto de recuperación patrimonial, recuerda la heroica gesta. San Simón fue lugar de peregrinación y apogeo patriótico durante los años del franquismo.
Portada de Heraldo de Aragón del día 10 de abril de 1937 loando el éxito del bando nacional en la Posición de San Simón.
Reportaje sobre la Posición de San Simón en Leciñena.
Fuente: BellumNostrum (Canal sobre la Guerra Civil Española)
Está dentro del Grupo de viviendas Francisco Franco. Está ubicado en el espacio comprendido entre las calles Somport, Monte Perdido, José Luis Lacruz Berdejo y el camino de Juslibol. Durante la Alcaldía-Presidencia de José Mª Sánchez Ventura (1946-49), especialmente sensibilizado desde su etapa de Concejal por el problema de la vivienda en Zaragoza, se emprende la construcción de la primera barriada obrera periférica, de características muy modestas pero con suficientes garantías de habitabilidad.
Fue proyectado por los arquitectos municipales José de Yarza y José Beltrán para seis manzanas 645 viviendas ultrabaratas y varias tiendas. Las obras comenzaron en 1947 y terminaron en 1949, aunque no se entregaron hasta 1952. Más información: zaragoza.es
La fachada de la calle Anzánigo del Grupo de viviendas Francisco Franco hacia 1950. Fuente AMZ.
Foto de 1981 tomada de Jesús San Andrés. Se ven ya en el centro los bloques de diez plantas de los jardines de Aguilar del Ebro levantados, los primeros en esta parte de la ciudad aún rodeados de fábricas en activo.
(Barrio del Picarral): Localidad del municipio de Osera de Ebro, en la provincia de Zaragoza, a orillas del Ebro. Se encuentra a 2,4 km de la cabecera municipal y a unos 30 km de Zaragoza. Pertenece a la comarca de Zaragoza.
(Barrio de la Magdalena): Antonio Agustín Albanell (Zaragoza, 1517 – Tarragona, 1586), conocido como Augustinus. Eclesiástico que destacó como humanista, diplomático, políglota, obispo (participó en el Concilio de Trento), polígrafo y precursor del estudio histórico de las fuentes del Derecho. Jurisconsulto aragonés, de prócer familia zaragozana, primer vicecanciller del Consejo de Aragón.
Activamente presente en las Cortes de Calatayud de 1515, acusado de haber actuado de forma ambigua entre el rey y la nobleza fue detenido por orden de Fernando II y conducido como prisionero de Estado al castillo de Simancas, donde permaneció hasta que, a la muerte del Católico, fue puesto en libertad por el cardenal Cisneros.
Carlos I lo mantuvo en su importante cargo, hasta que murió, en 1523.
Su casa nativa fue el palacio de Fuenclara, construido en la segunda mitad del siglo XVI por encargo su padre, de igual nombre.
En la imagen, restos del sepulcro del Vicecanciller Antonio Agustín. Alabastro. Obra de Gil Morlanes el joven en 1527. Perteneciente al Monasterio de Santa Engracia. Se encuentran en el Museo Provincial de Zaragoza.
Antes, siglo XVIII y XIX, se llamó calle Enmedio (estaba entre la calle Cadena y plaza Magdalena). También se conoció como calle Casto.
A finales del siglo XVIII tuvo el nombre de calle del Arco de la Nao.
Goya vivió en esta calle Arco de la Nao en sus comienzos. Tras su etapa italiana, el genio instaló aquí su taller, a unos pasos de la conocida plaza de San Miguel. Fuente: heraldo.es
Detalle de plano de Casanova, 1789.
El tramo de la calle Antonio Agustín que estaba pasado el cruce con la calle Cadena y la plaza San Miguel se llamaba calle de Gastón (o bajada de Gastón).
Según cuenta Manuel Abizanda Broto, archivero municipal (El Noticiero del 10 de mayo de 1928), el pequeño callejón de Gastón recordaba la amistad secular entre Alfonso I y los bearneses para la toma de la ciudad de Zaragoza. El principal de esos caballeros del Mediodía francés era Gastón de Bearn, descendiente de ilustre familia provenzal, cuyo padre y abuelo ya habían luchado con reyes aragoneses en la conquista de ciudades, como Fraga, a las taifas musulmanas.
Entregada la ciudad y tras haberse distinguido en los lugares más peligrosos de la lucha, Alfonso I recompensó su participación nombrándole Señor de Sarakusta y con la propiedad de algunos barrios como los actuales de La Seo y San Nicolás.
Planos de Zaragoza de 1712 (José María Ballestín Miguel, 2017), de Casañal (1880) y de Martín (1920).
Juan Mora Insa (DARA, 1951). Calle Gastón vista desde la calle Antonio Agustín, al fondo está el callejón del Perro que desemboca en la Plaza San Miguel. La casa que se ve a la izquierda todavía se conserva y pertenece a la calle La Cadena. Fuente: Lucio Ángel Zaratiegui.
Juan Mora Insa (1951). Origen AMZ
Calle Antonio Agustín vista desde la confluencia con la calle Heroísmo y vista en la actualidad.
Juan Mora Insa (1951). Origen AMZ
Calle Agustín mirando hacia la plaza San Miguel. En el rincón que se ve a la izquierda, hubo en los setenta un taller, talleres Guti, Un poco más adelante estaba el bar casa Luis, que luego pasó a la calle Romea.
Juan Mora Insa (1951). Origen AMZ
Calle Agustín mirando hacia el cruce con Heroísmo. Al fondo a la derecha la actual calle Rincón, en la que había un horno.
La calle de Félix Garcés (Garcés, calle de Félix): Callejón ya desaparecido hasta 1943 calle León, según el diario El Noticiero de 16 de noviembre de ese año) entre las calles Antonio Agustín y Rincón, junto a la plaza de San Miguel.
En otro diario dice que hasta 1940 no se denominó con calle Félix Garcés (El Noticiero del 2 de junio de 1946).
Félix Garcés Navarro, “el tío Garcés” era labrador, natural del barrio rural de Garrapinillos y habitante de la parroquia de San Miguel de los Navarros. Fue uno de los 200 feligreses que, dirigidos por el cura de San Miguel (mosén José Martínez), acudieron en auxilio del brigadier Villacampa y del Regimiento de Extremadura, en el convento de San Agustín.
Benito Pérez Galdós, en el volumen que dentro de los Episodios Nacionales dedicó y tituló Zaragoza, cita que murió Félix Garcés defendiendo el púlpito del convento de San Agustín, sin embargo parece que murió en 1814. Dio la noticia su nieto Victoriano, siendo incluido en la nómina de héroes por la Junta del Centenario, pues hasta entonces había sido tenido por uno de los personajes de ficción creados por Benito Pérez Galdós para su Episodio Nacional nº 6, Zaragoza.
En esta calle el capitán de ingenieros Joffrenot fue herido mortalmente el 8 de febrero de 1809, durante el Segundo Sitio de Zaragoza, según Jean Belmas, ingeniero francés: "Los españoles, para contestar a este fuego, apuntaron una pieza contra la cornisa de la casa: los fragmentos de piedra y de madera que hacían volar las balas de cañón, forzaron a nuestra gente a retirarse. Entonces el enemigo avanzó por el Coso y nos obligó a regresar a la calle del Medio. El capitán de ingenieros Joffrenot fue herido mortalmente".
En el número 1 segundo izquierda, se ubicaba la prensa portavoz de la CNT en Aragón, "El Comunista".
En el número 1 estaba desde 1983 la Taberna Pedro Saputo, especialista en tapas. En 2023 su fundador, José Mari Aso, lo cedió a personal de su confianza.
Foto del número 1 de la calle Agustín. Fuente: @PacoSanz70
El desaparecido Bar "El Chiringuito en 2008, el número 4, esquina con calle de la Cadena. Aseguraban en el cartel que poseían dos récords mundiales en el libro "Guinnes".
Número 24, catalogado. Edificio antiguo de carácter popular reformado en 1880 según proyecto del maestro de obras Antonio Miranda, por encargo de su propietario Clemente Boli. Fuente: zaragoza.es
Foto propia 2024.
Número 26, catalogado. Edificio reformado en 1905, por el arquitecto Félix Navarro, por encargo de su propietario Mariano Sastre de un edificio popular anterior. En estas obras se aumenta una planta y se remodela la fachada. Fuente: zaragoza.es
Foto propia 2024.
Número 28, catalogado. Edificio antiguo reformado en 1890 por el arquitecto Mariano Pueyo, por encargo del propietario del mismo Luis Sánchez.
Fuente: zaragoza.es
Foto propia 2024.
En el número 32 había un punto de venta de carbón desde 1879. Estaba frente a la fábrica de Ascobereta. Tenían otra tienda en la calle de la Audiencia número 6.
Diario Democrático del 20 de septiembre de 1880.
