Lápices al centro.
DESCRIPCIÓN:
Estrategia de trabajo y aprendizaje cooperativo, simple y de fácil uso en el aula.
Se utiliza para realizar una aportación por turnos, establecer momentos para hablar, escuchar, discutir un problema o actividad pero sin escribir, entre los miembros de un equipo de trabajo que permite un trabajo estructurado y facilita el que todos hagan su aportación al grupo, de forma que al alumnado le resulta más sencillo respetar el turno de palabra.
Una opción para usar "Lápices al Centro" es que durante el tiempo de realización del ejercicio, tarea, problema etc. si algún alumno tiene alguna duda, dice “¡Lápices al centro”! y comparte con sus compañeros la duda para que estos puedan ayudarle a resolverla.
Durante el tiempo que los lápices permanecen en el centro solo se puede hablar, debatir...pero no se puede escribir.
Otra opción es cuando un profesor plantea un problema, ejercicios, tareas etc. entonces después del mismo dirá ¡Lápices al Centro!. A partir de ese momento colocarán los lápices en el centro y el alumnado, por turno, lee en voz alta «su» pregunta o ejercicio. Posteriormente, cada uno expresa su opinión y entre todos hablan de cómo se hace y deciden cuál es la respuesta correcta. Recordar que mientras los lápices o los bolígrafos de todos están en el centro de la mesa indica que en aquellos momentos solo se puede hablar y escuchar y no se puede escribir. Cuando todos tienen claro lo que hay que hacer o responder en aquel ejercicio, cada uno coge su lápiz y escribe o hace en su cuaderno el ejercicio en cuestión. En este momento, no se puede hablar, solo escribir. A continuación, se vuelven a poner los lápices en el centro de la mesa, y se procede del mismo modo con otra pregunta o cuestión, esta vez dirigida por otro alumno.
En resumen:
El profesor propone un problema, puede ser unas preguntas o un ejercicio de matemáticas…
Los alumnos, por turnos, ofrecen su opinión sobre la forma de resolver el ejercicio o problema.Se ponen de acuerdo y se aseguran que los todos comprenden el procedimiento.
Una vez pasado el tiempo, cada alumno coge el lápiz o el ordenador y en silencio e individualmente solucionan el problema.
Una opción a usar es que durante el tiempo de realización del ejercicio si algún alumno tiene alguna duda, vuelve a decir “¡Lápices al centro”! y se vuelve a repetir la operación.
Es importante evaluar al final de la técnica, con los alumnos, el desarrollo de la misma.
El profesor dice “¡Lápices al centro!” Los alumnos deben dejar lápices o el ordenador en el centro de la mesa. Deben hablar durante cinco minutos de cómo resolver el problemas. Ponerse de acuerdo en la solución. Pueden hablar pero no escribir.
RECURSO/ESQUEMA/PRÁCTICA:
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