¿HA MEJORADO LA LUCHA CONTRA EL COVID?

JOSÉ VICENTE SOLER

Catedrático Emérito de la Universidad de Murcia

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14/5/21

Recientemente un estudio publicado por el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington informa que la cifra de exceso de mortalidad en España durante la pandemia es de 123.786, es decir, 38.421 más que los comunicados oficialmente. El exceso de mortalidad es el aumento del número de fallecidos en un periodo de tiempo respecto de la media de los de años anteriores en el mismo periodo. Se acepta que (1) el exceso de mortalidad, si es significativo, debe ser atribuido a algún fenómeno ocurrido en el periodo considerado que, directa o indirectamente, pueda ser responsable de esa mortalidad y (2) el uso del número de fallecidos oficial carece de sentido ya que no suele coincidir con el exceso de fallecidos y los métodos de cálculo suelen ser distintos de unos a otros países. Su uso es como hacer trampas al solitario.

Con los datos de excesos de mortalidad por millón de habitantes (F/M) de los 7 países que aparecen tanto en el estudio del INE + el Financial Times en el periodo 1 de marzo - 28 de Mayo 2020 (primera ola) como el del IHME en el que se recogen los países con mayores excesos de mortalidad para el periodo 1 de Marzo 2020 – 30 de Abril 2021 (todas las olas) hemos calculado: (1) los valores de F/M y día para la primera ola (F/M/d1, ver Tabla) y para la segunda y siguientes (F/M/d2) y (2) el % de la variación de estos parámetros entre el segundo y el primer periodos (% △F/M/d; por ejemplo, para España: ((100*4,87/11,31)-100)=-57) tal y como se recoge en la siguiente Tabla. Los países se han ordenado en función de este último valor.


Tabla

PAÍS.............F/M/d1...........F/M/d2...........% △F/M/d

ESPAÑA........11,31..............4,87.................... -57

R. UNIDO......10,22..............6,71.................... -34

ITALIA............8,63..............6,49..................... -25

FRANCIA........3,45..............5,13...................... 49

EEUU..............2,88..............6,86....................161

PERÚ..............4,53............12,39....................179

ALEMANIA.....1,01..............3,81....................314

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F/M/d1: Fallecidos por millón de habitantes y día en el periodo

1 de Marzo – 28 de Mayo 2020.

F/M/d2: Fallecidos por millón de habitantes y día en el periodo

1 de Junio 2020 – 30 de Abril 2021.

% △F/M/d: % variación del número de fallecidos por millón y

día entre los dos periodos


Los muy diferentes valores de % △F/M/d para Reino Unido, EEUU y España indican que la influencia en esta magnitud de la vacunación no es determinante ya que los dos primeros han vacunado al 75% de los ciudadanos mientras que España solo al 39%. Por otra parte, si no fuera así, los valores de F/M/d2 deberían ser todos menores que los de la primera ola. Además, el conocimiento adquirido en el tratamiento de la enfermedad debería haber favorecido la bajada general en el número de fallecidos en la segunda etapa pero la influencia de este factor tampoco debe ser importante porque no es razonable pensar que países como Alemania o EE UU desconocieran los avances habidos en los tratamientos o los hubieran aplicado peor que España.

Para discutir los valores correspondientes a España, que encabeza la Tabla, conviene tener en cuenta quiénes son los responsables de la gestión de la sanidad. A partir del 31/1/20, que es cuando se produjeron "alertas que proceden de la UE, la OMS y demás organismos internacionales", la Ley General de Salud Pública 33/20110 (Art. 14 y 52) establece que “corresponde al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad” …. “la gestión de alertas de carácter supra-autonómico o que puedan trascender del territorio de una comunidad autónoma.” Es decir no se exige la declaración de pandemia. Aunque tarde, de hecho, fue el Gobierno el que el 14 de Marzo instó la declaración del estado de alarma, cuando ya había 136 fallecidos. Por tanto, en el análisis del valor de % △F/M/d de España hay que considerar qué se ha hecho bien o mal en ambas etapas.