Almacén de maderas y carpintería mecánica Pallarés, en el número 33, frente a la Puerta del Portillo. Heraldo de Aragón, 25 de octubre de 1922.
En el número 46 de la calle, en 2016 se descubrió en un medianil un tramo de la muralla de origen medieval, que fue rehecho antes de la llegada de las tropas francesas en los Sitios. Se trata de un tramo de varias decenas de metros de longitud, y entre 6 y 8 metros de altura, que separa el jardín de la finca con el inmueble de San Miguel, 44.
La muralla se ubica en lo que fue en su día el antiguo jardín de la casa del Marqués de Campo Real, zona que fue escenario de intensos combates en los Sitios. La ubicación, que coincide plenamente con la que aparece en los planos antiguos, y su fisonomía, en todo idéntica al tramo conservado en el paseo de la Mina, confirman que se trata de la muralla.
En el cruce de esta calle con la calle Cadena, junto al arco de Lanao, vivió Francisco de Goya entre 1771 y 1773 antes de casarse con Josefa Bayeu.
Bar "El Foro", en el número 22, fue una chupitería mítica de la zona de San Miguel que abrió el 10 de julio de 1991. Propiedad de Pablo Domínguez, cerró en 2021 víctima del Covid (solo tenían un aforo permitido de 6 personas por la pandemia). Toda una generación de jóvenes pasaron por sus tablas de chupitos que llevaban los nombres de jugadores del Real Zaragoza. Puedes recordarlas en este vídeo de su 25 aniversario.
(Zona Centro): María Agustín (Zaragoza, 1784 - Alagón, 1831). Heroína de los Sitios.
Sus padres fueron Antonio Agustín (natural de Bardenas) y Catalina Linares (de Rueda de Jalón), asentados en la parroquia de San Felipe, en una vivienda de la calle San Cristóbal. Fue bautizada en la parroquia de San Gil, vivía en la calle de San Cristóbal (actual calle Olmo, hay en la actualidad otra junto a la iglesia de la Magdalena) de la parroquia de San Felipe. A muy corta edad, la economía familiar la obliga a buscar techo y comida, a cambio de sus servicios, en la casa de la familia de Ramón Ocaña y Antonia Labró, residente en la calle Armas número 178, donde conocerá a Pedro Roncal, mozo quien, al igual que ella, trabaja en calidad de criado.
El 12 de mayo de 1805, Pedro y María contraen matrimonio, instalándose en una casa de la calle Serón número 108 (Parroquia de San Gil, aunque yo he visto una calle Serón, ya desaparecida, frente a la calle Palomeque). Tras casarse deja de servir en la casa de la calle Armas y le sobrevendrán los terribles acontecimientos de la guerra. Durante la misma, en el primer sitio, María participa activamente en labores de logística, abasteciendo a los patriotas, en los puestos de combate, de munición, comida, bebida y cuanto pudieran precisar. Será ejerciendo estas tareas y sobrepasando La Puerta del Carmen donde recibirá una herida en el cuello, de graves consecuencias. Ni el dolor ni la abundante sangre que manaba de su herida fueron motivo suficiente para hacer desistir de sus obligaciones a la joven heroína que continuó su cometido con admirable valentía.
Será el general Palafox, en 1815, quien, atendiendo a los servicios prestados, le concederá la gracia de una pensión, consistente en dos reales diarios, y el Escudo de Distinción, concerniente al primer sitio. Añadamos a lo expuesto que, María Agustín, fue la única zaragozana inválida de guerra o “impedida de un balazo”. La bala que le alcanzó el cuello le dejó inútil el brazo izquierdo, quedando, por tanto, inhabilitada para el trabajo. En 1816 vivía en la calle Mantería (números 148 y 149).
En 1819, tras una larga enfermedad, muere Pedro Roncal. Pasados seis años, María contrae segundas nupcias, esta vez con Antonio Buysan. Ambos se trasladan a la Torre de Postas de Alagón, donde se les proporciona trabajo y alojamiento. Será este su último destino, ya que, María, fallece, con más pena que gloria a la edad de 48 años. Su partida de defunción, dice, entre otras cosas: “No dejó hijos, no hizo testamento; enterrada como pobre de solemnidad en el fosal de San Pablo”. Gálvez y Brambila hicieron un retrato de esta heroína dentro de la colección de sus grabados.
La Aguadora, pintado en 1808 por Goya. Un estudio realizado por expertos de todo el mundo asegura que la figura del cuadro de Goya “La Aguadora” era la heroína María Agustín. Los estudiosos han recalcado que con esta obra Goya quiso hacer un elogio al comportamiento de las mujeres durante la Guerra de la Independencia.
Paseo María Agustín desde la actual plaza de Europa hacia el Portillo. Se ve la torre de San Martín (Aljafería) al fondo. Archivo Mora (hacia 1950). DARA.
Paseo María Agustín entre la Puerta Sancho y el Portillo en los años cincuenta y en la actualidad. Foto Heraldo de Aragón. Fuente Joaquin Roman-gordo
Paseo María Agustín, vista a la altura de la calle Coronel Pueyo (hoy calle Domingo Figueras) hacia la Puerta de Sancho (actual plaza de Europa). Archivo Mora (hacia 1950). DARA.
Paseo María Agustín, hacia el paseo Pamplona. Los árboles de la izquierda estarían junto al actual museo Pablo Serrano. A la derecha, guardias en el Cuartel de Trinitarios. Lucien Roisin, 1925.
Año 1967 y en la actualidad (AMZ).
Lateral de la Puerta del Carmen poco después de dejarla aislada y en la actualidad. DARA. Estudio Coyne
Inicialmente esta vía fue la ronda o paseo de las Tapias del Carmen (por el Monasterio de la Encarnación situado junto a la Puerta del Carmen) o paseo perimetral extramuros, como en la Zaragoza antigua fue el Coso. Desde 1793 Carlos IV nombró protector del Canal Imperial de Aragón y del Real de Tauste a Vicente Fernández de Córdoba y Alagón y Glimes de Bramante, que comenzó a hacer más amenos los alrededores de la ciudad con la plantación de filas duplicadas de árboles, lo que lo hizo mucho más frecuentado por la población los días festivos. Fuente "El barrio de San Pablo en la época de los Sitios de Zaragoza", de M.J. Castán (2015), página 311 en adelante.
No fue hasta 1860 que se denominó con su nombre actual (El Noticiero del 2 de junio de 1946).
Esta zona extramuros se adecentó y adornó con árboles desde 1793.
El proyecto para la urbanización del paseo María Agustín en el tramo comprendido entre la plaza del Portillo y la ribera del Ebro fue redactado por Miguel Ángel Navarro en marzo de 1928. La reforma consistía en la pavimentación y ampliación de este tramo del paseo, con el objeto de facilitar el tráfico rodado -"...no sólo presente sino también futuro..."- y hacer que éste se desplazara hacia las rondas perimetrales en vez de circular por el interior del casco antiguo (tomado de Isabel Yeste Navarro).
De casa de Sardaña, en la puerta del Carmen salían las postas (diligencias) a Cariñena.
La Batalla de las Eras tuvo pues lugar, en toda la explanada que ocupa la estación de ferrocarril y anexos, desde el Portillo hasta el Paseo de Teruel. Como resultado de tan brava acción se causaron al ejército francés varios cientos de muertos que fueron enterrados bajo el propio terreno.
La gente cree que esta zona se denominó Campo del Sepulcro por eso pero no es así. El nombre proviene de la existencia de una ermita con ese nombre que se ve en un plano de 1765 de la Biblioteca Virtual del Ejército. El nombre se mantuvo en la memoria de los zaragozanos, pues hasta hace muy poco tiempo se llamaba así incluso la propia estación de Renfe.
Como aspecto curioso hubo tres hermanos, antecesores familiares de los conocidos Primo de Rivera del primer tercio del siglo XX, que lucharon defendiendo la ciudad. José, marino de guerra (y por ello instruido en el manejo de cañones), se presentó voluntario en Zaragoza, participando en esta batalla de las Eras, en las baterías del jardín Botánico (junto al convento de Santa Catalina), del Carmen y del Portillo. También ejerció de vigía de la Torre Nueva, puesto de suma responsabilidad en la defensa, y se destacó en la salida de la ciudad en barca para avisar a un convoy que venía en auxilio de los sitiados. Sus hermanos Joaquín y Antonio también defendieron la ciudad. El primero fue herido en el Barranco de la Muerte. El segundo, ascendido por sus actos en nuestra ciudad, fue finalmente apresado por los franceses. Fuente: "Zaragoza y los Primo de Rivera", Guillermo Fatás, en Heraldo de Aragón.
La imagen inferior ha sido tomada del blog de Daniel Aquillué, La Mirada Histórica.
Para saber más de la Batalla de las Eras y del conflicto de los Sitios de Zaragoza acceda al apartado LOS SITIOS de esta web.
