La poesía siempre supone un placer estético, y hay veces en las que el aspecto lúdico es el predominante: ya lo habéis comprobado en la página de la rima con los chistes o poemas cómicos y en la actividad inicial a con los poemas que acompañan con su ritmo algunos juegos.
El juglar Crispín d'Olot recitando un romance
Y hay poemas, como el siguiente, que son un juego en sí mismos, poemas en los que se juega con los elementos del lenguaje (sonidos, palabras, sílabas, etc.), divertidos poemas en los que lo menos importante es el sentido:
Una,
dola,
tela,
catola,
quila,
quilete,
estaba la reina
en su gabinete,
vino Gil,
apagó el candil,
candil, candilón,
cuenta las veinte
que las veinte son.
Ejercicio. Poneos por parejas o tríos y cread un poema siguiendo una de estas dos propuestas:
¡Apanipimopo!
Poesía burlesca, humorística: