CONSIGNAS
Entre las políticas públicas implementadas en la etapa actual del Sistema de Seguridad Social que hacen efectiva la inclusión de sectores de la sociedad que tradicionalmente se encontraron por fuera de su cobertura, la Asignación Universal por Hijo (AUH) es una de las más relevantes.
Le proponemos a partir de la lectura de los siguientes testimonios, compartir en el Foro sus comentarios y reflexiones en torno a las siguientes preguntas:
“Fundamentalmente el tema de la AUH tiene que ver para mí con un cambio de paradigma. Creo que ya estamos terminando con las políticas compensatorias y estamos trabajando con políticas de inclusión que nos parece que eso es el nudo de lo que hay trabajar en realidad. Que esto no es una política compensatoria sino que es una política de inclusión, de inclusión de sujetos en edad escolar como sujetos de derecho. Acá me parece que es el puntapié inicial, que esto lleva un trabajo fuerte con las comunidades educativas, no por ahí con aquellas que están en la zona de mayor vulnerabilidad social, sino por ahí con las otras. Y digo un trabajo fuerte el cambio de paradigma, esto de pensar que no viene solamente a compensar algo sino que viene a garantizar derechos.” (Dirección de Primaria, Provincia de Buenos Aires).
“Mejoró mucho la asistencia de los chicos que se dedicaban al cartoneo y venían solo una vez a la semana.” (Directora, Escuela 501, Formosa).
“No aumentó la matrícula pero se frenó la deserción escolar.” (Directora, Escuela 58, Formosa).
“Mi mamá me ha dicho que es como una ayuda que te dan… para que los niños adolescentes no, no trabajen. Y claro, y por ahí mi mamá y yo, cuando empezó la cosecha en mis abuelos, yo quería cosechar y mi mamá me retó y me dijo que no, que para eso tenía la asignación y… Si yo tengo una asignación no tengo porque ir a trabajar, entonces no, no, no coseché.” (Estudiante, 2º año Técnica rural, San Juan).
Análisis y evaluación de los aspectos educativos de la Asignación Universal por Hijo, MEN Año 2011
RESPUESTAS
La inclusión educativa implica garantizar una educación de calidad para los niños y jóvenes en condiciones de igualdad y adaptada a la diversidad, es decir, teniendo en cuenta las diferentes necesidades de los mismos que surgen de su situación familiar, su condición económica, social y cultural.
La educación es un bien al que todos deben tener acceso, es un derecho, sus fines son los mismos para todos los individuos. En este contexto, la escuela debe garantizar una educación personalizada; atendiendo a las situaciones económicas y sociales de los alumno; sin excluir a nadie.
La educación inclusiva es un principio general que busca impregnar la cultura de la comunidad, las políticas educativas y las prácticas de enseñanza de aprendizajes, para hacer posible que todas las personas, independientemente de su origen socio-económico y cultural, y de sus capacidades individuales innatas o adquiridas, tengan las mismas oportunidades de aprendizaje en cualquier contexto educativo, contribuyendo de este modo, a forjar sociedades justas y equitativas (párrafo tomado de https://es.wikipedia.org/wiki/Educaci%C3%B3n_inclusiva)
Se imponen estas exigencias con el fin de lograr que los padres destinen los fondos recibidos a enviar a sus hijos a la escuela. Es una forma de asegurar la escolarización de los niños y adolescentes. Se trata de reducir la deserción escolar motivada por la escasez de recursos económicos de la familia. Si la familia no tiene ingresos para subsistir, ni siquiera puede garantizarse el alimento de los niños mucho menos el acceso a la educación. Asimismo, el pago de esta asignación ha permitido que muchos niños y adolescentes regresen a la escuela y ya no tengan que trabajar para ayudar a sus padres. En algunos casos, la percepción de esta asignación ha implicado el acceso a una vivienda digna para muchas familias de bajos recursos.
La AUH surge en virtud de una política pública que busca ayudar a que la población de menores recursos pueda acceder a un alimento, a una vivienda digna y que garantice el acceso a la educación y a la salud de los niños y adolescentes de estos sectores. Pero que los niños estén escolarizados no implica que estén recibiendo una educación en condiciones de igualdad y equidad con calidad. Sólo se asegura la concurrencia a la escuela, no un pleno ejercicio de los derechos sociales del que puede ser titular un individuo.