Entre el Campo del Sepulcro y la Aljafería estuvo en 1860 la posada de la Salitrería. En las ciudades había posadas en las proximidades, algunas antes de las puertas de las murallas para los arrieros de paso, o dentro de la ciudad. Esto último tenía mucha importancia porque la entrada de mercancías en las ciudades debía de pagar portazgos lo que inducía a una especie de continuo contrabando: los fardos se dejaban fuera para introducirlos de matute (burlando la vigilancia de los consumeros o vigilantes de las puertas). El Ayuntamiento vigilaba celosamente esta fuente tributaria; así se le impone una multa nada menos que de 2.000 reales vellón al dueño de la posada de La Salitrería, por mercancías provenientes de Pamplona (abadejo supuestamente para Alagón y hierros para Calamocha).
Dirigidas al acogimiento del arriero, sus fardos y bestias de carga necesitaban amplios espacios, lo que era más difícil de disponer en el interior de las ciudades. Dentro de ellas se situaban preferentemente cerca de los accesos o Puertas, y en lo posible no lejos de los mercados. En Zaragoza la ribera del Ebro, las Tenerías y San Pablo eran los distritos preferidos. Tomado de Santiago Parra, "Fondas, hoteles y banquetes en la Zaragoza del siglo XIX".
En el Campo del Sepulcro, el Club Velocipedista de Zaragoza, en el año 1889, organizó para Pilares pruebas deportivas. Se cobraba entrada (asistió mucho público) y existía una caseta para hacer apuestas y un puesto de dulces y refrescos.
Junto a la Puerta del Carmen, en la muralla, estaba la tapia de la huerta del convento del Carmen o convento de la Concepción. Fundado el 11 de junio de 1815 y derribado a mediados del siglo pasado para construir el que hay ahora. Ver más en Avenida César Augusto.
Recorte de plano de Casañal, 1880
Recorte de foto aérea
Tomada del libro Zaragoza, dos milenios de agua, de Carlos Blázquez.
Foto de la puerta del Carmen y el tramo entre esta y el edificio Pignatelli donde se aprecia en segundo término la huerta del convento de la Encarnación.
Archivo Municipal de Zaragoza. Anterior a 1960
El convento de los Trinitarios Descalzos (convento de la Santísima Trinidad) estaba en el Campo del Toro, actual paseo de María Agustín, enfrente al ambulatorio Ramón y Cajal y del Museo pablo Serrano. Pertenecía al término parroquial de San Pablo, en el llamado Campo del Sepulcro y colindante con las Eras del Rey.
Fundado en 1621, formaban su comunidad 38 frailes que seguían la Regla de san Juan de Mata.
Fue completamente destruido por los franceses en la guerra de la Independencia y reedificado por los religiosos en 1832 (mientras tanto estuvieron en la casa e iglesia de San Juan el Viejo (la de la calle de San Juan y San Pedro). Tras la desamortización se cede al ramo de la guerra cedidos al ramo de la guerra por R.O. del 18 de mayo de 1848 y se rehabilita para su uso como cuartel, fortificándose y sirviendo de puesto avanzado y cuartel de infantería.
En 1860 estaba ocupado por el horno de pan para el ejército llamado de la provisión. Se pueden ver dos planos del mismo de 1847 (1 - 2) en la Biblioteca Virtual de Defensa.
En 1882 allí estaba instalado la Factoría de Provisiones. Contenía los hornos para el pan, locales para almacenes de harinas y granos y alojaba la compañía de obreros de administración militar.
Sección de plano de A. Martín de 1908. Colección de A. Lorda
Plano de Zaragoza según el plano de 1712. José Mª Ballestín Miguel (2017). IFC.
Remarcado el convento de los Trinitarios en foto de 1917 de los Talleres Mercier (Avda. Clavé, 31-33)
Sencilla entrada del cuartel de los Trinitarios. Dibujo de Vicente García. El Noticiero del 22 de junio de 1965, página 21.
Cuartel de Caballería o del Cid (o, popularmente, el Tinglado o el Picadero). Actualmente derribado. Estaba junto al edificio Pignatelli, y disponía de dos pisos, dos patios y un pozo de agua dulce. Su capacidad era de seiscientos hombres y seiscientos caballos.
El cuartel se instaló en el antiguo convento de Agustinos Descalzos, por donde se comunica con el Campo del Sepulcro ó Eras del Rey. Los religiosos se desplazaron a la entrada de la calle San Blas donde abrieron un oratorio abierto al público y cerrado como todos en 1835.
Fue construido en 1775 por el arquitecto zaragozano Pedro Pablo Camón y tenía capacidad para 600 hombres y otros tantos caballos. La puerta, que estaba rematada por un escudo real (actualmente en los jardines del cuartel de pontoneros) es el último testigo en la ciudad de la famosa batalla de las Eras. Es el punto por el que entraron por primera vez las tropas francesas en la ciudad durante la Guerra de la Independencia, el 15 de junio de 1808. Por su puerta (la que aún se conserva) salieron los caballos, mulos y soldados que actuaron en la película Salomón y la reina de Saba, filmada en Valdespartera. El cuartel ya no existe.
Foto del DARA fechada por Aluterio Cifuentes en los años 50 donde se recuadra el Cuartel del Cid.
Foto de L. Laurent fechada hacia 1890. A la derecha de la plaza de toros la alargada fachada del Cuartel de Caballería.
Cuartel del Cid en plano de Carlos Casanova de 1769 (Biblioteca Virtual de Defensa); y en sección de plano de a. Martín de 1908. Col. A. Lorda.
Fachada Posterior (la que aún pervive en el Paseo María Agustín). Colección "Patria y Fe", para la celebración del primer centenario de Los Sitios, en 1908.
Fotos del cuartel del Cid desde dos puntos diferentes de 1963 de TAF Helicopter. Arxiu Nacional de Catalunya. En la primera (archivo Arribas en DARA, 1961) y segunda fotos se observa a la derecha la ubicación de la entrada al cuartel. La cuarta foto es de Gerardo Sancho (DARA), donde se ve el paseo María Agustín a la izquierda y la iglesia del Portillo a la derecha.
Entrada principal, hacia la plaza de toros. El escudo sobre puerta esta ahora en Monzalbarba. Fuente desconocida.
Fotos de Gerardo Sancho (DARA) en 1968. Foto 1: Al fondo, en una vista imposible en la actualidad, se ven los bloques del paseo María Agustín y la entrada a la calle Jerónimo Borao. Foto 2: Se observan al fondo las torres y cúpula del Pignatelli.
Fotos de Gerardo Sancho (DARA) en 1968. Fotos del interior del cuartel durante su desmantelamiento.
Vestigios de la muralla islámica de Zaragoza aparecieron en 2022 en el solar del número 40. Se trata de dos monumentales cubos de muralla islámica, datada de principios del siglo XI, y restos muy arrasados de viviendas islámicas, así como parte de un horno alfarero del siglo XVI y restos de diversas estructuras de origen medieval. Estos pequeños tramos de muralla medieval y dos de sus cubos, que en el punto más alto llegan a los cinco metros de altura, están realizados en tapial (tierra prensada), lo que diferencia estos vestigios de otros de muralla medieval descubiertos hasta ahora en Zaragoza y que son de ladrillo. Estas características apuntan en la dirección de que se trata de la muralla islámica de la ciudad y su importancia radica en que de esa muralla no había aparecido nada hasta 2022 en la ciudad.
Más información: elperiodicodearagon.com
La muralla a la que pertenecen los restos encontrados en el solar solo se conocía hasta ahora por las fuentes medievales que la citan como "muro de tierra". Cronológicamente se ubica entre la muralla romana, de piedra, y la levantada en ladrillo entre los siglos XII y XIV. Estos restos se ubicarían en el tramo entre las puertas del Portillo y del Carmen (Baltax) y es, por ahora, un testimonio físico único.
Más información: heraldo.es
Junto a la puerta del Carmen existió en 1860 una alfarería regentada por Cosme Gil.
Hasta bien avanzado el siglo XX el paseo era parte del extrarradio de la ciudad, como lo demuestra la existencia de vaquerías como la de D. Francisco Miguel en el número 25 del paseo. La nota de prensa de un robo que sufrieron es la prueba de su existencia (La Crónica del 14 de enero de 1913).
Convento de los Agustinos descalzos. También llamado convento de San Agustín, convento de los Recoletos (para diferenciarlo del existente cerca del parque Bruil) o del Portillo (por estar frente a esta puerta de la ciudad). Estaba a la derecha (sentido de entrada a la ciudad) del camino real de Madrid, frente a la puerta del Portillo. Se encontraba en la esquina de la avenida Madrid con el paseo María Agustín, donde estaría el solar del posterior y desaparecido Café Madrid.