En un reciente artículo de Nature una comisión de expertos concluye que “en febrero de 2020 se podría haber evitado el devastador número de víctimas de la pandemia, si los países hubieran actuado rápidamente para limitar la propagación del virus” “Un puñado de países asiáticos tomaron entonces medidas rápidas para frenar el COVID-19, entre ellas la realización de pruebas exhaustivas para detectar el SARS-CoV-2 y el seguimiento de las personas que dieran positivo. "Pero el resto del mundo se quedó de brazos cruzados". Conviene, sin embargo, matizar esta afirmación ya que todos los países no asiáticos no actuaron igual de mal y ello es fácil de comprobar por el número de F/M en la primera ola: ESPAÑA, 1.007; R. UNIDO, 910; ITALIA, 768; BÉLGICA, 758; PAÍSES BAJOS, 561; SUECIA, 404; PERÚ, 403; FRANCIA, 307; EEUU, 256; PORTUGAL 230; SUIZA, 190; AUSTRIA, 156; CHILE, 155; ALEMANIA, 90; ISLANDIA, 45; DINAMARCA, 15. En el caso de España hay que destacar el gran número de sanitarios y de ancianos fallecidos en residencias. Son muchas las denuncias de expertos y de medios de comunicación que señalan que esa situación fue el fruto de que los que tenían que actuar tras la alerta sanitaria internacional no fueron diligentes en la adquisición temprana de medios de protección y detección para toda la población y, muy particularmente, para los sanitarios y personal de las residencias de ancianos. Por otra parte, el 21/5/20 se declaró obligatorio el uso de la mascarilla después de decir que no era necesario y pasar luego a ser solo recomendado. Numerosas compras de material sanitario se realizaron tarde, a pesar de las recomendaciones previas de la UE. Además, se anunció la compra de test rápidos cuando ya había 1.300 muertos por el COVID. En ocasiones, las compras resultaron auténticos timos. Se prohibió a las CCAA adquirir este material para, finalmente, autorizarlas ante el fracaso de la compra estatal. No hubo un control adecuado de las aglomeraciones lo que incluyó la permisividad, cuando no la organización, de manifestaciones multitudinarias. Palabras de Gonzalo García Andrés, recién nombrado secretario de Estado de Economía (Ministerio de Calviño): “Durante 2020, no nos faltó dinero, ni capacidad de financiar el gasto con deuda; nos faltaron, entre otras cosas, un sistema eficaz de prevención epidemiológica, datos fiables e independientes, material sanitario, coordinación entre administraciones y disciplina para priorizar la salud sobre el resto de las cosas.” El 3/5/20 se reguló el proceso de cogobernanza con las CCAA lo que entre los expertos y medios de comunicación se describe como un intento de los responsables nacionales de la sanidad de “pasarles” el problema. Este truco del Gobierno para desentenderse de su obligación exclusiva para con la lucha contra las pandemias fue, obviamente, declarado inconstitucional. Claro que el Gobierno sigue haciendo de su capa un sayo dejando que las Comunidades se las entiendan contra el virus.

A la vista del valor de % △F/M/d de España solo cabe concluir que el traspaso parcial de la responsabilidad de la lucha contra el COVID a las CCAA ha sido muy positiva, probablemente, no tanto por el acierto de estas como del alejamiento de la lucha contra la pandemia de los responsables nacionales, cuya “labor” quedó clara, como acabamos de comentar, por los resultados de la primera ola. Dicho de otra forma, dado lo mal que se gestionó por el Gobierno la la lucha contra la pandemia durante la primera ola no podíamos más que mejorar. Por tanto, la respuesta a la pregunta formulada en el título es afirmativa en el caso de España pero no en otros países.

En mi opinión el resultado podría haber sido mucho mejor, es decir con menos F/M, si quienes tenían la responsabilidad la hubieran ejercido siguiendo las directrices del comité científico que nombraron el 21 de Marzo 2020 (¡una semana después de la declaración del estado alarma y 50 días más tarde de la declaración de alerta de la OMS!) y del que, pocos días después, nunca más se supo. Al punto de que, contra toda evidencia, muchos creen que nunca existió. Tal vez duró unas horas (o días) y la historia aclarará las razones por las que "desapareció" tan pronto y tan en silencio. Sospechosamente, tras muchos intentos de que la autoridades sanitarias publicaran sus nombres (durante mucho tiempo el Gobierno se mostró reacio a informar sobre ellos) decidieron cambiar la lista y nombrar a los funcionarios del CCAES dirigidos por F. Simón. Asesores científicos de otros países se han quejado de que fueron “obstaculizados por la política”. Los nuestros se ve que son más discretos y aún guardan silencio. Tienen una deuda con la Historia.

Un muy reciente editorial de Nature alude al coste humano de prescindir de la Ciencia en la lucha contra el COVID cuando dice que "Al dejar de lado a sus científicos, los gobiernos de Brasil e India han perdido una oportunidad crucial para reducir la pérdida de vidas".

Cualquiera que haya seguido el curso de la pandemia tiene pruebas más que suficientes de que el Gobierno ha estado menos centrado en cuestiones científico-sanitarias que en las de tipo político. Y así hemos llegado a los 123.786 fallecidos.






¡Esta batalla la vamos a ganar!