Verificacionismo

II.1. El Verificacionismo y el criterio empirista del significado

II.1.1. El criterio de demarcación

II.1.2. Problema del criterio empirista del significado

II.1. EL VERIFICACIONISMO Y EL CRITERIO EMPIRISTA DEL SIGNIFICADO

Para el empirismo clásico, y también para el positivismo lógico del Círculo de Viena, las ciencias naturales parten de la observación de fenómenos y de la formulación de los enunciados observacionales correspondientes. Para comprender el proceso de investigación en las ciencias naturales es necesario tener muy claro tres nociones básicas:

  • Característica observable. Una propiedad o una relación de objetos físicos es una característica observable si, en las circunstancias adecuadas, su presencia u ocurrencia en un caso dado puede determinarse mediante observación

  • Predicados observacionales. Son los términos que designan características observables.

  • Oración observacional. Cualquier oración que, correcta o incorrectamente afirme de uno o más objetos específicamente nombrados que tienen o carecen de determinadas características observables.

De lo que se trataría es de explicar el contenido y la validez de los enunciados empíricos generales mediante su reducción a enunciados elementales u oraciones observacionales. El intento de reducir las ciencias naturales a este tipo de enunciados fue un proyecto que desarrolló El Círculo de Viena tomando como principio básico la división que Russell en los Principia Methematica, y Wittgenstein en el Tractatus, habían hecho de los enunciados. Los enunciados se dividían en dos tipos, en enunciados simples y enunciados compuestos, o “proposiciones atómicas” y “proposiciones moleculares”. Una proposición atómica se define negativamente como una proposición singular que a su vez no contiene una proposición como elemento suyo ni tampoco tiene elementos cuantificacionales. Una proposición molecular será una proposición singular compuesta de dos o más proposiciones atómicas. Será Wittgesntein quien aportó la idea de que la verdad de las proposiciones moleculares depende únicamente de la verdad de las proposiciones simples que la componen.

El criterio de verdad para las proposiciones atómicas se formula en base a un criterio de verdad como correspondencia. Una oración atómica es verdadera cuando se corresponde con un estado de cosas en el mundo. La concepción que se tiene de la ciencia a partir de estos principios adoptados es que todos los enunciados empíricos que componen el edifico de la ciencia debe poder ser reducidos a enunciados sobre “lo vivencialmente dado”. Aquellos enunciados que se resiste a la reducción se consideran carentes de sentido. De esta forma tenemos un criterio para demarcar los enunciados propios de la ciencia, de aquellos que forman las pseudociencias, ese tipo de enunciados que tienen la apariencia de una proposición con sentido pero que al carecer de una correspondencia clara con el mundo real y físico son pseudoenunciados o pseudoproposiciones. Entre los discursos aparentemente con sentido habría que incluir no sólo a las pseudociencias, sino especialmente a una gran parte de la actividad filosófica, a la que se llamó de forma despectiva “metafísica” o filosofía especulativa, por estar totalmente alejada o mantener una falsa o deshonesta relación con la ciencia. (Imposturas)

La definición clásica que daría Hempel del requisito de verificabilidad sería: “Una oración tiene significado empírico si y sólo si, no es analítica y se deduce lógicamente de una clase finita y lógicamente consistente de oraciones observacionales”.

II.1.1. El criterio de demarcación

Toda proposición científica debe ser expuesta en términos que permitan su confirmación -verificación- empírica. Se deduce de esta afirmación que aquellas proposiciones que no puedan ser verificadas deben o bien ser apartadas del ámbito de la ciencia, o bien ser reformuladas para que adopten una forma lógica que permita su verificación.

El esquema inductivista sería el siguiente:(Adaptado de Chalmers, 1984. P. 17)

En la inducción, se parte de la constatación de hechos observacionales expresados en enunciados observacionales del tipo x es P o x tiene la propiedad P, y pasamos de estos enunciados individuales a un enunciado universal de la forma todos los x son P o para todo x si x tiene la propiedad P entonces también tendrá la propiedad Q. Por ejemplo, una expresión como todos los cuervos son negros tiene la siguiente forma lógica: ∀x(Px→Qx) es decir, para todo objeto x, si x tiene la propiedad P (P= ser cuervo), entonces tendrá la propiedad Q (Q= ser negro).


En los procesos inductivos se parte de la observación de un número determinado y limitado de enunciados observacionales y se pasa a postular un enunciado universal donde se predica una propiedad de un número –potencialmente ilimitado- de objetos, sin que sea necesario que tengamos un enunciado observacional de cada uno de ellos, es decir, sin que hayamos visto todos los cuervos que existen afirmamos mediante un enunciado universal que todos los cuervos son negros. A partir de estos enunciados universales (leyes y teorías) podemos hacer nuevas predicciones del tipo “si ese objeto es un cuervo, entonces será negro”

Se suelen distinguir dos versiones de verificacionismo. De un lado, el verificacionismo estricto, representado por Wittgenstein y Schlick, según el cual es posible aspirar a una verificación completa de las proposiciones científicas. De otro lado, un verificacionismo de carácter probabilístico, representado por Carnap, Hempel o Reichenbach. En este caso, la verificación de una proposición consiste en mostrar en qué medida son probables.

II.1.2.Problemas del criterio empirista del significado

El criterio empirista del significado se enfrenta a serios problemas:

  1. El criterio de verificabiliadad excluye todas las oraciones de forma universal, y en consecuencia, todos los enunciados que expresan las leyes generales, ya que estos no pueden ser verificados completamente

  2. Supongamos que ‘S’ es una oración que satisface completamente el criterio de verificabilidad, mientras que ‘N’ es una oración que no lo satisface, una oración del tipo “la esencia de la nada es el nadear”. Pues bien, la disyunción formada por la oración ‘S o N’ sería una oración verdadera.

  3. Si ‘P’ es un predicado observacional, entonces la oración “existe algún x tal que Px” es completamente verificable porque se deduce de una oración observacional que afirma que un objeto (x) tiene la propiedad P. Pero su negación forma una oración universal compuesta por un cuantificador universal del tipo todo ....”Nada tiene la propiedad P” no es verificables como vimos en i) y por lo tanto, la negación de una oración verificable nos proporcionaría una oración carente de significado empírico y por lo tanto no significativa.

Un intento dentro del Positivismo Lógico por solucionar estos problemas lo encontramos en los trabajos de Otto Neurath. Para Neurath, un lenguaje artificialmente construido mediante oracionea atómicas observacionales era una pura ficción logicista. El lenguaje de la ciencia debería estar compuesto por lo que denominó “oraciones protocolares” (Protokollsätze). Este tipo de proposiciones describe acontecimientos sencillos, obtenidos de vivencias observacionales. Inicialmente se pensó en percepciones, pero en lugar de introducirlas mediante la forma subjuntiva inicial (‘yo’, ‘ahora’ o ‘aquí’) se buscó una forma objetiva que contiene el nombre de la persona que hace el protocolo e indicaciones espaciales y temporales y un concepto perceptivo; por ejemplo,“ Protocolo de Otto a las 3h y 17 mm: a las 3 hs. Y 17mm había en el cuarto una mesa percibida por Otto”.

Las proposiciones protocolares no se consideran algo absolutamente válido, ya que pueden ser fácilmente invalidadas mediante otro otra proposición protocolar contraria y que tenga más evidencia empírica. La ciencia no pude estar constituida por proposiciones protocolares concluyentemente establecidas. La actividad científica se asemeja, nos dice Nurath, a la de unos navegantes que tienen que reparar su embarcación en el mar, sin usar un dique para desmontarla. De modo que no se puede abandonar la nave, no podemos prescindir de nuestras teorías científicas, tan sólo podemos reparar las vías de agua que aparezcan, sabiendo que al reparar una vía siempre podrá aparecer otra.

El principal problema al que se enfrenta la propuesta de Neurath, al margen de que su sistema de proposiciones protocolares, puede llegar a ser tan artificial y complejo como el de los empiristas lógicos, es que la refutación de una proposición no se hace de forma aislada con la realidad, sino que lo que lo que se comparan son sistemas enteros de enunciados entre sí, y siempre se pueden añadir hipótesis ad hoc o modificaciones al sistema que lo protejan de su posible refutación.