Fundado en 1602 por fray Jerónimo de Saona se instalaron inicialmente en el que había sido colegio de las Vírgenes (ver plaza San Roque), edificio que compraron en 1605. Se les queda pequeño muy pronto y deciden hacer otro fuera de los muros de la ciudad y situado a 15 mts de la iglesia del portillo. Su huerta se extendía por las llamadas Eras del Rey hacia el cuartel del Caballería y la plaza de toros. En la iglesia se veneraba la imagen de Nuestra Sra. De los Remedios.
Ubicación en sección de plano de Zaragoza del segundo Sitio
Se supone que está allí enterrado Fray José Ibáñez García, el padre Consolación, que fue uno de los consejeros de confianza de Palafox, junto al Padre Boggiero. Los franceses lo apresaron el 30 de noviembre de 1809 y tras tenerlo preso en la Aljafería, lo llevaron a morir cerca de Luceni, donde lo asesinaron el 9 de diciembre de 1809 y lo tiraron al Canal imperial. A los siete años los restos aparecieron flotando en el mismo lugar y fueron depositados en la iglesia de Luceni, para después ser llevados a su convento, el de los Agustinos Descalzos de San Nicolás de Tolentino (situado en esquina del café Madrid, hoy desaparecido).
Es emblemático ya que fue el lugar por donde llegaron los franceses ya que era la carretera de Alagón o Tudela. También porque está al lado la Aljafería. Se utilizó como puesto de avanzada por los defensores para proteger la puerta del Portillo. Quedó tan deteriorado que fue destruido tras los Sitios y los religiosos se fueron a una casa en la calle de San Blas donde habilitaron un oratorio y algunas celdas hasta 1885 en que abandonaron la ciudad.
En su defensa destacó Fray Ignacio Santa Romana Sacacia (Zaragoza, 1752 - ¿???). Ingresó lego en este convento de San Agustín y en los Sitios se destacó, entre otros momentos, el 26 de julio introduciendo pólvora en la ciudad a espaldas de los franceses, y el 4 de agosto, derribando de certeros tiros al jefe y al tambor.
Se confunde el convento de los agustinos descalzos, sito en el Portillo, con el de San Agustín, que está junto al actual parque Bruil. El primero, que era de agustinos descalzos, fue lugar de fuertes enfrentamientos en el primer sitio, quedando prácticamente destruido. El segundo convento fue atacado en el Sitio de 1809, quedando muy deteriorado, pero en uso.
Real Casa de la Misericordia. Hogar Pignatelli u Hospicio Provincial. Hoy aquí está la sede de la DGA y estaba dirigido por las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.
Antes (1638) había en este lugar un molino de aceite. Cuadernos de Zaragoza 19, página 18. En esta primera etapa se construyeron varios barracones rodeados de un muro donde se acogían a la inmensa cantidad de mendigos que por aquella época se asentaron en la ciudad. Inicialmente se les procuró una formación en unos talleres textiles que albergaba. Ya en 1720 fueron convertidos en fábrica de paños y bayetas. Más información en el libro "El barrio de San Pablo en la época de los Sitios de Zaragoza", de M.J. Castán (2015), página 181.
El actual edificio Pignatelli fue construido a finales del siglo XVIII (1777) y es fruto de la Ilustración aragonesa. Se levantó sobre un molino de aceite anterior, en unos terrenos del ayuntamiento en las Eras del Campo del Toro y que pasaron a tener el rango de Hospital Real bajo el reinado de Fernando VI, siendo en 1652 fue utilizado en la epidemia de peste que asoló la ciudad.
La institución surge para dar respuesta a una necesidad. En el siglo XVII y XVIII la ciudad tenía abundancia de trabajadores con muy bajos recursos, con lo que la educación de los hijos era un lujo que no se podían permitir. La mendicidad, que era muy abundante, junto con las deficientes condiciones sanitarias y las sucesivas epidemias, hicieron que los niveles orfandad fueran desproporcionados.
Hogar y Vida cotidiana del Hogar Pignatelli (1666 y 1971), de J. Martínez, A. Navarro, y J. Gay.
Foto de 1962. Imagen procedente del libro "Zaragoza y su provincia" escrito por don Antonio Beltrán, publicado en 1966 por la Diputación Provincial de Zaragoza.
Su andadura fue de tres siglos (1666-1971) en los que fue una fábrica de sueños para marginados y para los más desfavorecidos. Inicialmente no eran más que unos barracones (las condiciones de vida eran casi carcelarias) donde se organizaba a los recogidos por su sexo, edad o etnia. Se recogía allí a los niños "expósitos", es decir, abandonados por sus padres, fuera porque la madre era soltera, porque no podía mantenerlo, o cualquier otra razón más ligada en aquella época a cuestiones sociales y económicas que a otra cosa.
Resultó fundamental el apoyo de Ramón Pignatelli, que en 1764 asume la función de regidor del centro. Consiguió la ayuda de la Real Sociedad Económica de Amigos de País, del ayuntamiento, y otros particulares, que permitió la construcción de un nuevo edificio en los terrenos citados de acuerdo al proyecto redactado por el arquitecto Gregorio Sevilla en 1774, para recoger a niños sin familia, y a mujeres conflictivas y madres solteras.
Su estructura es la típica de los edificios asistenciales de la época (planta cuadrada, dos naves, tres patios, iglesia). Los antiguos talleres de hogar Pignatelli estaban situados donde actualmente se levanta el museo Pablo Serrano.
Los miles de niños que por allí pasaron tuvieron en el centro una oportunidad de labrarse un futuro. Según los que allí estuvieron, la comida era escasa y sólo se podían cambiar de muda una vez por semana. Los zapatos les debían durar tres meses, pero normalmente se rompían antes y había que hacer remiendos en el taller de zapatería. En Navidad, en nochebuena les daban el paquete de los reyes magos que consistía en una bolsa de papel con castañas, guirlache, mazapán blanco, mandarinas, nueces e higos. En el Hogar, tenían clases de todo y a los 14 años decidían si deseaban estudiar o irse a talleres. Era una microcomunidad en la que se fabricaba de todo (zapatos, ropa, juguetes).
Los talleres tocaban muchas enseñanzas entre las que es importante destacar:
Imprenta: Albergó la Imprenta Provincial (también conocida como Imprenta del Hospicio Provincial). Se encargaba de dar un oficio a los niños huérfanos que allí ingresaban. Fue fundada en 1869 con el fin de administrar la tirada del Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza, las primeras máquinas que utilizaron fueron dos “Marinoni”. Más tarde se comenzaron a imprimir encargos de particulares lo cual fue objeto de polémica por considerarse competencia desleal. La imprenta del Hospicio contaba en los años treinta con dos máquinas componedoras “Linotype”. Los trabajos que salieron de sus prensas eran de alta calidad.
Música. Los muchachos asilados integraban la Banda Provincial del Hospicio. Ver más de esta preciosa historia en Borobia, glorieta de Ramón.
Los chicos debían abandonar el Hogar al terminar el servicio militar, para las chicas no había una edad determinada.
Su financiación era complicada. Para su mantenimiento contaba con las donaciones, los fondos obtenidos por los talleres de la Casa, y el dinero obtenido de los festejos taurinos que se celebraban en el tradicional recinto de la plaza de toros del mercado. Como los ingresos eran insuficientes, en 1761, bajo mandato de Ramón Pignatelli, se construyó la plaza de todos de la Misericordia para con sus recaudaciones colaborar en el mantenimiento de la Real Casa de la Misericordia.
Una vez concluido el primer Sitio (1808), la ciudad se encontró con el Hospital de Gracia destruido y más de dos mil pacientes distribuidos por diferentes edificios públicos y privados, carentes de las mínimas condiciones higiénicas y asistenciales. La nueva Junta de Sanidad de Guerra creada por el General Palafox redactó unas pautas de actuación, siendo la principal intentar concentrar a todos los pacientes en un edificio. El único de grandes dimensiones y que podría alojar al Hospital de Gracia era la Real Casa de Misericordia, ya que la Casa de Convalecientes disponía de mucho menos espacio y estaba dañada por los combates, de forma que se evacuó a todos los pacientes al nuevo Hospital General de la Misericordia u Hospital Militar. Es decir, la Real Casa de la Misericordia pasó a convertirse en Hospital Militar, función que mantuvo hasta que en 1816 se trasladó esta función al convento de San Ildefonso.
Fuente y más información: "La Asistencia Sanitaria Militar en Zaragoza desde el siglo XVIII: los hospitales militares". LA. Arcarazo García, MP. Lorén Trasobares (2008).
Aragón Express del 11 de enero de 1979
Ante las mayores necesidades de espacio del Hospitalito de Niños Huérfanos (ver más en Cantín, calle de Francisco), tras acabarse las reformas pertinentes el 10 de octubre de 1866, el edificio se destina a Casa Hospicio, muy bien descrita en el Diario de Zaragoza del 24 de julio de 1872, página 2. A finales de los años 30 se le cambia de nombre y se le llamará Hogar Pignatelli, en honor a su máximo benefactor.