La mera enunciación de que el individuo es titular de derechos no garantiza la ciudadanía. El principio fundamental de la ciudadanía es la igualdad de derechos para todos pero en la práctica la misma se corresponde con desigualdad en lo social y lo económico.
Muchas personas no tienen acceso a una vivienda digna, viven inmersos en la pobreza y no tienen empleo con el cual subsistir. Estas personas son objeto de discriminación y de marginación.
Si no hay inclusión social no hay construcción de ciudadanía. Difícilmente pueda existir la inclusión social sin la posibilidad de participar activamente en el ámbito más amplio en el que el individuo pueda hacerlo.
La ciudadana es un contrato entre una Nación y los individuos adultos que la integran. Ejercer nuestra ciudadaía implica que debemos conocer nuestros derechos y nuestras obligaciones.
La ciudadanía implica el ejercicio de ciertos derechos: los derechos civiles o individuales, los derechos políticos, los derechos sociales, los derechos económicos y los derechos culturales.
Los derechos sociales son aquellos derechos que facultan a los ciudadanos o habitantes de un país a desarrollarse en autonomía, igualdad y libertad; así como aquellos derechos que les permiten unas condiciones económicas y de acceso a bienes necesarios para una vida digna. Los derechos sociales tienen que ver con imponer acciones concretas al Estado. Estos derechos están consagrados en la Constitución Nacional.
Los derechos sociales serían:
De nada sirve que un individuo tenga libertad de expresión y libre circulación; sino tiene igualdad de oportunidades en la práctica, si no puede acceder a un empleo que le brinde un salario digno, a la vivienda propia, a la educación y a la salud.
La AUH ha ayudado a fortalecer las políticas de inclusión educativas porque ha logrado incrementar el nivel de presentismo de los niños y los adolescentes en las escuelas y en muchos casos, ha contribuido a mejorar las condiciones de vida de sectores de la sociedad más postergados. Como consecuencia del pago de esta contribución se ha elevado la matrícula en las escuelas y ha aumentado la concurrencia a clases. Los niños y adolescentes ya no desertan de la escuela por motivos económicos; porque sus padres han logrado acceder a otros bienes más significativos. También se ha logrado reducir el trabajo infantil y adolescente; ya que los niños ya no deben trabajar para colaborar con la subsistencia del hogar familiar y pueden ejercer plenamente su derecho a la educación.
La mejora en las condiciones de vida de las familias afecta también el trabajo institucional, liberando a las escuelas de múltiples tareas que habían asumido durante la crisis social y económica.
SÍNTESIS DEL FORO
En este foro se debate sobre la relación existente entre la inclusión educativa, las políticas públicas y la noción de ciudadanía. Asimismo, se problematiza sobre los aciertos y errores de la Asignación Universal por Hijo (AUH). En este caso las posiciones están divididas.
Se parte de destacar que los fundamentos del decreto que da origen a la AUH están centrados en la necesidad de adoptar políticas públicas que permitan mejorar la situación de niños/as y adolescentes en situación de vulnerabilidad social. Con este proyecto se persigue:
Muchos de los docentes consideran que la AUH ayuda pero sin duda no es suficiente ya que muchas familias usan este dinero para otras cosas y no lo invierten en los reales beneficiarios. Es meramente un paliativo, una medida coyuntural, que no alcanza porque la pobreza es estructural en ciertos sectores sociales.
Varios educadores destacan que a diario presencian casos en donde se observa que las familias sólo mandan a los hijos a la escuela para cobrar ese dinero y que estos niños desgraciadamente solo ocupan un lugar en la escuela sin aprovecharlo. Los que piensan de esta manera, sostienen que se debería también exigir que los alumnos aprueben las materias, tengan buen comportamiento y que las familias no le otorguen el rol de "guardería" a la escuela.
Otros resaltan que la Asignación Universal por Hijo es, entre las políticas públicas implementadas, una de las más acertadas ya que han constituido un paso más hacia la inclusión en el Sistema de Seguridad Social de sectores que hasta entonces se encontraban fuera de la cobertura.
Con respecto al impacto que ha tenido dicha política, puede decirse que depende de cada sociedad donde se implemente, debido a que no en todos lados ha tenido el mismo éxito o repercusión. En algunos casos sí ayudó a fomentar la asistencia de aquellos alumnos que por razones de trabajo no iban a la escuela regularmente y también contribuyó a ponerle un freno a la deserción escolar pero en otros casos, esto no ocurrió.
