La Metafísica

1. La metafísica

2. La pregunta por el origen y la estructura de la realidad.

2.1. El ser de Parménides.

2.2. El devenir de Heráclito.

2.3. Monismo y pluralismo

3. La pregunta por el ser como punto de partida de la filosofía. Platón vs Aristóteles

3.1. La teoría de las Ideas de Platón

3.2. La metafísica de Aristóteles

1. La metafísica

La metafísica u ontología es una disciplina filosófica que tiene como objeto de estudio la realidad. Es una reflexión sobre la realidad existente que se caracteriza por:

a) Ocuparse de los aspectos más generales de la realidad. No trata sobre aspectos concretos y delimitados de la realidad como hacen las ciencias particulares, sino que la metafísica es el resultado de un proceso de abstracción que comienza estudiando los aspectos concretos de la realidad para alcanzar un conocimiento más general

b) La metafísica tiene un carácter holista, estudia la totalidad de los objetos que existen

c) Estudia la realidad sin recurrir al método propio de las ciencias naturales, esto es, la observación y la experimentación. La metafísica recurre al razonamiento en un intento de complementar los resultados de las ciencias naturales.

El término “metafísica” fue utilizado por primera vez por Andrónico de Rodas en el S. I aC. Andrónico de Rodas fue el undécimo sucesor de Aristóteles a cargo del Liceo y el compilador de su obra. En su intento por clasificar textos que el propio Aristóteles llamó “filosofía primera” o “teología” pero que dejó sin título. En su intento de clasificar y ordenar el corpus aristotélico, Andrónico colocó este grupo de escritos después de los ocho libros que componen La Física y les dio el nombre de “Metafísica” (tá metá physicá), literalmente “los que están detrás de la Física” o “lo que hay detrás de las cosas físicas”.

El término “metafísica” podría ser una simple etiqueta clasificatoria o la denominación de una nueva disciplina o de un saber que va más allá de lo que estudia la Física. También podría ser considerado como una advertencia a los estudiantes de que sólo podrían estudiar metafísica después de conocer la física y los libros sobre la naturaleza y el mundo.

2. La pregunta por el origen y la estructura de la realidad.

Si la Metafísica es un saber con un contenido propio y una metodología específica, entonces su origen se remonta mucho antes de la obra de Aristóteles y habría que ir a los orígenes mismos de la Filosofía.

En su análisis de la realidad, la Filosofía Clásica comienza preguntándose por “el ser”. El problema del ser sería el primer acercamiento a la metafísica. Este primer intento por acercarse a los problemas de la metafísica se estructuraría en la etapa clásica en torno a dos pares de conceptos antagónicos.

Por un lado, los conceptos de esencia/apariencia. Para la filosofía clásica la noción de “apariencia” hacía referencia al conjunto de cualidades sensibles que posee una cosa. Por ejemplo, el color, el peso, la altura. Lo que caracteriza a estas cualidades es que están sujetas al cambio, además, siempre es posible encontrar un objeto en el que una de estas cualidades haya cambiado sin que el objeto deje de ser el mismo objeto.

Por el contrario, el término “esencia” refería a aquellas cualidades que se mantienen inalterables de las cosas, es decir, aquellas cualidades que hacen que una cosa sea lo que es. O dicho de otra forma, cualidades que si cambiasen, el objeto dejaría de ser el mismo. Alterar la esencia de una cosa es destruir esa cosa.

El segundo par de conceptos opuestos sería el de permanencia/cambio. Como veremos en la metafísica griega la “realidad auténtica” no podía experimentar cambios. Se puede decir que la Filosofía Clásica tenía una “concepción estática del ser”. El ser no puede estar sujeto a cambios y tiene que ser algo que quede más allá o por debajo de los cambios. La esencia del ser se manifiesta en la ausencia de cambios y su conocimiento no puede ser alcanzado por medio de los sentidos, sino de la razón. Los sentidos sólo nos informarían de los aspectos cambiantes de la realidad, de las apariencias, pero no de la esencia última de la realidad.

Cada escuela filosófica se enfrentó al problema de la esencia de la realidad, o intentó responder a la pregunta por el ser, de una forma diferente.

2.1. El ser de Parménides.

Parménides (510-450 a.C.) afirmaba que lo característico del ser es su existencia “El ser es, y el no ser no es”. La esencia del ser es la inmutabilidad, el ser es estable y no puede moverse y lo concebía como una esfera maciza y homogénea.

Parménides distinguió entre la vía de la opinión (doxa) y el camino del conocimiento (episteme). La opinión es propia de los sentidos, no informa más que de apariencias y de una realidad en continuo cambio, y por tanto no nos ofrece un conocimiento puesto que de una realidad en continuo cambio no puede haber conocimiento. El camino de la verdad estaría fundamentado en la razón y es la única forma de adquirir un verdadero conocimiento estable y permanente.