El edificio pierde su carácter benéfico en 1971 al instalarse el Instituto Mixto de Bachillerato número 1 "Ramón Pignatelli", que compartió sus dependencias con la Brigada de la Cruz Roja, la Banda de Música Provincial y la Imprenta del Hogar. La inauguración fue el 12 de noviembre (El Noticiero del 12 de noviembre de 1971) bajo la dirección de Zararías Martín. Tuvo a José Antonio Labordeta en su claustro.
En 1979 ya se llamaba Portillo y su estado era muy malo, sin calefacción y mucha suciedad como se describe en el articulo de 1979 que acompaña este texto.
Finalmente en el año 1983 fue adquirido por la Diputación General de Aragón que lo rehabilitó en 1983 para convertirlo en sede del Gobierno de Aragón albergando el máximo órgano de Gobierno de la Comunidad Autónoma.
Interior, entrada a la iglesia. DARA. Estudio Coyne.
Talleres del Hogar Pignatelli. Tomado de iaacc.es
Propiedades de la Diputación en 1953. Archivo DPZ. Fuente: Proyecto GAZA.
Foto de la entrada al instituto Mixto 1, luego Pignatelli. Aragón Exprés en 1975. Fuente: María Pilar Gonzalo Vidao.
En 1860 tenían más de mil niños que se criaban fuera del establecimiento por mujeres que, en muchos casos, después los adoptan o los prohijan, asegurando así su porvenir. También se ingresaba en ella a los viejos que no tenían quién les cuidara, mendigos, vagabundos, y pequeños delincuentes. Las ideas ilustradas habían promovido un programa "reformador" de estas personas, consideradas "inútiles" para la sociedad, de manera que se les enseñaba un oficio y con ello se intentaba que se reintegraran a la sociedad. Los acusados de delitos más graves (sobre todo los hombres) iban a presidio, es decir, a la cárcel o a trabajos forzados construyendo edificios, carreteras, canales, etc. o se les enrolaba a la fuerza en el Ejército o la Marina (allí la disciplina era muy dura).
La Gran Redada fue una persecución autorizada por el rey Fernando VI de España, y organizada en secreto por el Marqués de la Ensenada, que se inició de manera sincronizada en todo el territorio español el miércoles 30 de julio de 1749 con el objetivo declarado de arrestar, y finalmente extinguir, a todos los gitanos del reino. Se habla de unos 9.000 gitanos presos. Muchos se libraron de la redada al vivir en los caminos, pero muchos otros, curiosamente los que vivían más acorde con las leyes de los payos y en sus ciudades, fueron encarcelados y severamente tratados. Se separaron a mujeres y niños menores de 7 años de los hombres. Los hombres fueron destinados a trabajos forzados y las mujeres, menos útiles, simplemente recluidas en condiciones infrahumanas. Las mujeres que no fueron liberadas (habían de alegar bautismo y casamiento católicos entre otras cosas), después de pasar por varios lugares de confinamiento acabaron, pese a los reparos puestos por los responsables de la Casa de la Misericordia (no estaba pensada para tal fin), en la Casa de la Misericordia, que se convirtió en una cárcel de gitanas.
Fueron estas mujeres gitanas las que mostraron una mayor rebeldía, especialmente en la Casa de Misericordia de Zaragoza, donde se produjeron grandes y repetidas evasiones, muchas veces con éxito. Además, para hacer más gravosa su estancia rompieron sus vestidos hasta quedarse desnudas, y con la ropa, taponar los pozos negros de la Casa. Mobiliario, cubiertos, porcelana, etc., no se libraron de su furia. Finalmente, en 1763 sólo quedaban algunas gitanas encerradas en la institución cuando el rey Carlos III indultaba a los gitanos de haber nacido como tales, pese a todo, debido a problemas burocráticos aún tardaron años en ser liberados. En ese momento sólo quedaban en Zaragoza 150 gitanas viejas que nadie reclamaba ya que más de 200 se habían fugado. Nadie las persiguió, eran un problema para la institución que se vio obligada a acogerlas.
Museo Pablo Serrano, en el número 18. En su primera versión, el Museo Pablo Serrano fue proyectado por José Manuel Pérez Latorre en 1986 y abierto al público en 1995. El museo se construye reformando los antiguos talleres del “Hogar Pignatelli” (donde había ejercido como maestro carpintero el abuelo de Pablo Serrano) que habían sido construidos en 1915 por el arquitecto Julio Bravo Folch. Aunque el plan de Pérez Latorre implica la radical transformación del inmueble preexistente, en el diseño general del museo siguieron siendo palpables tanto la traza general como la presencia de las naves industriales.
Desde su inauguración, en el año 1995, el Museo Pablo Serrano fue aumentando de forma significativa las diversas actividades que llevaba a cabo sin que se incrementara la superficie útil, por lo que pasado el tiempo fue agotando las posibilidades que ofrecían sus primitivos espacios y concepción arquitectónica. Concebido inicialmente como museo monográfico que exhibiese la obra de Pablo Serrano, con el transcurso del tiempo fue asumiendo de manera progresiva una mayor actividad en torno a la propuesta de convertirse en Centro de Arte Contemporáneo Aragonés.
Por ello, el Gobierno de Aragón emprendió en el año 2008 una ambiciosa ampliación que aumentaba la superficie útil del Museo, que pasaba de los 2.500 m2 con los que contaba, a los más de 7.400 m2. La intervención más impactante visualmente se ha llevado a cabo mediante una ampliación en vertical del primitivo edificio con cubiertas de diente de sierra.
Más información. zaragozaarquitecturasigloxx.com y iaacc.es
Tomada de Wikipedia.
Portada del libro "Pablo Serrano 1908 – 1985". Fuente: esculturaurbana.com
Pablo Serrano Aguilar (Crivillén, Teruel, 1908 - Madrid, 1985). Escultor turolense considerado uno de los artistas españoles más importantes del siglo XX.
Se trasladó a vivir a Zaragoza, en donde vivirá temporadas con su abuelo paterno, que era carpintero. En 1917 entró de aprendiz en el escultor José Bueno y en 1920 se traslada a Barcelona, donde estudiará talla y modelado en las Escuelas Profesionales Salesianas.
Se establece en Argentina y en Montevideo, en donde desarrollará una intensa labor docente y escultórica. En 1955 decide afincarse en España, un paso arriesgado con el que dejaba una Latinoamérica donde era reconocido para venir a una España con un empobrecido ambiente cultural.
Con Juana Francés, su compañera, se integran en el Grupo El Paso en 1957, impulsando el arte de vanguardia en la península.
Obtuvo un gran reconocimiento, especialmente tras su participación en la XXXI Bienal de Venecia de 1962, y hoy en día sus obras forman parte de las más importantes colecciones del mundo. Al final de su vida creó una fundación para difundir su obra y la de otros artistas que está en el origen del Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos Pablo Serrano (IAACC) en Zaragoza.
Falleció en Madrid el 26 de noviembre de 1985 habiendo obtenido los más prestigiosos galardones, entre los que cabe destacar el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en la edición de 1982.
Documental recomendado: Aniversario del escultor aragonés Pablo Serrano (Antena Aragón).
Solar antes de la edificación de museo. Fuente: Museo Pablo Serrano
Inicio de la obras del nuevo museo en 1986.Fuente: jmplatorre.es/
El edificio de la Jefatura Superior de la Policía, en el número 34. Ver más en Mayandía, calle del general.
Colegio Joaquín Costa. A instancia de los concejales Pedro Forns y Antonio Mompeón Motos, el 12 de octubre de 1929 se inauguró esta escuela en el antiguo Campo del Sepulcro. El Ayuntamiento de Zaragoza la construye para responder a la falta de aulas en una Zaragoza de 140.000 habitantes con 3.000 niños sin escolarizar por falta de sitio. Existía ya el Gascón y Marín en la plaza de los Sitios.
Se quería hacer un monumento a la memoria de Joaquín Costa al calor de la explosión popular que consiguió que los restos del político se quedasen en nuestra ciudad, y se levantó este edificio en su homenaje. No fue tarea fácil por su elevado coste. Lo que estaba presupuestado en 800.000 pesetas acabó costando 1.400.000, utilizando por primera vez un fondo por suscripción pública e invirtiendo el dinero conseguido en obligaciones del Tesoro para que produjera interés mientras estaba paralizado.
Finalmente se hizo realidad este edificio de clara inspiración clasicista a los quince años de la muerte de Costa. En La Voz de Aragón del 27 de mayo de 1926, en un completo reportaje a toda página, se anunciaba como "La escuela donde los hombres de mañana harán el aprendizaje completo de la vida".
