Consiste en la concentración perfecta en Dios, a través de una oración, una lectura, una imagen, música u otro recurso, que nos recuerde su PRESENCIA en nuestra vida.
“La meditación es una búsqueda de la Verdad".
La meditación es una reflexión única y personal,
que no depende de palabras preestablecidas,
sino que es una conversación con Dios desde el corazón.
Se parte de lo que en ese momento inquieta, preocupa o alegra a nuestro interior.
La persona trata de comprender su proceso de transformación y responder a lo que Dios le pide.
Con la práctica, puede ocurrir el despertar espiritual, y escuchar el llamado de servicio a Dios en caminos únicos:
-Conocer tu verdadera identidad (¿Quién soy yo?)
-Encontrar el sentido de tu vida y tu misión (¿Para qué nací en este mundo?)