LAS RESIDENCIAS DE ANCIANOS


JOSE VICENTE SOLER

Catedrático emérito de la Universidad de Murcia.

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21/12/21

Un artículo en El Pais se dice que "La fiscal superior de Madrid asegura que los protocolos para las residencias no prohibieron que se derivaran pacientes a hospitales"

En diciembre del año pasado el Tribunal Supremo ordenó a los juzgados investigar la gestión de las residencias. En su auto, los magistrados especificaban que era “necesario que existan datos objetivos que permitan imputar los concretos resultados lesivos producidos en cada caso y sobre cada persona afectada”. En este sentido, la Fiscalía concluye en su memoria que “no hubo desatención y que no se dejó de prestar una asistencia sanitaria concreta que estuviera a su alcance y que fuera previsible que, de haberse aplicado, habría evitado la muerte”.

26/1/21.

Entre enero y noviembre del 2020 el sistema se quedó sin 478.434 pensionistas, un 14,6% más que en el mismo periodo del año anterior. Esto quiere decir que la Seguridad Social perdió en el año del COVID casi 61.000 jubilados más que en 2019, una cifra que puede achacarse en su totalidad a la pandemia. Al analizar la evolución de estas bajas, los mayores descensos se concentran en abril, un mes después de declararse la pandemia y también después del verano.

15/9/20

De cada diez médicos y sanitarios españoles que han tratado de cerca a pacientes con COVID-19, aproximadamente 7 lo han hecho sin tener las protecciones adecuadas para evitar contagios. Un 67% de los profesionales españoles advierten que el Gobierno no les facilitó el material necesario durante los meses más duros de la pandemia.

Los resultados de esta encuesta internacional, realizada sobre una muestra de 7.000 médicos por parte del portal especializado Medscape, sitúan a España como líder absoluto en imprevisión en cuanto al suministro de material médico de protección, seguido por Francia (45%), México (40%) y Reino Unido (34%). El estudio se ha realizado entre junio y julio mediante consulta a profesionales sanitarios de España, Estados Unidos, Brasil, Francia, Alemania, México, Portugal y Reino Unido.

El 20 por ciento de los médicos españoles encuestados ha sido diagnosticado con coronavirus, porcentaje que se sitúa en el 19 por ciento en el Reino Unido, en el 15 por ciento en Francia y Brasil (15%), en el 13 por ciento en México, en el seis por ciento en Alemania y Portugal, y en el cinco por ciento en Estados Unidos.


1/7/20

El porcentaje de muertos en la residencias (públicas, concertadas y privadas) de ancianos respecto del total de fallecidos es realmente escalofriante. Se calcula que son 19.493 fallecidos, un 71,8% de las muertes totales notificadas por Sanidad (27.136; 15/06/2020). Un grupo de personas no contagiadas y aisladas del exterior permanecerá libre de la enfermedad cuando el contagio se produce por contacto o a una cierta distancia entre personas. Por el contrario, si en el grupo existen contagiados y se favorecen durante un tiempo prolongado los contactos la epidemia se desarrollará y los hospitales se colapsarán para atenderlos a todos. En esa situación una gran mortandad está asegurada y poco puede influir que se disponga de muchos medios ya que siempre serán insuficientes.

En mi opinión, los datos son explicables si se tiene en cuenta que (1) el personal de las residencias, los residentes y los visitantes no disponían de todos los medios de protección y control que debería haber adquirido el Gobierno atendiendo a los llamamientos durante los primeros momentos de la expansión del coronavirus por parte de la OMS y de la UE para hacer acopio de material sanitario. El Ejecutivo no vio necesario hacer compras preventivas de material para "garantizar que los trabajadores sanitarios estén protegidos", como aconsejaba la OMS en un informe fechado el 3 de febrero. Sanidad tampoco vio pertinente aprovechar el aviso que el 11 de febrero dio la OMS para comprar un remanente de equipamiento -mascarillas, guantes, gafas protectoras, respiradores, batas quirúrgicas o camas, entre otros- que le permitiera afrontar un posible contagio masivo que, finalmente, se hizo realidad cuatro semanas después, en los primeros días de marzo. A la advertencia al Ministerio de la necesidad de abastecerse del material necesario el Ministro respondió que "España tiene suficiente suministro de equipos personales de emergencia en este momento". "Y se está trabajando para seguir asegurando existencias en caso de una ampliación del brote" Durante mucho tiempo no hubo mascarillas ni siquiera para el personal sanitario de los hospitales lo que causó bajas entre ellos. En algunos momentos el experto del gobierno no recomendaba su uso: hasta el 10 de Abril (26 días después del estado de alarma) decía, "no son efectivas para personas sanas" "no tiene ningún sentido que la población esté preocupada por si tiene o no mascarillas en casa". Las residencias de ancianos eran los lugares ideales para protegerlos de los contagios. No habría habido NINGÚN contagiado si los que entraban a la residencia y los residentes hubieran tenido los medios de protección y control adecuados. Los residentes no suelen salir de fiesta ni de "botelleo": todo lo malo les llegó de fuera mientras estuvieron todo el tiempo confinados.