2.2. El devenir de Heráclito.

Heráclito (544-484 a.C.), al contrario de Parménides, sostenía que la realidad estaba en un continuo proceso de cambio. Lo que define a la realidad es su devenir, en un “llegar a ser” permanente donde “todo fluye, nada permanece”. En esta realidad cambiante hay una permanente “lucha de contrarios”, una tensión entre opuestos. Frente a la aparente armonía lo que existe es una tensión entre opuestos, del mismo modo que la quietud de la cuerda de una lira sólo es posible por la tensión que se ejerce desde sus extremos. La imagen que refleja este devenir será el fuego. El fuego es la esencia de la realidad.

2.3. Monismo y pluralismo

Bajo la aparente multiplicidad de la naturaleza, los primeros filósofos pensaban que debía de existir una realidad fundamental a la que llamaron “arché”.

Podemos clasificar esta primera búsqueda por el fundamento de la realidad en dos bloques

A] Filósofos monistas

Defendían la existencia de un único principio

    • Tales de Mileto El agua es el origen de todas las cosas

    • Anaximandro. El origen de lo que existe en la naturaleza debe ser algo indefinido, el “apeiron”. Todo lo que existe es algo concreto y limitado, por lo que el origen común de todo debe ser algo indefinido, no concreto

    • Anaxímenes. Identificó el Arché con el aire. Todo cuanto existe en la naturaleza se origina a partir del aire a partir de los procesos de condensación y de rarefacción

B] Filósofos pluralistas

    • Pitágoras. Todo cuanto existe está formado por números. La realidad está organizada y todo el cosmos se concibe como un ser viviente en el que predomina el orden y la armonía

    • Anaxágoras. En su origen el universo era una única masa indiferenciada. El Nous (inteligencia)provocó un impulso rotatorio que permitió que los elementos se fueran separando en círculos. Esta realidad se compone de unas partículas o semillas que Aristóteles llamó homeomerías. La combinación de estas semillas permite la obtención de los cuatro elementos básicos: tierra, aire, fuego y agua

    • Empédocles. Parte de la existencia de estos cuatro elementos básicos de cuya combinación surgen todo cuanto existe.

Características de la realidad

i. El universo es pleno: no existe el vacío y los cuatro elementos lo llenan todo

ii. El universo es eterno: No ha sido creado

iii. El universo es finito: más allá de sus límites no hay nada

La reordenación de estos elementos se realiza mediante el conflicto entre dos fuerzas fundamentales: el amor y la discordia

    • Demócrito. Afirmó la existencia de átomos y del vacío

Los átomos son las partículas individuales e indivisibles que conforman la realidad. Los átomos tienen distintas formas, tamaño y peso o que explicaría la existencia de seres distintos. Todo cuanto existe es material y las sensaciones y percepciones son meras apariencias

El vacío es necesario para que se produzca el movimiento y la combinación de átomos. Los movimientos mecánicos de los átomos al azar provocan colisiones y agrupamientos. El alma estaría formada por átomos similares a los que conforman el fuego

3. La pregunta por el ser como punto de partida de la filosofía. Platón vs Aristóteles

3.1. La teoría de las Ideas de Platón

En un intento por desarrollar una metafísica que diese una respuesta unificada a las doctrinas de Parménides y Heráclito, que se presentan como contrapuestas, Platón desarrolló una metafísica de carácter dualista en la que existen dos realidades distintas. De un lado, “El mundo de las Ideas”; y de otro, “El mundo sensible”.

Platón acepta con Heráclito que el mundo que percibimos con los sentidos, el mundo sensible, está sujeto a un cambio permanente. De este mundo en continuo devenir no es posible desarrollar un conocimiento válido y universal, esto es, un conocimiento que ofrezca verdades eternas y estables, porque en este mundo cualquier conocimiento adquirido sería siempre provisional.

Platón aceptaba la idea de que sí era posible un conocimiento absoluto de la realidad, pero para eso, la realidad debería ser estable e inmutable en el mismo sentido en el que Parménides había definido el ser, y esto es lo que define al mundo de las Ideas.

Platón desarrolla así una ontología dualista en la que el mundo de las cosas sensibles sería una copia imperfecta de las Ideas eternas. Es en el mundo de las Ideas donde se encuentra la auténtica realidad pues esas Ideas no deben ser entendidas como una abstracción o representación, sino como las auténticas realidades objetivas que existen con total independencia de las cosas y de nuestro propio entendimiento.

Estas Ideas se organizan jerárquicamente, siendo la Idea principal El Bien y a continuación vendrían otras Ideas como La Belleza, La Justicia, La Verdad. En el mundo sensible existen muchas cosas más o menos bellas, su belleza depende del grado de participación con la Idea de Belleza, de forma que las cosas más bellas participarían en mayor grado de la Idea de Belleza que las que son menos bellas.