Como anunciaba Miguel Ángel Navarro, el arquitecto que la proyectó, era uno de los mejores de España y decidió, por que lo consideró más oportuno, dotar la la fachada de una estética clasicista: amplios patios de recreo, un hermoso salón de actos con más de quinientas butacas, laboratorio, biblioteca, piscina (eliminada en la dictadura), sala de profesores, uno de los primeros en tener comedor escolar, etc. Estuvo dirigida por el pedagogo Arnal Cavero, silenciado durante la dictadura. El grupo nació como un ejemplo a seguir ya que sus aulas se utilizaban los más modernos métodos pedagógicos. Se daba tanta importancia a la adquisición de conocimientos como a la de actitudes y valores. Desde el primer momento tuvo piscina, clase arte y laboratorio de física-química.
Para entender el tipo de persona que era Pedro Arnal Cavero y la situación educativa de la Zaragoza de entonces recomiendo la lectura del artículo "El muchacho que pidió una flor... y acabó en la escuela" de Mariano Gracia en su blog Tinta de Hemeroteca.
Destacaba el empeño de los maestros por implicar a los niños en la gestión de aquella compleja organización, porque era imprescindible que los alumnos valorasen y apreciasen la escuela. Con este propósito, Arnal Cavero reunió en el salón de actos a los niños que ya sabían escribir y les dictó unas frases que resumen el espíritu que quiso imprimir a esta escuela.
Durante muchos años estuvo escrito en un cartel colgado en lugar visible en el Grupo Escolar, y que rezaba así:
“Niños, este edificio hermoso y grande es vuestra escuela y es vuestra casa. El municipio zaragozano lo ha construido con arte y lo ha amueblado con lujo para que paséis en él las mejores horas de vuestros años felices, los días más dichosos de vuestra vida. Venid diariamente muy puntuales, muy limpios y aseados, muy alegres y animosos. No ensuciéis el suelo ni escupáis en él; no toquéis ni manchéis las paredes; no rayéis las mesas; no golpeéis las puertas; no vayáis por las escaleras ni por los pasillos corriendo sin tino. Respetad las plantas y flores del jardín; no piséis los macizos ni toquéis los tallos de los arbustos; no ahuyentéis a los pájaros. No hagáis daño a otros niños durante el recreo ni juguéis de manera que pudierais ocasionar desperfectos o causaros fatiga y mal. Prestad vuestra ayuda y vuestras cosas a los compañeros necesitados para que puedan trabajar mejor y para hacerles más grata la estancia en la escuela que es, no lo olvidéis, vuestra casa hermosa, grande, alegre, simpática, envidiable, espléndida”.
El frontispicio fue obra del escultor Antonio Torres, autor de las estatuas que rematan la fachada principal de la basílica del Pilar. De tipo neoclásico y pretende rendir un homenaje a la infancia y a la educación.
Entre 1936 y 1939 fue usado por los sublevados como hospital militar y sede de una de las secciones de Acción Ciudadana: “Acción Ciudadana” fue un grupo paramilitar surgido en Zaragoza a los pocos días del golpe de julio de 1936. Desde el primer momento, los militares implicados fueron conscientes de la necesidad de contar con el apoyo de la población civil para reprimir a la izquierda en una ciudad tan levantisca. Fuente y más información: “Acción Ciudadana”, memorias del fascismo en Zaragoza; de Paco Sanz.
En 1983 el arquitecto Juan Martín Trenor remodelaba el interior terminando partes inacabadas.
Más información: zaragozaarquitecturasigloxx.com - zaragoza.es
El Colegio Joaquín Costa en construcción (1928). Foto Francisco Gorriz (AMZ).
Colegio Costa ya acabado. Fuente: zaragozaarquitecturasigloxx.com
Interior del edificio. Fuente: sephe.org
Aquí se instaló una Salitrería que vio los Sitios. Estaba entre el Portillo y lo que era la huerta de Agustinos (en donde hoy está el Grupo Escolar Joaquín Costa), destacándose allí el subteniente Gaspar Allué, durante el 2º Sitio. En 1865 debió desplazar su ubicación ya que aparece en el solar que hoy ocupa el IES Ramón y Cajal.
Junto a la sede de DGA se encuentra la conocida como “antigua Maternidad”, también fue inclusa provincial, que hoy es sede de la sección de Formación y Empleo de DGA. Obra de Teodoro Ríos Balaguer y finalizada en 1935.
Comparativa de la calle lateral de la Maternidad (actual Gómez Salvo) en 1908 (plano de A. Martín) y ya abierta en 1944 (plano de barriadas de Lorda).
En 1933, durante la 2ª República Española, la Diputación Provincial de Zaragoza solicitaba licencia municipal para la construcción de un edificio destinado a Maternidad e Inclusa Provincial. Adjudicadas las obras a la empresa de Mariano Cebrián Sánchez, el proyecto había sido redactado por el arquitecto Teodoro Ríos Balaguer. La licencia se concedía en mayo de este mismo año y el edificio se inauguraba en 1938. El edificio ocupa una parcela con fachada a dos calles y ángulo resuelto en amplio chaflán donde se sitúa la puerta de ingreso al edificio. Más información: zaragoza.es
En esta Maternidad se atendían a mujeres tanto en situación de parto, como por enfermedades ginecológicas, y se recogían también los niños y niñas que, por razones diversas, se abandonaban y, o bien nacían en el Departamento de "Reservadas" o "Secretas", o bien eran dejados aquí, recién nacidos, o con algún tiempo. Para ello, a la izquierda según se entraba al edificio, existía el "torno" donde depositar a las criaturas. Esta era la denominada "Inclusa".
Lo que inicialmente se planteó como la creación de un servicio moderno en un edificio digno que partía como un proyecto público destinado a las mujeres desfavorecidas donde no se les estigmatizaba ni juzgaba. Don Teodoro Ríos, su arquitecto, no era un rojo precísamente. Era un plan europeo y humano, de la España que hubiese venido después pero que otros arruinaron. Por desgracia, la idea en algún punto se estancó (desconozco pormenores), por lo que se inauguró en plena guerra. Para entonces las mujeres que tenían hijos fuera de contexto, indeseados o extraños, eran consideradas unas perdidas.
En 1971 se cierra la Maternidad, y la Inclusa se trasladó a las nuevas instalaciones de la Ciudad Escolar Pignatelli, en el Alto de Carabinas, para dejar también de funcionar al poco tiempo. Actualmente, el edificio sirve de sede a la Banda Provincial de Música, a una Escuela Taller de Empleo, y a la Academia Aragonesa de Jurisprudencia y Legislación.
Tomado de Proyecto GAZA
Más información en:
Libro de Alicia Sánchez Lecha, "Madres e hijos. Historia de la Maternidad e Inclusa provincial de Zaragoza. Siglos XIX y XX".
Vídeo de la Institución Fernando el Católico sobre La Maternidad. Hace un recorrido por algunas zonas del edificio de la antigua Maternidad Provincial, en funcionamiento hasta los años 70 del siglo XX y que todavía, a día de hoy, conservan el espíritu original para el que fue diseñado.
Imagen del nuevo edificio de la Maternidad Provincial visto desde el paseo de María Agustín. Se ven trabajos en el muro que da al paseo y andamios en la puerta principal, y la calle del Hospicio aún cerrada al tránsito, y sin urbanizar.
Tomado de Proyecto GAZA
Año 1938. El ministro del interior, Ramón Serrano Suñer, y su chavalada llamando un taxi.
Tomado de Proyecto GAZA
Fundiciones Averly. Fue fundada en 1855 por D. Antonio Averly, ingeniero Civil de Lyon.
En enero de 1853 el francés Antonio Averly y Françon constituyó junto a Goybet, Montgolfier, y los banqueros zaragozanos Villarroya y Castellano, la Sociedad Maquinista Aragonesa (S.M.A.) (razón social Julio Goybet y Cía), instalando en el barrio de Torrero (ver más en Sociedad Maquinista Aragonesa (S.M.A.), en avenida América) un taller dotado con turbina hidráulica de 15 CV con el objeto de dedicarse a la fundición y construcción de máquinas.
Esta empresa prosperó en los años siguientes gracias al impulso financiero y bancario auspiciado por el Bienio Progresista y las inversiones exteriores. En 1861 fue reestructurada sobre una nueva base de capital. En 1863 se trasladó la sede y abrieron talleres propios en la calle San Miguel número 6. Pronto la fundición de Averly se constituye como la primera empresa aragonesa de su género y, para ciertas especialidades, como una de las más destacadas de España.
En 1979-1880 se produjo el traslado definitivo a su emplazamiento inicial en la parroquia de San Miguel a unas nuevas instalaciones situadas en Campo Sepulcro, en una ubicación estratégica junto a la estación de ferrocarril, en unos talleres que habían pertenecido a la empresa Mercier sitos final del zaragozano paseo de María Agustín.
La aparición de la floreciente industria azucarera (finales del siglo XIX) en la ciudad trajo consigo la demanda de fundiciones y acabados metálicos y fue el germen del gran desarrollo de empresas como Averly y Mercier, y de la aparición de otras nuevas como Carde y Escoriaza o Maquinaria y Metalúrgica Aragonesa, además de otras menores como Pellicer o Postigo.
