semana 44

"Maestro,

que pueda ver."

LUNES: EL EVANGELIO.-

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,46-52):

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna.
Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: 

«Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara.
Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.»
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.»
Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.»
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

¿Y tú?... ¿Qué le pides a Jesús hoy? 

                                                      ¿Qué necesitas que ÉL haga por ti? 

¡¡DÍSELO!!

 «Un santo vestido con pantalones vaqueros, zapatillas de deporte y sudadera».

MARTES: REFLEXIONO.-

CARLO ACUTIS, un italiano fallecido de leucemia fulminante con apenas 15 años. 

A los santos nos los imaginamos dentro de un hábito o llevando una sotana. Quizás por eso impresiona ver expuesto ahora el cuerpo de Carlo, vestido con la misma ropa que hoy, por ejemplo, te has podido poner, en un día normal. Seguramente, llevando una vida no muy distinta a la tuya con 15 años: clases, voluntariado, familia, amigos, ordenador, ocio. Rutina. Pero con una apertura a lo sobrenatural que hizo de su vida ordinaria algo extraordinario. «Todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias» –dijo–.  

Ser santo asusta y, ya sé, parece que no es popular. Pero ser santo es aquello a lo que invita la fe, si se vive con coherencia y alegría. Querer ser como Jesús, en tu modo de amar, en lo que te apasiona hasta robarte las horas. Estar con él. Sin dejar de ser tú

Es más, siendo más tú que nunca. Sin evitar los dilemas, pero sin tirar por la opción más sencilla: distraerse y dejar de buscar, evitar la dificultad y el dolor. Más bien apostar y entregarse. 

Dejarse llevar por donde Él te lleve…llevando, también, unas zapatillas de deporte.

REFLEXIONAMOS:

¿Cómo ocupas el espacio y el tiempo? 

¿Qué te saca más allá de estas coordenadas?

¿Qué te lanza a ti hasta el infinito?

¿Por qué corres? ¿detrás de qué... de quién? Busca....

ME PARO, PIENSO Y RESPIRO.

MIÉRCOLES: PARADA

 Me paro.

Perdidos en el mundo.

JUEVES: VEMOS UN VÍDEO MOTIVADOR

– Lejos de ser un personaje pequeñito, lo que representa el chaval de baja estatura y ojos grandes es lo único de pureza que parece quedar en un mundo roto. Mírate un rato en él. Porque parece darse cuenta del dolor del mundo. 

– Un edificio en llamas, un acoso en el tren… y los que están alrededor no parecen enterarse. 

La princesa en la pantalla, triste y solitaria en su habitación, tambcCcién ha llamado mi atención. Porque todos contamos lo que somos.  

– Cárceles que son smartphones porque estamos atrapados en ellos. Profundamente. Cualquier cosa que pensemos, hagamos, planeemos, compremos o decidamos, puede ser pensada, hecha, planeada, comprada o decidida a través de un dispositivo. 

¿QUÉ MÁS VEMOS?