¿Qué Religión es la verdadera?

🌟🌎 Las ERAS ASTRÓLOGICAS, los AVATARES y los Senderos Místicos de las Religiones del Mundo.


Los Ciegos y el Elefante: Una parábola budista.

Érase una vez seis hombres sabios que vivían en una pequeña aldea. Los seis sabios eran ciegos.

Un día alguien llevó un elefante a la aldea. Los seis sabios buscaban la manera de saber cómo era un elefante, ya que no lo podían ver.

"Ya lo sé", dijo uno de ellos. "¡Palpémoslo!".

Buena idea, dijeron los demás. Ahora sabremos cómo es un elefante.

Así, los seis sabios fueron a "ver" al elefante.

El primero palpó una de las grandes orejas del elefante. La tocaba lentamente hacia adelante y hacia atrás. "El elefante es como un gran abanico", gritó el primer hombre.

El segundo tanteó las patas del elefante. "Es como un árbol", exclamó.

"Ambos estáis equivocados", dijo el tercer hombre. "El elefante es como una soga". Éste le había examinado la cola.

Justamente entonces el cuarto hombre que examinaba los finos colmillos, habló: "El elefante es como una lanza".

"No, no", gritó el quinto hombre. "Él es como un alto muro", había estado palpando el costado del elefante.

El sexto hombre tenía cogida la trompa del elefante. "Estáis todos equivocados", dijo. "El elefante es como una serpiente".

"No, no, como una soga".

"Serpiente".

"Un muro".

"Estáis equivocados".

"Estoy en lo cierto".

Los seis hombres se enzarzaron en una interminable discusión durante horas sin ponerse de acuerdo sobre cómo era el elefante.


Descubrir la verdad - Iglesia de Jesucristo

Los Ciegos y el Elefante.

Un Poema de John Godfrey Saxe (1816-1887).

Seis eran los hombres de Indostán,

tan dispuestos a aprender,

que al Elefante fueron a ver

(Aunque todos eran ciegos),

Pensando que mediante la observación

su mente podrían satisfacer.


El primero se acercó al elefante,

Y cayéndose

sobre su ancho y robusto costado,

en seguida comenzó a gritar:

"¡Santo Dios! ¡El elefante

es muy parecido a una pared!"


El segundo, palpando el colmillo,

exclamó: -"¡Caramba! ¿Qué es esto

tan redondo, liso y afilado?

Para mí está muy claro,

¡esta maravilla de elefante

es muy parecido a una lanza!"


El tercero se acercó al animal,

y tomando entre sus manos

la retorcida trompa,

valientemente exclamó:

"Ya veo," dijo él, "¡el elefante

es muy parecido a una serpiente!"


El cuarto extendió ansiosamente la mano

y lo palpó alrededor de la rodilla:

"Evidentemente, a lo que más se parece esta bestia

está muy claro," dijo él,

"'Es lo suficientemente claro que el elefante

¡es muy parecido a un árbol!"


El quinto, quien por casualidad tocó la oreja,

Dijo: "Incluso el hombre más ciego

es capaz de decir a lo que más se parece esto;

Niegue la realidad el que pueda,

Esta maravilla de elefante

¡es muy parecido a un abanico!"


El sexto tan pronto comenzó

a tantear al animal,

agarró la oscilante cola

que frente a él se encontraba,

"Ya veo," dijo él, "¡el elefante

es muy parecido a una cuerda!"


Y así estos hombres de Indostán

discutieron largo y tendido,

cada uno aferrados a su propia opinión

por demás firme e inflexible,

aunque cada uno en parte tenía razón,

¡y al mismo tiempo todos estaban equivocados!


MORALEJA:

La verdad es más que la suma de las partes.

Lo mismo pasa con las guerras teológicas,

donde los seguidores de cada camino espiritual,

discuten sin conocer en profundidad

lo que enseñan otros caminos distintos al propio;

y hablan sin ponerse de acuerdo

acerca de un elefante

¡qué nadie es capaz de ver en su totalidad!


Para mí, las distintas tradiciones religiosas

describen aspectos de una única realidad,

que trasciende el conocimiento humano.

Son como piezas de un único puzle,

que nadie ha sido capaz de formar aún.


Los Ciegos y el Elefante. Parábola Filosófica

Los Ciegos y el Elefante es una antigua parábola utilizada hoy como advertencia para las personas que promueven la verdad absoluta o afirmaciones religiosas exclusivas.

La sencilla razón es que nuestras percepciones sensoriales y experiencias de la vida pueden conducir a un acceso limitado y a malas interpretaciones extralimitadas.


¿Cómo puede una persona,

con un conocimiento parcial de la realidad,

afirmar que su interpretación es la única verdad?


Si todo lo que percibimos por los sentidos

es una interpretación de nuestra mente,

¿está capacitado el ser humano para conocer la realidad objetiva?