Es la fundición más antigua de Aragón y una de las escasas empresas que ha resistido el paso del tiempo, hasta el punto de estar cercana a cumplir su 150 aniversario. La fábrica era de hermosa planta enladrillada. Una tecnología más avanzada consolidaría la empresa de Averly como la principal suministradora de maquinaria necesaria para la creciente y próspera industria harinera de la Zaragoza isabelina, para sus ruedas y molinos y para los precisos elementos de transmisión de la fuerza hidráulica.
Fundiciones Averly, inicios s XX Archivo AVERLY
Carpintería a comienzos del XX. Archivo Averly.
Averly incidió notablemente en la industria zaragozana de la época. En 1877 se expande al constituir una empresa denominada Fábrica de telas metálicas de los Sres. Averly, Montaut y García, localizada en la calle de La Torre, 23 y en Manuela Sancho, 27. Sus tejidos metálicos de cobre, bronce, hierro... surten a la industria harinera y, con el nuevo siglo, a la azucarera.
Junto con los productos metálicos de uso industrial, en Averly se desarrolla muy especializadamente la fundición artística, hasta el punto de que el escenario urbano zaragozano está bien marcado de acabados metálicos artísticos salidos de las naves del Campo del Sepulcro: es la estatua del Justicia en la plaza de Aragón, o el león del Batallador, la estatua de la Samaritana y ornamentos de La Seo y de El Pilar, muy destacadamente los chapiteles de sus torres, y también otro tipo de elementos que contribuyen no menos a tipificar un paisaje urbano, como son las columnas metálicas de los porches del mercado, o las estructuras metálicas en los palcos del Teatro Principal (tomado de la web enciclopediaaragonesa.com).
Dos imágenes de la fábrica. Imagen 1: En 1903. Fuente Proyecto GAZA).
Imagen 2: Cartel descriptivo de los usos de los diferentes pabellones e instalaciones de Averly tomado de una exposición de la que no tengo más datos.
Publicidad de Averly, 1922. Imagen tomada de José Luis Ona González
Casa de Socorro de la Puerta del Portillo. Estuvo en el paseo de María Agustín junto al muro perimetral del convento de Santa Inés. Estaba prevista su inauguración en 1930 pero nunca entró en funcionamiento y un año después el ayuntamiento la cedió en arriendo al Instituto Antituberculoso.
La primera Casa de Socorro se estableció en los bajos del número 143 (después el 139) del Coso, casi frente a la calle del Hospitalillo (hoy renombrada Cantín y Gamboa), entrando en funcionamiento el 13 de mayo de 1906. Esos locales antes estuvieron ocupados hasta el 4 de diciembre de 1905 por el viejo Café de la Magdalena (ver más en el Coso) porque enseguida se vio que estas instalaciones eran insuficientes y que el edificio no era el adecuado por tener evidentes signos de derrumbe.
El municipio se lanzó a crear las casas de socorro necesarias para la densidad poblacional de la ciudad (La Gaceta del 17 de febrero de 1925). La elección de su ubicación se debatió mucho y se alargó en el tiempo, pero se tenía claro que debían instalarse varias en lugares céntricos. Como suele ocurrir con nuestros políticos, mucho discutir y poco hacer...
De todos los proyectos solo una llegó a materializarse, esta del Portillo. Tras 20 años de devaneos, el acuerdo municipal de 1929 dio sus frutos y al año siguiente, estaba ya acabada. Lamentablemente antes de inaugurarla ya se vio que continuaba siendo pequeña e insuficiente y de nunca entró en funcionamiento (Heraldo de Aragón del 25 de agosto de 1933, página 6).
Casa de Socorro del Portillo, en el paseo María Agustín, a la altura del número 70 y frente a la calle calle Teniente Coronel Pueyo (actualmente dedicada a Domingo Figueras Jariod). Olvidé recoger la fuente donde obtuve la foto.
La Casa de Socorro del Portillo resaltada en amarillo en el plano parcelario realizado por el Instituto Geográfico y Catastral (AMZ).
La Casa de Socorro del Portillo señalada en foto tomada desde desde un bombardero de la Legión Cóndor en 1938. Archivo Mollat-Moya. Fuente: "Alemanes en la Legión Cóndor en Zaragoza", de Alfonso Martínez Abad (2022) de Anteayer Fotográfico Zaragozano, para Aragón Digital.
Poco después se destinó para otro fin, cediéndose en arriendo al Instituto Antituberculoso, dirigido los primeros años por los médicos Luis Baselga (desde 1930) y Francisco Miguel Eizaguirre (desde 1932), creo que hermano de Emiliano Eizaguirre, fundador del primer dispensario antituberculoso en España, que abarcaba a toda la provincia. Dedicado a Ricardo Royo Villanova, se dedicaba a la vacunación antituberculosa, reconocimientos escolares, investigación, visitas domiciliarias, divulgación, etc.
Duró poco allí porque también encontraron las instalaciones insuficientes, creándose el Instituto Provincial de Higiene (hoy es la Dirección General de Salud pública) y trasladándose a un nuevo edificio que aún permanece en en la esquina con avenida César Augusto con la calle Ramón y Cajal que se inauguró el 26 de mayo de 1935 (El Noticiero del 23de mayo, página 5).
Se derribó a mediados de los años 40 del siglo XX al urbanizarse la huerta del convento de Santa Inés.
Sobre la historia de las Casas de Socorro de la ciudad ver más en Canalejas, calle de José.
Dispensario antituberculoso "Royo Villanova" en el plano de barriadas de Lorda (1944).
Estación de autobuses Ágreda. Frente a la Puerta del Carmen y con salida por la calle Hernán Cortés, estuvo entre 1943 y 2007 la estación de autobuses con más viajeros de la ciudad. La puerta de la cochera daba a la calle Capitán Esponera.
En 1940 adquieren las tres fincas que conformaban el espacio, en 1943 se inaugura como terminal de autobuses de Agreda Automóvil y sede administrativa. En 1993 se trasladan los trayectos regionales a la estación de Avenida Valencia. En 1998 se traslada la sede administrativa a la nueva sede de Agreda Automóvil en Carretera de Madrid Km. 315. En 2007 acaba la actividad de la Estación de Autobuses y traslado de los servicios a la nueva Estación Central de Autobuses de Zaragoza, igual que el resto des estaciones diseminadas por la ciudad. En 2013 el edificio fue demolido para construir un bloque de viviendas.
Su fundador fue un vecino de Ágreda, Moisés Calvo, quien trabajaba como inspector general de Automóviles Moncayo. Para ello, reúne a sus compañeros de tertulia, quienes se unen al proyecto. Aquellos diez hombres, firmaron las escrituras de constitución de la “Sociedad Anónima Agreda Automóvil”, quedando Acisclo Fernández Calvo como presidente (hasta 1969) y el propio Moisés Calvo como gerente. En el año 1927 adquirió dos líneas regulares, Daroca-Cariñena-Zaragoza y La Almunia-Alagón-Zaragoza y creó la Sociedad Anónima Agreda Automóvil. Así, tres autocares y una plantilla de seis personas fueron el germen de la empresa que gestionaba las dos líneas señaladas y que hoy es una referencia del sector. Para saber más: https://www.agredasa.es/quienes-somos/
Estación de Ágreda. EN 1968 (primera foto), 1969 (la segunda), 1970 (tercera, foto familiar desde la calle Santa Ana con mi suegro Pepe preparándose a entrar a una boda en la iglesia del Carmen) y 1974 (el resto). Fuentes: Javier Redrado, libro "Zaragoza Viva", Gerardo Sancho Ramo. AMZ, Juan Carlos Lahoz Pérez
Depósito de sal de Ceferino Agud, antes de 1903.
Café de Levante: Su primera ubicación estaba junto a la Puerta del Carmen, donde antes se ubicaba el depósito de sal de Ceferino Agud. Ver más del Café de Levante en la calle Almagro.
Puerta del Carmen y, adosado, el Café de Levante en su primera ubicación.
DARA - Documentos y Archivos de Aragón
Archivo Histórico Provincial de Zaragoza. Estudio Coyne
Café de Levante. Cervecería. Camareros. Mesas y sillas. Clientes.
DARA - Documentos y Archivos de Aragón
Archivo Histórico Provincial de Zaragoza. Estudio Coyne
Churrería la Bola de Plata. Estuvo en los años sesenta en la acera de los pares, a unos metros de la Puerta del Carmen. En 2023 se ubicaba en la calle Sobrarbe.
Imagen de José Antonio Duce, 1968. Fuente: Lucioangel Zaratiegui. Al fondo se ve la Puerta del Carmen y el trolebús de Ciudad Jardín.
