semana 37

"Extiende tu mano"

LUNES: EVANGELIO

Iniciamos el curso presentando, en este momento de ilusiones, la oportunidad de vivir una vida plena. Cada uno tiene que formar la suya, el tipo de vida que quiere. Queremos que la PROVI, junto con otras experiencias, contribuyan y nos ayuden a ello. En el mundo hay señales de Dios. Hay señales de su presencia a nuestro lado. Hay señales que nos van a ayudar a decidir, a elegir, a actuar, a conseguir poco a poco nuestro ser en plenitud

Un curso escolar por delante. Una oportunidad para conectar contigo y con los demás. No te conformes con poco, tú vales mucho más que eso. Busca, escucha lo que cada acontecimiento te quiere decir, observa todo lo que se te muestra. Toca y  vive en tu propia persona la experiencia. Desarrolla tu olfato para seguir lo que deja un buen aroma. Saborea las cosas para elegir lo que de verdad merece la pena, lo que deja un buen sabor de boca y duradero. Gusta de la vida. No pases por ella, vívela con tus sentidos. Capta su esencia. Dios está en ella y te la descubre a ti, a todos y cada uno de nosotros. Hay tesoros, descúbrelos; hay pistas, indágalas; hay mensajes, descífralos; hay rutas, recórrelas; hay silencios, escúchalos. Hay señales, ¡síguelas!

El hilo invisible

MARTES: VEMOS UN VÍDEO MOTIVADOR

Comenzamos este curso con un cuento sobre nuestro lema... ¡CONECTADOS!

Movilízate

MIÉRCOLES: PARADA

¿CÓMO ESTOY?

¿QUÉ SIENTO?

¿QUÉ ESPERO ESTE DÍA?

Por nuestra FAMILIA

JUEVES: DAMOS GRACIAS

Pensamos en todos los que forman nuestra familia y damos gracias a Dios por tenerlos, por compartir momentos con ellos, por disfrutar a su lado en el día a día, etc.

El buscador  Jorge Bucay

VIERNES: Cuento

Esta es la historia de un buscador. Por el camino, antes de llegar al pueblo , se encontró una pequeña colina que le llamó  la atención. En ella se encontraban lápidas con inscripciones de números. El buscador comenzó a observarlas  y se dio cuenta que todas las lápidas eran de niños con una vida muy corta. En cada lápida estaba escrito el nombre, la edad, el día,la hora  y los minutos que había vivido en su vida.

El  buscador creía que era una maldición o una enfermedad por lo que su corazón se sintió muy triste y se puso a llorar. El encargado de cuidar el cementerio vio que el buscador estaba llorando y se acercó a preguntarle por qué lloraba, el buscador le preguntó cuál era la razón por la que  habían muerto tantos  jóvenes y tan poco tiempo.

El encargado le contó que en su pueblo era una costumbre sumar el tiempo de felicidad vivida por la persona muerta y ponerla en la lápida. Para ello los padres le entregaban una libreta a sus hijos al cumplir los 15 años, la cual tenía dos partes :