(2) una vez que no se evitaron los contagios, por no ordenar antes el confinamiento, surge el problema de su atención hospitalaria. El colapso de los hospitales, debido al enorme número de contagiados impidió atender a muchos de ellos. Obviamente, ante la disyuntiva de a quién atender, si no se disponía de respiradores para todos, se debió decidir que los ancianos y los que padecían enfermedades que hicieran poco recomendable el tratamiento, fueran excluidos frente a quienes tenían más probabilidades de salvarse. Esta fue una decisión moralmente correcta de los facultativos que no se usó en este caso por primera vez: ocurre, por ejemplo, si hay un órgano para trasplantar y dos o más pacientes en espera para ser tratados urgentemente.

y (3) aún en el supuesto de que no hubiera habido colapso y los ancianos hubieran sido correctamente tratados, muchos habrían muerto pero el número total hoy sería menor.

Conclusión: el problema de la residencias de ancianos fue, esencialmente, debido a que no se les aisló adecuadamente del contacto con el virus lo que, en este caso, era muy sencillo.

Hay quien prefiere contar los contagiados o fallecidos en las residencias sin referirse al total de habitantes o de fallecidos en una comunidad o de residentes. Así es que Madrid y Barcelona aparecen encabezando el ranking de los que peor han llevado el tema de las residencias. Sin embargo, Aragón es la comunidad con un mayor porcentaje de defunciones en residencias con respecto al total de muertes: el 91.8% (758 de un total de 826). A continuación se encuentra Navarra 432 de los 490 fallecimientos, un 88,1%. Extremadura es la tercera (84,9%). Castilla-La Mancha se sitúa inmediatamente después con un 84,1%. Es evidente, viendo estos números, que el primer puesto en el ranking mundial de fallecidos (según el registro; 6/6/20) por millón de habitantes no estaría hoy ocupado por España, si se hubieran tomado precauciones a tiempo para evitar los contagios en las residencias de ancianos y el confinamiento total se hubiera realizado antes.

Con relación a las residencias de ancianos ha habido polémica sobre si los responsables son la CCAA o el Gobierno. El 30/1 el Ministerio había asumido las competencias de "vigilancia de la salud pública", ya que ese día la OMS había emitido su alerta de emergencia internacional por el coronavirus, incluyendo a todos los países de la UE. Evidentemente, el responsable de la sanidad nacional es el que recibe la información de los organismos internacionales y debería haber controlado las residencias, aportando los medios para evitar los contagios, y a las CCAA para que cumplieran con las medidas dictadas por el Ministerio. De hecho, la OMS y la UE advirtieron al Ministerio de la necesidad de abastecerse del material necesario a lo que el Ministro respondió que "España tiene suficiente suministro de equipos personales de emergencia en este momento". "Y se está trabajando para seguir asegurando existencias en caso de una ampliación del brote". Al principio, el Ministerio prohibió a las CCAA la compra de material sanitario so pretexto de que eso era facultad del Ministerio. Finalmente, las autorizó ante su incapacidad para de conseguirlo. Por otra parte, el Gobierno debería haber prestado toda su atención a las residencias de ancianos ya que tiene la facultad de nombrar expertos científicos para controlar la pandemia y la capacidad legislativa para ordenar las medidas necesarias. Finalmente, puede ordenar la intervención de las fuerzas de seguridad nacionales y el Ejército. Las disquisiciones entre el Gobierno y las CCAA para eludir sus responsabilidades son canallescas: nada debe de estar por encima de la salud de los ciudadanos.

De todas formas existen diferentes propuestas de expresar la mortalidad en las residencias que, sin embargo, no se pueden calcular porque no existen los datos necesarios para todas las comunidades. Por ejemplo, sería interesante obtener el porcentaje de fallecidos sobre el total de internos en cada residencia. Desgraciadamente, existen diferencias al considerar diferentes tipos de residencias o de definición de fallecidos por la COVID-19. Lo que, en cualquier caso, resulta deleznable (por su clara intención política) es usar el número de fallecidos en las residencias sin referirlos a los habitantes, a los residentes o a los fallecidos totales en la comunidad. Sin embargo, lo esencial es lo que hemos concluido antes: son demasiados ancianos muertos porque los que los visitaban o cuidaban los contagiaron y esto no debería haber ocurrido si hubiera habido suficiente material de protección y control.



¡Esta batalla la vamos a ganar!