Café Orea. Estaba en el paseo María Agustín en los años 30 del siglo pasado, pero desconozco la ubicación exacta
Foto de Heraldo de Aragón.
Número 1. Edificio de viviendas construido por la acreditada "agencia Olleta" en la confluencia del paseo de María Agustín y la calle Hernán Cortés en 1935.
La Voz de Aragón del 7 de junio de 1935.
Casa del Doctor Horno, en el número 5. Desaparecida. Obra de Fernando García Mercadal en 1929. donde hace una apuesta clara y decidida por la arquitectura Racionalista.
Edificio del número 7, obra de José Beltrán Navarro para Siro Algora y Antonio Armisen en, 1934, en el momento de mayor pujanza de la arquitectura racionalista en la ciudad de Zaragoza.
Fuente: zaragozaarquitecturasigloxx.com
Google Maps.
Iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Paseo de María Agustín, 8. Es obra de José Romero Aguirre en 1963. El conjunto constructivo es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura religiosa del periodo en la ciudad. Destaca en el conjunto la aguja a modo de torre casi minimalista.
Más información: zaragozaarquitecturasigloxx.com
Iglesia de Nuestra Señora del Carmen en 1967.
FOTO Gerardo Sancho Ramo - FUENTE Archivo Municipal
Ambulatorio Ramón y Cajal, en los número 12 y 14. Obra de Fernando García Mercadal en 1962. Más información: zaragozaarquitecturasigloxx.com
Restaurante Versalles. Estuvo en los años sesenta en la acera la acera del Café Madrid, muy cerca de Averly.
Fachada del restaurante Versalles en paseo María Agustín, en el septiembre del año 1969. Foto de Gerardo Sancho Ramo (AMZ)
Edificio del número 7, obra de José Beltrán Navarro para Siro Algora y Antonio Armisen en, 1934, en el momento de mayor pujanza de la arquitectura racionalista en la ciudad de Zaragoza. Más información: zaragozaarquitecturasigloxx.com
En el número 70 estuvo el garaje de Valero Esteban. Aparte de todos los servicios relacionados con el mundo del motor, parece que también se ofertaban camas.
En el número 73, edificio del año 1922 proyectado por Francisco Albiñana por encargo de Gregorio Moreno, propietario de la finca, construyéndose de nueva planta en una zona de carácter semirrural en ese momento, junto a establecimientos fabriles ye inmediata a la Estación del ferrocarril.
Consta de cuatro plantas y está rematada en alero. La influencia modernista, un tanto retardataria, pervive en los trabajos de rejería de la finca.
Más información: zaragoza.es
En los bajos del bloque 7 del número 22, Sala Rono, establecimiento de venta de instrumentos musicales.
Era propiedad Mariano Gracia Escario (Bespén, Huesca, 1915 - 1993), un apasionado de la música.
Esta fue su segunda y última ubicación porque fue cerrado en 2015. Comenzó 1938 en el número 12 de la desaparecida calle del Doctor Gómez Ulla (ver más en Salamero, plaza de Miguel) número 12.
En 1965 este local se dedicó solo a talleres y la tienda se trasladó al paseo María Agustín.
En los años 70 del siglo XX la piqueta elimino toda su manzana durante el proceso de ensanchamiento la vieja calle Azoque para hacer sitio a la moderna avenida de César Augusto.
El Noticiero del 16 de julio de 1967 Pág. 16)
El Noticiero del 22 de junio de 1965.
Foto de Gerardo Sancho en los años 70 (AMZ)
En 1985 la Diputación Provincial de Zaragoza le concedió la Medalla de Oro Santa Isabel de Portugal. Don Mariano decidió donar el importe de dicho galardón a la Banda de Calatorao, que hoy en día lleva su nombre. Ese mismo año también recibió la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Calatorao.
En 1991 la Corporación Municipal de Zaragoza le nombró hijo adoptivo de la ciudad. De hecho, una de las salas del Auditorio de la capital lleva su nombre como reconocimiento a toda una vida dedicada a la música.
Su pasión por la música y su veneración por el piano le llevaron, desde sus inicios, a involucrarse en la enseñanza musical. Ello culminó con la creación de la Escuela de Música Sala Rono en el año 1985, que aún pervive gracias a que con el fallecimiento en 1993 de su fundador, su labor fue continuada por su sobrina, María Jesús Sopena Gracia.
Fuente: salaronoescuela.es
Clínica de Nuestra Señora del Carmen, en la esquina del paseo con la antigua calle de la Industria (llamada después calle del Doctor Horno Alcorta, que era su propietario. Construida en 1930 y derribada creo que entre 1957 y 1960. Ver más en calle Horno, calle del Doctor Ricardo.
Más información en Manuel Ordóñez.
Revista Médica, agosto 1932, BNE. Tomado de Manuel Ordónez.
La Clínica del Doctor Horno en 1955. Archivo GAZA.
En el número 61-63. Obra del maestro de obras Mariano Anselmo Blasco y Taula en 1903. Era una casa en un solar "a pie de cuneta" de la que entonces era travesía de la Carretera de Madrid-Francia", por encargo de Laureano Gómez y Ortiz, propietario de la finca.
En 1986 Germán Vicen proyectaba el derribo del edificio conservando la fachada con propuesta de sobreelevación de cuatro plantas en la futura ejecución de las obras de edificación (no ejecutado). La suciedad de la fachada es influencia de la contigua vivienda de Averly.
Más información: zaragoza.es
Foto propia de 2023.
Exportador de vinos Viuda de Martín García Gil, en el número 65. Pervive a duras penas en el año 2023.
Fuente: Vagabundeo Tedioso
En el número 81, Forma parte esta de cuatro casas contiguas edificadas en la confluencia del Pº Mª Agustín con la Avda. de Madrid. Fueron proyectadas en 1887 por dos maestros de obras Pablo Lacasa y Hermenegildo Gorría, por encargo de Joaquín Moliner Ibáñez, propietario de estos terrenos ocupados hasta entonces por una vaquería, en una zona de carácter semirrural.
La licencia de obras se obtenía en junio de 1888. Las obras estaban terminadas y ocupadas la mayor parte de las viviendas en 1889. Las casas constan de sótano y cuatro plantas rematadas en alero.
Más información: zaragoza.es
Otros edificios de interés:
Número 1: De Teodoro Ríos Balaguer en 1935 para su propietario, Constancio Más. Más información: zaragoza.es
Número 3: Edificio destinado a viviendas proyectado por Marcelino Securum en abril de 1934 por encargo de Constancio Pastor. En septiembre de ese mismo año de hace cargo de la dirección de obra José Descartín Burillo. Más información: zaragoza.es
Número 7: El arquitecto José Beltrán Navarro proyectaba en 1934 este edificio de viviendas para Siro Algora y Antonio Armisén. Más información: zaragoza.es
Número 9: Edificio destinado a viviendas y locales comerciales proyectado en diciembre de 1935 por el arquitecto José Descartín Burillo por encargo del propietario de la finca José Herrero. En septiembre de 1936 se encarga la dirección de obra a Lorenzo Monclús Ramírez. Más información: zaragoza.es
(Casco Histórico): Por estar cerca el palacio de esta familia (los Agustin). El origen de esta familia se remonta a tiempos muy remotos hay constancia de miembros de esta familia en las órdenes militares de Jerusalén y Calatrava. La calle se denominaba así por levantarse en ella uno de los palacios aragoneses más antiguos de la capital (por tradición se remonta su origen a la fundación de la ciudad), el de los Augustín o Agustín, emparentados con otras familias de la ciudad de los siglos XIII y XIV.
Después fue ocupado por los Condes de Fuenclara.
Anteriormente conocida como calle de los Navarros.
Hay un callejón con entrada en esta calle que anteriormente se llamó callejón del Vicario.
La Fonda de los Navarros estaba en esta calle. Diario de Avisos de Zaragoza del 17 de agosto de 1888 (página 11)
En 1928 consta en esta calle una casa de lenocinio (puticlub). La Voz de Aragón, 18 de diciembre, página 13.
Heraldo de Aragón del 30 de mayo de 1918.
Heraldo de Aragón de 8 de febrero de 1934.
En esta calle tuvo su humilde hospedaje don Joaquín Gil Berges (Jasa, 1834 - Zaragoza, 1920), abogado y Diputado por Huesca, en los momentos en los que era un estudiante de derecho y trabajaba en una casa de Banca. Según relató en su biografía su descendiente Joaquín Gil Marraco. Parece ser que llegando a su alojamiento de noche fue atacado por dos rufianes de los que se defendió pero se llevó una puñalada sin consecuencias por no llegar a traspasar la ropa. Fuente. El Noticiero del 3 de octubre de 1967.
Al fondo se ve la calle Agustines. En la esquina izquierda la imprenta Minerva, en los bajos del Fuenclara.1951. Archivo MORA.
Sección de plano de Casañal del año 1880 donde se ve el callejón del Vicario.