LUNES: "Y la parada era Dios..."
Vino un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino para dar testimonio, como testigo de la luz, para que todos creyeran por él. Aunque no fuera él la luz, le tocaba dar testimonio de la luz. Ella era la luz verdadera, la luz que ilumina a todo hombre, y llegaba al mundo. Ya estaba en el mundo, este mundo que se hizo por Ella, o por Él, este mundo que no lo recibió. Vino a su propia casa, y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron les dio capacidad para ser hijos de Dios.
Al creer en su Nombre han nacido, no de sangre alguna ni por ley de la carne, ni por voluntad de hombre, sino que han nacido de Dios.
Y la Palabra se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único, en Él todo era don amoroso y verdad.
MARTES: Tiempo de Paz
En la mesa hoy caben todos
Y se va dejando a un lado todo el odio y el rencor
Hoy reina el corazón, hoy reina la bondad.
Ojalá el resto del año también sea Navidad
MIÉRCOLES: Parada
JUEVES: Vídeo
Mientras los tiempos cambian y las personas crecen, las tradiciones familiares queridas se convierten en recuerdos memorables que atraviesan generaciones y nos mantienen unidos, especialmente durante la Navidad. Así conocemos a Lola y su nieta, que comparten su amor por Disney y las manualidades navideñas, pero con el paso del tiempo su ritual anual de hacer farolillos con forma de estrella empieza a desaparecer. El conocer el pasado de Lola y ver al querido peluche de Mickey Mouse inspira a la nieta a crear una sorpresa festiva que ilumina su mañana de Navidad y refuerza su vínculo tan especial.