Las condiciones para que los padres puedan acceder a dicho beneficio, tales como el cumplimiento de los controles sanitarios y el plan de vacunación a los niños menores de 5 años y la certificación del cumplimiento del ciclo escolar lectivo correspondiente de los niños y adolescentes en edad escolar; sin dudas contribuyen al cumplimiento de los derechos sociales y económicos de los niños y adolescentes, ya que de alguna manera, se incentiva a los progenitores a que les brinden una mejor calidad de vida.
El problema es que no se realizan los controles necesarios y suficientes para garantizar que el dinero obtenido a través de la AUH llegue a su destino o cumpla con el fin para el cual fue otorgado.
Con la AUH muchos niños y jóvenes volvieron a las aulas, bajó el nivel de ausentismo, pero esto no quiere decir que todos que concurren a las escuelas logren terminar sus estudios.
Como en el caso de cualquier política de Estado, hay que poder y saber diferenciar entre el "espíritu" de la misma y la "aplicación-control".
En lo que hace a la AUH; el espíritu de la ley es inobjetable: garantizar el acceso a educación, la salud, la inclusión. Las criticas que se manifiestan tienen que ver mas bien con su aplicación y/o control.
El aumento de los niños y los jóvenes que asisten y permanecen en la escuela, a causa de la implementación de la AUH, no es un dato menor, pero al ser este un requisito para su cobro, muchos padres y chicos la consideran como su "nuevo trabajo" y que lo único que tienen que hacer es asistir, por lo que no le dan la real importancia y valor a la educación. Así que resultaría conveniente que se cambiara esa forma de pensar y allí radica el desafío para la comunidad educativa; el provocar este cambio cultural.
También se denota que en la cotidianeidad se observan situaciones en donde se ejerce la figura tiránica del clientelismo, la extorsión, por parte de algunos políticos inescrupulosos.
Si bien esta política de inclusión no garantiza en su totalidad que el alumno aprenda contenidos, si garantiza que el niño concurra al colegio, que es un espacio común en donde es contenido. Las instituciones educativas son espacios que permiten la construcción plena de ciudadanía. El ser ciudadano pleno requiere que se garanticen derechos por igual a todos y conocer nuestras obligaciones, pero en la práctica esos derechos no se cumplen cuando existe desigualdad social. Las políticas públicas cumplen un rol fundamental porque deben generar acciones que aseguren la igualdad de oportunidades para todos los habitantes de la nación.
La AUH ha permitido que un importante número de niños y adolescentes en edad escolar no abandone la escuela, ya que les permite contar con la ayuda económica necesaria para contar con los recursos necesarios. Esto genera la inclusión de los mismos, ya que si no acceden a la escolarización, a futuro, tienen mayores probabilidades de no conseguir un trabajo de calidad.
La AUH, al ampliar la cobertura del sistema de seguridad social, implica reconocer las situaciones de exclusión que supone esa situación en el mercado laboral y avanzar en un sentido inclusivo. Esta medida contribuye además a reducir los índices de indigencia y de pobreza.
La AUH tiene un balance positivo en lo cultural, político, social, educativo y económico. Pero aún existen sectores que consideran que la escuela no es para todos los chicos.
Es necesario seguir actualizando el monto de la AUH para que cumpla con sus objetivos y seguir trabajando en políticas de integración social y en políticas educativas.
En cuanto a la inclusión educativa, no cabe duda, que debe ser considerada como el único camino para favorecer una ciudadanía plena, participativa y democrática. Lo que puede plantear desacuerdo son las tensiones que genera en los diferentes ámbitos y sectores su implementación, básicamente en lo que respecta a la educación secundaria obligatoria. Uno de las estrategias pensadas para garantizar la inclusión educativa tiene que ver con esta implementación donde sus fundamentos son valederos ya que todo niño no debería ser privado de educarse por cuestiones de índole económica. Pero lamentablemente hay que reconocer que lo económico no es lo único que los aleja del sistema, sino también una serie de representaciones que circulan en el imaginario social.
También es cierto que es muy difícil poder controlar que esto se cumpla efectivamente. En las escuelas se observan las irregularidades que se dan en este sentido. Alumnos que solo aparecen a principio de año y luego desaparecen hasta el siguiente.
Se debe trabajar en generar, tanto en las familias como en la sociedad en su conjunto, una revalorización de la educación; con el fin de desarrollar un compromiso compartido, tendiente a erradicar las problemáticas sociales, que tienen que ver con el trabajo precario, el desempleo, el trabajo infantil, la discriminación, la desigualdad, etc.