Esta ontología la expone Platón en el “Símil de la línea”.

Lo que establece el símil de la línea es que a los niveles más bajos de realidad les corresponderán los grados más bajos de conocimiento. Cuando ascendemos en los niveles de complejidad de la realidad, el conocimiento que se necesita es mayor siendo las matemáticas y la razón discursiva el grado de conocimiento mayor que podemos tener del mundo. Sin embargo, Platón afirmaba que existe un grado de conocimiento supremo cuando somos capaces de contemplar las Ideas directamente, sin ayuda de la razón discursiva. Este sería el verdadero conocimiento que nos permitiría comprender el Mundo de las Ideas y también analizar desde una perspectiva distinta, ahora sí, sustentada en un verdadero conocimiento, la realidad imperfecta del mundo sensible.

Esta misma idea aparece expuesta en “El mito de la caverna”.

Enlaces:

Vídeo explicativo del mito

Relación entre el Mito de la Caverna y Matrix.

3.2. La metafísica de Aristóteles

Aristóteles definiría la metafísica como “el estudio de las primeras causas”. Si todo tiene una causa que explica su existencia, para no vernos abocados a una serie infinita de causas, tiene que existir una “causa primera”, lo que Aristóteles llamó “el motor inmóvil” y este sería el objeto de estudio de la metafísica.

La metafísica también la entendería Aristóteles como el estudio del ser en tanto que es. En este sentido no tendría la metafísica un objeto de estudio concreto y determinado y se dedicaría a estudiar lo que hacen las distintas disciplinas científicas, pero desde una perspectiva diferente que permite que la metafísica sea una disciplina que ofrece un conocimiento general o global de la realidad.

En “La Metafísica” Aristóteles distingue entre “sustancia” y “accidente”. La sustancia se define como todo aquello que existe y que conforma una realidad concreta. Cada sustancia es individual y forma una unidad, por lo que cada sustancia es diferente del resto de sustancias. La ontología de Aristóteles es realista, esto quiere decir que la realidad es independiente del sujeto que la percibe. Para conocer esta realidad el sujeto usa la descripción y la definición.

Mediante la descripción damos cuenta de las distintas maneras en las que se presentan los objetos en función de su forma, tamaño, color… Todas estas características que tiene la sustancia y que no pueden ser independientes de ella se las denomina “accidentes”.

Las categorías serían el conjunto de características accidentales que pueden atribuirse a una sustancia. Son predicados que se atribuyen a un objeto. Entre las categorías que Aristóteles distinguió están las de cantidad, calidad, relación, lugar, tiempo, situación, posesión, acción y pasión. Las disciplinas científicas estudian una o varias categorías concretas, mientras que la metafísica analiza todas en su conjunto, La metafísica como disciplina estudiaría todas las formas posibles en las que la realidad se nos presenta.

La definición nos permite definir una sustancia en función de su género y una diferencia específica. El género es la clase de los seres vivos e inerte a la que pertenece una sustancia. Nos dice las características comunes que comparten los miembros que pertenecen a una misma clase. Mediante la abstracción podemos captar el género.

Ejemplo:

Ser humano: “animal racional”

“animal”: género

“racional”: diferencia específica que distingue al ser humano del resto de miembros del género animal.

Toda sustancia es un compuesto de materia (hylé) y forma (morphé). La materia es todo aquello capaz de recibir una forma. Constituye el principio de individuación y es lo que permite diferenciar a los individuos de un mismo género. La forma es la organización y distribución de la materia. Constituye la esencia misma del objeto y lo universal del objeto. Diversos organismos pueden compartir su forma y eso determina que pertenezcan a un mismo género. La materia es necesaria para que algo llegue a existir, pero sin la forma perdería su identidad.

Mediante la descripción podemos estudiar la materia, y es a través de la definición como conocemos la forma. La distinción entre 'materia' y 'forma' permite superar el dualismo metafísico de Platón. La forma, que podría ser equivalente a lo que Platón llamó Idea, pertenece al mundo sensible y natural. En el mundo por lo tanto sólo hay objetos concretos que tienen una forma, y la ciencia tiene como objeto de estudio la forma, esto es, lo universal de los objetos.

Para explicar el movimiento Aristóteles distingue entre dos conceptos claves de su metafísica; el acto y la potencia.

La potencia la constituyen todas las posibilidades de realización que se encuentran en los seres, vivos e inertes. El acto es la realización de alguna de las posibilidades que tienen los seres en un momento preciso. Con esta distinción la materia se presenta como mera posibilidad porque cualquier objeto, con sus características específicas también tiene otras que aún no ha desarrollado o no ha actualizado. Este paso de la potencia al acto es lo que Aristóteles define como cambio y movimiento.