La duración II

En esta segunda parte, nos centraremos en el pulso, el tempo, el acento, el ritmo y el compás, entre otras cosas.

Antes de comenzar visualiza el siguiente vídeo:

Podemos definir el ritmo como las diversas maneras en las que un compositor agrupa los sonidos y los silencios, atendiendo principalmente a su duración (largos y cortos) y a los acentos.

El ritmo se construye a partir de pulsaciones que se dan a un tempo concreto. Toma esas pulsaciones como base y prioriza una sobre otras, mediante acentos que se repiten de forma regular.


Para poder entender de forma completa el concepto de ritmo, tenemos que explicar varias cosas:

1- Qué son esas pulsaciones, lo que nos llevará al concepto de Pulso.

2- Qué significa que esas pulsaciones se den a un tempo concreto, lo que nos llevará al concepto de Tempo.

3- Qué significa priorizar un pulso frente a los demás, lo que nos llevará a explicar el Acento.

4- Y por últimos, ver cómo la organización regular de acentos da lugar al Compás.

El pulso

La unidad rítmica básica que se emplea para medir el tiempo, es el pulso.

Se trata de una sucesión constante de pulsaciones que se repiten dividiendo el tiempo en partes iguales. Cada una de las pulsaciones así como la sucesión de las mismas reciben el nombre de pulso.

El pulso organiza el tiempo en partes iguales con la misma duración y con la misma acentuación, (uno, dos, tres, cuatro, ....).

El pulso, es un patrón espaciado regularmente que se parece al ritmo de un reloj.

En la mayor parte de la música de baile y en la popular, el pulso aparece de forma explícita, a menudo por medio del batir de los tambores o mediante un patrón de acompañamiento regular. En músicas más complejas, el pulso sólo está implícito.

El pulso, como tal, es algo neutro, es decir, al marcarlo, todas las pulsaciones son iguales, no se diferencian en forma alguna entre ellas.

Encontrar la pulsación de una obra musical es sencillo: solo hay que escuchar con atención e intentar seguir su movimiento con un pie, un dedo o la cabeza. ¡Ese es el pulso!

Cada pieza musical tiene una velocidad diferente, al igual que hay obras que tienen un pulso muy marcado y otras en las que es más difícil de marcar.

Marca el pulso de las siguientes audiciones:

Fijate en estos vídeos, ¿quién, o qué instrumento u objeto, está haciendo el pulso, y quién, el ritmo?

Ligeti es un compositor de origen húngaro que vivió en el siglo XX, ¿Cuál es la particularidad de su música? escucha la siguiente audición, e intenta marcar el pulso:

Efectivamente, no hay pulsación, esta iniciativa nos sorprende porque la pulsación se considera esencial en toda música, si la pulsación está ausente, el tempo también.

Así, la música es estática, como si diera la impresión de una corriente continua que no tiene principio ni fin.

El tempo

El tempo es la velocidad a la que se da el pulso. De esta forma, el tempo determina la velocidad de interpretación de una obra musical ( lento, moderado, rápido).

El tempo tiene una influencia considerable en el carácter de la música: se puede obtener un carácter alegre y festivo gracias a un tempo rápido o un carácter triste gracias a un tempo muy lento.

Para indicar el tempo en una partitura musical, se utilizan una serie de términos en italiano, que se sitúan al inicio de la partitura encima del pentagrama.

Las indicaciones de tempo pueden dividirse en:

a) Indicaciones de tempo constantes: son las que nos indican un tempo que permanece constante, hasta que otra indicación aparece para modificarla.

Entre las más utilizadas:

Si te fijas en la tabla anterior, a algunos términos, se les ha añadido los sufijos "etto" o "ino", que son diminutivos, y por lo tanto disminuyen o aminoran la velocidad del tempo correspondiente. El caso contrario es el sufijo "issimo" que aumenta el efecto del término.

b) Indicaciones de tempo variable, que introducen un cambio gradual en la velocidad: Accelerando (accel.) / animando (anim.): gradualmente aumentando la velocidad. Ritardando (rit.) / rallentando (rall.): gradualmente reduciendo la velocidad.

c) Indicaciones de tempo libre que detienen la velocidad regular y el intérprete puede elegir la velocidad: Ad libitum / a piacere: a elección del intérprete, libremente.

d) Indicaciones que restablecen el tempo original, tras una indicación de tempo variable o libre: A tempo / In tempo: a tiempo.

