COVID-19 Y GOYA



JOSE VICENTE SOLER

Catedrático emérito de la Universidad de Murcia

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Otra vez estamos, como siempre, representando la clásica imagen de "El duelo a garrotazos" de Goya. La pandemia la vemos en España desde dos puntos de vista diferentes y excluyentes. Unos dicen que no pueden olvidar que han muerto entre 30 y 40 mil compatriotas (el mayor desastre desde nuestra guerra incivil, cualquiera que sea el dato final), que entre ellos había muchos ancianos y sanitarios que se contagiaron por la falta de material de protección y por la saturación de los hospitales debido (1) a la enorme avalancha de enfermos (lo que no ocurrió en países más pobres como Portugal y Grecia porque se tomaron medidas para evitar contagios mucho antes. De hecho, el problema de los ancianos se dio igual en los hospitales que en las residencias: simplemente, dado el enorme colapso, los sanitarios tuvieron que elegir, obviamente, entre tratar a éstos o a quienes tenían mayor probabilidad de salvarse y (2) a la falta de los imprescindibles medios de protección a disposición de los ciudadanos en general y de los residentes y personal de las residencias, a pesar de que la OMS y la UE habían advertido con antelación a las autoridades de la sanidad nacional sobre la necesidad de disponer de reservas suficientes.

Además, dicen los familiares y amigos de los difuntos que no pudieron acompañarlos ni despedirse de ellos, y que, en otro orden de cosas, se nos avecina una crisis que va a dejar a muchísimos sin trabajo, que la pobreza va a campar por doquier durante demasiado tiempo y que algunas empresas van a tener que cerrar y sus dueños se quedarán en la ruina.

Los otros, dicen que "Lo peor de toda la pandemia ha sido su instrumentalización política" (Del aplauso al cabreo), que los políticos no se ponen de acuerdo, sobretodo que los de la oposición no hacen lo que les exigen los que gobiernan que llegan a llamarlos, diplomáticamente, golpistas, ultraderechistas y fascistas; además, dicen que no hay que buscar culpables, siguiendo la muy difundida máxima de que "En los tiempos de crisis los inteligentes buscan soluciones y los inútiles, culpables" (frase que require algunos minutos de meditación sobre su objetivo: ¿se pretende declarar una amnistia general y eterna para todos los culpables o solo para algunos culpables? (Ver en este blog ELIJA: INTELIGENTE O INÚTIL), dicen que se hizo todo lo posible para evitar la pandemia pero que estamos en una posición geográfica maldita: paralelo 40 Norte y al este de Portugal lo que supone que el desastre era inevitable hiciéramos lo que hiciéramos, dicen que el 8M no tuvo nada que ver con la mortandad que le siguió ya que hubo muchos otros eventos multitudinarios (confesión de parte, se llama esto), lo que no prueba la inocuidad del 8M y deja sin respuesta a la pregunta de por qué no se suspendieron todos esos eventos, incluido el 8M. Además, dicen que la culpa fue de los recortes, ignorando que los de Grecia fueron astronómicos y que los fallecidos por millón en España son 39 veces los de Grecia (por cierto, también situada en el paralelo 40 N), y que cuando todo se acabe, tras los brindis con cava por la desaparición del virus y la nueva normalidad, gracias a la firme y acertada política progresista seguida, hablaremos sobre si se pudo o no hacer otra cosa.




¡Esta batalla la vamos a ganar!