La percepción de la velocidad o tempo es bastante subjetiva: una pieza para piano con la indicación de allegro, no sería interpretada con la misma velocidad por dos pianistas diferentes, por ello, muchos compositores usan las indicaciones metronómicas: una indicación numérica, con la que se determina el número exacto de pulsos por minuto que quiere el compositor, además de las indicaciones en italiano.

La invención del metrónomo dio lugar a indicaciones más precisas que ponían valor numérico. Este valor, igual que los términos italianos, aparece al principio de la obra, en la parte superior del pentagrama.

El metrónomo es un dispositivo que produce clics regulares (pulsos por minuto).

Metrónomo on line 1 y 2

El acento

Hemos visto anteriormente, que el pulso es la unidad rítmica básica, y que organiza el tiempo en partes iguales con la misma duración y con la misma acentuación, (uno, dos, tres, cuatro, ....)

El pulso, como tal, es algo neutro, es decir, al marcarlo, todas las pulsaciones son iguales, no se diferencian en forma alguna entre ellas.

Sin embargo, la música lleva implícitos ciertos acentos o puntos de apoyo. Por tanto, el acento es la priorización de unos pulsos frente a otros dándoles mayor intensidad.

Al combinar pulso y acentos obtenemos los ritmos básicos:

Ritmo binario: divide el tiempo en dos partes iguales acentuando más el primero.

Un dos/ Un dos/ Un dos...

Este ritmo está presente, por ejemplo, en las marchas.

Ritmo ternario: divide el tiempo en tres partes iguales acentuando más el primero:

Un dos tres/ Un dos tres/ Un dos tres...

Este ritmo lo podemos encontrar en determinados tipos de danzas como en los valses, o en las sevillanas.

Ritmo cuaternario: divide el tiempo en cuatro partes iguales acentuando más el primero:

Un dos tres cuatro/ Un dos tres cuatro/ Un dos tres cuatro...

Este ritmo lo podemos encontrar en gran parte de la música ligera contemporánea: jazz, pop, rock.

La repetición regular de los tiempos o partes y de los acentos, constituye el marco o la estructura sobre la cual el ritmo, en un sentido más amplio, fluye libremente, como el de la melodía, (ya sea interpretada por voces, instrumentos o por una combinación de ambos), que presenta su propio ritmo, en la combinación de los sonidos y silencios de distintas duraciones y en sus propios acentos, además, éstos pueden coincidir con los acentos de los anteriores esquemas rítmicos básicos, o puede que no coincidan.


Podemos encontrar ritmos que tengan más de cuatro tiempos, y sería el resultado de combinar los ritmos básicos, (son los llamados compases de amalgama), por ejemplo, un ritmo de cinco partes podría ser el siguiente: Un dos Tres cuatro cinco / Un dos Tres cuatro cinco, combinando un ritmo binario y otro ternario.

Otro famoso tema que utliza este compás de 5/4, es el tema principal de la banda sonora de Mission, Impossible.

En el bajo se escucha un ostinato ritmico-melódico y sobre él trascurre la melodía.

Podemos encontrarnos con obras musicales que presentan siete tiempos en su rítmica como por ejemplo: Un dos Un dos Un dos tres / Un dos Un dos Un dos tres.

Sabrías decir qué ritmos tienen estas obras?

Los compositores pueden basar su obra en ritmos muy complejos, cuyos acentos cambien constantemente y de forma irregular; en el uso de polirrítmias, (interpretación de ritmos diferentes, de forma simultanea), etc.

También podemos encontrar obras musicales en las que el ritmo es libre, en la que no existe un ritmo regular o basado en un pulso continuado.